El inicio de M.A. Berger
Este es el inicio en el sexo de mi mejor amigo, que es encargado de un hotel en un centro vacacional de México. La vida oculta de sexo en los hoteles vacacionales de mi país.
El inicio
Los inicios, me llamo Miguel Antonio pero me dicen Berger, por mi apellido Bergem, soy en cargado de un pequeño hotelito en un lugar vacacional de México y resultado de la visita de un noruego, que hizo sus gracias con mi Madre, para no hacer larga la historia, gracias a mi padre salí mejor que varios de los lugareños de aquí, lo que me ha dado mucha suerte con las mujeres ahora imagínate que podía hacer como encargado del hotelito de la familia.
Empecé a los 15 con una Brasileña cuarentona que durante sus tres días de visita, me volvió un necesitado de sexo.
La tipa llego con dos de sus hijos de vacaciones y la verdad era de un cuerpo imponente, como a mi me tocaba la guardia de las 11 pm a 6 am y estábamos en temporada baja, pues no había mucha gente, la tipa me cacho a las 12 pm jalándomela con una revista de caballeros a un lado del mostrador, ella ante mi espanto solo me puso uno de sus dedos, en mis labios haciéndome guardar silencio y tomo mi pene en sus manos, bajando para engullirlo todo, en ese momento perdí mi virginidad, a la tipa no le dure ni 5 minutos cuando soltaba grandes chorros de leche, directo a su garganta, que sensación mas intensa el que te succionen cuando estas eyaculando.
Me tomo de la mano y me dijo que si tenia una habitación vacía, yo todo distraído le di las llaves del bugallow que era el equivalente a la mejor suite del hotelito.
Ella se quito el top de sus pechos y me hizo comérmelos uno a uno
Después me hizo chuparle su clítoris a la orilla de la cama, para terminar atrapándome con sus piernas y marcarme el ritmo de la penetración, que rico pero igual no dure mucho.
Yo estaba como en un sueño, ella me acostó y comenzó de nuevo a mamar hasta que estábamos en pleno 69, cuando ya estaba listo para la acción cambio de posición y la engullio completa colocándose encima de mí y ofreciendo sus pechos
Esta vez si le aguante algo, en cuanto me vine se levanto y me dijo que mañana a la 1 am vendría para continuar el entrenamiento.
Tres noches intensas marcaron toda mi vida, despertaron en mi grandes sensaciones y me hicieron con el tiempo una maquina de sexo.
Continuara .