EL INTERNADO (30) Me Encanta tu Culito 2
Se me antojó chuparles la polla y darles a cada uno una buena mamada para endurecerlas, mientras veían y comentaban la grabación. Iba de verga en verga, alternando las chupadas, y lamiéndolas suavemente desde la base del tronco hasta el frenillo del capullo. Me encantaba ver y sentir, como les sujetaba a cada uno su polla dura, una en cada mano, mientras les bajaba la piel y les dejaba a la vista un glande mojado y muy apetecible.
EL INTERNADO (30)
Me Encanta tu Culito 2
En la habitación nos acoplamos los tres en la cama y nos pusimos cómodos, mientras mirabamos el video en la televisión que tanto le había gustado a Carmona. Ese video, donde le envergaba el ano a mi hermano con el monstruoso consolador, y después mi amigo Marcelo y yo nos lo follábamos por el culo, metiéndole las dos pollas a la vez hasta el fondo. El colega no apartaba la mirada de la pantalla, al tío se le caía la baba de la boca de la excitación, y el calentón que le producía ver en primer plano, el tan deseado culito de mi hermano super abierto y bien envergado. De vez en cuando se escuchaba, tanto a él como a Luis, balbucear guarradas con la respiración acelerada, al mismo tiempo que se miraban y se masturbaban suavemente la morcillona polla.
Se me antojó chuparles la polla y darles a cada uno una buena mamada para endurecerlas, mientras veían y comentaban la grabación. Hasta que no terminó el video, no paré de mamarle el pollón a los dos. Primero me trabajé la polla de Carmona, después la de Luis, y no paré hasta que las sentí bien duras y gordas en mi boca. Iba de verga en verga, alternando las chupadas, y lamiéndolas suavemente desde la base del tronco hasta el frenillo del capullo. Me encantaba ver y sentir, como les sujetaba a cada uno su polla dura, una en cada mano, mientras les bajaba la piel y les dejaba a la vista un glande mojado y muy apetecible.
Carmona ya estaba preparado y listo para volver a dar guerra, así que se puso de pie en lo alto de mi hermano, y se agachó hasta que su polla estuvo pegada a su cara, ... a la altura de su boca. Con esta postura que había cogido el cabrón, dejaba ante mis ojos unas nalgas riquísimas, con un ano delicioso con sabor a polla (la de Luis), y listo para comerselo. Le separé los cachetes del culazo con las manos, y empecé a pasarle la lengua por su agujero. El colega jadeaba de gusto sin control, por mis lametazos en el ojete y los de mi hermano en su polla. Del calentón tenía la polla tan dura que me dolía, solo pensaba en follarme ese boquete del cabrón, que tan deliciosamente me estaba comiendo. Besé y mordí suavemente sus nalgas sin dejar de apretárselas con las manos, abriéndolas lentamente y dejando a la vista aquel hermoso agujero. Saqué la lengua y se la pasé desde los huevos hasta el principio de su espalda, pasando pausadamente y delicadamente por toda la raja del culo. Cuando mi lengua rozó su orificio anal, el muy cabrón abrió más las piernas, y se inclinó un poco más hacía mí, como queriendo soldar su culo a mi boca. Quería preparárselo a conciencia y dilatarlo a tope, así que hundí mi cara tan fuerte como pude en su culo, y sentí como mi lengua llegaba a penetrarle hasta el fondo.
Mientras tanto mi hermano Luis, era violado salvajemenete por via oral, su colega le cogía y le empujaba por la nuca para metérmela más en la boca. Más de la mitad de su pollón, entraba y salía de su hocico al ritmo que marcaba él vicioso. Luis le succionaba y le comía desde la punta de su polla, pasando por el tronco, hasta metérmela enterita y por consiguiente provocarle unas buenas arcadas. Eso calentó al máximo a Carmona, y lo excitó muchísimo, hasta tal punto que le cogió fuerte de la cabeza y empezó a follarle la boca muy rápido, como un bestia, como un animal salvaje. Se escuchaba como sus huevos golpeaban continuamente en su barbilla, el chapoteo incesante de la saliva en su boca, y las suplicas ahogadas y enmudecidas de Luis, por el pollón violador del cabronazo.
Al cabo de un rato en esa postura, aupé sus nalgas con mis manos y lo subí hacía arriba, apoyándole el pecho y la cara contra la pared. Levante una de sus pierna poniéndola en el cabecero de la cama, y me dispuse a darle polla por detrás. Sin pensarlo y sin miramientos ninguno, le envergué toda la polla hasta los huevos de un solo empujón, rellenándole bien el ano. ¡Que gozada de culo! Siento como mi pollón le transpasa el ojete, y se abre camino adentrándose a su interior. Primero me lo follaba muy despacio y de repente sin que él se lo esperara, enbentía con fuerza acelerando el ritmo una y otra vez.
Mi hermano observaba la escena con la cara debajo de su entre pierna, mirando como mi pollón le estaba reventando el ano, mientras se jalaba y se masturbaba lentamente su polla empalmada. Cuando se hartó de mirar ese culazo tragón, decidió participar de la follada y me metió entera de una vez la polla de su colega en la boca, empezando a chuparla con la misma fuerza que yo le partía el culo. Después de mamar como un sádico y de apretarle con la boca el capullo, exprimiendo cada gota de pre-cum que segregaba aquella verga por la rajita, se colocó detrás de mi, y sin esperarlo me clavó todo su cipote por el culo. Desde ese momento Luis marcaba el ritmo con sus movimientos, cada vez que empujaba y me empotraba la polla, yo más hondo se clavaba a Carmona en su ano.
Cambiamos varias veces de postura, ... los dos hermanos nos tumbamos boca arriba en la cama, mientras el colega iba con su culo de polla en polla, metiéndosela completamente y gozando al tiempo que las cabalgaba. Después lo tendimos a él y nos fuimos alternando Luis y yo para follarle el ojete. Con las piernas encima de los hombros y el culazo levantado, tragandose un buen pollón, y el hermano que no se lo follaba por el culo, se lo follaba por la boca. Era nuestro muñeco sexual, nuestra putita particular que hacía sin protestar lo que le decíamos, y todas las guarradas que le pedíamos. Le escupimos por todo el cuerpo..., nos meamos encima de su cara y se tragó parte de la orina..., insertamos nuestro puño entero en su culo, y con el puño metido anduvo como un perro toda la habitación..., le sacamos la cabeza por fuera del colchón y colábamos nuestra polla en su hocico, una, las dos juntas, mientras nos agachábamos y le jodíamos sin parar.
Para correrse mi hermano quería tenerlo encima de él, así que se tumbó y lo sentó metiéndole el pollón dentro del culo. Quería tenerlo de frente, verle la cara que ponía de gusto, comerle la boca y meterle la lengua hasta la garganta, al mismo tiempo que su compañero Carmona se movía de arriba a abajo follándole la polla. Luis me indicó con la mano que me uniera con mi polla a la fiesta, y se la envergara por el ano al colega junto a la suya. Por supuesto no tardé ni dos segundos en meterle el pollón, y empezar a follármelo como un puto salvaje. El roce con la polla de Luis me tenía al límite, totalmente pegadas las dos, frotándose mientras se adentraba más y más en ese ano super dilatado. El cabronazo soltaba la boca de Luis para gritar de puro gusto, para chillarnos insultos guarros e indecentes, al mismo tiempo que se masturbaba enérgicamente la verga, la cual estaba a punto de estallarle de un momento a otros.
CARMONA: ¡Cómo deseaba esto, cabrones! ... ¡Siiii! ... Hijos de puta que gustazoooo. Las dos pollas hasta el fondo de mi caliente y abierto culo … ¡Ahhhh! ... Me vuelves loco tío, me vuelves loco Luis … Correte dentro de mi, y tu también chaval, correte y llenadme el ano con vuestra rica leche.
LUIS: ¡Me corroooooo! … no aguanto más, colega, … ¡Que culazo mas bueno joder! … ¡Asiiiiii! … ¡Tomaaaa ... tíoooo!
NIKO: ¡Toma, hijo putaaa! ... Toma, toda para ti, mi macho … ¡Me corrooooooo! … ¡Siiiiiii! ... Dentro de tu delicioso boquete de guarro, … Tragate la leche como a ti te gusta ... ¡Tragaaaaaa!
CARMONA: Ya me vieneeee … ¡Ahhh! … ¡Siiii, siiii! … ¡Me corrooooo! … Tomad leche cabrones, … putos maricones … ¡Ohhh, que pollones más buenos! ... ¡Ufffff!
Nos pasamos toda la noche del viernes y parte de la mañana del sabado, follando los tres como monos. Yo había quedado con Marcelo a las 14:00 h para comer, pero me apetecía más quedarme con Luis y Carmona y continuar con la follada. A eso de las diez de la mañana llamé a Marcelo para anular la comida y decirle el plan que tenía con los dos, así que lo entendió y no se enfadó, solamente me dijo que lo grabara todo para después comentarlo.