El inicio de un largo contacto
Un encuentro por internet da como resultado un excitante encuentro en persona.
La conocí por casualidad. Las coincidencias hacen que visites una web, veas un anuncio en una sección donde la gente busca amigos y una cosa lleva a la otra. Mi anuncio era bastante claro, no buscaba pareja ni ligarme emocionalmente a nadie. Aun asi ella contesto. Los primeros mensajes fueron de tanteo, de conocimiento mutuo. Ambos eramos suficientemente ardientes como para que saltaran chispas el dia que nos encontraramos.
Y ese dia llego. No podiamos vernos mucho rato, pero una tarde, despues de comer, quedamos para vernos un rato. Despues de una buena ducha y un afeitado, me puse ropa comoda. No queria aparentar nada que no soy, y si tenia que gustarle que fuera por mi naturalidad. Estaba nervioso como un niño delante de su primera cita, ya que mi caracter timido me juega algunas malas pasadas. Habiamos quedado en unos grandes almacenes del centro de la ciudad. Aparque el coche en el parking subterraneo y me dirigi a las plantas principales del centro comercial. Al abrirse las puertas alli estaba ella. Era tal y como la habia imaginado por la descripcion que me habia dado. Ni mejor ni peor ... simplemente genial. Vestia con una camisa blanca abotonada delante, de la cual, habia desabrochado picaramente los primeros botones. Una falda por encima de las rodillas y unas botas negras remataban la espectacular vision que estaba teniendo. Con los ojos como platos me acerque a ella y balbucee su nombre ...
- Nuria?
Una sonrisa invadio su rostro y con un fuerte abrazo nos dimos dos besos pero antes de retirar la cara ya estaba rojo como un tomate. Por suerte su simpatia hizo que en 10 minutos ya estuvieramos riendo y dando vueltas, mirando y remirando entre montañas de libros, videos i CDs. El tiempo paso volando y llego la hora de marcharse. Le ofreci acompañarla a casa y accedio. En todo el rato en el que habiamos estado en el centro comercial, no podia quitarle ojo de encima. Realmente era una vision espectacular. Salimos del centro comercial y entramos en las escaleras que daban al parking subterranio en silencio. Una vez en las escaleras tomo la iniciativa y solto otro de los botones de su blusa y me pregunto:
- Te gusta lo que ves?
En su rostro habia una picara sonrisa y de sus ojos salian chispas. Sin dudarlo me acerque a ella y le dije:
- Casi no puedo verlo ... dejamelo ver mas de cerca anda.
Nos abrazamos y nos dimos un profundo beso. La apoye contra la pared mientras mis manos recorrian su cuerpo y sus brazos me apretaban con fuerza. Poco a poco fui levantandole la falda hasta explorar con mis manos su culo. No dejabamos de besarnos hasta que mis manos llegaron a la fina tela delantera de su tanga. Ella levanto una de sus piernas envolviendome con ella y me miro diciendo:
- Adelante. Descubreme ...
Con dos dedos separe la tela de su minusculo tanga y se lo quité. Volvi a subir las manos por sus muslos para encontrarme con su sexo totalmente rasurado. Jugue un poco con los labios hasta separarlos y tocar su clitoris.
En ese momento se escucharon unos pasos. Alguien bajaba por la escalera asi que bajo su pierna, recogi su tanga y me lo guarde en un bolsillo y continuamos bajando hasta llegar al coche. Ella no se habia vuelto a poner el ultimo boton que se habia quitado, y en su cara seguia esa sonrisa maliciosa que me volvia loco.
Una vez en el coche, abrio las piernas subiendo un poco la falda y me dijo guiñandome el ojo:
- No me puedes dejar asi, no?
Acerque de nuevo mi mano hasta su pierna para subirla lentamente, pero ella me la aparto. Acerco sus manos al boton de mis pantalones y abrio la cremallera. La sensacion de volver a ser descubiertos se juntaba con la emocion de lo prohibido. Bajo mis calzoncillos y descubrio mi sexo medio erecto y exclamo:
- Pobrecito! Que esta muerto? Hay que ponerle remedio a esto ... no puede ser.
Se agacho y se metio el pene en la boca. Lo chupaba con maestria y con suavidad mientras decia:
- Asi mi vida, haz que crezca en mi boca y dejamelo notar.
Mientras estaba agachada, con mi mano derecha subi lo que faltava por subir de su falda, y desde detras fui acariciando su culo hasta llegar de nuevo a su clitoris. Estaba siendo sensacional. Estaba perdiendo el mundo de vista. Acompañaba mis caricias en cada una de las veces que mi pene entraba entero en su boca. En una de las ocasiones que volvi a tener el mundo real ante mi, vi pasar por delante del coche a una pareja de personas mayores que no se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo en el coche. No podia articular palabra. Simplemente balbuceaba frases inconexas como "que bien lo haces", "no pares que me encanta" ... frases que parecian espolearla y subir el ritmo. En unos minutos, estaba a punto de rebentar y asi intente hacerselo saber pero no dejo de moverse con rapidez, hasta que una explosion de placer recorrio todo mi cuerpo. De la cabeza a los pies me recorrio un placer indescriptible. Hizo una pequeña parada y siguio lamiendo esta vez despacio.
Se incorporo y me dijo
- Salgamos de aqui ... se hace tarde
y sonrio...
Sin poder decir nada, salimos del parking y me dirigi hasta su casa. De todos modos no podia dejar que esto terminara de este modo, asi que con la mano que me quedaba libre volvi a buscar su entrepierna. Se acomodó en el asiento y se dejo llevar. Mi mano jugaba con ella, mientras los coches nos rodeaban en plena ciudad, ajenos a lo que estaba ocurriendo. Cerro sus ojos y mientras mordia sus labios, sus caderas dibujaban pequeños circulos, acompañando mis movimientos. No tardo mucho en tener un orgasmo que la hizo gemir, arqueando su espalda. Justo momentos antes de llegar a su casa. Pare el coche, ella se compuso la ropa y me dio un tierno beso y dandome un tierno beso dijo:
- Esto no quedara asi. Tenemos que repetirlo.
Me marche con una sonrisa en los labios y con el descuido de haber dejado su tanga en mi bolsillo. La idea de que ella iba sin ropa interior me hizo pensar que la proxima vez seria mucho mejor ...