El inicio de mis infidelidades
El me ayudó al ver mis intenciones, se quitó el pantalón y los bóxer y salió su verga muy parada ya de la excitación, la metí en mi boca
Todo empieza cuando mi marido y yo tras haber tenido bastantes problemas por celos míos hacia el y suyos hacia mi, y viendo un programa que se llama tabú que trataba ese día sobre las parejas swinger... Decidimos convertirnos en una pareja open mind.
El acuerdo me permitirá a mí tener dos días cada dos meses para tener sexo con otros hombres, con el consentimiento de mi marido.
Los requisitos son simples, debe saber mi marido donde, cuando y con quien estaré, debe ser en un motel, y debemos usar protección.
Obvio también debemos ser discretos ya que nuestras familias no saben sobre este acuerdo.
Así pues empezamos a buscar personas, hice una cuenta en tapatíos y puse una foto de mi suculento trasero, en la información puse que era casada buscando aventuras y dentro de muy poco tiempo tuve muchísimos mensajes de personas interesadas en ser mi amante .
Hicimos una eliminatoria y cuando estuve a punto de Salir con uno, mi moral no me dejo y tuvimos que aplazar el encuentro.
Así pasaron algunos meses, hasta que después en diciembre del
2012 nos volvió a llegar la idea, mi marido quería compartirme y yo quería ser compartida. Pero decidimos que primero tendríamos que abrir nuestras mentes... así que fuimos a un cine porno... Llegamos y ni siquiera veíamos la película, yo traía puesto un vestido color mostaza, manga larga y escotado, elegimos este vestido porque sería muy fácil de levantar y de volver a acomodar si se daba la oportunidad de que fuera penetrada por un desconocido.
Ya en el cine fuimos a la parte de más arriba en donde esta más oscuro que en todo lo demás... Ahí mi marido me quito la tanga que traía, se desaprovechó el cierre del pantalón y se sacó su verga, empecé a hacerle un oral a mi marido y loa hombres que se dieron cuenta alrededor de nosotros empezaron a acercarse y empezaron a tocarme las nalgas, la vagina, los pechos y mi culito, yo estaba muy excitada pero no teníamos condones por lo cual sólo quedó en eso, una buena acariciada.
Orgullosos de nuestro gran paso, decidimos hacer otra cuenta en tapatíos, puse una foto de mis nalgas y buscaba lo mismo que en la primer cuenta. Un "amante". Preferí no decir que tenía acuerdo por seguridad, porque luego te tratan como puta y ese no era el objetivo, simplemente queríamos que me cogiera un extraño, al que al menos tendríamos su número, fotografías y el lugar a donde iríamos, por seguridad.
Bueno, así en menos de un día teníamos una lista de más de 70 hombres deseando ser ese amante, hicimos una eliminatoria con los que no eran groseros, que me mandaron fotos y que no eran cursis ni empalagosos (ya que no buscaba una relación sería, solo sexo) y empecé a contactar por whatsapp, fue frustrante porque cuando eres directa y pides sólo sexo te piden salir a comer, a pasear, a tomar un café, y yo sinceramente no puedo ni quiero intimar en mi vida personal... Así que encontrar a ese amante resultaba más difícil de lo planeado.
Inicialmente sólo podía los sábados, pero uno de los interesados, Tito, me dijo que si nos veíamos un miércoles, nos pusimos de acuerdo mi marido y yo y luego yo y Tito, le dije que si y quedamos en vernos en centro sur si mal no recuerdo a las 3pm.
El día del encuentro me puse una falda negra de polipiel, muy entallada que me remarcaba las nalgas y una blusa negra.
Cuando llegue a centro sur, estaba muy nerviosa pues era la primera vez que le ponía "el cuerno" a mi marido con su permiso, meses atrás le había puesto el cuerno de verdad al ir a visitar a un maestro de mi antigua escuela y acabe haciéndole un oral... Ya teníamos mi marido y yo el acuerdo, pero el maestro era una de las personas prohibidas ya que habíamos tenido una relación antes de que yo me casara. Ósea era mi ex.
Fuimos a un motel del Mante, muy bonito por cierto, muy sensual con sus luces rojas en la habitación, llegamos y primero nos besamos, el se recostó en uno de los sillones, yo me puse arriba de el y nos seguimos besando, empezó a desabrocharme la blusa y a dejar al descubierto mi brassier, lo hizo a un lado y empezó a besarme las bubíes de una manera apasionada, me empezó a calentar eso, así que me baje de el y del sillón y le desabroche el cierre del pantalón, el me ayudó al ver mis intenciones, se quitó el pantalón y los bóxer y salió su verga muy parada ya de la excitación, la metí en mi boca y empecé a hacerle un oral, empecé a jugar con su verga en mi boca, combinaba los lengüetazos con mis caricias, el empezó a acariciarme las nalgas, sólo lo escuchaba jadear de la excitación de la mamada que le estaba dando y también decía que ricas nalgas tengo.
De repente se paró y me llevó a la cama, me acostó y solamente me subió la falda se puso el condón y se puso arriba de mi, empezó despacio a meterme su verga en mi vagina y una vez que entro empezó a subir la intensidad, no pude evitar pensar en que me estaba gustando que me cogiera un hombre casi desconocido y con el permiso de mi marido, pero trate de no pensar tanto en eso y enfocarme en disfrutar lo más posible la buena cogida que me estaban dando.
Me fascinaba la cogida que me estaba dando, me daba un poco fuerte y me acariciaba diciéndome que estaba riquísima y que apretaba mucho, lo quite de encima de mi y me voltee poniéndome a gatas dejándole ver de frente mi rico trasero, le dije que me diera así, y empezó con mucho gusto a penetrarme más duro que en la posición anterior... Me vine y el se vino conmigo de la excitación. Descansamos un rato platicando de música, resultó que teníamos gustos un tanto similares. Y después de un rato empezó a tocarme otra vez, y a besarme, me dijo que si me había gustado, le dije que si, dijo que si quería repetir y le dije que claro! Así que me puse arriba de el, le di unas cuantas chupadas a su verga y se puso el condón, me acomode y me metí Su verga en mi vagina y empecé a cabalgarlo como loca, mientras tanto el besaba y acariciaba mis pezones tan excitada como yo... Me vine un par de veces y el jugando me dijo que le pasará la receta a su mujer ya que con trabajos se venia una vez, yo le dije, no hay receta, sólo hay que tener ganas de coger rico, seguí moviéndome fuerte arriba de el y el me empezó a masajear las nalgas, me empecé a excitar aún más y le dije que me vendría otra vez el me dijo que también le faltaba poco para venirse así que saque fuerzas y le subí la intensidad de la cabalgata haciéndolo venir y viniéndome yo también.
Descansamos y nos dimos cuenta de que ya había pasado hora y media desde que llegamos al motel, empezamos a arreglarnos para irnos y al verme acomodarte la falda me dijo que quería cogerme de nuevo le dije que yo por mi no había problema y me puse en la cama, me recostó de nuevo y tras un nuevo condón me empezó a penetrar, me daba duro y rápido empecé a jadear y después de unos 5 minutos de embestidas nos venimos ambos ya cansados por las tres sesiones que tuvimos en esas casi dos horas.
Nos arreglamos y yo le mande un mensaje a mi marido preguntándole donde nos veríamos, a lo que el me respondió que estaba enfrente del motel, me dijo que dijera a tito que me sólo me sacará del motel en el coche y me dejará en el puente para atravesara el periférico. Así lo hice, y una vez despidiéndose de Tito me crucé y ahí vi a mi marido, estaba muy nervioso pues era la primera vez que compartía a su mujer con su consentimiento y me pregunto que como me había ido, yo sonreí y le hice una seña con la mano diciéndole 3, primero no entendió y luego captó que me refería a que me había cogido 3 veces, lo cual le alegro ya que no había sido en vano su permiso. Nos fuimos a la casa y llegando mi marido me dio una buenísima cogida en la sala y después otra en el cuarto mientras le platicaba y me preguntaba sobre los detalles de mi encuentro con Tito.