El instalador

Sintiendo como este comenzaba a correrse en mi boca, intente apartarla cosa que no pude, intente apartarme… no permitiéndomelo, comenzando a sentir arcadas y estas me llevaron a sentir náuseas, cuando su chorro de semen trague.

El instalador

Lo que a continuación os voy a contar, fue algo que me paso hace ya tiempo, ocurrió a falta de pocos días para el comienzo del verano, aunque la climatología te hacía sentir que ya había comenzado, pues aquí en Sevilla suele apretar el calor ya a mediados de abril. Ocurrió un fin de semana en cuál yo me había quedado solo, ya que mis padres habían aprovechado para irse a su segunda residencia, casa que tienen en la playa. Me quede por varias razones, una claro está era la novia que tenía por ese momento, novia que juntando que tengo la casa para mí solo, ya os hacéis una idea mis miras. Novia que para que negarlo, era toda una buena amazona en todos los sentidos, bueno eso como una gran mamadora… uuummm!!.

Bueno sigo, no me quiero enrollar precisamente eso, pues siendo sábado y que el día comenzó ya a apretar el sol desde muy temprano, yo estaba en casa en plan fresquito, desayunando, recogiendo, etc. Estaba enredado en tareas domésticas, cuando en un momento dado, sonó el teléfono, descolgué y pregunté quién era, respondiéndome una voz gruesa diciendo…

  • “¿Buenos días, soy Manolo el instalador? Le llamaba para hacerle saber estoy llegando hacia su casa como habíamos acordado”.

Teniéndole que interrumpir, pues para nada mis padres me habían dicho nada de alguna obra o reparación en la casa, acabando por decirle a esta persona…

  • “Perdoné que le interrumpa, pero con quién preguntaba, pues yo ignoro tales reparaciones en mi casa”.

Está persona, me dijo sobre quién preguntaba... que no era otra persona que mi padre, continuando por informarme que había acordado con él un trabajó, tarea que era el cambiar una serie de llaves de paso en mal estado. Tarea que solo quedó a la espera en que día de semana se pasaría, quedando en la última charla en que se pasaría el sábado. Acabando por decirle…

  • "A mí me parece muy bien, pero es que ni mi padre me ha dicho nada, y es que mis padres no están”.

Continuando…

  • “Pero si se espera usted media hora, tiempo en que me pongo en contacto con mi padre para preguntárselo”.

Respondiéndome este, y continuando con preguntarme…

  • “Me parece una decisión acertada, pero mientras que yo espero tu respuesta, estoy perdiendo tiempo que es dinero”.

  • “Mira una preguntita, si no es mucho preguntar ¿Qué edad tienes?”.

Respondiéndole…

  • “Tengo 18 años, ¿Por qué lo pregunta usted?”.

Diciéndome este…

  • “Bueno te lo pregunto por una cuestión, no me hace falta que estén tus padres para yo hacer mi trabajo, opino que ya eres mayor de edad para asumir una contestación sin llegar a preguntar a tu padre. Pero te digo una cosa, estando una persona que sea mayor de edad, que pueda atestiguar mi trabajo, me es suficiente”.

Bueno abreviemos, acabe por dejarle que venga a casa, no tardando en aparecer mucho más de un cuarto de hora, tiempo que me dio por recoger algo la casa y cambiarme, sustituyendo el pijama por un chándal. Sonando finalmente el timbre el ir a ver quién era, mirando antes por la mirilla y ver a un hombre mayor cargado con dos maletines, persona que finalmente deje entrar tras presentarse como ‘Manolo’.

Aún me acuerdo cuando este le deje entrar en casa, hombre corpulento y enorme, persona que llevaba esas dos cajas de herramientas hasta dejarla en la cocina. Viendo cómo se inclinaba a dejarla en el suelo, agachándose para abrirlas y poder ver que, mientras una era de herramientas, la otra era de accesorios. Este hombre que daba la sensación que no solo era el instalador sino su propio jefe, pues no dejaba de sonarle el teléfono, contestando y fijando horas de trabajo, persona que le estuve mirando todo el rato. Viendo que era una persona alta, canosa de abundantes cabellos, cuyo rostro lleno de arrugas y barba de días, hombre que viendo que le miraba, acaba por sonreírme. Cuando dejo de hablar por el teléfono, me pregunto qué le enseñara los baños, cosa que hice, camine hacia el interior de la casa, pero mientras caminaba e iba delante de él, tuve la sensación que era observado. Lógicamente calle pues solo era una sensación, deteniéndome en el primer aseo, observando este lo que tenía que hacer, llevándolo poco después al segundo y fijarse este en lo mismo. Acabando por sugerirme este…

  • “Mira como ya sé dónde esta los aseos, yo me pongo ya a realizar la faena, te lo digo porque no hace falta que me sigas todo el tiempo, supongo que tú tendrás cosas que hacer”.

Acabando por hacerle caso, dejando que este hiciera su trabajo, pues no era otra cosa que cambiar las llaves de paso (llaves de escuadras) de los aseos, o sea de los lavabos, bidés y bañera. Dejándolo e irme a recoger algunas cosas, notándose como el calor comenzaba a apretar a pesar de ser las doce y media de la mañana, momento en que me fui yo a cambiarme de ropa sin llegar a pensar lo que acarrearía. Pues sustituí el chándal por unas calzonas (pantalón corto deportivo) y una camiseta normal, apareciendo minutos después en el baño, preguntándole al hombre…

  • “¿Cómo vas?”.

Y sin tiempo para contestar, volvía preguntarle…

  • “¿Quieres algo de beber o picar?”.

Este levanta la cabeza, sonríe y me suelta…

  • “Bonita vista”.

Prosiguiendo por…

  • “No gracias, bueno si… me podrías dar algo fresco de beber, agua no te aconsejo porque la llave de paso general está cerrada, y picar, mejor me callo que deseo de picar ahora mismo”.

La verdad es que no le entendí, no digo que fuera cortito, pero que no vi por donde iban los tiros. Yo cogí y encamine hacia la cocina, abrí el frigorífico y del interior, saque una botella de refresco, acercándome al mueble superior y tras bajar un par de vasos. Cogí y fui echar la bebida en los vasos, cuando me llevé la sorpresa de que este hombre aparecer en la cocina, justificándose por darse un descanso… no es malo, pero lo cierto es que no me lo esperaba. Cogí su vaso y mientras se lo di, me dio por preguntarle…

  • “¿Cuánto cree usted que le queda?”.

Este sonriente, me dice…

  • “Hombre no me llame de usted por favor, ya que me hace bastante mayor”.

Dice y continua…

  • “Pues la verdad, no sabría que decirle, pero si tienes que salir, me lo dices y me marcho, viniendo en otro momento y así de paso puedo hablar con tu padre”.

Callo y le digo…

  • “No hombre… no, solo se lo pregunto, porque pensaba darme un baño en la piscina, y me da cosa, dejarlo aquí dentro solo, mientras yo me refresco”.

El hombre sonríe y agradece mis palabras, dando un sorbo al vaso y preguntarme…

  • “Bueno no te preocupes, si tienes que darte un baño aprovecha tu que puedes, yo me quedo acabando y cuando acabe, salgo y te aviso, pues tendrás que firmarme el parte de trabajo, aunque sea yo mi propio jefe”.

Pero pensándomelo dos veces, acabe por irme a mi dormitorio, haciéndole saber que iría a ver un poco la televisión, diciéndole que me avisara en el momento que acabara. Dicho esto, me encamine hacia mi dormitorio, entrando y encajando la puerta, tirándome sobre la cama y poniéndome a ver la televisión, acabando por poner una cinta en el reproductor de VHS. Cinta que había de todo grabado, sobre todo películas XXX del video comunitario. Pues eso, me puse cómodo, acabando por quitarme la camiseta… tampoco vi malo quitármela. Luego a medida que iba visualizando las escenas, comenzó a darme calor… obviamente estaba excitado, quitándome las calzonas y quedándome en bóxer, comenzando a magrear mi miembro morcillón… uuummm!!. Pero que finalmente me quede dormido…

Ignoro el tiempo que me lleve, quizás no mucho más de media hora, no pudiendo precisar el tiempo, pero una oleada de sensaciones me hizo despertar, costándome un poco separar los parpados. Sensación agradable y que me hizo estremecer fue lo que me saco de mi letargo, abriendo los parpados poco a poco… ooohhh!!. Descubriendo la nuca cabelluda de Manolo en mi entrepierna, cabeza que vi como subía y bajaba, tiempo que divisaba como mi miembro entraba y salía de su boca… ooohhh!!. Proporcionándome un enorme placer, sobre todo su lengua cuando relamía mi glande… aaahhh!!, chupando una y otra vez, tragándola hasta sentirla muy dentro… uuummm!!.

Sacándosela e ir descendiendo por mi tronco hasta mis genitales… uuuffff!!, momento en que mi vi como dejaba mi mano sobre su nuca, como un gesto a modo de que continuara. Sintiendo como dejaba caer gotas de saliva, conduciendo esta con su lengua por mi perineo hasta mi orificio, sintiendo esa lengua como lame mi orificio al tiempo que su mano pajea mi polla… aaahhh!!. Poniéndome los pelos de gallina… aaahhh!!, dándome una comida de polla durante al menos los diez minutos, tiempo que tarde en correrme, corrida que este trago este al tiempo que sentía como uno de sus dedeos entraba y salía dentro de mi… uuummm!!.

Dejándomela totalmente limpia, ¡continuando chupando hasta dejármela de nuevo dura… ooohhh!!, levantando su cabeza y mirándome a los ojos sonriente, mirada que me ruborizo. Levantándose de la cama, descubriendo que este estaba totalmente desnudo al igual que yo, soltándome mientras se tocaba su miembro…

  • “Eres toda una tentación… uuuffff!!, vaya cuerpecito que tienes… eeehhh!!”.

Coge sin dejar de mirarme fijamente a los ojos, coge y me suelta…

  • “Mira… no pienses que me he aprovechado de ti, vale…”.

  • “Vine a avisarte que había terminado y que me marchaba, llame a la puerta y viendo que no me contestaba, acabe por abrirla y encontrándote que te habías quedado dormido, dándome cuenta por parte del motivo, no siendo por otra cosa que viendo porno”.

Yo permanecía callado, no sabiendo que decir y menos contestar, dejando que este continuara hablando. Soltándome…

  • “El panorama me puso a mil, viéndote ahí tumbado y con tu polla fuera aun morcillona, no veas como me pusiste, no pudiéndome contener y aproveche la oportunidad”.

Sonriente acabar por decirme…

  • “Pero me he dado cuenta que no te ha parecido nada mal, viendo quizás tu cara de satisfacción y la respuesta de tu cuerpo, por decir cuando mis dedos han entrado dentro de ti”.

Preguntándome, mientras se magrea su polla…

  • “Mira como la tengo, esta que va a explotar, no te animas, venga hombre… cógela o mejor pruébala, devuélveme el favor”.

No dejándome de animar, diciéndome lo que ya sabía, como…

  • “Venga… anímate, sé que te gusta y sobre todo cuando has puesto esa mano en mi nuca a modo de que continúe”.

Dice y prosigue una vez tras otra, animándome mientras no deja de magrear su miembro, dejando un olor a polla en mi dormitorito que era muy embriagador… uuuffff!!.  Tan pesado se puso que aun no comprendo cuando cogí y me incorporé, gateando por mi cama hasta llegar a la orilla de mi cama, colocándome sentado y alargue mi brazo hasta que rodee su miembro con mi mano, llevándomela a la boca. Este sonriente, me soltó…

  • “Así… muy bien”.

Comencé a chupársela, era fácil pues a pesar de su longitud no era muy gruesa. Sujetándosela por la base comencé e ir introducírmela una vez tras otra, no tragándomela del todo, pues solo me metía la mitad. Escuchándose sobre todo el sonido de mi boca al chuparla o tragármela, mientras este suspiraba y me soltaba…

  • “Trágatela entera, ooohhh!!... Dios”.

Pero tras un rato, cogió y me la saco de la boca, apartándome hacia un lado y subirse en la cama, acabando por sentarse en la cabecera y apoyando su espalda en el cabecero. Haciéndome señas que me acercara, cosa que hice y este me propuso que me tumbara a su lado, obedeciéndolo y fue tumbarme al tiempo que cogí su polla con mi mano izquierda y llevármela a boca, mientras con la derecha comencé a magrear mi miembro… uuummm!!.

Este debía de disfrutar por los quejidos y gemidos que soltaba, comenzando a acariciar mi nuca e incluso presionar haciéndome toda, apartando mi mano y no dejando que me ayudara a tragar, comenzando a sentir arcadas y estas me llevaron a sentir nauseas. Llegando a decirme…

  • “Joder como tragas cabrón… ooohhh!!, sigue así… sigue, no quiero follarte otra cosa más que esa boquita… uuufffff!!”.

Sintiendo a los pocos minutos como este comenzaba a descargar, intentando apartarme pero que no me permitió hacerlo, descargando todos sus chorros de semen dentro de mi boca, oprimiendo hasta asegurarse que me los había tragado toda. Quedándonos descansando un rato, dejando que este hombre se duchara antes de marcharse, me dijo…

  • “Creo que nos volveremos a ver de nuevo, pues voy a decirle a tu padre que he visto picado los manguitos del lavabo y del bidet”.

  • “Te digo esto… porque me he enamorado de esa boquita que tienes, ¡teniendo unas ganas enormes de venirme dentro otra vez… uuummm!!”.

Mientras le acompañaba a la puerta, este no dejaba de decirme que no aparentaba tener 18 años, pues como mucho me echaba no más de dieciséis, deseando la próxima vez el repetirlo, pero se marcha con la pena de no haber estrenado mi culito. Os puedo decir que volví a ver a este ‘instalador’ con aires de futuro empresario, pero que os lo deje para otra ocasión siempre y cuando lo queráis. Bueno os dejo, espero que os haya gustado, ya me decís que os aparecido. Estaré esperando vuestra respuesta, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto como… jhosua1974@gmail.com ).