El inflexible y estoico CARTUZ
Desde mi primera narración hace un año, ha habido momentos de todo tipo
El 12 de abril Carlos publica una narración nueva y petan mi correo. Ya tenía varios correos por responder, con preguntas sobre cómo me iba la vida, si había tenido encuentros íntimos con Carlos, era algún correo algún día, poca cosa y ha sido salir su publicación y no es que me colapsaran el correo pero está cerca. Sospechaba al leer su narración que esto podía pasar, pero nunca a este nivel. Tampoco imaginé que si escribía algo hiciera mención a nada, pensaba que el día que volviera a publicar daría alguna explicación simple. Carlos y no es que lo diga yo sola, los que más le conocen lo dicen continuamente, que es una caja de sorpresas. Como su actitud y cómo encara su vida y sus situaciones. A todo responde que hay cosas peores y no lo entiendo, como también me cuesta ver cómo ha planificado todo y cómo planifica hasta el último detalle. Cualquiera y me meto también, estaría más preocupada o cagada, de lo que está él, que se preocupa por tonterías, por nimiedades, como un correo que ha programado y está nervioso, preocupado por si no llegara, UN CORREO es su mayor preocupación. Como me es imposible contestar todos los correos, pensé en esperar el desarrollo de los acontecimientos y contestar de esta forma y que me disculpen por no contestarlos de forma individual. Por eso cuando veo mi bandeja de entrada me pongo en contacto con Carlos, teniendo una corta y cortante conversación. Cortante porque está a sus cosas y repasando no dejarse nada sin hacer. No lo noto ni enfadado, ni preocupado, sigue con sus bromas habituales y aunque por móvil no le veo la cara, se siente su sonrisa. Esta es parte de la conversación. (No he escrito nada antes, porque esperaba ver cómo se desarrollaba todo y ver a Carlos, que eso era importante porque a mí me diría mucho)
* Hola, antes de nada, cómo te encuentras?
* Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, caminando hasta estar bien del todo, pero de momento de lujo.
* Quería hablar de un par de cosas, te viene bien?
* No estoy con muchas ganas pero adelante. Qué ha pasado? Problemas con Victoria?
* No con Victoria todo muy bien, es una mujer estupenda, muy trabajadora y no se le escapa nada. Es sobre tu última narración. Tengo el correo hasta arriba. Quería publicar algo, contando mi opinión, mis vivencias y como algo diré de ti, quiero que me digas si te importa, que si te importa no hago nada.
* Sabes que siempre te digo lo mismo, no es que tienes que ser libre en lo que hagas, también te tienes que sentir libre. Haz lo que creas que tienes que hacer. Ni puedo ni quiero decirte lo que debes hacer. Además sé que tienes muy buen juicio y que serás justa en lo que cuentes.
* Me revienta que seas siempre tan correcto. Ya podías decir que si o que no, o poner algún condicionamiento, no sé, esto si puedes decirlo o de esto no puedes hablar.
* Soy así y difícil de cambiar.
* Seguro que un día encontrarás a alguien que te haga ver el mundo de otra manera o por lo menos que veas más cosas. Y ahora me puedes decir y quedar entre tu y yo, si estás en Madrid o Barcelona?
* Jajaja Jajaja, buen intento. Qué más da donde este.
* Victoria que sé que lo sabe no se le escapa nada, ni poniéndole trampas. Es casi tan hermética como tú. Te puedo hacer una pregunta?
* Ya sabes lo que opino cuando me hacen esa pregunta. Por eso te digo que NO.
* Me da igual, te la voy a hacer. Por qué no has querido que nadie esté junto a ti en estos momentos?
* Jajaja Jajaja, pregunta a mi hermano, pregunta a Victoria, no me gusta molestar a nadie y antes de que te des por ofendida, Mis trances los suelo pasar solo, conmigo mismo y antes de que me preguntes, para pasarlo con alguien o simplemente hablarlo tiene que existir una conexión muy especial.
* Que sepas que no me convence y que no lo entiendo y más cuando tú, eres el primero en estar cuando alguien está jodido. Si quieres te contesto a tus correos y veo si ese correo que te preocupa tanto se envía cuando lo has programado, como si te llega alguna contestación importante.
* Jajaja Jajaja, muchas gracias, es un detalle, pero no te preocupes, en ese correo electrónico, no me va a llegar nada y si me llegara, no creo que fuera algo que me llenara, que me hiciera ver de otra manera la vida.
Seguimos nuestra conversación “discusión” que al final nos llevó una hora. Me quedo buen y mal sabor. Porque me gusta hablar con él y oírle, no me gusta su hermetismo. En una parte de la conversación se lo dije, que seguro que una que yo se me, si le llamara hablaría y le permitiría verle, esperaba que me dijera que no, que estaba borracha o cualquier respuesta para escapar y sentí su sonrisa en mi oído acompañada de un silencio y no entro al trapo. En los comentarios que han aparecido en los comentarios de sus narraciones, él podía haber dicho mucho y dejarme a mi marido y a mí en entredicho. Hubo sobre todo en el último, algún comentario un poco injusto y a pesar de eso, el como siempre, el hombre tranquilo.
En mi última narración os conté cómo sucedió el dejarlo con Carlos. Fue una decisión de mi marido y aunque antes de hacerlo no me dijo nada, lo apoyé en todo momento, a pesar de que me diera mucho dolor esa decisión, en ese momento apoyé a mi marido porque primero es él y hoy sigo apoyándolo. Cuando hablé con Carlos de lo sucedido no quiso ni me permitió expresar mi opinión, los motivos. Tuve dudas de que pudiera estar enfadado, pero el tiempo y desde el primer momento, me demostró que no estaba enfadado y que nos seguía apreciando de la misma manera o más. Desde ese día hemos estado juntos, comiendo, tomando café, con más gente, solos él y yo, nunca ha perdido la compostura, siempre muy correcto e igual de bromista.
Empezaba a entenderle más, a entender porque todas sus ex se llevaban bien con él, ya hubieran sido pareja o como en mi caso, una temporada especial. Parecía que el sexo con el si tenía caducidad pero no la amistad. Creo que es el único hombre que conozco que sabe distinguir la amistad con una mujer o una pareja, sin la necesidad de sexo. Es tener mucho control. No es solo mi opinión, es una opinión que he recabado de más mujeres.
Mi relación con mi marido iba bien, el sexo después de conocer a Carlos fue mejor, aunque si hubo un cierto relajamiento en nuestras relaciones sexuales, estaban en el punto intermedio de antes de conocerlo a cuando estábamos con él. Mi marido con frecuencia me preguntaba si en algún momento no lo echaba de menos (sexualmente) y no le mentía, que si me acordaba de él y sin preguntármelo le confesé que más de una vez me masturbe pensando en Carlos. Igual que cuando manteníamos relaciones sexuales pensé en él y mi marido me reconoció que a él le pasaba lo mismo en algún momento. También en nuestras relaciones, no siempre, pero si alguna vez fantaseamos con el de viva voz. Me daba rabia ver y saber con mujeres que se acostaba. Incluso envidia y a pesar de que en su momento le anime a enrollarse con Elvira, me ponía de los nervios cuando veía las maniobras de Elvira por atraerlo, aunque Carlos parecía inmune a sus encantos. Tampoco acudía mucho a su casa del campo, íbamos más el resto que él, que estaba en Valencia al pie del cañón de la reforma de su nuevo ático. Tanto mi marido, como comentarios que llegue a oír y situaciones que viví, Carlos desde que decidió tomarse más tiempo para él y para hacer otras cosas, le aparecieron más pretendientas. Parecía que no se enteraba, pero sé que él se daba cuenta. A ninguna le seguía el rollo, me refiero a que no se daba por aludido, aunque sé que con alguna hubo tema.
En esta travesía he conocido a amigos suyos que lo conocen bien y he aprendido a conocerle mejor. Sin estar juntos esos amigos, coinciden en varias opiniones de Carlos, la principal, que gestiona a la perfección todo lo que es material, alaban y envidian a partes iguales el ojo clínico que tiene, negocio en el que se mete va para adelante, dicen que el acompaña la suerte, mi opinión era que además de la suerte son el esfuerzo y las horas de trabajo que echa. El mismo no cree en la suerte pero sucedió algo que por lo menos me hace dudar. Si estuviera Carlos leyéndome mientras escribo me diría una frase que dice en sus reuniones cuando alguien se pone a divagar, “vamos al turrón” pues eso iré al turrón. Como he recibido muchos correos y la verdad los contesto a todos por igual, porque me pregunta por alguna novedad y contestó “sin novedad” pero como ha habido alguna las narraré aquí para no hacerlo de forma individual. Un día comiendo fuera de casa con mi marido vimos a alguien que creíamos que era Carlos, pero no lo era y nos llevó a la conversación de Carlos y nosotros. Hablamos y mi marido me explico que no se sentía bien, que le apetecía volver a tener esa relación especial con Carlos, mi contestación a su pregunta de si me apetecía fue clara sin ser clara, porque no quería que se sintiera obligado a nada y quería que se sintiera bien y no tuviéramos movimientos sísmicos en nuestra relación. Me alegré de su decisión, que era que pensaba hablar con Carlos para volver a nuestra etapa anterior. Solo decirme eso me excito y en cuanto llegamos a nuestra casa tuvimos un momento fenomenal. Esa semana mi marido iba a estar con Carlos y sabía que algo le diría. Esperé expectante a que llegara a casa y quise esperar, no demostrar mi interés.
* No te quedes mudo, no te hagas el interesante. De que habéis hablado?
* No te va a gustar. Ya te lo aviso.
* Suelta lo que quieras, pero suéltalo ya.
* Ha dicho que no.
* Cuéntame lo que ha pasado, como se lo has dicho?
* Le he dicho, Carlos me he dado cuenta de que me he equivocado y lo he hablado con Adri y está de acuerdo conmigo. Te parece que volvamos a nuestra relación especial? Y ya sabes cómo es él, sin despeinarse, me ha dicho que no, que estamos bien como estamos.
* Y qué más?
* Nada más, porque no he sabido qué decir, me he quedado en blanco.
Mi marido algunas veces era de lo que no había y aunque fue él quien me dijo que lo hablara con él, que ya lo tenía pensado, decidí ser yo la que aclarara todo, porque lo mismo como fue mi marido quien quiso cortar, Carlos no estaba seguro o tenía dudas. No quería que fuera uno de los días que coincidimos trabajando, quería que fuera un día tranquilo y sin nadie que molestase. Se daría pronto porque íbamos a ir al campo ese fin de semana y él también. Estábamos en la casa de campo y él no estaba, algo que se estaba volviendo habitual. Hasta que vimos llegar un camión de tamaño mediano. Él iba abriendo paso con su coche. Aparco nos saludó con la mano y del camión empezaron a bajar muebles que si me los dan a mi directamente les prendo fuego. Hice un comentario en ese sentido y Ray me dijo que me quedara bien con la imagen, porque cuando Carlos les metiera mano iba a flipar. Una faceta nueva, le gusta el mobiliario con muchos años y contra más mejor y darles otra vez un uso. Ray me dijo varios muebles que había recuperado y que yo conocía. Como la puerta de su dormitorio que siempre me llamó la atención.
Los metieron todo en una edificación que había muy cerca. Vino pago a los que habían traído todo y ya habló con nosotros. Elvira le entraba a saco y Carlos seguía en su postura de no inmutarse. La comida divertida como siempre y después de la sobremesa que es lo que más le gusta a Carlos, dio un suave golpe a la mesa diciendo que se iba a dar un baño a la piscina. Aquí hubo diversidad de opiniones y nadie se decidía, me apunte porque nadie más decía nada. Se que pasaría un poco de frío pero con suerte, Carlos me haría entrar en calor. Me fui a preparar y me puse un albornoz encima de mi desnudo cuerpo y cogí una toalla para la cabeza. Estaba Carlos esperando, al igual que yo, llevaba un albornoz. Cuando le dije que ya estaba dijo que había que esperar a Elvira y Daniela. De los hombres ninguno se apuntó. Todos a bañarnos y como siempre lo que me llamó la atención el cuerpazo de la “guarra” (cariñosamente) de Elvira, se había colocado dos piercing en los pezones, que se los hacían más grandes o eso me parecía y me daba dolor pensar el daño que le tuvieron que hacer y lo que le harían.
Aguante un rato dentro del agua pero rápido me salí y las otras dos un poco después. Nos sentamos en las hamacas y Carlos seguía nadando sin parar como si estuviera solo. No me había salido bien en principio el tratar de quedarme sola con él. Me di cuenta de las miradas de Elvira hacia Carlos y alguna que otra de Daniela y al salir del agua más. Nos fuimos hacia la casa y en el camino le dije que quería hablar con él, su respuesta como siempre atenta, “dame tiempo para vestirme y hablamos?” y así lo hicimos nos vestimos en al salir Carlos estaba de risas con los demás, animando como siempre. Al verme dijo que le disculparan, me agarró de un brazo muy cómplice y con la mirada doliente de Elvira nos fuimos a su rincón, un sitio que no era fácil que nadie entrara. Nos sentamos en los sillones que tiene e iniciamos mi conversación.
* Quería hablar de lo que habéis hablado tú y mi marido. Que no es muy expresivo.
* O lo mismo que yo y lo reconozco soy un poco cortante. Pero va, dime que quieres saber o que quieres que hablemos.
* Me resulta violento o más que violento con vergüenza. Entendiste bien lo que te quiso decir mi marido?
* Creo que si le entendí, que quería que volviésemos a estar juntos los tres. Era eso?
* Si.
* Pues le dije que no, no sería bueno. Aunque a él le dije si no recuerdo mal, solo que no.
* Puedo saber el motivo? Ya no te atraigo? No te gusto?
* Me sigues gustando, atrayendo, pero eso no es el motivo de mi no. He dicho que no porque por costumbre, tal vez una mala costumbre, no vuelvo sobre mis pasos y no retomo relaciones pasadas.
* Pero si te sigo gustando, por qué no puedes cambiar? Siempre hay una primera vez.
* Pues en nuestro caso no será la primera vez y te lo quiero explicar mejor, si hubiera partido de ti el cortar, lo mismo me lo planteaba, pero al venir de parte de Tiano, quiere decir que algo le pellizco y se asustó. Me cae muy bien y no podría estar contigo aun estando él y estar pendiente de algo que le pudiera molestar. No estaría cómodo.
* No te entiendo, es que no ha habido ninguna mujer que te haga dar un cambio ni hay ninguna que te provoque sentir la sangre por tus venas?
* Pues de momento ni la ha habido ni la hay. Si la culpa no es tuya, de haber alguna culpa sería solo mía.
* Por lo menos podías meditarlo y pensártelo.
* Lo mismo más adelante aunque te seré sincero no creo que cambie de opinión y es que además mis pensamientos están ahora mismo en otras cosas.
* No es que me vaya a separar de mi marido, pero si no estuviera con él, serías igual de taxativo?
* Te digo lo que me has oído decir muchas veces, no me gustan los supuestos o ciertos supuestos.
* Y qué has querido decir con que tienes tus pensamientos en otras cosas?
En ese momento y pidiéndome que no dijera nada, que solo lo sabía Ray y su gran amiga Victoria, me confió que pasaba y me quede helada. Era un problema médico y con la tranquilidad que lo contó parecía algo de lo más normal, aunque no era esa la realidad. Como digo lo que me asombraba era su tranquilidad y su estar inmutable. No sabía qué decirle y con una sonrisa graciosa, me acarició la cara y me dijo que respirara, que todo pasa por algo, que no lo olvidará. Me recupere y trate de ser a partes iguales profesional y amiga. Acabamos hablando de las cinco etapas del duelo, no sé cómo llegamos a ello y con una tranquilidad más que sorprendente me dijo que de eso sabía mucho, “ etapa de la negación, de la ira, de la negociación, de la depresión y de la aceptación” quise ser muy profesional y es que no me dejo, porque me decía “existe otra que es tal vez la más importante, la etapa del cansancio. Lo peor es quedarte paralizado y el miedo. Ni estoy paralizado, ni estoy con miedo, me toca reírme, Jajaja Jajaja” y termino de esa manera. Fui para hablar de una cosa y salí que no sabía dónde estaba. Estando con todos Carlos estaba de lo más elocuente y divertido, le miraba y no le entendía, ese humor.
Algo más que me sorprendió, por la mañana salió a correr como siempre y al terminar sus ejercicios y algunas cosas de su trabajo. Se iba a trabajar en la recuperación de esos muebles y otros que ya tenía, acompañado de música en volumen alto. Entre y me puse a hablar con él, no quería entrar en nada de la conversación del día anterior y hablamos de cómo estaba afectada las personas con el virus. Todo versó sobre ese único tema. Hasta que llegó Victoria y entró con Ray. Se quedó cortada al verme y contuvo el genio que traía, Carlos no se si por darse cuenta de cómo venía o que en verdad no le importaba que estuviera, les dijo que podían hablar en mi presencia que me había contado lo que le pasaba. Discutieron porque un médico amigo de los tres fue el que buscó dos sitios donde tratar lo que le sucedía, uno en Barcelona y otro en Madrid. Se preocupó porque Carlos no había dado señales y le “regañaban” muy serios y Carlos no dejaba de sonreír, les tranquilizaba y les decía que ya estaba todo decidido, que no se preocuparan. Mi sensación más profesional, que les decía lo que ellos necesitaban oír aunque no fuera de esa manera o no como ellos pensaban. Quise aportar algo y por lo que dijeron, me ofrecí a estar con él los días que hicieran falta o que nos turnáramos. Victoria sarcástica me dijo “si logras que aquí el SEÑOR CABEZÓN, diga a ese ofrecimiento que si, invito a una mariscada para todos” y Carlos me dijo que no apostara. Que ya lo tenía todo previsto y solucionado, que podíamos seguir con nuestras vidas sin alterar nada.
Regresando a algunos comentarios, al finalizar nuestra relación íntima y analizándolo con frialdad, por ningún sitio veo que haya sido una muesca en la vida de Carlos, sé que nos aprecia y nos quiere a los dos. Carlos en todo momento ha sido muy sincero con los dos, por separado y juntos. Que no ha querido para justificarse contar una conversación que hubo entre los tres y el que mejor hubiera quedado de saberse es él. A los correos preguntándome por lo que ha pasado, no puedo desvelar más de lo que él ha podido desvelar, pero bajo mi responsabilidad diré que ha sido algo que no siendo una enfermedad en sí, ha sido algo de complicada solución y de mucha más complicación la recuperación. Lo bueno en Carlos, que tiene una salud de hierro y el físico que tiene es muy importante y no hay que olvidar la parte psicológica, que no hace un mundo de lo que está pasando ni tampoco maldice ni se queja, lo asume y lucha con su esfuerzo, no se desespera y ha sabido asumir que de la fracción de tiempo que puede tardar en estar bien, el parte de la peor opción, sabia decisión para no desesperarse. Pero soy optimista y por las informaciones que tengo, su recuperación va mejorando de forma importante por días.
Le he recomendado que sea con quien sea, se desahogue de forma sincera, no hay nada mejor que soltar lo que se tiene dentro. Se ríe y me dice que en cuanto pueda hará un casting. El resto ya sabe lo que ha pasado y Elvira no ha tardado nada en ofrecerse para cuidarlo, se lo dije a Carlos y hubo unas carcajadas por su parte. Me sigue fascinando el que no pierda el humor. Le pregunté por un comentario que escribe una mujer y que él recomienda una canción, está en el último comentario. La escuche y lo primero que pensé fue que era esa mujer X y se lo pregunte. La contestación fue sincera lo note, “que yo sepa no y es casi imposible porque no creo que ni remotamente vea esa página y si lo hiciera, no la veo escribiendo ningún comentario” como supongo que él la conoce bien, lo daré por cierto.
Para resumir, me gusta y nos gusta (a mi marido también) la buena relación de amistad que tenemos con Carlos. Una amistad sincera y que por desgracia no hay una relación sexual, pero sí íntima en lo personal, con mucha confianza. Hemos llegado a entender sus motivos para renunciar al sexo con nosotros y sus argumentos son sólidos aunque no los compartamos, pudiendo existir una posibilidad de tener algo más, así lo veo yo aunque mi marido no lo vea así. Porque percibo que le sigo atrayendo y él a mí, también, si un día se diera esa circunstancia, le haría una propuesta irrechazable.
Hasta aquí era lo que iba a publicar, pero me enteré que iba a poder verlo y quise esperarme, no modificar nada de lo escrito y si es pertinente escribir algo más. La que me informó de que lo vería fue Victoria, mujer enigmática, seria pero con una amabilidad especial. Sustituye a Carlos al frente de todo y tuve que trabajar con ella. Era de hablar poco y escuchar mucho, en eso se parecía a Carlos o Carlos a ella. Por ella me enteré de que lo que tenían que hacerle a Carlos se lo hicieron en Valencia, tanto Ray como ella le veían una vez que se trasladó a su casa. Lo dejaron ir a su casa y pasados bastantes días podía ir a verlo, iría con Victoria, no es que él lo hubiera permitido. Al final mi marido vino conmigo sin saber cómo lo íbamos a encontrar y su ánimo. Lo primero que nos dimos cuenta que había perdido peso, no nos extrañó cuando vimos la dieta que llevaba a base de potingues de vegetales y zumos. Con su cabeza muy lúcida y con las facultades a buen rendimiento o casi a buen rendimiento. Según él, todo como se esperaba y todo de lujo, maldita palabra, que rabia cuando se la oigo pronunciar. No quiere hablar de él y me ofrezco a cocinar, voy a hacer una paella que es lo que más le gusta. Una curiosidad de su sarcasmo, las conversaciones las realiza todas con altavoz. Le llama uno con el que rápidamente cualquiera se daría cuenta de que existían diferencias. Un hombre que me doy cuenta que quiere liarle y Carlos se da cuenta también, porque Carlos le decía cada dos por tres, señor Vidal, esto o aquello, el apellido no es el original. Hasta que el interlocutor muy afable le dice “Carlos, no jodas, me puedes llamar Álvaro” y Carlos con cierta solemnidad le responde “vamos a ver SEÑOR Vidal, hace dos meses nuestro acuerdo era…” sin ver al otro su tono de voz era de haberle dejado planchado. No fue suficiente porque Carlos termino de esta manera, “no me gustan que me traten de engañar ni que falten a su palabra, el contrato especifica muy bien lo acordado y no hay más que añadir, bueno si, para usted soy Don Carlos o el Señor…, adiós buenos días” no le dio tiempo ni a decir adiós. Luego llamó a Victoria diciéndole que todo estaba arreglado. El carácter seguía intacto.
En la cocina estaba con una de las mujeres que están con él, no le pondré nombre. Poco a poco fui tendiendo mi telaraña y cuando vi que era el momento empecé a sonsacarle. Carlos hablaba poco, escuchaba mucha música y por la noche se oía la radio que se había colocado en su habitación. También escuchaba todos los audios que le llevaba un mensajero y grababa notas de audio. Que no se quejaba de nada, que pasaba de analgésicos y eso sí, maldecía por no poder moverse apenas y no poder hacer ejercicios. Eso sí, no se saltaba nada de lo ordenado por los médicos, esta mujer que se dedica a la sanidad, me decía que nunca había visto a un paciente tan disciplinado. Me ofrecí a quedarme alguna vez con él si era necesario y riéndose me dijo “no que lo mismo me violas y no puedo defenderme, que no me fio de ti” y va mi marido y le da la razón. Me dio las gracias diciéndome que no hacía falta. La mujer que estaba con él “perdona que te pregunte una cosa, que nos tienes a mis compañeras y a mi intrigadas, que es o que paso el día 24?” no tenía ni idea y cuando me añadió que ese día estuvo triste y el anterior también, no sabía el motivo. Por eso como había quedado en llamar a Ray y Victoria para decirle como estaba, les llame y les pregunté, les cogió por sorpresa, para ellos ese día no les decía nada en la vida de Carlos. Le hubiera preguntado a él también pero no quería descubrir a la mujer. A ella le dije que no era una fecha significativa en la vida de Carlos y al final me dijo que podía decir que me lo había comentado preocupada. No tardé nada en preguntarle y esperando una respuesta de encogerse de hombros, poner cara de pasa o decirme que no había nada, se limitó a no contestar y salirse por otro lado. Más intriga para mí, algo quería decir el 23 o 24 de abril. Qué es lo que significaría?
Mi marido se marchó antes de que lo hiciera yo y me fui cuando se iba Victoria. Durante todo el tiempo que estuvimos todos juntos, Carlos no dejó de explicarle a Victoria nuevos proyectos y cómo modificarían otros. La cabeza le funcionaba a toda velocidad, porque su tiempo de respuesta era automático. La complicidad entre los dos estaba clara y de todas las personas que he conocido de su entorno, la que más le “daba” y le decía todo lo que quería, personal y profesional. No dejaron de intercambiarse piropos y reproches, sobre todo de esto último por parte de ella, le informó de numerosos cambios que había hecho y sobre cinco personas que había contratado y que ya las conocería. Carlos rechisto algo pero no mucho porque ella le dijo que le daba igual lo que dijera. Rematando y acabando y sentenciando, “tu técnicamente eres muy bueno, no lo puedo discutir, pero administrativamente dejas mucho que desear y como ese es mi terreno, a callar o a sustituirme” la decisión, se quedó callado y la soltó un “piropo” que no puedo reproducir aquí, porque alguien lo podría interpretar mal, cuando ambos se rieron. Pero en frío, escrito no se vería igual. Al llegar a la calle de dentro me salió pedirle ir a tomar algo y hablar, ella se vino conmigo.
* Seguro que te preguntaras porque he querido tomar algo contigo?
* No me lo pregunto, sé que quieres hablar de Carlos y de eso podemos hablar poco, o mejor dicho, yo puedo hablar poco. Carlos es más que un hermano, más que alguien de la familia.
* Pues me gustaría saber más de él.
* Mira Adriana se mucho de ti y de vuestra relación, porque os he leído, sobre todo a ti.
* Entonces te imaginarás por donde voy.
* Soy poco imaginativa, pregunta lo que desees y te contestare a lo que crea que puedo contestarte.
* Por que Carlos es así de raro o especial o distinto o lo que sea?
* Jajaja Jajaja eso no lo sé ni yo. Siempre ha sido un espíritu libre.
* Eso se ve, lo que no comprendo cómo no ha habido ninguna mujer que le haya hecho cambiar.
* Es que no es así. Si ha habido una mujer que lo haya atraído y aunque diga que ya no, estoy segura de que sigue en sus pensamientos como mínimo. El error de algunas, querer cambiarlo, porque lo veo imposible, es más adaptarse y él se adaptaría.
* Y por qué no maduro esa relación?
* La desconfianza es mala y además de desconfianza hubo mucha cabezonería. Las dos partes fueron culpables, una parte más que la otra, el que más culpa tuvo Carlos, bajo mi punto de vista. Aunque sé que si ella hubiese sido un poco más confiada, solo un poco más, Carlos hubiera dejado todo a un lado y hubiera ido a su encuentro. Lo llego a tener todo planificado como siempre, aunque le he dicho muchas veces que hay cosas que no se pueden planificar, que hay que dejarse llevar.
* Y no lo ha vuelto a intentar?
* Jajaja Jajaja, ahora es imposible del todo.
* Por?
* Porque ella ahora no está sola, que tiene a alguien y porque tampoco se ha interesado más por él. Demasiado reproches y desconfianza.
* Pero eso te lo ha dicho Carlos? Porque lo mismo no es así.
* Carlos sabe lo que le interesa de quien quiere.
* Así que se enfadaron?
* Vamos a ver, igual que te digo que Carlos es el más cabezón que he conocido, te digo que si alguien se enfada con Carlos, es por la otra parte, Carlos no se suele enfadar, es como en las negociaciones con alguien, es el primero en sentarse y el último en levantarse.
Hice más preguntas y no obtuve respuesta porque entre en asuntos pantanosos, no por ser nada malo, por ser muy personales. También le enseñe una foto en mi móvil de la mujer que pienso pueda ser la que Carlos tenga en su mente. Antes de hacerlo, de enseñársela me avisó que no me iba a decir ni sí ni no, ni nada. De todas maneras se la enseñe para ver los gestos que transmitían su cara y una vez la vio, no cambió para nada. Quise entrar por otro lado, “es que conozco a esta mujer y si me preguntara o si estuviera segura que es, me acercaría para animarla a que se volvieran a ver” cómo no me contesto nada le pregunte que opinaba y su respuesta fue confusa “daría cualquier cosa por ver ese momento, pero no se dará. Porque quien sea esa mujer no se va a poner en contacto ni contigo ni con nadie, ya te he dicho que Carlos me ha dicho que está comprometida” Ya no puedo contar más ni dar más detalles, de momento todo va como se esperaba y si Carlos quiere contar más ya lo hará, que no digo que no lo haga, porque tampoco pensaba que dijera algo en su última narración. Se que me he liado un poco escribiendo, lo único que espero es que valga como contestación a todos los correos y no toméis a mal el no contestar uno a uno los correos.