EL INTERNADO (19)Follándome el culazo de Rashîd
Mientras Rashîd me hablaba, estaba tumbado boca arriba en la cama, masturbándose suavemente el cipote mojado por le liquido preseminal, que soltaba del calentón por el capullo. Me miraba provocándome, sacaba su lengua relamiéndose los labios, abriéndose de piernas y mostrándome el agujero del ano, como si me lo regalara con ese movimiento de pelbis, y pidiéndome con ojos de lujuría, que saciara su deseo por mi.
EL INTERNADO (19)
Follándome el culazo de Rashîd
Mientras ibamos para la habitación de Rashîd, nos encontramos en el pasillo con mi compañero Eric, que estaba con un tío mas mayor apoyado en la pared, y mientras mi colega le chupaba bien el cipote. Pasamos sin que se diera cuenta de nosotros, y entramos en la habitación. Dentro
NIKO: ¡Que chulo es tu dormitorío! ... Todas las paredes tienen espejos, ... y el techo también ... ¿Esto que es, para que te veas bien cuando te follan? ... Jajaja
RASHÎD: Si, ... jajaja ... Aqui me encierro cuando quiero estar solo, o quiero follar con alguién especial, ... como tú.
NIKO: Y hablando de follar, ... me he dado cuenta, que de cara a tus colegas, eres un pedazo de macho que le gusta dar por el culo, a los niñatillos, ... pero creo, y no me equivoco, ... que a ti lo que realmente te gusta, ... gozas, ... y disfrutas como un puto vicioso, es que te enverguen a tope ese culazo que tienes ... ¿Verdad?
RASHÎD: Jejeje ... Que te gusta calentarme la polla, chaval ... Si, es verdad, ... no te equivocas, ... pero tampoco me folla el culo cualquiera, solo el tío que yo quiera.
NIKO: Dime Rashîd, ... ¿Mi compañero Eric te lo ha follado? ... ¿El Chileno? ... ¿Roman el gorila? ... ¿El buenorro de Alí? ... Dime colega ... ¿Quién?
RASHÎD: ¡Que viciosillo eres niño! ... Mira, tu compañero Eric no me ha follado nunca, y además no quiero que se entere. Menudo cerdo está hecho tu amiguito, ... si yo te contara lo que se ha tragado el cabrón por un poco de droga, ... y lo que le han hecho los tíos jodiéndoselo, ... algún día te lo contaré tranquilamente. El único que me folla el culo es mi colega Alí, y por que se lo permito y él nunca dirá nada, ... los demás niñatos, mariconas, macarrilas, drogatas, tíos viciosos, ... solo son boquetes para meter mi cipote, y nada más.
NIKO: ¿Y a mí si me vas apermitir joderte el culo? ... ¿Por qué?
RASHÎD: Por que, ... desde que te he visto me has gustado, me calientas demasiado chaval, ... me pones el cuerpo a tope de vicio, y quiero poseerte dentro de mi ... Cuando te ví entrar con tu colega, mi polla se empalmó al momento, ... y un escalofrío de placer recorrió todo mi cuerpo ... Quiero follar contigo Niko, ... ahora, ... ya.
Mientras Rashîd me hablaba, estaba tumbado boca arriba en la cama, masturbándose suavemente el cipote mojado por le liquido preseminal, que soltaba del calentón por el capullo. Me miraba provocándome, sacaba su lengua relamiéndose los labios, abriéndose de piernas y mostrándome el agujero del ano, como si me lo regalara con ese movimiento de pelbis, y pidiéndome con ojos de lujuría, que saciara su deseo por mi.
RASHÎD: Ven Niko, ... hoy quiero que seas mi macho, y yo tu puta, ... una puta muy, muy guarra y cerda ... Toma, bebete esto, y hazme gozar como una perra.
Nos bebimos cada uno el líquido de frasquito, y a los dos segundos de tragarmelo, estaba caliente como una perra, me subía por las paredes del vicio, y la polla me iba a explotar de lo gorda que se me había puesto. Quería comerme a ese tío entero, darle placer sin límites, y hacerle gozar en todo lo Rashîd me pidiera. Me subí encima de él, poniéndome a cuatro patas con mi pollón en su cara, dándole una alegría a sus ojos, mientras yo apresaba con mi mamona boca el cipote del colega, y comenzaba a chuparselo como un loco. Miraba su redondito culazo, recreándome en el oscuro boquete, tocándoselo con mis dedos, metiendo y explorando con dos de ellos, dentro del estrecho y angosto ano de Rashîd.
Me incorporé de pie en la cama flexionando las rodillas, quería follarle la boca a ese tío macho, verle la cara tragándose entero mi cipote, y con una mano lo empujé, apuntando hacia su boca. El cabrón me volvía loco de placer, ... que gusto me daba el mamón, cada vez que se metía mi polla hasta la garganta, y succionaba apretando con la boca.
Le flexioné las piernas hacía mi pecho, sin sacar mi pollón de su boca, y le puse el culazo mirando al techo. Ahora mis manos separaban sus glúteos, y con los dedos gordos de ambas manos, los iba metiendo en el boquete de Rashîd. Mientras él jadeaba de placer, hundí mi boca entre sus redondas nalgas, ... lo violé con mi lengua, relamiendo todo el contorno de su ano, y mordiendo con los dientes, el agujero que tanto deseaba follarme. Mi lengua era una serpiente moviéndose dentro de su apretado orificio, se la metía tan profundamente como pudía, mientras el cabrón gemía de placer y me iba abriendo su boquete para mi, apretando hacía afura. Lo devoré con ansia, con codicia como un puto egoísta, ... la ganas por tener ese culazo para mí solo, hacía que me quemara todo el cuerpo, ... y lo chupé sin parar, con paciencia, saboreándo cada rincón de aquél orificio anal.
Después de un rato comiéndole el culo, ya estaba listo para recibir en su ojete toda mi polla, Rashîd intuyó lo que venía a continuación, y agarrándome la polla con su mano, se la metió dentro del culazo con unos movimientos de caderas. El muy cabrón, estaba deseando tenerla toda dentro de él, ... más que yo, ... así que, con mi pollón enfundado en su ano, comencé a darle la follada que él quería, una y otra vez, clavándole mi polla con fuerza hasta el fondo, y taladrándole a base de bien ese avaricioso boquete del culo. Rashîd, se abría el culo con las manos todo lo que podía, estirándose los cachetes al máximo para que yo mirara, como se perdía mi cipote dentro de su profundo ano, y como se la clavaba todo hasta los huevos en cada sentadilla.
RASHÎD: Te gusta ... ¿Eh Niko? ... Estás gozando cabrón, follándote el culazo de un macho como yo, ... tan bueno ... ¡Que gustazo! ... Mirándote chaval, delgadito, musculoso, guapísimo, ... saltando sobre mi culo y embistiéndome como un toro bravo con tu pollón ... ¡Sigueeee! ... ¡Asiiiii!
NIKO: ¡Ufffff! ... Me tienes loco cabrón ... ¡Que calentón más grande colega! ... Tomaaaa, putaaaa, ... te voy a reventar este culazo que tienes pedazo de guarra ... ¡Aaaaaa! ... ¡Que bueno estás tío!
Rashîd, se desprendió de mi cipote sacándoselo del ojete, y me empujó violentamente sobre la cama, sentándome de culo en la almohada y con la espalda apoyada en el cabecero. Me espatarró las piernas formando una V, agarrándome el pollón con su mano, sin dejar de mirarle su cara de placer, metiéndose en la boca mi pedazo de trancazo, degustando el sabor que le había dejado su ojete pegado a la piel, ... ese sabor a culo follado. Rashîd, me indicaba señalándome con los ojos, que lo mirara por los espejos mientras me mamaba el cipote, ... no hay nada en el mundo, que me guste más, que ver a un tio bien guapo comerme la polla, ... me flipa colega, y si el tío va de macho, ... ¡Uffff! ... eso ya me pone guarrón total.
RASHÎD: ¡Que cachondo me pones Niko! ... estaría todo el día comiéndote la polla, ... ¿Sabes colega? ... Lo que más me gusta de comer polla, es que los niñatos como tú, se corran en mi boquita de mamón, y tragarme toda la lechesita ... ¡Ufff! ... Eso me da un placer inmenso, ... y mirarles la cara que ponen de de gozo llenándome todo el hocico.
El mamonazo, se volvió a tragar mi polla entera restregándosela por el paladar, pasando la lengua de arriba abajo desde el capullo hasta el tronco, ... yo me la agarraba de los huevos apuntando al techo, y haciendo presión como si tuviera una anilla en la base. Y Rashîd, seguía y seguía, una y otra vez, chupando cada vez más rápido, tragándose mi cipote hasta las ingles, y haciéndome cosquillas en los huevos con su barbilla. Estaba alucinando de gusto, ... no me estrañaba nada, que los dos maricones, se corrieran chillando como perras del placer, que le había dado el colega con la mamada, ... ahora era yo la perra, que gritaba como un loco de gusto. Comencé a descontrolarme, el hijo de puta me sacaba el vicio a chupetones, ... le sacaba mi polla de la boca pegándole tortazos en la cara con ella, ... se la volvía a envergar y le pegaba con las manos, ... le escupía en el rostro, ... y todo esto sin parar de mover las caderas contra su boca, y follándosela como un animal rabioso.
Rashîd se me subió encima, abriéndose bien el culo con los dedos, restregando su agujero por toda mi polla dura y calentita. El tío macho, lo agarra con la mano metiéndose todo mi cipote dentro, y empezando a cabalgar encima de su potro desvocado. Es impresionante como se amolda a la perfección, el boquete de su culo a mi pollón gordo, yo le agarraba con las manos de las nalgas, mientras Rashîd no paraba de saltar como un poseso, clavándose toda la polla hasta los huevos en cada sentada. Ver la escena en los espejos, era una auténtica gozada, mirando a un pedazo de tío macho, con unas piernas potentes, un torso musculoso, con unos brazos robustos, un chulo putas guapísimo, ... y saltando como una puta guarra, sobre la polla de un niñato más joven que él.
Se sacaba mi polla de su culo, elevándolo hasta llevarlo a mi boca para que mi lengua se lo lubricara, y después el colega volvía a inclinarse metiéndose entera la tranca hasta los huevos, ... una y otravez. Yo miraba la follada por los espejos, como si estuvíera mirando una pelicula porno, veía a Rashîd cabalgándome el cipote, al mismo tiempo que su polla daba bandazos de un lado a otro con cada embestida, golpeando con su capullo regordete los muslos de sus piernas, y mojándolos de goterones de pre-cum. Le rodeé con mis brazos las piernas, llevándolas hasta su pecho, apoyando su espalda contra mi cuerpo, y sin sacrle la polla del ano, elevé su culazo para ver como entraba y salía mi verga, mientras me lo follaba.
Yo le metía un par de dedos por el ojete, junto con mi polla para hacer más presión en su agujero, Rashîd me buacaba la boca para besarme, juntando nuestras lenguas, y entregándonos nuestras salivas de una boca a la otra.
NIKO: ¡Que gustazo tío! ... Te voy a reventar el culazo que tienes con mi polla cabrón ... ¡Estás buenísimo Rashîd!
RASHÎD: Te gusta mirarte la polla entrando y saliendo de mi delicioso culo ... ¿EH chaval? ... Tú si que estás bueno cabrón ... ¡Uffff! ... ¡Que pollón tienes colega! ... Mira como me lo trago, entero hasta los huevos.
Se liberó de mi polla y se puso a cuatro patas de culo a mi, como un puto perro encima de la cama, magreándose las nalgas, abriéndose el boquetón follado con los dedos, y pasándose las manos a todo lo largo del cipote. Con esos meneos provocativos, el cabrón quería que me volviera loco de vicio, verle ese culazo perfecto, sin un pelo en los cachetes, con el orificio anal enrojecido por la follada de mi polla, y el cipote rechoncho apoyado en el colchón, como si fuera la tercera pata de un trípode.
RASHÎD: ¿Te gusta lo que ves Niko?
NIKO: Ya lo creo, cabrón ... Me pones como un bestia ... ¡Uffff!
RASHÎD: ¿Siiii? ... Pues ponte detrás y follame como a una puta perra, ... y no pares de joderme el culo hasta que te corras dentro, ... hasta que sienta tu leche caliente, queméndome el esfínter ... Vamos, macho, ... follame.
Me aproximé por detrás clavándole mi pollón de una sola estocada, reventándole el ojete con mi masa de carne dura, y atravesándole todo el culo. Lo tenía tan abierto y dilatado, que me podía permitir el lujo de hacerle lo que quisiera, dándole pollazos con fuerza sin parar, metiéndole mis dedos al mismo tiempo que mi cipote, mientras el hijo de puta no paraba de gritar de placer, arremetiendo como un bestia contra mi verga para que se la clavara más adentro, y con la polla rebotándole de lado a lado por los movimientos.
Cuando me cansé de tirarme como a un perro, le di la vuelta y me lo seguí follando boca arriba. Con todo mi pollón dentro agujereándole el culo, me eché encima de su cuerpo caliente, besándole la boca, la cara, el cuello, ... era mío ese tío macho, y lo iba a disfrutar a tope. Rashîd, se metía una fabulosa paja en su cipote gordo, mientras yo le follaba el ojete como un salvaje, ... sus repiraciones eran cada vez más rápidas, ... sus gemidos ahogados por los besos cada vez mas fuertes, ... adiviné que vaciaría en pocos segundos, y aceleré con más violencia las envergadas en su culazo. Le provoqué una corrida de escándalo, con toda la leche pringándole el ombligo, mientras escucha el chapoteo de mis caderas golpeándole las nalgas.
RASHÎD: ¡Joder Nikoooo! … ¡Me corroooooo! ... ¡Que pollón mas delicioso tienes mi niño! ... ¡Siiiiiii! ... Me has destrozado el culo a gusto cabrón ... ¡Aaaaaa! ... No me la saques del culo, hasta que suelte la última gota ... ¡Ohhhhh!
Cuando dejó de retorcerse, me coloqué a la altura de su cara con mi cipote listo para regarlo de esperma, y agarrándolo de la cabeza, se la levanté para que pudiera comerse bien mi verga, y trabajarse mis huevazos. Con dos lametazos de su lengua nada más en mi capullo, comencé a soltar chorros de semen, dejándole un reguero por toda la cara. La rajita de mi cipote, no paraba de escupir goterones de leche caliente, cayéndole a Rashîd por la barbilla y el cuello. ¡Que morbazo colegas! ... Ver al tio macho sonreir, con todo esa pringue babosa encima del rostro, y mirarlo como se relamía como un cerdo, atrapando con la lengua gotita a gotita todo mi lechada.
Continuará ....