El inicio de una ruta con un final muy diferente 2

Haciendo un 69, coge y me suelta, irónicamente y en plan humillante… “Joder cabrón, vaya mierda de polla que tienes, no me jodas que tu mujer disfruta con esta medianía, ella seguro que tendrá por ahí un macho de verdad que se la folle como Dios manda”.

El inicio de una ruta con un final muy diferente (2)

Como conté en mi anterior confesión… “El inicio de una ruta con un final muy diferente”, comencé a caminar hace un par de semanas, deporte que para algunos le denominado… ‘marcha rápida’, y para otros como ‘sportive walking’. Deporte que practico a un ritmo más o menos continuo y diferente al caminar cotidiano, o sea al habitual del día a día), donde suelo trabajar la respiración, la resistencia y la entereza del cuerpo.

Pues eso, llevaba dos semanas como dije realizándolo, cruzándome con diferentes transeúntes, pocos la verdad pues por la zona que iba pocos la realizaba, aunque en verdad esa era la idea. Yo iba a lo mío, sobre todo cuando voy escuchando `Spotify’ con mis auriculares, pero no puedo evitar que se me vayan los ojos hacia algún que otro trasero, pues hay que ver lo bien que les sienta a las chicas los leggins. Pero en mi caminata durante esa calle no dejaba de cruzarme con un caballero de apariencia mayor, persona que no dejaba de mirarme cada vez que nos cruzábamos, dándome los buenos días cada mañana y claro está se lo devolvía. Contestación que iba al tiempo que giraba mi rostro hacia atrás, viendo a este detenido mirándome e incluso las últimas veces, este se magreaba su entre pierna. este estaba detenido. Ocurriéndome ese primer contacto el jueves sin beberlo ni comerlo, donde aún sin saber el cómo, acabe dentro de esa nave en construcción y abandonada, penetrándome por esta persona.

Persona que no contento por la experiencia, me hizo repetirla el mismo viernes, donde nuevamente nos vimos en ese mismo lugar, tras desvestirme como el día anterior. Volví a colocarme a cuatro, posición inclinada hacia uno de los muros de ladrillos, apoyándome con los brazos extendido y con mis manos. Colocando esté su glande entre mis glúteos, colocándolo en mi orificio y tras presionar, penetrarme con violencia, facilitando la entrada la vaselina… ooohhh!!. Embistiéndome durante al menos veinte largos minutos, sintiendo como su dura polla me parte en dos, sintiendo el dolor en mis cervicales… uuummm!!. Mientras me embiste no deja de palmear mis nalgas, no deja de golpeármelas al compás de cada embestidas… aaahhh!!. Notando las gotas de sudor caer desde su frente, sintiendo como entre jadeos, suspiros y exclamaciones, hasta que esté descarga dentro de mí… aaahhh!!. Eso último, me hace recordar lo que le dije en una ocasión…

  • “No te quieres poner un preservativo”.

Comentario al cual me respondió…

  • “Los machos y los sementales no usamos eso, si quieres que me lo ponga… lo dices ahora y lo dejamos, tú decides…”.

Respondiéndole que siga… que no he dicho nada, haciéndole saber entre gemidos que me preñe como mi macho que es, comentarios que avivo su ímpetu, embistiéndome aun con mayor fuerza… aaahhh!!. Terminando por correrse entre sonoros gritos, sacándola minutos después, acabando por agacharse, recogiendo del suelo mi bóxer, utilizando mi prenda para limpiarse su polla, mientras me dice…

  • “Esto ya no te sirve a ti… está prenda es de hombres, y tú eres mi puta… mi nenita y como tal, debes de llevar braguitas”.

Tras limpiarse, acaba por tirar mi bóxer lejos de nosotros, arreglando sus ropas mientras me espera a que yo haga lo mismo. Soltándome eso de…

  • “Mañana sábado sobre qué hora te vas a pasar”.

Respondiendo…

  • “Sobre las ocho de la mañana”.

Respondiéndome…

  • “Pues mañana, sobre esa hora te recojo aquí, pues te voy a llevar a mi casa donde estaremos más cómodo, y de paso, te voy a dar una sorpresita… vale”.

Pero lógicamente no os voy a relatar que hice a lo largo de viernes, pues no viene al caso y es innecesario, pero si os diré que mientras me duchaba, tuve que masturbarme hasta por dos ocasiones tras recordar la experiencia. Bueno por fin ha amanecido, comenzando el sábado, donde veo que se me han pegado un poco las sabanas, dándome cuenta que son las ocho menos veinte, me he levantado con prisa, preparando el desayuno al resto de la familia. Saliendo de casa sobre las ocho y poniéndome en marcha, sabiendo de sobra que no llegare puntual, pues finalmente llegue sobre las ocho y diez o más bien las ocho y cuarto. Fui acercándome al lugar que nos veíamos, divisándolo a lo lejos, viéndole como no dejaba de mirar la hora, apreciándose que estaba un poco nervioso, como si esperaba que quizás le diera plantón. Fue llegar y nos saludamos, mirando el sobre todo hacia los lados, cerciorándose que no hubiera nadie, ni cerca y mucho menos lejos. Tras percatarse, se me acerca y comienza a magrear mis nalgas, apretando con fuerza mis glúteos, soltando eso de…

  • "Que duras las tienes hoy… eeehhh!!".

Prosiguiendo…

  • "¿Cómo estás hoy?".

Diciéndole…

  • "Estoy bien, y además vengo hoy preparado".

Este extrañado, me pregunta…

  • "Como que vienes preparado, vendrás con las braguitas puestas… No".

Respondiendo…

  • "No… a eso no me refiero, sino que vengo con toallitas húmedas, condones, vaselina y popper".

Respondiéndome esté…

  • "Pues los condones está bien que los haya traído, pero te aseguro que no vamos a utilizar, otra cosa es que quieras ponértelo tú y correrte solo".

Y sigue…

  • "Las toallitas húmedas sí que vienen bien, tanto como la vaselina, pero el popper… si tú lo vas a utilizar, entonces yo utilizo otras cosas".

Dejándome extrañado, un poco patidifuso pues no sabía a qué venia eso, dándome por preguntarle a qué se refiere, sacándome este de mí extrañeza al decirme…

  • "Pues eso… si tú te tomas el popper, yo entonces me tomo Viagra".

Me quedé perplejo ante su contestación, no lo veía lógico, pues una cosa no va con la otra, pero mirándolo desde el punto de vista que más tiempo voy a disfrutar, acabé por contestarle…

  • "Pues vale".

Este sonriente, me pide que le enseñé las braguitas, prenda que en verdad no llevo puesta, no solo por salir con prisas, sino porque estaban sucias y no me había dado tiempo de lavarlas. Viéndole visiblemente molesto, me pide que me desvista, pues él lleva una de repuesto, y quiere que me las ponga. Pero bueno para no enrollarme demasiado en esto, os diré que finalmente me desvestí de cintura hacia abajo, colocándome esa prenda femenina que este me había traído, unas braguitas de encajes de color negra. Prenda que nada más colocármela a este más parecía que se le iban a salir los ojos, viniéndome a la mente eso que tanto me decía de…

  • “A mí no me van los travestis, ni me van los tíos con prendas de tías, ni mucho menos los afeminados, ni nada relacionado”.

Pero era verlo y comprender que, si no le iba esto, era un fetichista de estas prendas. Pues eso, tras colocármela y me acabe de vestirme, nos pusimos en marcha hacia ese piso en cuestión, pensando desde un primer momento que me llevaría en su coche, pero que finalmente fuimos andando. Piso que la verdad estaba a diez minutos, caminata que mientras nos encaminábamos, este me daba conversación. Contándome que el piso era una inversión de dos amigos y él, piso que alquilaba de vez en cuando a falta de compradores, utilizándolos de vez en cuando cualquiera de ellos para sus escapaditas.

Confesándome que, a raíz de esto último, pidió la utilización del piso hoy sábado, teniendo que contarles a sus amigos el motivo, amigos que según él no lo entendieron, pero que esté les dejo claro a estos a lo que iba. Aquella explicación me dio más miedo que otra cosa, pues no me gusta que cuenten cosas que me conciernen a otros, y aún más sino me lo piden antes. Fue llegar al portal y ahí finalizo la conversación, entramos y nos dirigimos hacia el ascensor, una vez esté en marcha hasta la quinta planta. Este hombre al cual os lo hare llamar como Alfredo (nombre no real), no dejo de magrear mi culo e intentar besarme, no dejando de pensar en la manía de querer hacerlo por más que se lo niego.

El ascensor se detuvo, abrió la puerta y accedimos a la plata con dos puertas, abriendo este una de ellas, entramos y cerró la puerta tras de sí. Pude comprobar que el piso estaba amueblado con lo justo, cocina completa, salón con una mesa y cuatro sillas, un televisor, un sofá y poco más. Luego dos dormitorios más y el resto vació, dormitorios que uno de ellos, tenía una cama de dos metros por dos metros, mesita de noches, una cómoda y un gran armario de puerta de espejos. Y un par de aseos, donde uno era más grande que el otro, el cual poseía un gran plato de ducha. Bueno dicho esto, comenzare… vale. Mirad, cuando entramos y nos dirigimos hacia el salón, este me pidió…

  • “Desnúdate, pero quédate con tan solo las braguitas”.

Cosa que hice, mientras veía que el hacía lo mismo, quedándose totalmente desnudo, pensando que es la primera vez que lo veo totalmente desnudo. Como os dije en su momento, Alfredo es un hombre alto al cual le eché el metro ochenta y dos metros, cuyo cuerpo corpulento de grandes brazos como manos, echándole que debía de pesar los ochenta y dos kilos al menos. Observaba su porte muy masculino, cuya cabeza sin apenas cabellos eran esto de color gris, ojos de color azul, y cuya edad como más tarde me dijo su año de nacimiento… julio de 1961. Antes de comenzar, esté volvió a preguntarme…

  • “Estas seguro en referente al popper, yo voy en serio con lo del viagra, piénsatelo bien”.

Cuando le hice saber que iba en serio, explicándole que no es una droga, sino un estimulante para poder disfrutar mejor. Cogiendo el popper y esnifando bien fuerte por cada una de mis fosas nasales, acción que hice y no fue para desafiarlo. Pero este sonriente, cogió una caja y del interior de esta, tomo una de las cuatro pastillas azules que había, metiéndosela en la boca y tragarla, mientras me miraba fijamente. Dejándose caer en el sofá, no dejaba de mirarme mientras comenzaba a masturbarse, soltándome eso de…

  • “Quítate los calcetines hombre, no ves que no te pega nada, además no va a juego con las braguitas”.

La verdad es que con los calcetines me veía ridículo, acabando por quitármelos como así me pidió, murmurando algo sobre mi físico, soltándome…

  • “Me gustas, no solo por lo guapo que eres, sino por lo buena persona que se te ve, de aspecto inocente aun a tú edad. Además, tienes un buen culo, unas tetillas apetecibles, y un cuerpo de podrías pasar como una hembra”.

Acabando por pedirme que me acercara hasta el gateando, cosa que obedecí y mientras llegaba, me decía… “que se la comiera”, cosa que en verdad no hacía falta que me lo dijera. Pues nada más llegar y colocarme entre sus piernas, me erguí y quedándome de rodillas tome su miembro, morcillón y ya con algunas gotas de precum. Comencé a degustar su polla, comenzando por besar y lamer su entrepierna, desde medio muslo en ascendencia hasta su ingle, lamiendo, besando y chupando su tronco y huevos… uuummm!!. Dejándose este caer hacia el filo del asiento del sofá, dejando prácticamente su trasero en el aire, mientras insistía que le comiera el perineo y el culo, cosa que hice más con lo primero que con lo segundo. Ascendiendo para dedicarme a su glande, chupando y comenzar a tragar, mientras este no dejaba de suspirar y jadear, no dejando de acariciar mi nuca, hombros y espalda… uuuffff!!.

Llegándome a pedir que me metiera mis dedos por mi culo, acabando por tirar de mi hacia arriba con claras muestras de ansiedad, indicándome que me colocara de rodillas sobre el sofá. Colocándose detrás de mí, posando una de sus manos en mi nalga derecha, al tiempo que con la izquierda apartaba la tela de mis braguitas, sintiendo su glande con autonomía propia alojarse entre mis glúteos, mientras le escucho en voy bajas y con claros síntomas de deseos…

  • “Sssuuuuuuuuu!!... tranquilo”.

Separe mis piernas lo máximo que pude mientras arqueaba mi cuerpo, ofreciéndole mi culito aún mejor, sintiendo como su glande me iba entrando… ooohhh!!. Notando una de sus manos sobre mi cintura, mano que presiona con fuerza mientras su polla va entrándome lentamente… uuummm!!. Comenzando a moverse, comenzando un mete saca mientras suspiraba y jadeaba, llegando a palmear mis nalgas. Tomando mis caderas con ambas manos y tras una embestida de cojones, acababa por introducírmela hasta que su glande golpeaba mi próstata y sus huevos peludos mis nalgas… ooohhh!!. Sacándola y decirme…

  • “Uuuffff!!... que coñito tienes, me gusta follarlo más que el de mi mujer”.

Dice y prosigue…

  • “Aun así… te veo muy de chico, vamos a ver como lo arreglamos”.

Dice y tras levantarse se aleja caminando hasta desaparecer por el pasillo, acabando por venir a los pocos minutos, acercándose con una bolsa en mano. Soltándome…

  • “Toma ponte lo que hay en la bolsa, no te preocupes esta todo limpio, era de una que se dejó todo aquí la última vez, creo que te estará todo bien”.

Cojo la bolsa y tras abrirla veo que es su interior hay varias prendas, medias, calzado, un bolso y maquillaje. Escogiendo una de ellas que pareció de lo más sexy, pues esta unas medias con abertura central, una de esas que da la sensación que llevas ligueros con portaligas, además me gustaba porque eran opacas. Fue cogerlas y colocármelas delante de él, soltándome los comentarios a modo de…

  • “Pareces que llevas toda la vida haciéndolo, como si no fuera las primeras medias que te colocas”.

Tomándome de la mano y ayudarme a colocarme unos zapatos sin tacón, justificándolos con parecer más afeminado, tirando de mi hasta conducirme al dormitorio. Donde tras dejarse caer sobre la cama, me pidió que comenzara a comérsela de nuevo, dándole la pica de hacer un sesenta y nueve, comiéndonos cada uno la polla del otro. Diciéndome entre bromas e ironías humillantes…

  • “Joder… cabrón, vaya mierda de polla que tienes, no me jodas que tú mujer disfruta con esta medianía, ella seguro que tendrá por ahí un macho de verdad que se la folle como Dios manda”.

Levantarse y tras tumbarme sobre la cama, tira de mis caderas hasta colocarme a la orilla del colchón, tomando su polla e introducírmela, comenzando una incesante embestidas… aaahhh!!. Penetrándome en varias posiciones, pues cuando se cansaba de dar él, me hacía colocar encima y ser yo quien marcara el ritmo como todo buena amazona… ooohhh!!. Llegándome a preñar en varias ocasiones, pero notando que la viagra estaba haciendo su labor, pues esta seguía dura de cojones y el aguante era mucho mayor.

Ignoró el tiempo que llevábamos, pero más de media hora seguro o al menos eso me parecía a mí, digo esto, porque cogió este y le dio otra pica, no siendo está que coger y vendarme los ojos. Cosa que deje pues me pareció de lo más morboso, pero cuando noto como tira de mis muñecas hasta atármela a la espalda, aquello, aunque también morboso no me pareció tan gracioso. Pero este, no dio explicación alguna, sino que comenzando follarme otra vez, pero en esta ocasión muy lentamente al tiempo que me mete dos de sus dedos en mi boca, no dejando de penetrarme tanto con su pollon como con sus dedos. Sustituyendo en un momento dado sus dedos por algo grueso y largo, soltándome…

  • “Abre la boca coño, vamos puta… traga”.

Claro está, aquello era un consolador digo esto, sobre todo por el sabor a látex de este objeto, pero pasado unos minutos vuelve a quitármelo, sustituido por otro objeto que el sabor me hace entender que una polla de verdad. Intente escupirla… pero no pude, e intente rehuirla pero no me dejaron, Alfredo a base de embestida brutales y pellizco a mis pezones, me hizo más dócil y entregado… ooohhh!!. Dejándome hacer finalmente como todo sumiso… uuummm!!.

El tiempo en algunos momentos se me hizo eterno y en otras ocasiones muy cortos, marcaba este los tiempos a la perfección, como cuando dejo de penetrarme, apartando la polla de su amigo de mi boca y hacerme oler el popper, ayudándome al tener mis muñecas atadas. Fue esnifar un par de veces, ¡cuando siento como me van penetrando… ooohhh!!, dándome cuenta por el grosor que ese debe de ser ese otro… aaahhh!!. Apartando el botecito de popper y acabar por meterme su polla en la boca, viéndome en mi mente siendo insertado como un pincho moruno… ooohhh!!. Sensación que es breve, quizás más cuando estos se alternan, volviendo a sentir el pollón de Alfredo en mi culo, mientras chupaba la de ese desconocido. Sintiendo como se turnaban, como reían y se burlaban de mí, humillándome con sus palabras e insultos, escuchando como proponían cosas que hacerme, nuevas maneras de humillación y vejaciones.

Sintiendo y entre jadeos cuando se vienen que aquello iba para su fin, acabando por desatarme y retirar la venda de mis ojos, pudiendo ver a ese otro hombre, persona de edad comprendida como Alfredo, pero cuya anatomía y aspecto era muy diferente. Este también era alto, complexión delgada, abundante cabellos y color grisáceos, cuya polla para nada era pequeña, ya que iba a acorde con su tamaño… uuummm!!. Persona que antes de marcharse, acabo por despedirse con un… “hasta mañana”, comentario que me dejo un poco pillado, no sabiendo bien si era hacia Alfredo o hacia mí, pero dejé a estos despidiéndose en la puerta, mientras yo me fui a ducharme.

Bien recuerdo, como mientras me duchaba, ya que me dejo usar el baño, comencé por retirar toda prueba de haber estado con ellos, acabando por llevarme la sorpresa al ver como este se me unía. Y hacerme notar como aún continuaba con los efectos de la viagra, proponiéndole una mamada, propuesta que este no acepto, pues deseaba volver a penetrarme. Y mientras lo hacíamos bajo la ducha, me propuso el vernos mañana domingo, pues su amigo tenía muchas ganas de repetir. Propuesta que puse reparos y que finalmente ante mis excusas… acabo por aceptar, quedando la cita para el lunes, donde me hace saber que venga preparado, no precisamente por la ropa interior, sino por el popper, pues ellos vendrán con la viagra ya tomada.

¡Ups!!, me vais a tener que perdonad, pero veo que se me ha alargado demasiado, no deseando críticas negativas al respecto de algunos lectores, mejor os dejo hasta aquí y ya me decís que os aparecido. Estaré esperando vuestra respuesta, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo… jhosua 1974 @ gmail . com (Claro está todo junto, como… jhosua1974@gmail.com ).