El intercambio de cerdas
El marido lleva a su esposa al mercado de intercambio y venta de cerdas para que pueda comprar una nueva esclava... Esta vez, sin embargo, ella fue engañada.
El intercambio de cerdas
Lina estaba emocionada cuando entraron al granero... Esa noche iban a una subasta donde las esclavas habían sido entrenadas para actuar como cerdas para sus compradores, convertidos en sus nuevos Amos.
Frank había conseguido una invitación y Lina tenía el coño empapado ante la idea de conseguir una esclava a la que podía golpear o ponerle el culo en su cara para que se lo lamiera cuando ella quisiera.
Hubo varias ventas mientras caminaban viendo el ‘genero’ del granero... Habían muchas mujeres totalmente desnudas de todas las edades y razas en cuatro patas con sólo un collar alrededor de sus cuellos.
Su coño estaba goteando al imaginarse controlando totalmente las miserables vidas de estas cerdas… Su marido Frank la tenía tiesa a través de sus pantalones mientras desfilaban ante ellas.
Finalmente vio la que quería… Una mujer negra de mediana edad con un culo bien desarrollado... Ella miraba su culo pensando en las muchas maneras en que podría azotarlo y le comentó a Frank:
"Quiero a esa, Frank… Me encantaría montar a esa perra… Ven aquí, perra ", gritó en voz alta levantando su vestido y masturbándose su coño… La mujer negra se arrastró hacia adelante, mirando lo que le enseñaban.
"Mira a mi coño, cerda… Tu cara va a pasar mucho tiempo aquí metida", le siguió gritando Lina mientras la mujer miraba humillada su coño que se lo abría para que se lo viera.
Dándose la vuelta, le mostró su culo a la mujer.
- "Este culo será para mi cerda... Apuesto a que no puedes esperar para meter tu cara aquí", le gritó de nuevo disfrutando de la humillación de la mujer... Escuchó a la mujer emitir un sonido de lamento pero ella respondió con una sonrisa…
‘ Esto va a ser una buena diversión’ , pensó Lina.
Frank le dijo que esperara mientras él iba a ver cuál era el precio en la oficina.
Mientras él se fue, Lina continuó con su tortura a la esclava, masturbándose frente a ella… Tenía muchas ganas por agarrar su correa y llevársela a casa.
Frank la llamó desde la oficina y le pidió que entrara.
Lina, se bajó la falda, movió el culo hacia la esclava y se dirigió a la oficina… Entró en el y se sentó en la silla que Frank le indicó.
Una gran dama negra estaba sentada frente a ella al otro lado del escritorio con una sonrisa en su rostro… A Lina le hubiera gustado que fuese una de las cerdas esclavas que habían en la subasta y se le borraría esa sonrisa que tenía.
"Hicimos un trato, pero no fue como tú esperabas.", le dijo Frank.
"¿Qué quieres decir… Yo pagaré por ella si no lo haces tú… Sabes que siempre consigo lo que quiero ", dijo Lina en un tono normal pero malintencionado.
"No es tan fácil… Yo también hice un trato pero valió la pena eso", dijo Frank.
"No me importa… Cierra el trato para que pueda tener mi cerda... Mi coño está empapado, así que date prisa", le respondió Lina.
"Está bien", dijo Frank.
Antes de que Lina se diera cuenta de lo que sucedía, Frank le roció con un spray en los ojos y ella se caía hacia atrás desde la silla al suelo... Mientras se aferraba a sus ojos ardiendo de dolor, sintió que le colocaban algo en su nariz para que no pudiera respirar.
Lina intentó gritar pero todo lo que escuchó fue la voz de Frank al fondo antes de desmayarse.
- “Te cambié por la cerda que te gustaba… Dentro de un tiempo quizá vuelva y si nadie te ha comprado antes, lo haré yo."
Cuando oyó lo que le dijo su marido, el pánico se apoderó de ella y se desmayó.
Cuando se despertó, se encontró desnuda en uno de los puestos que había visto antes, rodeada de heno… Un collar estaban unidos a su cuello como una gargantilla… Sus manos estaban atadas con unos 10 cm. de cuerda entre ellas y lo mismo en sus pies.
El miedo se apoderó de ella cuando se dio cuenta de que estaba en la misma posición en la que había visto la noche anterior a todas las otras mujeres... Ella maldijo y juró que cuando se suelte mataría al bastardo de su marido.
Oyó pasos detrás de ella y se dio la vuelta justo para ver a una gran dama negra… Era la mujer que estaba en la oficina la noche anterior… Ahora llevaba un traje de látex negro, mostrando con orgullo sus pechos y su coño.
- "Desátame ahora o llamo a la policía y os meto a todos en problemas", gritó Lina.
La mujer negra sólo le sonrió y continuó caminando hacia adelante.
- "Oye, perra, no sé qué trato hizo mi esposo contigo, pero todo su
el dinero es mío, así que será mejor que me sueltes o no obtendrás nada de mí… Voy a tener su culo y..."
Lina nunca terminó la frase porque la dama negra puso su puño justo en su mitad de su estómago causando que ella se agachase de dolor y se cayese el suelo… Ella acababa de recuperar su aliento cuando la dama le puso el pie en el culo y la empujó sobre la piso de paja... Sus tetas se arañaron en el suelo de paja mientras se deslizaba hacia adelante.
Lina miró justo a tiempo para ver a la mujer agarrar un objeto tipo vara y acercarse... Tratando de levantarse sintió una trallazo agudo en el culo que la quemó como un infierno y la hizo saltar de dolor, gritando.
"Aaaah…" gritó Lina.
"Eso es sólo una muestra de lo que tu trasero va a recibir si alguna vez me hablas sin permiso… Ahora ponte a cuatro patas, cerda", le gritó la mujer.
“Puedes ir a... Aaaah...
Una vez más, Lina nunca terminó las palabras cuando la vara le golpeó el muslo y la rompió con miedo y mucho dolor.
- "Ponte a cuatro patas, a menos que quieras esto en tu trasero a continuación.
Temiendo por su vida, Lina se puso a gatas inmediatamente… La mujer repitió su orden.
"Eso está mejor, cerda... De ahora en adelante permanecerás callada, a menos que yo te dé permiso para hablar, ¿entendido?, le dijo apuntando la vara cerca de las tetas de Lina.
"Oink, oink, oink", gritó Lina.
"Bueno… Ahora gatea, cerda, y menea ese culo blanco que tanto te gusta presumir", le dijo la mujer sonriendo.
Lina comenzó a arrastrarse en la humillación sabiendo que la mujer estaba detrás mirando su culo… Sintió que la vara golpeaba su culo otra vez mientras ella gritaba de dolor.
- "Oink, menea más ese culo", exigió la mujer.
Lina comenzó a mover su culo de lado a lado mientras se arrastraba y pensaba como lo había visto hacer a las otras esclavas la noche anterior... Eso fue totalmente humillante para ella pero no se atrevió
a parar para no volver a sentir esa espantosa vara de nuevo.
- "Tendremos que ensanchar ese ano, cerda… A muchos de mis clientes les gusta meter sus dedos e incluso un consolador en el culo de una cerda, especialmente a las clientes mujeres", le dijo la gran dama negra desde atrás.
Lina vaciló ante las palabras escuchadas y volvió a sentir la vara golpear su culo.
Mientras se arrastraba, las lágrimas comenzaron a rodar por su rostro... Ella continuo arrastrándose llorando y mirando al mismo tiempo a la mujer hasta que ésta le gritó que se detuviera.
Estaba Lina tratando de recuperar el aliento cuando sintió todo el peso de la mujer sobre su espalda.
"Nooo... Por favor", gritó.
"¿Te dije que podías hablar?", le grito también la mujer y la golpeó de nuevo con la vara causándole mucho dolor.
Después de caminar un rato cargando a sus espaldas a la gran dama negra, Lina sintió la vara en la entrada de su culo y no se atrevió a moverse.
La mujer negra comenzó a meterle lentamente la vara en su culo… Ella apretó los dientes para poder soportar el dolor mientras sentía que le metía unos 12 cm. de vara por el culo… No se atrevió a
protestar por temor a lo que pudiese pasar a continuación.
"Recuerda que La próxima vez que hables sin permiso,
lo lamentarás porque te daré una buena zurra y ya no olvidarás", le dijo la mujer negra... Ella le dio una patada en el culo con los talones.
- "Ahora gatea, perra y recuerda gritar oink", le dijo ella.
Lina comenzó a gatear con la vara en su culo mientras el sudor corría por su cara por el peso que llevaba sobre su espalda… Ella estaba gritando ‘Oink, oink, oink’ fuerte sin atreverse a volver a enojar a la mujer… Un par de veces tropezó y sintió cómo la mujer le atizo unas fuertes palmadas en el culo… Ella podía sentir el coño empapado de la mujer en su espalda.
Finalmente, la mujer le dijo que parara y desmontó dejándola jadeando en el suelo.
"No está mal para una cerda nueva… Te has esforzado y eso está bien", dijo la mujer... A continuación se sentó en un sillón y le gritó para que se arrastrara hasta donde estaba diciéndole:
"Come mi coño, cerda… Y procura que quede satisfecha.”
Lina metió la cara en el coño peludo de la mujer y comenzó a lamer... La vara estaba todavía metida en su ano y su único pensamiento en este momento era complacer a la mujer para que se la quitara.
El coño de la mujer estaba completamente mojado y bastante sucio pero a ella no le importó… Le pasaba la lengua alrededor de su clítoris y luego comenzó a trabajar dentro y fuera de su agujero de coño... Ella sintió y tragó su semen y continuó hasta que alcanzó su segundo clímax… Le dio una buena corrida.
"No está mal… Ahora trabaja la puerta trasera", le dijo la mujer… Ella se levantó, se dio la vuelta y le pusó su gran culo en la cara de Lina… Y como Lina sabía qué hacer, metió la cara dentro, se apretó y comenzó a usar su lengua como un consolador trabajando dentro y fuera del orificio anal de la mujer negra.
La mujer le dijo que se acariciara el coño mientras la lamia el culo como y Lina comenzó a frotarse notando como lo tenía empapado y cuando estaba cerca de alcanzar su orgasmo, se le ordenó parar, quedando muy afectada pero lo único que podía hacer era callar.
- "Tienes dos invitadas que vienen a verte dentro de una hora… Es una madre que quiere para mostrar a su hija cómo entrenar a una cerda esclava… Ella odia a las mujeres blancas, así que te sugiero que hagas lo que te digan o lo pasarás mal", le dijo la mujer negra.
Alcanzándose detrás de Lina, sacó la vara de su culo para su alivio y
se la puso a la cara.
- "Limpia mi vara", dijo ella.
Lina contuvo el aliento y comenzó a limpiar la vara.
"Tengo que ir a esperar a las dos clientes… Si escucho un comentario que no actuaste como se esperaba, haré que los hombres te aten a un palo y dejaré tu culo al rojo vivo... ¿Lo has entendido, cerda?"
- "Oink", respondió Lina llorando.
La mujer apoyó el pie en Lina.
- "Ahora prepárate para mover tu trasero para tus clientes… Y si te atrapo jugando con ese desagradable coño tuyo, te sacudiré con la vara, que se te irán las ganas de volverte a tocar nunca más."
Lina movió su gran culo blanco para su amante... Ella necesitaba masturbarse para desfogarse pero no se atrevió a tocarse.
Lina se había quedado dormida con el coño aún mojado… Su cuerpo estaba totalmente dolorido y maltratado, pero la humedad entre sus piernas, se mantenía, lo cual era una evidencia de que ella había disfrutado del abuso.
- Qué cerda, mamá. ¿Puedo quedármela como tu regalo?
Lina se despertó sobresaltada por el ruido.
- "Tal vez algún día… Hoy puedes jugar con ella", le respondió a mujer.
Lina giró la cabeza y vio a una mujer negra bastante mayor con su hija... Ambas estaban totalmente desnudas y llevaban díldos atados con correas... Lina se dio cuenta de lo desnuda que estaba en el suelo de paja y se llevó las rodillas hasta la cintura para ocultar su desnudez.
- "Pon tu culo a cuatro patas y ven aquí… Así mi hija podrá acariciar tu culo sin valor alguno", ordenó la mujer.
Lina inmediatamente se puso como le habían ordenado y comenzó a gatear hacia la joven... Al llegar a ella, sintió que la acariciaba en la cabeza como si fuera un perro y ella mantuvo su posición llena de vergüenza.
- "¿Por qué no la llevas a pasear?... Utilizar la correa pequeña para pegarle fuerte en su culo y que se mueva... No te preocupes si le pegas demasiado… Ella es sólo una cerda blanco y le gusta que le peguen", le dijo la mujer a su hija.
Lina mantuvo su posición mientras la joven montaba sobre su espalda… Ella pudo notar la humedad entre sus piernas y comenzó a disfrutar cuando la correa le golpeó la nalga izquierda.
- "Oink, oink, oink", gritaba Lina al tiempo que comenzaba a arrastrarse hacia adelante… Ese correazo le dolió... Pronto sintió
otro correazo en su nalga derecha y aceleró el ritmo tan rápido como pudo... Ella sabia que no sería capaz de mantener ese ritmo durante mucho tiempo pero, por suerte, debió haberla complacido porque cesaron los correazos mientras ella continuaba arrastrándose.
Pasó varias veces ante la mujer mayor y la vio masturbándose su coño a la vista de su hija... Y la hija también debería estar caliente porque sentía la humedad en su espalda.
Finalmente la mujer mayor le dijo a su hija que bajase que quería sacudir a la cerda para mostrarle la forma correcta de azotarla en su culo.
Ordenó a Lina se acostase con la espalda en el suelo y levantase las piernas por encima de la cabeza y las doblase... Parecía que ella se estaba adoptando una postura para ser follada… Lina cumplió la orden recibida con una cara enrojecida por la vergüenza por la postura tan indecente que estaba adoptando.
- "Cerda, voy a pegarte diez correazos en ese culo blanco y gordo que tienes… Y si bajas tus piernas, te daré diez más", le advirtió.
Cogiendo la correa de su hija, la bajó con fuerza golpeando el culo de Lina que gritó ‘Oink, oink’... La joven se reía de su humillación cuando la correa bajó de nuevo... La mujer no mostraba piedad y dolía como el infierno… Lina mantuvo su posición moviendo su culo de lado a lado con desesperación... Cuando recibió el decimo correazo, ella estaba totalmente en lágrimas con el culo muy enrojecido.
- "Ahora es cuando la cerda necesita un rabo", dijo la mujer, mientras Lina la miraba con horror.
La vio agarrar un consolador atado alrededor de su cintura y supo lo siguiente que venía... Comenzó a buscar piedad cuando lo sintió en la entrada de su culo que estaba totalmente expuesto… Abriéndose paso
la mujer, sonriéndole, le metió totalmente en su culo enrojecido por los correazos, todo el consolador mientras ella le suplicaba, con diferentes sonidos, que tuviera compasión.
"Cerda, tienes el culo lleno de mamá", se rio la chica a su lado.
"Mamá, ¿puedo sentarme en la cara de ella?... Mi coño está mojado y necesito que me lo lama.”
"Por supuesto, hija", respondió la mujer, comenzando a meter y sacar el grueso y largo consolador en el culo de Lina.
Lina vio a la joven acercarse a ella y ponerse a horcajadas sobre su rostro… Luego se bajó y le puso el coño en su boca… Sin que nadie le dijera nada , Lina comenzó a lamerle la raja tratando de conseguir que se corriera lo más rápido posible, mientras sentía como el consolador en su culo estaba empezando a entrar y salir con más
facilidad y su coño se humedecía buscando un orgasmo que no tenía permitido alcanzar.
Escuchó una orden de la madre:
"Ponte de rodillas, cerda", le dijo la mujer una vez vio que su hija se había corrido y se apartaba de su cara… Y le entregó a su hija una pequeña paleta.
"Muestra esas jarras de vacas blancas que tienes para que mi hija les pueda dar una buena tunda", le exigió.
Lina, con el consolador insertado totalmente en su culo, se puso de rodillas y sostuvo sus grandes tetas blancas con las manos… Ella sabía lo que le iban hacer y sabía que iba a doler muchísimo... Su coño goteaba sobre la paja.
No tuvo que esperar mucho tiempo ya que la joven agarró la paleta e inmediatamente comenzó a golpear sus tetas.
"Oink, oink, oink", gritaba de dolor con cada golpe en sus pechos… La chica no estaba mostrando piedad alguna y los golpes dolían una barbaridad…
“Oink, oink, oink.”
"Es suficiente por ahora… Nos estamos quedando sin el tiempo de alquiler… Ponte tu polla falsa y folla a la cerda por el culo antes de que nos vayamos… Así te recordaré la próxima vez que vengamos", le dijo la señora mayor a su hija.
Lina se sintió aliviada del brutal trato a sus tetas, pero se quedó mirando con pánico mientras veía a la joven agarrar un cinturón con un consolador de enormes dimensiones y atárselo a su alrededor.
La mujer le dijo que se sacara el consolador que tenía metido en el culo y se lo pusiera en la boca y de inmediato escuchó la orden de su hija:
"Date la vuelta y pon tu cara en la paja… Ahora me toca a mí follar tu gran culo."
Lina sabía que no debía desobedecer… Se dio la vuelta, puso su cara en la paja y le presentó su culo hacia arriba separando las nalgas con las manos para dejar a la vista su orificio anal, ya dilatado e irritado.
Al momento sintió la cabeza del consolador en la entrada de su culo y luego un gran dolor, que se transmitió a través de todo su cuerpo mientras el consolador llegaba a lo más profundo de sus entrañas.
Ella quería gritar de dolor pero no podía… Sólo emitía murmullos a través del consolador en su boca mientras la joven, tras llegar hasta el fondo, comenzó a meter y sacar el consolador de su culo.
Y así, Lina, la cerda, alcanzo el orgasmo, al que siguieron otros más, hasta que agotada, se desmayó en el puesto.
Triste destino el que le esperaba a esta cerda a partir de ahora.
F I N