EL INTERNADO (29) Me Encanta tu Culito

El gustazo era tremendo, mirando con mis ojos como el orificio anal del tío machote, engullía completamente hasta los huevos el pedazo de pollón grande y gordo de mi hermano.

EL INTERNADO (29)

Me Encanta tu Culito

¡Qué boca del mamón! ... ¡Qué chupadas me daba joder! ... Mi polla era un río de pre-cum, que Carmona succionaba posando sus labios en la rajita de mi capullo, y absorbía con fuerza dentro de su boca. Que delicia verle la cara de machote jalándose mi pollón entero, lamiendo cada palmo de piel mientras clavaba sus ojos en los míos, y diciéndome con ellos sin palabras... "Me encanta tu polla chaval". El colega no dejaba en ningún momento el culo de Luis, se lo follaba manualmente alternando dos, tres y cuatro dedos dentro del ano, sacándole por la boca gemidos, suspiros, y muchos gritos de dolor y de placer. Se notaba que el culazo de mi hermano, era lo que más le gustaba y ponía super caliente al tío. El impetu y la energía que ejercía apoderándose de él, los lametones bestiales que le daba con egoísmo, y la destreza con la que violaba su orificio anal, ... eran de un verdadero profesional.

Liberé mi polla de su boca y me coloqué en el suelo de rodillas, con la cabeza entre sus piernas y listo para albergar ese manubrio grande, gordo, duro, y brillante que me ponía a mil por hora. Le separé los muslos con mis manos todo lo que pude, y acerqué mi nariz a su pubis inhalando su olor a sudor, ... ese olor a polla de macho que me vuelve loco.  Olfateé como una perra en celo cada palmo, cada rincón, de arriba abajo todo el tronco deteniéndome especialmente en sus huevazos gordos y peludos. Me los metí en la boca, primero uno, después el otro, luego los dos íntegramente, saboreando con deleite esas bolas que tenían vida propia dentro de mi boca, y que cada vez las notaba más, y más gordas.

Carmona seguía lamiendo el ano de Luis sin descanso, parecía que le iba a quitar el color de la piel a lametazos, y ya casi no se distinguía el boquete por la abundante saliva. Cuando me envergué su pollón en mi boca, y me dejó ese sabor pegado al paladar... ¡Uffff!... Fue como estar en el paraíso, y ya no existía nada más que aquel tío macho. Con cada chupada que le daba sentía como se le llenaba la polla de sangre, y le palpitaba dentro de mi boca, como si tuviera el corazón entre las piernas. La mamada la dirigía él, agarrándome la cabeza con su manaza, tirándome del cabello presionando su polla con energía, y pegándome sacudidas con mucha furia. Me encantaba la actitud del colega, su conducta de tío rudo, aunque me estuviera destrozando el hocico a pollazos sin compasión, y el grosor de su verga me rompiera la comisura de la boca.

Era un vaivén de subidas y bajadas violentas, le ensalivaba la polla a lengüetazo limpio, introduciéndole la punta de la lengua en la rajita del glande, atrapando las gotas cremosas que se le escapaba del gusto, al mismo tiempo que el cabrón me la sacaba de la boca y me abofeteaba la cara con ella. Mientras tanto Luis se puso de pie en el sillón, con las piernas pegadas a los costados de Carmona, y la polla a la altura de su cara. Se la restregaba por todo el rostro, se la metía y se la sacaba de la boca una y otra vez, le posaba los huevos en los labios, y todo esto con el ano insertado por cuatro dedos de la mano de su compañero. La gozada era monumental, no podía apartar la mirada del culazo de mi hermano, parecía que estaba empalado por una estaca, y el muy cabrón vicioso se inclinaba cada vez más, para que el otro degenerado le pudiera meter la mano hasta la muñeca.

CARMONA: ¡Joder... Joder! ... Esto es lo que más me calienta colega, el royo fisting cabrón, ... y veo compañero que a ti te encanta también. ¡Uffff! ... Estaba loco por pillarte este culito tío, me pone la polla dura solo con mirártelo. ¿Sabes cabrón?, ... en las duchas me he tenido que contener más de una vez, para no violarte y destrozártelo de una buena follada.

LUIS: Eso era lo que yo deseaba mamón de mierda, que me pusieras a cuatro patas allí en las duchas, y me empotraras tu pedazo de pollón, y me follaras el culo hasta revéntarmelo ... ¡Ohhhh... Que boca tienes! ... Me da un morbo increíble verte esa cara de macho chupándome la polla, y con la boca de mamón llena de carne.

CARMONA: Boca la del mamón de tu hermano, ... ¡Ahhhh! ... me va arrancar la polla de cuajo el hijo de puta, ... que gustazo de chupones me está pegando en el capullo, ... ¡Uffff! ... como no te pares chaval, te voy a llenar de leche toda la boquita, y no quiero todavía.

NIKO: Dime cabrón... ¿Que quieres? ... Díselo a tu putita, macho mio.

CARMONA: Primero dame el cubata de ron que me refrezque el gaznate, y de camino echale dentro un frasquito como el que me has dado en la feria ... Y segundo quiero que os pongaís los dos a cuatro patas contra el sofá, quiero vuestros culos bien abiertos para follarmelos uno detrás del otro, y daros la follada más salvaje y caliente de vuestra puta vida.

LUIS: Vamos Niko, ... obedezcamos a este machote, haber si es verdad lo que dice, ... y nos hace gozar de lo lindo.

Nos bebimos cada uno el cubata entero casi de un trago, teníamos la garganta seca y sedienta, y queríamos continuar cuanto antes con la viciosa follada. Con el éxtasis que ya tenía y el líquido del frasquito que le puse, aquel coctel de drogas hizo efecto en cuestión de segundos. Fue cuando todo se descontroló por completo, nos convertimos en unos energúmenos hambrientos de sexo, y ansiosos de vicio. Éramos como glotones del placer, no nos privábamos en decir por la boca las guarradas que deseábamos hacer, y las que queríamos que nos hicieran.

Nos colocamos como el colega Carmona nos ha había mandado, arrodillándonos con el culo hacía él y el pecho apoyado en el sofá. El macho lameteaba uno a uno nuestros ojetes, introduciendo su lengua todo lo que podía en los agujeros, mientras Luis y yo nos pasábamos nuestras salivas de boca a boca, en unos profundos e intensos besos. El tío estaba acostumbrado a comer culos, por que era una puta máquina con la lengua, me daba un gusto tremendo cuando hundía su lengua hasta el fondo, saboreando cada rincón de mi ano y follándomelo como si la sinhueso fuera su verga.

Después pasó al boquete de Luis y repitió la misma mecánica, lamiendo sin descanso, explorando con su lengua a lo largo y ancho de su recto, lubricando a tope el ano de su compañero, mientras mi puto hermano se estremecía de placer. Miré su pollón erecto y majestuoso, super mojado con la cabeza brillante, y hecho un río de liquido preseminal. Los hilillos de pre-cum que brotaba de su capullo, salpicaban en el suelo y se extendían formando un pequeño charco. Me acerqué a los goterones y los lamí con la lengua, para que el cabrón me viera como los limpiaba del suelo. Aquello le gustó muchísimo poniéndolo a mil por hora, y calentándolo aún más. Me agarró de los pelos con la mano, y me restregó toda la cara por el suelo como si fuera una mopa, y cuando vió que terminé de limpiar las gotas de pre-cum que había derramado su polla, me la hundió entera en la boca.

CARMONA: Chupa maricón, ... y trágate mi polla. Esto es lo que quieres, ¿Verdad? ... Ya me había contado tu hermano lo puta que eres, y lo que te gusta poner el culo y la boca para que te la follen chaval... ¡Ahhhh... Siiiii! ... Pues cométela, así maricona, chúpamela entera, y hazme disfrutar con tu boca, ... haz que goce este macho.

LUIS: Yo quiero tu culazo cabrón, ... quiero lamerlo, devorarlo y comértelo hasta que me sacie. Y cuando me harte de saborearlo, te lo voy a follar de todas las maneras imaginables, ... así que vete poniendo en pompa vicioso de mierda.

Me tendí en el suelo boca arriba, y el colega Carmona se colocó a cuatro patas encima de mi como un 69, atrapando con su boca mi polla y comenzando a mamarla. Mi hermano Luis se colocó detrás de sus nalgas arrodillado en el suelo, cogió con una mano la polla de su colega y la tensó hasta situarme el capullo dentro de mi boca. Con la otra mano agarraba un cachete del culo, separándolo del otro y dejando a la vista el boquete del ano que estaba lameteando. Allí todos chupábamos, todos comíamos a gusto, ninguno paraba de devorarse al otro, y sobre todo Luis que devoraba ese culazo con gula, con ansia y desesperación. Se notaba que le tenía ganas al tío hacía tiempo, desde mi perspectiva debajo podía ver como incrustaba media cara entre sus nalgas, como se escuchaba los movimientos de su lengua y el chapoteo de sus lamidas.

Carmona dejó de mamarme la polla para emplearse denuevo en comerme el culito, eso era lo que más placer le daba al cabrón, solo quería lamer y chupar culos ... Y que gusto de lengua tenía colegas. Luis fué a coger de mi mochila la crema lubricante, mientras nosotros dos continuabamos con la faena, ... yo con su polla y él con mi ano. Después entró en la cocina y se trajo un pepino grande y muy hermoso. Le colocó un preservativo a la hortaliza, y lo embadurnó a tope de crema, con la intención de que resbalara bien cuando surcara el recto de su compañero. Hizo lo mismo con el ano de Carmona, metiéndole un par de dedos cremosos bien adentro, e impregnando de vaselina las paredes del agujero.

CARMONA: Ten cuidado y no te pases, ¿Eh cabrón? ... Que el boquete del culo lo tengo super cerrado, y al principio me cuesta mogollón meterme algo dentro. Así que despacio colega, ... una vez que dilate y se adapte, ya no me importa y me lo puedes follar hasta destrozármelo.

LUIS: Tranquilo compañero, que lo que quiero es que disfrutes, que goces, ... y te juro por mi hermano, que está aquí como una putilla mamando, que hoy vas a flipar de gusto cabrón.

Sujetó fuerte con las dos manos aquel pepino gordo, y lo puso a las puertas de su estrecho y cerrado ano. Introdujo el pepino despacio, suavemente y con tranquilidad, mientra veía como su culo se lo iba tragando poco a poco. Se lo metía, y se lo sacaba lentamente, manteniendo un ritmo delicado y constante, repitiéndolo varias veces hasta que vió que su ano se dilataba completamente. A partir de ese momento cambió el ritmo y la velocidad, insertando salvajemente el pepino hasta el fondo del ano. Una y otra vez le rellenaba el recto con energía, mientras su colega jadeaba muy fuerte de placer, y sus lamidas en mi ojete eran cada vez más violentas.

Luis cambió el pepino por su polla, y se la empotró toda dentro del culo de un solo empujón. Cuando su colega sintió ese pollón dentro de su ano, lanzó un grito desgarrador y de angustia que se escuchó en toda la casa. Mi hermano le había roto el culo de un pollazo, se lo había partido en dos, ... y el muy maricón en vez de pararse y sacársela del culo por el dolor, se retorcía pegando gritos de placer, al mismo tiempo que me follaba la boca con la polla descontroladamente. El gustazo era tremendo, mirando con mis ojos como el orificio anal del tío machote, engullía completamente hasta los huevos el pedazo de pollón grande y gordo de mi hermano. Y un morbazo bárbaro ver a Luis follándoselo, metiendo y sacando la polla como un sádico, y como un vicioso pervertido.

LUIS: ¿Te gusta compañero?

CARMONA: ¿Qué si me gusta? … me vuelves loco. Tengo un vicio en lo alto que te cagas tío.

LUIS: Donde está ahora el macho, ¿Eh? ... ¿Donde está el tío que le gusta contarme, como le mete la polla y se folla el coño de las niñatas? ... Ah, si está aquí, tragándose por el culo mi pollón ... Miralo hermanito, mira como pone el culo para que se lo folle y le meta toda mi verga ... ¡Uffff! ... ¡Que culazo tiene!

CARMONA: ¡Ohhhhh! ... ¡Que gustazo colega! ... Aquí estoy, aquí compañero, con tu polla dentro de mi y gozando poseído por el vicio ... ¡Que gusto de pollón! ... Asiiii, sigueee cabrón que estoy alucinando, ... dameeee, fóllameeee, ... que le voy a regar con mi manguerazo toda la boca a tu puto hermano, y se la voy a llenar entera de leche.

LUIS: Dásela cabronazo, y correte en su boca, ... que a mi hermano le encanta beberse una buena lechada, y exprimirle los huevos a los tíos buenos como tu ... ¡Uffff! ... Toma compañero, que este culito no pase hambre.

CARMONA: ¡Siiiii! ... Dame tío, fóllame fuerte, y clávamela en el culo, ... clávamela asiiiiii, … métemela y destrózame por dentro colegaaa ... ¡Ahhhh! Me corroooo, ... si, si, siiiii, ... toma niñatoooo, ... tragaaaa, ... bebetelaaaa, ... ohhhh.

Anegó toda mi boca con su esperma, el hijo de puta me la llenó por completo de leche caliente, que yo tragué garganta abajo, pero no sin antes saborearla y degústala con deleite. Carmona atrapó mi polla entre sus fauces, y comenzó a chupármela con ardor y desenfreno. Estaba empeñado en sacarme la leche a chupetones, era implacable mamando el colega, me levantaba el trasero del suelo cada vez que succionaba, como si me la fuera a arrancar cuando aspiraba para adentro. Mi hermano se había puesto con la cara al lado de mi polla y de su boca, para mirarle el rostro mientras me la chupaba. Lo calentaba bastante verle la cara a su compañero militar, ese semblante de macho duro, con rasgos de tío malote comiéndose una buena polla, y con los ojos clavados en los suyos diciéndole sin hablar, ... "los machos también chupan pollas".

NIKO: ¡Ahhh! … Siiii … Siiii … Me corroooo, cabrón hijo putaaa, ... ¡Ayyyy! ... Sigueee, ... sigue chupando … ¡Que gusto colega! … Tragaaa, chupa pollas ... Bebetela toda maricón, hasta la última gota .... ¡Que bueno estás colega, y que gustazo de mamada!

Con mi esperma aún en la boca de Carmona, se fué a por los labios de mi hermano y se pegaron un buen morreo, pasándose de la boca del uno a la boca del otro, el espeso y cremoso semen. Se besaron largamente y con pasión, mientras se abarazaban los cuerpos y rodaban por el sulo, revolcándose uno encima del otro restregándose los pollones.

CARMONA: Ahora quiero que te corras tu colega, ... pero con dos pollas dentro de tu culo, la mia y la de Nico, y follándote a tope como en el video que me mostró tu hermano, ... que estaba él y su amigo abriéndote bien el ojete.

Me agarró del cuello y de un empujón me sentó en el sofá. Le ordenó a mi hermano que se sentara encima de mí, con la espalda pegada a mi pecho y de frente a él. Luis obedeció gustosamente envergándose mi polla en el culo, posando los pies encima de mis muslos y dejando a la vista del colega el ojete elevado y tragón. Carmona quería tenerlo de frente, y gozar mirándole la cara que ponía de gusto mi hermano, mientras se lo follaba y le metía la polla junto con la mia. Aprisionó con sus manazas las piernas de Luis y presionó hacía mi, abriéndoselas como una V. Puso su inmenso pollón en su ano, buscando un hueco por donde entrar, y cuando lo encontró se la clavó hasta el fondo de un solo empujón.

Luis se estremeció de dolor y de placer, no se movía para nada, solo se quedó muy quieto recibiendo por el culo estocadas, y fuertes envergadas de nuestras pollas. Empezamos los dos a follarle el ano sin parar, con vigor, con energía, con rapidez, mientras su polla era masturbada por mi mano sin control, de arriba abajo todo el tronco, y al ritmo de cada embestida que le dabamos en el culo. El cabrón de mi hermano nos tenía a mil por hora, borracho de lujuria, sediento de placer, y tremendamente ebrios de vicio.

Luis chillaba de gusto pidiéndonos que le folláramos el ano con más rapidez, al mismo tiempo que gemía y se retorcía de felicidad. Se separaba los cachetes del culo con las manos, abriéndose bien las nalgas para que su colega y compañero militar, mirara su boquete glotón cada vez más grande y más abierto. No le dio tiempo a avisarme, cuando ya tenía la mano chorreando y pringosa de semen. El pedazo de mamón se había corrido sin gesticular palabra, tan solo miraba fijamente la cara de su colega Carmona, y le abría la boca esperando que el tío se la comiera a besos. Indudablemente le comió la boca y lo besó dilatadamente, hasta quedarse los dos casi sin repiración.

NIKO: Vamos al dormitorio, y continuamos más cómodos en la cama. Además allí tenemos un televisor de 55 pulgadas y podemos ver muy bien algunos de mis videos ... ¿Os apetece?

CARMONA: Claro chaval, esta polla tiene aún muchas ganas de guerra, ... ¿O no ves lo dura que la tengo?

LUIS: No te preocupes colega, que yo te voy a aliviar esa dureza con la ayuda de mi hermanito. Tú ve haciéndote un porro mientras Niko prepara unos cubatas de ron, y nos lo bebemos tranquilamente en la habitación.

Continuará...