EL INTERNADO (32) Cumpleaños y Doble Penetración
La boca reventada a pollazos, el ano desgarrado con cada embestida, insultado, ultrajado, y humillado hasta el límite. El chaval dejó de resistirse, se abandonó a la suerte, y se relajó dejando que se lo follaran a gusto.
EL INTERNADO (32)
Cumpleaños y Doble Penetración
Colocaron al niñato boca arriba tumbado en una de las colchonetas, Gillou sujetó sus piernas en alto poniéndolas sobre sus hombros, acercó su polla al boquete del culo y sin previo aviso se la clavó hasta el fondo. El chaval gimoteó lamentándose por la salvajada, berreaba de dolor por las embestidas, pero solo duró lo que tardó Johann en arrodillarse encima de su cara, y meterle su polla por la boca para que se callase. Los dos amigos se lo estaban follando al mismo ritmo, comenzaron despacio, y fueron subiendo cada vez más la velocidad. El niñato era un puto despojo, un esclavo drogado sin voluntad alguna, y una presa al servicio de los deseos más depravados de los dos cabrones.
La boca reventada a pollazos, el ano desgarrado con cada embestida, insultado, ultrajado, y humillado hasta el límite. El chaval dejó de resistirse, se abandonó a la suerte, y se relajó dejando que se lo follaran a gusto. Empezó a gemir de placer como nunca, Gillou al escucharlo se lo follaba más rápido, clavándole la polla con energía hasta los huevos, sin parar metía y sacaba constantemenete su verga de su ano. Cuando empezó a retorcerse de gusto, sacó su pollón del culo del niñato y se fué derecho para su cara. Se pegó dos sacudidas en la polla con la mano frente a su boca, y se corrió soltándole unos buenos trallazos de leche, que le mancharon los labios, la cara y el pelo al chaval. Mientras restregaba la polla manchada de semen por los labios del esclavo, agarró la cabeza de su colega Johann y le invitó a que compartiera con el niñato una buena limpieza.
Después de una buena lavada de la polla de Gillou a duo con su esclavo, Johann me indicó con pocas palabras que me acercara a ellos, y pusiera mi polla encima de la cara del niñato, y se la metiera en la boca para que me la chupara. A cuatro patas me tenía el cabrón, con el boquete del culo abierto y ansioso por tragarse su pollón, mientras me lo miraba con lujuria y no perdía ojo tampoco viendo la boca de su esclavo follada por mi polla. Yo también tenía la boca ocupada relamiendo la verga del chaval, tenía una polla larga, delgada, y con el capullo terminado en punta como una flecha. Estaba buena la polla del niño, con un saborcillo salado y un olor fuerte a sudor y orina. Mientras se la chupaba, miraba todo cachondo y en primer plano como Gillou le metía el puño entero por el culo. Cada vez que se lo metía hasta el codo, el chaval se retorcía de dolor sin poder hablar, y sentía como el niñato me apretaba fuerte la polla con la boca, estrujándome el capullo hasta el punto de hacerme daño.
No esperé mucho para recibir el pollón de Johann, y notar como me atravesaba lentamente palmo a palmo todo el ano. Joder, que pedazo de polla tenía el tío, que placer y que dolor más intenso me provocaba, cada vez que se adentraba más y más en mi recto. Me echó hacía atrás, sentándome encima de su estómago para clavarme mejor la verga, y posando sus nalgas en los gemelos. Ya me la había envergado por completo, la sentía dentro de mi ojete dura, grande y gruesa, muy gruesa. Comencé a moverme suavemente, hacía arriba sacándome su polla hasta la mitad, y hacía abajo metiéndola toda en mi ano, hasta tocar sus huevos con los mios. Una de las veces que bajaba, el muy cabronazo empujó con todas sus fuerzas hacía arriba y me clavó todo el pollón de golpe. Pegué un grito desgarrador de dolor y de angustia, me había roto el culo el hijo de puta, ... y cuando pasaron unos segundos, y vió que mi ano aguantaba la presión, empezó a follarme sin parar a lo bestia.
Yo estaba a mil por hora, aguantando las embestidas que me daba en el ano con su polla, y conteniéndome para no correrme de gusto. Me tenía la espalda apoyada en sus pectorales, y con sus manos me agarraba y me abría los muslos espatarrándome. Aparte de su polla que me follaba, noté sus dedos intentando entrar en mi ano a la par que su monstruoso miembro. Poco a poco se fué abriendo paso con ellos dentro de mi boquete, sin sacar en ningún momento su polla, y sin darme cuenta tenía dentro tres dedos violándome al mismo tiempo.
JOHANN: Mira Gillou, ... a este chaval también le cabe lo más grande por el culo. Mira como disfruta el amiguito maricón de Rashid, ... jajaja ... Ven y métele la polla tu también, que está deseándolo el viciosillo ... ¿A que si chaval?
NIKO: ¡Ohhhh! ... ¡Siiiii! ... Dos, mejor que una cabrones.
Johann sacó los dedos de mi culo y agarró la verga de su colega colocando su capullo en mi ojete, que ya estaba bastante abierto y maltratado. Gillou echó su pecho contra el mio al mismo tiempo que me comía la boca, y empezó a empujar con su polla dentro de mi ano. La entrada del segundo pollón fué más o menos suave, y lo aguanté bastate bien, incluso disfruté muchísimo sintiéndolo deslizarse y entrar hasta el fondo. Una vez dentro el colega empezó a presionar con movimientos cortos, apretando con fuerza hacía dentro, como si quisiera sacarme la cabeza de la polla por el estómago, y después tirando hacía arriba, hasta el punto de romperme el perineo. La polla de gillou era de esas pollas rompedoras, de esas que te taladran el ano con el capullo regordete, y sientes como te desgarra las paredes anales cada vez que entra y sale.
Eran los dos unos máquina follando, unos profesionales moviendo los pollones, estimulando mi dilatado ano y dándome un gustazo increible. Con cada centímetro de polla que me envergaban los dos amigos, me destrozaban más el culo, y yo solo podía gritar de dolor, de placer, de vicio pidiéndoles más y más polla. Empezaron a gemir y a jadear, primero uno y luego el otro, y en ese momento sentí en mi ano como salía la leche caliente de sus pollones. Notaba como me inundaban sin parar, sentía todo el semen quemándome el recto, y a punto de salirse de mi culito. Estaba super lleno de leche, y ellos seguían soltando chicates sin parar en mi interior, entre gritos y jadeos de placer. No me cabía más semen, se salía del ano rebalándose por los huevos de Johann, que estaba arrodillado en el suelo aguantando mi peso.
El colega ya me había agarrado la polla por la base, indicándole a su niñato esclavo que se pusiera a trabajar mamando, y que no parara hasta que me corriera en su puta boca. Solo le bastó al chaval cuatro chupadas, y dos sacudidas en mi polla para vaciar el esperma almacenado en mis cojones, y regarle de leche cremosa toda la boca. El puto mamonazo me chupaba la cabeza de la polla, adsorbiendo y tragando todo el semen que salía por la rajita. Me agarraba con la mano la base del tronco, al mismo tiempo que me la meneaba suavemente y tragaba, … meneaba y tragaba, … meneaba y tragaba.
JOHANN: (Hablándome en el oído) Asiiii, correte con las dos pollas dentro de tu culito, y llenale toda la boca de leche a ese chulito de mierda, … a ese chupa pollas, maricón reprimido … ¡Asíii! … ¡Que gusto chaval! ... Mirale la cara que pone de vicioso, mientras se traga tu leche ... ¡Correteee!
NIKO: ¡Siiiii! … ¡Siiiii! … ¡Ahhhh! … ¡Que gustazooooooooo! … Traga mamón, ... tragate mi lecheeee.
El niñato se lo tragó todo, limpiando a conciencia con la lengua y soltando de su boca mi verga toda reluciente. Los dos colegas de rashid, sacaron sus pollones de mi culo, dejándome el ojete abierto en canal y super destrozado, pero con ganas de más pollas. Mi hermano Luis no se había perdido ni un detalle, de la doble penetración que me dieron los dos franceses en el culo, y de la corrida que le había hecho tragar al niñato. Desde el sofá sentado con Rashid, había estado mirando la escena viciosa y caliente, mientras nuestro anfitrión le regalaba una buena mamada en su duro y gordo pollón.
LUIS: ¿Te gusta mi polla tío?
RASHID: Me encanta chupártela colega. Ya me había comentado tu hermano lo bueno que estabas, ... pero se quedaba corto tío. Eres guapo, tienes un morbazo que te cagas, y estás como un tren de bueno ... Cuando te he visto entrar esta noche, ... ¡Uffff! ... He mojado la bragueta del calzoncillo, solo de pensar las mil posturas que haría follando contigo.
LUIS: Pues, a que esperas colega, ... por que yo tengo un calentón que me subo por las paredes, y unos deseos locos por follar.
Continuará...