El inocente raulito 3

Siguen las aventuras del culazo de raulito

EL INOCENTE RAULITO 3

La fiesta iba llegando a su fin y Raulito, el inocente jovencito, no dejaba de mover su culazo para un lado y para otro. Encantando a todo el mundo que se cruzaba en la casa donde se realizaba aquella fiesta de fin de año.

El verano se había anunciado con temperaturas altas, pero en aquel lugar la temperatura se hacia sentir doblemente.

Su amigo Pepe lo había invitado. Alguna vez fueron compañeros y quedaron muy amigos.

Los invitados se han ido retirando de a poco. Mas de uno queriendo llevar a la cama al inocente Raulito que estuvo esquivando amantes durante toda la noche sin saber porque. Porque su sangre siempre esta caliente.

__¡Ay Raulito estoy hecho pedazos!!__ comenta Pepe

__¡Estuvo buena tu fiesta!__ dice Raulito

__¡Si, claro, me gusto!!¿Y a vos te gusto?

__¡Estuvo genial!!

__¡Observe que tuviste locos a varios!!

__¡Moscardones dando vueltas!!

__¡Escapaste bien!!__ se ríe Pepe

__¡Si, lo loco es que no sé porque!!__ se ríen a carcajadas los dos.

__¿Vos estas cansado?__ pregunta Pepe

__¡Un poco si!

__¡Quédate a dormir!

__¡Bueno!

__¡Seguime!__ dice el amigo y comienza a subir las escaleras. Caminaron despacio tratando de no hacer ruido. Parecía que el sol empezaría a  salir en cualquier momento. Se detuvieron delante de una puerta cerrada. Le hizo el gesto con la cabeza. Hablaban en susurros.

__¡Acá!__ dijo Pepe

__¡Bueno, nos vemos!!

__¡Dormí tranquilo!!

__¡Nos vemos!__ dijo el inocente joven  entró a la habitación en semi penumbra. Espero parado sin moverse, buscando que los ojos se acostumbraran a esa oscuridad.

Al rato escucho o le pareció oír una respiración entrecortada. Aguzó el oído. No se movió. Sus ojos se fueron acostumbrando y fue viendo cada vez mas.

Una figura se movía en una enorme cama. Pero de pronto se dio cuenta que eran dos las figuras. Creyó que era una broma de su amigo.

Se fue arrimando despacio a la cama. Observando. Iba lento y sigiloso. Alguien tosió fuertemente. Se detuvo y su corazón se aceleró.

Levantaron la cabeza una de las personas que allí estaban.

__¿Quien anda ahí?__ preguntaron y encendieron la luz. Era el abuelo de Pepe quien preguntaba y dándose vuelta apareció con la cara sonriente el padre de Pepe.

__¿Pero qué haces allí? Quítate la ropa y entra ya a la cama__ dijo el hombre mayor que no parecía tanto.

__¿Tu eres Raulito no?__ preguntó el viejo.

__¡Si señor!!__ contestó el chico con la sangre encendiéndose velozmente.

__¡Bueno ven que tenemos algo que te gustara!!__ diciendo esto el hombre mayor corrió la sábana clara que lo cubría y mostró la imponente erección. El joven se puso de espaldas a la cama y fue quitándose lentamente la ropa, dando la espalda a los hombres alzados que lo miraban babeando y con sus herramientas duras. Una vez que el joven quitó sus ropas, el semejante culazo que apuntaba a ellos fue meneado, con toda naturalidad, por aquel chico que los volvía loco.

__¡Ohh mira ese pedazo de culo que tienes, me encantas!!!__ balbuceó el abuelo de Pepe.

El joven subió a la cama en medio de ellos, mirándolos de frente y tomando sus espadas con ambas manos.

Los suspiros de los machos empezaron a hacerse escuchar. Estaban muy alzados y calientes. Raulito masajeo las porongas, mirando a los hombres a la cara, los veía hacer muecas. Muecas de placer, de lujuria, narices inflamadas.

Empezaron a acariciarse mutuamente los pezones duros y paraditos. Las manos del abuelo invadían el pecho del padre de Pepe, totalmente sacado. Agitado.

La boca del inocente chico tragó el pedazo ardiente del abuelo goloso. Se estremeció y se sacudió dando un pequeño grito gutural. Se tensó mucho más y se retorció, mirando con ojos de perro perdido a su yerno.

__¡Oh este chico es un demonio!!¡¡Ahhh!!!__ ahora la boca traga al padre de Pepe. Le da suaves mordiscos a la barra de carne salobre y dura. Grande.

Los machos encabritados cada vez, se acercan, boca con boca, se lamen los labios, abuelo y padre, se chupan las lenguas en tanto son comidos por el inocente Raulito que come ora una poronga, luego otra, bañando las espadas, chorreando.

__¡Ven aquí chico, quiero comerte ese culazo que tienes, ven ponlo en mi boca!!__ el chico gira su cuerpo, queda con su sabroso ojete a la altura de la lengua del hombre mayor que la mete sin perder tiempo, degustando el agujero. Mientras el chico salvaje se come la poronga del hombre que escarba deliberadamente su agujero abierto ya de tanta calentura. Le bañan el ojete, lo abren un poco mas. Impaciente, el anciano lo convida.

__¡Ven aquí, bella criatura, siéntate en mi tronco, ya, ven aquí, no aguanto las ganas de penetrar tu ojete divino!!!__ el chico gimiendo se va sentando de apoco en la barra de carne, potente, granítica, esplendorosa del hombre entrado en años, el abuelo de su amigo. Comienza a cabalgar, con sus grandes nalgas abiertas de par en par, en tanto, el padre de su amigo se acerca y pone en la boca del chico inocente la poronga alzada y babeante ya de espuma.

El inocente Raulito la come, la traga, sin dejar de subir y bajar la carne del abuelo que resopla y gime. Con las manos el chico aprieta los pezones del macho anciano, los acaricia, masajea, la saliva le cae en el pecho mientras traga la espada del padre del amigo.

__¡Ohhh este chico es bendito y salvaje, ahhh, ohhhh, eres un putón muy hermoso!!__ se escucha de la boca del anciano.

__¡Querido suegro, es un cachorro del infierno mismo!!!

__¿Te gusta lo que comes bebe?__ pregunta el abuelo

__¡Ohh si señor, claro que si abuelito, ohhhh dame tu verga, házmela sentir un poco mas!!!__ vuelve a comer la sabrosa estaca del padre de Pepe, y apura las cabalgatas sobre el perno que llena su culito travieso. El macho maduro se arrima un poco mas a la boca del muchacho y hace que se coma las bolas gordas. El joven las mete en la su glotona cueva, las saborea, las besa y las chupa con pasión, esto arranca suplicas de parte del macho.

El abuelo apura las embestidas, grita, clama, derramando su simiente en el ojete del joven Raulito que aúlla al sentir los escupitajos que inundan su canal.

Sin darse respiro, se da vuelta y arenga.

__¡Anda papito, ahora te toca a ti, métemelo, anda cógeme de una vez!!__ el padre de su amigo observa el hermoso culo aún chorreando leche y hunde sin pensarlo dos veces su herramienta en aquel agujero.

El abuelo se acerca a la boca del chico y le da besos cortos y llenos de lujuria. Pasa su lengua por los labios del joven,  chupa la lengua del inocente, se funden en un profundo beso, chocando lengua s y salpicando sus caras de saliva.

Luego reptando cual víbora, el abuelo, se coloca debajo del chico, alcanzando la pija de este y comiéndola sabrosamente, la chupa, juega con ella, que está dura como piedra, gime Raulito, mientras lo penetran velozmente, se tensa, se sacude, hasta lanzar su líquido dentro de la boca del abuelo que no deja la mamadera y le saca lustre a la verga del muchacho.

__¡Que rica lechita tienes cariño!!__comenta risueño el abuelo. El padre de Pepe va y viene bombeando y bombeando, se aferra a las caderas y ve en plenitud el hermoso culazo del chico que está cogiendo y mas caliente se pone.

Otra vez el abuelo alcanza la boca del chico y se prenden en un beso, se sacuden, se chupan y babean enérgicos y ardientes.

El otro hombre sigue enculando al joven que lloriquea y resopla con su culo lleno por la herramienta del macho.

__¡Sabía que tenías fuego en tu interior Raulito, eres un puton hermoso…eso gime, goza, goza !!!

__¡Oh abuelito eres un macho bravío!!!

__¡Es que tu me calientas tanto!!!__ dice el abuelo y vuelve a tomar la boca del chico.

__¡Ya no aguanto, ahhh, ya no….ohhhh voy a acabar, ahhhhh, si, si ahhh, ya viene, ahhhhh!!!!__ grita el macho llenando de semen el ojete de Raulito que se mueve sin parar para terminar de ordeñar al padre de su amigo con los movimientos sinuosos de sus enloquecidas caderas.

Los amantes del chico ahora lo rodean y besan en todo el cuerpo. El inocente Raulito esta en medio de los dos. Le meten los dedos en su agujero pegajoso y dilatado. Masajean su verga otra vez alzada y sopesan y acarician las bolas del joven que gime y lloriquea enloquecido.

Lo harán acabar un par de veces mas y el los hará gozar otro tanto. Llegada la media tarde les dice que debe irse a su casa, prometiéndole a ambos que se volverán a ver.

Raulito entró a la casa y lo esperaba su madre.

__¡Raulito!¡Estuvo linda la fiesta!!

__¡Si supieras mamá!

__¡Me imagino, por la hora!

__¿Me vas a reprochar algo?

__¡Por supuesto que no hijito!!

__¡Bueno, me tengo que dar una ducha!!

__¿Dormiste?

__¡Algo!...¿Porqué?¿Paso algo?

__¡Noo, me llamo tu padre para recordarme…Tu tío Elvio…

__¡El tío de papá!

__¡Si, bueno, hay que ayudarlo con su baño!¿Te acordas?

__¡Si me doy un baño, me tiro un rato y voy, ¿Puedo?

__¡Ay que hijito mas bueno tengo!!__ la madre le da un beso sonoro a su hijo.

Pasada las nueve de la noche sale de la casa el inocente Raulito moviendo su hermoso culazo de un  lado a otro. Camina unas cuadras y llega a la casa del tío de su padre Elvio. Revisa y encuentra la llave, abre la puerta. El tío Elvio anda desnudo por la casa, como siempre lo ha visto Raulito.

__¡Hola cariño, sabía que vendrías!!__ dice el tío mientras bambolea su larga serpiente.

__¡Veo que estas bien!__ dice el chico sonriente

__¡Ahora mejor!__ dice el tío mientras se dirige al baño. Se mete en la bañera que esta llena. Raulito se acerca y toca el agua con la mano.

__¡Vamos, entra de una vez, quítate esa ropa!!

__¿Quieres?

__¡Claro que quiero, muéstrame ese culazo que tienes, eres tan lindo cariño!!__ el chico presto se quita la ropa y el tío ya está con el perno duro y alzado, es una anguila que sobre sale del agua, la cabeza brillante y mojada.

__¡Mira que belleza!!¡¡Trae ese culito aquí quiero chuparlo ya!!!__ el joven entra a la bañera. Ofrece el culo a su tío que con las manos abre las nalgotas, encuentra el agujero y mete allí la lengua. La pasa hacia arriba, hacia abajo, en círculos, chupa, besa, quiere morder.

__¡Me gusta, ahhh, me encanta, Hummmm, que delicia!!!__ la saliva pesada cae en chorros y se mezcla con el agua de la bañera. La lengua filosa recorre los huevos de Raulito que está en éxtasis constante. Gime y mueve sus caderas. El agujero se abre. Es una ventana que quiere ser llenada. La barra palpitante del tío se mueve sin destino.

__¡Ahhh muchacho, muchacho, quieres sentir mi poronga!!

__¡Ya, quiero tenerlo dentro, tío, como siempre!!!

__¡Que putón más guarro y descarado!!...¡Ohhh si, como cuando tu tía andaba cerca y te sentabas en mis rodillas!!¡¡Siiii recuerdas!!!

__¡Claro que sí, tus dedos se enterraban en mi agujerito y yo te tocaba esa enorme pijota que tienes, siempre dura!!!

__¡Ven cariño entonces, ya no esperes, siéntate despacio en ella!!__ el chico se fue sentando de frente al macho que mordía sus orejas y le besaba despacio el cuello, lo lamía, mientras su poronga se iba hundiendo en el ojete dilatado y abierto del inocente Raulito.

__¡Ohhh sí puton, comete mi pijota!!¡¡Ahhh, si, si!!__ histérico gemía el hombre.

__¡Cógeme, siii, tiiitoooo, ahhh, como me gusta tu pedazo, ahhh!!!__ la tremenda barra de carne horada el interior del glotón muchacho que salta, que va y viene, sube y baja de aquella tararira que lo somete y lo penetra, tan placenteramente.

Se unen las bocas.  Las lenguas chisporrotean. Se mueven. Se chocan como espadas blandas y sensuales. Las babas salpican sus mejillas, las peras. Chorrean por sus cuellos. El chico lloriqueando clava sus uñas en el hombro del macho desbocado y tremendamente ardiendo del tío Elvio. El inocente Raulito es envuelto por los brazos del hombre, que lo abrazan al ser mas pequeño. El se siente complacido, con la tremenda pijota en su ojete que lo colma y lo llena.

Aúllan los dos. Ser sienten muy bien. La vara rocosa penetra. Se inflama en el interior de Raulito que sacude sus caderas tragando el pedazo erguido.

El macho lo sostiene de la cintura, fuertemente, mientras el joven da saltos sobre el mástil se lo entierra hasta el fondo, con una velocidad inusitada.

__¡Ohh si pequeño puton, salta, salta, ordéñame, ahhh, siii, siii!!__ aferrándose el hombre va largando su semen en el hoyo que tanto le gusta. Lo llena. Lo rebalsa, en tanto el chico se va calmando, despacio, besando los labios del macho que lo ha hecho feliz, buscando aire. Se queda quieto sentado, sintiendo escupir al fierro las últimas gotas. Palpitando. Latiendo dentro de el.

Sigue besando un poco más a aquel hombre que lo conoce tanto, como tantos otros.

__¡Eres un demonio!

__¿Te ha gustado?

__¡Me vuelves loco!

__¡No mientas…has tenido cientos de amantes!!

__¡Si, pero por eso lo digo!!¡No todos me han vuelto loco!!

__¡Quieres que te crea!

__¡Has lo que quieras!!¡¡Ven ahora, levántate, vamos!!__ se para el chico, poniéndose de pie. El tío Elvio, se acerca a la pija de Raulito que está semi parada. La mete en la boca. La chupa, se agarra de las nalgas hermosas y redondas del chico. Lame. La boca come el pedazo del chico. Lo masajea. Juega con las pelotas llenas del muchacho. Los gemidos se levantan. Arde el chico, siente que le revolucionan el cuerpo y los genitales, no se puede contener. Larga su jugo y el hombre traga. Chupa. Limpia todo el sabroso néctar.

El chico baja, el hombre le pasa jabón en la verga que va cayendo, la baña, la limpia. El inocente Raulito cae sobre el pecho del macho, busca la boca del hombre y se besan profundamente. Se quedan un rato más acariciándose tiernamente.

Cuando sale de la casa del tío Elvio, la luna es muy grande. Se siente cansado aquel chico con el terrible culazo. Que lo va moviendo de un lado a otro. Llega a la casa.

__¡Te llamaron por teléfono!

__¿Quién mamá?

__¡Beto, el bicicletero!¡Tienes que pasar a buscar la bici!

__¡Que bueno ya la arreglo!

__¡Así parece!__ Raulito luego de comer y darse una ducha se va a dormir tranquilamente.

Al día siguiente luego de hacer unas cuantas cosas que su mamá le ha pedido, casi llegando a mediodía, Raulito se dirige a la Bicicletería de Beto.

Llega al local. El hombre esta detrás del mostrador con un guardapolvo lleno de grasa. Está tomando unos mates espumosos.

__¡Hola Raulito, tanto tiempo, ya te extrañaba!!

__¡Beto!¿Como estas?

__¡La verdad, la verdad!__ mira para todos lados y susurra __¡Muy caliente!__ el inocente Raulito se ríe de buena gana.

__¡Bueno, bueno, veremos que se puede hacer al respecto!!__ dice el chico. Le restriega el enorme culazo en el rostro. Beto mira al joven desfilar moviendo el trasero. Se pone muy caliente. Los ojos le brillan. Babea y su furiosa tranca se va levantando.

__¡Tomemos unos mates hasta que cierre!__ dice el hombre alzado y le ofrece un mate al muchacho. Cuando esa hora llega, Beto cierra al instante el negocio.

El muchacho lo sigue. Entra en un bañito que tiene en el local y se da una ligera ducha.

Al rato sale envuelto en una toalla. Toma de la mano al culón y aparecen ante una pequeña cama. Beto atrae al chico hacia el. Hace que se pegue a sus pezones duros y erectos. Raulito chupa como bebé hambriento. Hace que el hombre empiece a gemir y resoplar. Están de pie. La lengua y los labios del chico juegan con las tetillas gordas y lampiñas de Beto. La toalla cae al piso. El hombre le toma la mano a Raulito y hace que agarre el mástil duro que tiene entre las piernas. Raulito masajea, mueve despacio, pero con ritmo, sin dejar de chupar y babosear las tetillas.

__¡Ohh así, así, me gusta, no lo has olvidado, pequeño bribón, como me gustas, ahhh, estoy perdido, ohhhh, sí, sí!!!__ el joven levanta la cara y busca los labios del macho que se encabrita mucho más. Cruzan las lenguas en un beso. El chico no deja la barra entre sus dedos. Está muy dura. Acaricia con un dedo el ojo que ya babea gotas pegajosas, salobres. Beto se tira en la cama. De rodillas Raulito, al borde de la cama mete el enorme pico en su boca. Deglute. Chupa. Arrancando los jadeos máximos de Beto que se sacude de un lado a otro.

__¡Ahhh así, eso es, como mamas la verga, mamón, que rico, que rico, ahhh, si, si!! ¡Sigue, sigue más abajo, así, sí, las bolas…ohhhh que bueno!!!__ el glotón inocente, voraz, ataca las bolas llenas de semen de Beto que se retuerce como endemoniado en la pequeña cama. La saliva baña todos los genitales del macho. El cipote del hombre está en su punto máximo, bien duro, bien levantado, inflamado, es una delicia. Entonces quita suavemente el bocado de las fauces del chico inocente.

Se a un giro y queda con su culo al alcance de Raulito.

__¡Tu sabes que otra cosa me encanta que hagas, amorcito!!!__ el chico glotón claro que sabe. Con sus manitas abre las carnosas nalgas de Beto que jadea y suspira totalmente alzado y caliente. Grita cuando siente la lengua que lo escarba profundamente. Su anillo está perfumado y abierto, es una delicia, el chico lo besa suave, hunde su fabulosa lengua que antes ha usado para mamar, ahora l usa para penetrar al macho que delira de lujuria.

Otra vez cundo chorrea mojado y húmedo se gira con su poronga levantada.

__¡Vamos desnúdate ya!

__¿Quieres?

__¡Claro que si, no aguanto ver tu cola primorosa!__ el inocente Raulito quita sus prendas y aparece en tanguita rosada, bien metida en la zanja de su cola atrevida y caliente, sabe que será distinto esta vez, pero igual ya chorrea de humedad.

__¡Oh eres un ángel, una princesa!__ el chico se acerca y besa en l boca a Beto. Sus lenguas casi se cortan. Las manos de Beto se hunden en la cola del chico. La acaricia, la soba, la siente. Aprieta esa carnosas lunas. Las amasa.

Luego lo busca con su boca, llega allí, abre y encuentra el precioso agujerito, lo lame, lo chupa, gimen de calentura los dos cuerpos.

Luego Beto atrapa la pija enhiesta del chico. La mete en la boca y juega con ella. Mete dedos en el culito de su amante joven que grita y lloriquea de placer. Raulito le llena de semen la boca al macho, este traga y lame las bolas del joven que larga escupitajos un instante.

Más duro que nunca Raulito atrapa el hierro de Beto. Lo masajea. Le da besitos en la cabezota. Beto se retuerce a punto. Toma los huevos del macho y los estruja. Los acaricia con los dedos. Beto gime imparable, cuando siente los dedos en su ojete no puede detener la catarata de leche que baña al chico por toda la cara, el pecho, las manos, Raulito traga lo que puede y luego limpia la vara, entre caricias y gemidos, resoplan. Agotados y mas calmos, solo por unos momentos. Solo por un rato.-