El instalador. Nuevos arreglos (2)
Momento que, no pudiendo más, acabe por correrme al tiempo que gemía fuertemente, mientras este me decía No vez, esta diferencia de una mamada y una buena mamada, no siendo otros que, por los gritos de satisfacción, no son fingidos ni por agradecimiento... son verdaderos.
El instalador. Nuevos arreglos (2)
Antes de comenzar, debo deciros que soy persona que mis experiencias siempre las he tenido muy ocultas, e incluso a día de hoy ignoran los de mi alrededor esta faceta mía, incluso mi mujer. Desde que me inicie… iniciaron, me lleve algún tiempo apartado de esta inclinación, no siendo este que el juguete de hombres maduros. Hombres que por aquel entonces eran de la edad de mis abuelos, hombres que buscaban aquello que sobre todo no tienen o no le dan, encontrando en mí en esos momentos un chico inocente y puro. Un cuerpo joven, cuyas facciones en su momento algo afeminado, fisonomía que no puedes evitar, cuya pubertad aún no tuve. Pero esto es atraído por otros, cuya morbosidad y degenerados te embriaga, enseñándote a disfrutar de los placeres de la carne. Dando momento a intentar apartarlo de mi vida, momentos que solían ser al principio los veranos, luego ciertos años, y a día de hoy la cuarentena, pero bueno después de este aclaramiento, continuaré…
Como os conté en mi anterior confesión, lo ocurrido me paso escasos días del comienzo del verano, aunque ya en el mismo mes de abril parece que estamos ya, pues el calor comienza a pegar fuerte. Tuve una extraña experiencia que la verdad que ni me la esperaba, todo ocurrió tan rápido que ni me dio tiempo a digerirla. Pues fue irse el instalador (digamos… empresario/fontanero o manitas), cuando en apenas un cuarto de hora apareció Silvia mi novia, abriendo la puerta a esta y aparecer, como una loca llena de alegría. Pero el pensar que aún no había asumido lo ocurrido, cuando mi novia me comió la boca, diciéndome para mis adentros que ella no notará el sabor ni a polla y aún menos a semen, pues aún ni me dio tiempo a enjuagarme la boca.
Y como he dicho, si aún no había asimilado una cosa, imaginad que ahora tenía otra en la cabeza, pero pudiendo ver que mi novia no percibió nada, ni sabor y menos olor. Señas que me dio cierta tranquilidad, dándome por mirar la hora y vi que está se había presentado como había planteado, o sea a mediodía y con la idea de pasar el resto del fin de semana.
Pero bien recuerdo que, quedando atrás besote, está dirigido una de sus manos a la entrepierna, no siendo para otra cosa que para ver el estado de mi miembro, pues Silvia palpa con la idea de encontrársela flácida, ya que es de esas que insinúa que si he jugado solo. Cosa que como mujer que, aunque diga que no se molesta, pensamiento que es erróneo, pues piensa que porque no me he esperado para haber jugado con ella. Y si le dices que he jugado, pero con los pensamientos de ella, como que se pone peor, pues te suelta que seguramente ha sido con la vecina, vecina que, aunque algo atractiva más parece esta una tabla de planchar.
Palpamiento, besos y restregamiento de senos contra mi pecho que, tras unos minutos, está comienza a sentirla como se endurece y va tomando cuerpo, comenzando por sacarse la blusa, continuando por desabotonar el botón de su pantalón pirata, pantalón que cae solo a sus pies y que esta lo manda bien lejos. Besos que continúa y que deja que yo me coma cuello, orejas, hombros mientras no dejo de magrearla, sobre todo sus enormes pechos y su culito respingón… uuummm!!. Acabando por empujarme hacia atrás, no sin antes cerciorarse que puedo caer en algo blando y de paso cómodo, subiéndose encima y colocarse ahorcaja, colocando una pierna a cada lado de las mías. No dejando de magrear sus enormes pechos, cuya prenda superior de su bikini ha desaparecido, tomando sus senos y chupándolos con tanta ansia que un bebe. Chupando y absorbiendo, mientras Silvia no deja de gemir y suspirar, acusando de ser malvado, viendo como está se pone como una moto.
Silvia como buena amazona no deja de moverse, sintiendo ambos como entra y sale, disfrutando ambos, pero ella un poco más cada vez, pues soy de esos que dedeo su orificio anal. Siempre con cuidado y preparado, pues voy siempre que puedo preparado para la ocasión y sobre todo con ella, llevando vaselina, crema que la idea es para uso para ella, pues me sirve para que disfrute más. Llegándome a prometer culito entre gemidos, cosa que está aprovecha sabiendo de sobra que estamos, aprovecha para desahogarse, chillando y gritando de placer, gimiendo y sollozando a los cuatro vientos. No dejando de decir…
- "Si… si… aaahhh!!, no pares ahora… no pares… aaahhh!!, si… si… ssiiiiii!!".
Gritos y gemidos que me hace sentir como todo un semental, sonidos que para la autoestima me viene de perlas, pues a veces me hace pensar que no la satisfago tanto, quizás sea por mis flirteos e infidelidades con hombres. Pero esto se me quita de la cabeza pronto, tras observar como tiembla y hacerme saber del tremendo orgasmo. Orgasmo que no le detiene pues sigue moviéndose, movimientos largos y lentos, haciéndome sentir como mi tronco se desliza dentro de ella hasta mi glande… uuuffff!!. No pasando ni diez minutos, cuando entre convulsiones obtiene el segundo, quedándose ahora si… desecha. Quedándose inmóvil unos minutos, tiempo que toma aire y descansa con mi polla aún dura y erecta dentro de ella, sacándola con cuidado y tumbarse a mi lado, haciéndome acabar como muchas veces con una mamada, o como en otras, entregándome su culito donde finalmente me deja acabar dentro de ella.
Silvia, mi novia que por cierto no os la he descrito, aunque quizás sea lo de menos, pero para aquellos que quieran saberlo, os diré que ella es bajita de un metro sesenta y cinco centímetros, buen cuerpo para nada gordita sino más bien normal, cabellos castaños y tiene unos pechos enormes que va en compensación a su gran trasero… uuuffff!!. Pero bueno, resumiendo, pues eso, estuvimos prácticamente el resto del fin de semana, comiendo, follando, bebiendo, follando, viendo la televisión, follando, bañándonos en la piscina, y claro está follando. Todo esto hasta que vinieron mis padres el domingo, padre que cuando estaba más tranquilo me dio por contarle lo sucedido con instalador (bueno como coño lo diga… fontanero o manitas). Soltando mi padre…
"Ostia José, perdona se me pasó, tú sabes con tantas cosas en la cabeza".
"Bueno, gracias hijo, creo ya lo llamaré mañana para quedar para otro día".
Momento en que hice saber a mi padre que finalmente vino y realizando el trabajo encomendado, tomando la decisión que viniera y lo hiciera, viendo mejor que ahora y no hacerle venir otro día. Cosa que mi padre me felicitó por mi decisión, viendo que puedo tomar decisiones y hacerme responsable de ellas, agradeciendo el gesto. Pero que finalmente le mencioné el comentario del instalador, ese que hizo sobre una posible llamada. Cosa que mi padre extrañado me hizo saber que no me preocupara que ya lo llamaría, quedando ahí la cosa y ese mismo día. No deseando enrollarme mucho en algo que no viene al caso, deje pasar la semana hasta el mismo jueves, día en el cual me dio por preguntarle a mi padre por el instalador. Cosa que me comento que sí estuvo hablando con él, mencionándole estas posibles reparaciones, ya sea sustituciones de manguitos viejos y deteriorados, como otras chapuzas, quedando solo por fijar el día. Insistiéndole a mi padre sobre esto último, pues ignoraba porque motivo no lo había fijado ya, acabando por hacerme saber mi padre…
- “Manolo… el instalador, me sugirió acercarse con la vez anterior el sábado o incluso el domingo, pero yo le menciono que de momento los fines de semana los teníamos pillado, ya que teníamos previstos irnos a la playa para ir preparando la casa”.
Acabando mi padre…
- “Ya sabes… limpiar, recoger y pintar”.
Molestándome la indirecta, haciéndole saber a mi padre que tenía planes para el fin de semana, pues no solo había quedado con mi novia Silvia, sino que tenía que estudiar, pues en breve tenia exámenes de la facultad. Respondiéndome mi padre…
- “Tú lo que pretendes es llevarte todo el fin de semanas y follar con tu novia como conejo, ten cuidado a ver si te vas a encontrar con un regalito de esos que suelen llegar a los nueve meses”.
Quedando la cosa así hasta el mismo viernes, día que mis padres finalmente se marcharon a la playa, dejándome como es habitual a cargo de la casa, asumiendo la responsabilidad de todo, acabando por decirme…
- “Escúchame Jose, mira como me dijiste que este fin de semana ibas a quedar para estudiar, pues le dije a Manolo que puede venir cuando quieras”.
Finalizando diciendo…
- “Le he dicho que tú estás disponible para lo que él quiera”.
Escuchar aquello me heló la sangre, por un lado, temí lo peor, pero por el otro estaba de lo más nervioso, pero claro está a mi padre le hice saber que confiara en mí, quedándome a cargo de todo. Acabando por marcharse mis padres una vez que cargamos el coche con las maletas, material de limpieza y latas de pintura, etc. Despidiéndome de mis padres sobre las ocho de la noche, hora bastante tarde cuando tienen que pues recorrer cerca de setenta y seis kilómetros, trayecto que hay entre Sevilla y Sanlúcar de Barrameda, cuyo tiempo en coche es de una hora y cuarto, siempre y cuando no haya atasco o se detengan por el camino.
Fue despedirme e ir corriendo a llamar a Silvia para comunicárselo, ¡novia cuya alegría era tan grande como el tamaño de sus senos y culazo… uuummm!!, sugiriéndole ir a verla, pero esta me hizo saber que sus padres la tenían castigada, debido a una misteriosa llamada por teléfono la cual le informo de algunas cosas. Antes de despedirme de mi novia hasta mañana, le hice saber que tanto el sábado como el domingo por la mañana esperaba al instalador para realizar unas reparaciones, cosa que ella me hizo saber que, ante tales noticias, nuestros planes había que ser modificado. Haciéndome saber que entonces no se quedaría en mi casa a pasar la noche, pues no deseaba cruzarse con dicha persona, noticias que me afecto a mis planes… la verdad.
Esa noche, bien recuerdo que me costó quedarme dormido, no precisamente por lo contado por mi novia, sino por quien venía precisamente el sábado por la mañana. Pero también os digo que la noche ayudo a no conciliar el sueño, pues el calor fue agobiante, tanto que el mismo sábado acabe por despertarme a eso de las siete de la mañana. Hora que, tras tomarme un café, me vestí con ropa deportiva y me fui a correr un rato, ni tan siquiera acordarme de nada. Corrí durante una hora y veinte minutos, realizando ocho kilómetros y perdiendo cerca de cuatrocientas setenta calorías.
Regrese a casa a eso de las ocho y media, mire la hora y vi que no era hora de llamar a mi novia, pensé en ducharme, pero finalmente solo me quite los botines (calzado deportivo) y los calcetines, acabando por ponerme unas chanclas. Dirigiéndome hacia la cocina para prepararme un buen desayuno… café, tostada y zumo, sonando en esos momentos el telefonillo de la puerta, aparato que tras descolgar y preguntar por quién era. Salió una conocida voz que respondió…
- “Hola José buenos días, soy Manolo el instalador, vengo como he quedado con tu padre a realizar algunas reparaciones y chapuzas”.
Fue escuchar su voz gruesa y sentí como un escalofrío recorrer mi columna vertebral. Volviendo este a soltarme…
- “Venga abre que tengo mucho que hacer y el tiempo es dinero, venga date prisa que antes de irme quiero hacer otras cosas”.
Fue escuchar eso último y ponerme como un flan, me sentí muy nervioso, pero al mismo tiempo me ha excitado, claro está no se me empalmo, pero por mi mente me hizo recordar muchas cosas… uuummm!!. Dándome cuenta de que permanecía aún con la vestimenta de haberme ido a correr, comprendiendo que ya no me daría tiempo cambiarme y menos aún sin haberme duchado, acabando por abrirle la puerta y hacer entrar al instalador. Este como la vez anterior vino cargado, pero al menos en esta ocasión con menos cosas, pues, aunque en una de sus manos soportaba una pesada caja de herramientas, en su otro hombro soportaba la correa de una maleta, y su otra mano una pequeña nevera. Con educación le dije a Manolo que me siguiera, conduciéndole hacia el interior de mi casa hasta llevarlo el baño, este comenzó a decirme…
- “¿Qué al final te has quedado solo?, bueno supongo que sí, aunque tu padre me informo que te quedabas por estudios y para follar con tu novia”.
Comentario despectivo que me sorprendió, pero tras lo conversado y discutido con mi padre, sobre todo ante mi negativa de ir a limpiar y pintar la casa de la playa, tampoco me extraño del todo. Volviéndome este a soltar ahora…
“Sabes que no he dejado de pensar en lo ocurrido del otro día, no he podido evita pajearme recordando esa boquita tuya en mi polla, ¡pensando que con que lujuria te la comías… uuuffff!!”.
“Pero sabes una cosa, di por sentado que no era tal habilidad en emular a tu novia en la mamada, sino que seguramente habrías tenido alguna experiencia homosexual, ¡quizás solo por curiosidad… eeehhh!!”.
Aquello me dejo helado, pero no tanto cuando me gire y me agache para recoger algunas cosas del suelo, acto que hice sin intención alguna, sino más bien por facilitar su trabajo. Escuchando a este decirme…
- “Uuuffff!!, menudo culito te hace esas calzonas, me juego lo que sea a que no llevas nada debajo”.
Ni lo mire, me quede sorprendido, comprendiendo con rapidez de mi error, no mirándolo porque me puso sonrojado, no deseando darle la satisfacción de saber que ha acertado. Pero no quedándome otra, finalmente me gire para hacerle saber que le dejaba trabajar, acabando este por pedirme…
- “Vale, pero si no te importa, me podrías traer un abridor y una rodaja de limón”.
Petición que me extraño, pero que finalmente fui hacia la cocina a por lo pedido, volviendo para dárselo y paso poderle dejar trabajar. Pero este, volvió nuevamente a sorprenderme, pues tras coger el abridor y la rodaja de limón, cogió y partió esta última en dos, sacando del interior de la nevera… dos botellines de cerveza. Botellines que, tras quitarle el tapón, pude ver como metía el limón dentro de estos, acabando por ofrecerme una de ellas. Soltándome…
“Quiero que antes de que te marches, brindemos para celebrar dos cosas, una que tú me has dado suerte, ya que desde que te conocí, me han salido varios trabajitos, y la segunda por la buena amistad que vamos a fraguar”.
Y aunque le hice saber que era muy temprano para beber, acabe por aceptar tras insistirme mucho, dando ese primer sorbo a esa ‘Coronita’, y este acabar por escucharle decirme…
“Mira que eres malo… eeehhh!!, mira cómo te has metido la boca del botellín en tu boca… uuuffff!!, reposándolo en esos labios carnales y tragar como si nada… uuummm!!”.
“Joder es verte y me hace recordar mi polla en tus labios… uuummm!!, joder como se me ha puesto… cabrón”.
No eche caso, acabando por girarme y le deje trabajar, dirigiéndome con el botellín en mano hacia el interior, intención de realizar algunas tareas domésticas antes de ponerme a estudiar. Aunque esto último se me habían quitado las ganas, pensé en darme una ducha a modo de quitarme el sudor y de paso el calentón, pero temía que en medio de la ducha acabara por aparecer esta persona. Si… lo confieso, estaba acojonado. Idea que de todas formas este me las difumino, pues me dio un grito desde el otro baño, diciéndome eso de…
- “Si tienes que abrir los grifos, acuérdate que no hay agua, ya que he tenido que cerrar la general para poder cambiar los manguitos, valeeeee…”.
Acabando por marcharme nuevamente a mi dormitorio, quitarme la camiseta empapada en sudor y enredarme con algunas cosas, momento en que sonó el teléfono, cuya persona no era otra que mi novia. Silvia comenzó por disculparse, excusándose por lo sucedido la noche anterior, contándome que desea estar conmigo. Comenzando a calentarme al hacerme saber que llevaba puesto, confesándome lo entretenida que estuvo la noche anterior, sobre todo cuando en el baño comenzó a depilarse toda, ¡dejándose como cuando tenía doce años… uuuffff!!, aquello me puso como una moto.
Comenzando a preguntarme como estaba yo, momento en que me tuve que tumbar sobre la cama boca abajo, pues tenía la polla dura y erecta, hablaba con ella y aprovechaba cuando escuchaba por darle un sorbo a esa cerveza, bebida que me estaba poniendo cada vez más entonado. Preguntándome sobre qué hora se iría el instalador, cosa que a esto último no supe que contestar, pues ignoraba la respuesta. Apareciendo precisamente esta persona, haciéndome saber en voz baja para que se lo dijera…
- “Dile que ignora la hora, pues no sabes el tiempo que le llevara cambiar todos los manguitos”.
Mi novia calla unos segundos, continuando por hacerme saber que está muy caliente, ¡diciéndome que se está tocando con sus deditos… uuuffff!!, aquello me puso aún peor. Tanto que este tuvo que notarlo, pues acabo por acercarse hacía mí, pudiendo ver como se bajaba la cremallera y tras introducir su mano dentro de esta, acabo por sacar su miembro fuera, polla que estaba dura y erecta y sobre todo repleta de venas hinchadas. Miembro que lo fue acercando hacia mi boca, intente apartarla y solo conseguí que me sujetara de mis cabellos, comenzando este a presionar su glande contra mis labios. Comenzando por deslizarlo por estos, frotando su glande y presionar a modo de introducírmelo, cosa que evite al menos unos instantes. Pues tras tirar con fuerza de mis cabellos, me hizo quejarme y aprovecho por introducir su glande en mi boca, soltado este una bufonada…
“Ooohhh!!... siiiii… uuuffff!!”.
“Que boquita que tienes cabrón… uuuffff!!, sigue… sigue…”.
Quise cortar la conversación con mi novia, pero este no me lo permitió, amenazándome por contarle lo que habíamos hecho si lo hacía, pánico que me entro y continúe con mi conversación caliente con ella, palabras al tiempo que chupaba su glande. Viendo como Manolo sacaba su glande de mi boca, llegando a inclinarse y estirarse a modo de llegar a mis nalgas, acto que finalmente consiguió, sintiendo como acariciaba y me las magreaba… uuummm!!. Acabando por sentir su mano magrear palmear mis nalgas, mano cuyos dedos deslizaba por entre mis glúteos… ooohhh!!. Preguntándome este…
- “Dime, ¿Te gusta?”.
Callo, intentando no decir nada, ya que no deseo satisfacerlo, pero mucho menos regalarle las orejas, sintiendo como este no dejaba de deslizar sus dedos entre mis glúteos, presionando cada vez más, comenzando ahora por acariciar con su otra mano tanto mi espalda como mi pecho… uuummm!!. Conversación con mi novia era cada vez más subida de tono, tanto que le pedía yo que hiciera una cosa, como… ‘acaríciate los pechos’, soltándome ella que lo estaba haciendo y continuar por hacerme saber que se está haciendo un dedo… uuuffff!!. Volviéndome a preguntar el instalador, no quedándome otra que contestar…
- “Uuummm!!... si… si”.
Escuchando a mi novia decirme…
- “Lo siento cariño, te estoy poniendo malísimo… verdad, mira si tienes que jugar… juega, te dejo por esta vez, pero piensa en mí… mientras te corres, vale…”.
Pero al mismo tiempo que mi novia, también me escucho gemir Manolo, el cual me soltó…
- “Lo sabía”.
Proponiéndome el instalador al escuchar a mi novia, decirme…
- “Si quiere, dile que venga, pero déjale claro que ignoras a qué hora me marcharé”.
Morbosamente me sugiere que cuando mi novia venga, nos metiéramos en mi dormitorio a enrollarnos y follar, proponiéndole decirle a mi novia el realizar un trío, sugiriéndole en todo caso el vendarle los ojos para aumentar el morbo. Haciéndome saber que en todo momento me estaría espiando, para ver y decidir en qué momento nos acompañaría, comenzando a dar placer tanto a uno como el otro… uuummm!!. Diciéndome…
“Sería todo un espectáculo, imagínate… follármela mientras que ella te la come, cambiando luego, y penetrarte delante de ella. A que sí, ¡no crees que sería todo un espectáculo… eeehhh!!”.
“Dime, ¿Qué te parece?”.
Claro está no le sugerí nada a mi novia, pero este se le notaba que aquello le ponía, pues sentía como la presión de sus dedos en mi orificio aumentaba el ritmo, presión que a este paso me haría a mi explotar de placer. Acabando por apartar sus dedos y sustituir estos por el cuello de su botella, presión que de una manera ilógica por mi parte me hizo separar mis piernas, dando a este entender que aquello me gustaba… uuummm!!. Escuchándole reír e incluso insultarme, haciéndome sentir humillado por sus comentarios, pero no tanto, cuando me bajo un poco mis calzonas, facilitando ahora la presión y frotamiento de ese duro cuello de botellín entre mis glúteos… ooohhh!!.
Presión que de una manera involuntariamente me hizo elevar mis nalgas, presión que este logro lo que pretendía, pues este objeto finalmente se me introdujo… ooohhh!!. Sintiendo el grosor de ese cuello de botellín, mordiendo el colchón por evitar soltar un grito de dolor y al mismo tiempo de satisfacción, gemidos que le daría a este la razón sobre mí… aaahhh!!.
Dicho acontecimiento, me llevo a cortar mi conversación con mi novia rápidamente y de forma drástica, aludiendo que me llamaba el instalador, pero en verdad era para que no escuchara gemir y de paso a esta persona. Instalador que, llevado por el placer, cogió y me volvió a meter su polla en mi boca, forzándome en esta ocasión a tragármela hasta las mismas amígdalas. Preguntándome una vez tras otra…
- “Dime putita, ¿Te gusta comértela?”.
Ya no me hacía falta evitar decirle algo, pues su propia polla evitaba que dijera algo. Individuo que, llevado por el placer, tenía mi cabeza cogida por la cien con ambas manos, mientras me penetraba oralmente. Comenzando minutos más tarde por acariciarme con una de sus manos, caricias que iban desde mis cabellos hacia el cuello y espalda, deslizándola suavemente y con esas caricias me ponía el vello de punta… ooohhh!!. Llegando a notar, como su glande comenzaba a emanar, pero ya no el fluido preseminal cuyo sabor agrio y de secreción viscosa, sino algo más ácido y viscoso, líquido caliente que comenzó a inundar mi boca, líquido que no me quedaba otra que tragar ante la falta de aire. Soltándome…
“Uuuffff!!, como la chupas… maricona”.
“Joder, ¡te la tragaste toda… eeehhh!!, no has dejado ni una gota”.
Escuchando mi respiración acelerada, y tembloroso. Vuelve a decirme…
“Joder que bueno que estas, dime, ¿Me vas a dejar follarte mañana o no?”.
“Tengo ganas de romperte ese culito, follándote a pelo como un buen macho hasta dejarte preñadito, ¡veras que placer vas a sentir… uuummm!!”.
Ante mi silencio y no era para menos, vuelve a soltarme…
- “No te preocupes, antes de marcharme te voy a recompensar, te voy a dar una mamada que ni la de tu novia”.
Me mira, sonríe y me pregunta…
- “¿Estas empalmado ya o no?, no me digas que con tú novia te empalmas de primera y conmigo tardas tanto, ¡pero no te preocupes que lograre que te empalmes y te corras… eeehhh!!”.
Y es cuando se aparta de detrás de mí, caminando hacia colocarse delante entre mis piernas, cogiendo mis calzonas y tirando hasta acabar por quitármela, retirando la botella aun introducida en mi orificio y darme la vuelta. Sonriente observa mi polla empalmada, momento en que se arrodilla y tras coger mi polla por la base, metérsela en la boca entera, soltando yo un aullido que debió de escuchar hasta mi novia. Disfrutando de la mamada y comida de perineo, sintiendo la habilidad de este, como sus labios desciende desde mi glande hasta la base, tragando una y otra vez. Escuchándole decirme…
- “Uuuffff!!… me gusta las pollas gordas, y tú en este sentido tiene una buena polla”.
Le hice saber que me iba a correr, suplicando que ya no aguanto más, mientras este reía, volviéndole a escuchar decirme…
- “No quiero que aguantes, solo que disfrute de una buena mamada y que aprendas”.
Dime…
- “Te gusta cómo te la chupo”.
Me decía mientras aumentaba el ritmo de mi comida de polla, mamada que este alargaba al tiempo que ese cuello de botella entraba y salía de mi orificio anal, mientras este me escuchaba suplicarle que me dejara ya, pues estaba a punto de explotar. Momento que, no pudiendo más, acabe por correrme al tiempo que gemía fuertemente, mientras este me decía…
- “No vez, esta diferencia de una mamada y una buena mamada, pues no es otra que los gritos de satisfacción, no sin fingidos ni por agradecimiento, son verdaderos”.
Yo estaba deshecho, dolorido no solo mi boca o mandíbula, sino mi orificio o incluso mi polla, viendo a este levantarse y decirme antes de salir del dormitorio…
- “Voy a la cocina a abrir las llaves de paso, quiero ducharme antes de irme a mi casa, no quiero que mi mujer huela a sexo y hembra en celo”.
Escuchándole decirme desde la cocina…
- “Te sugiero que te vengas a duchar antes de que venga tu novia, no creo que estés muy presentable, apestas a sudor y a sexo, cosa que con ella aun no has tendió”.
Pues eso, finalmente le hice caso, me encaminé hacia el baño, donde pude verlo metido dentro de la ducha, desnudo completamente como es lógico, cuerpo delgado, pero cultivo, notándose por su duro trabajo. Este viéndome afuera abre la puerta de la mampara e invitándome a entrar, cosa que hago y nada más ponerme debajo del teléfono, siento como este se me pega detrás y decirme…
- “Joder, sabes me la pones durísima, ¡menudo culito que tienes y yo aun sin catarlo… uuuffff!!”.
Tras abandonar mi casa, despidiéndome hasta mañana domingo, rápidamente fui a llamar mi novia Silvia, haciéndole saber que Manolo el instalador ya se había marchado, viniendo esta al cuarto de hora. Sábado que nos pasamos la tarde algo más tranquila, follando menos por no decir nada, pero al menos nos dimos compañía, pero eso sí, acabe por sugerirle en pleno ‘folleteo’ el realizar un trio. Esta se cabreo enormemente, pero que finalmente la idea de vendarle los ojos y ser compartida por un desconocido, no le supuso después de todo una mala idea.
Viendo que en esta ocasión me he pasado en mi experiencia, os dejo con lo acontecido durante el sábado, haciéndolos saber que el domingo tuve más y que este finalmente logró su propósito. Pero quizás las experiencias más morbosas que tuve con Manolo el instalador, fue aquellas en las cuales acabo por invitarle mi padre a un comer, donde el cabron no dejo de acosarme durante todo el día, acabando por lograr sus pretensiones. Pero bueno, quizás esto os lo haga saber en otro momento, ahora os he dejado unas pinceladas. Lo dicho, os dejo, espero que os haya gustado, ya me decís que os aparecido. Estaré esperando vuestra respuesta, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto como… jhosua1974@gmail.com ).