El infiel (2)

Que pasa cuando descubres los limites de tu placer.

El Infiel, Segunda Parte.

"....Me dirigí al baño para asearme un poco y arreglar mi ropa, después me fui a la mesa con mi pareja y lo que paso ahí es otra historia. ", corresponde al final de la primera parte de El Infiel , lo que voy a narrar a continuación sucedió a partir del momento que llegue a la mesa donde se encontraba mi pareja Erick con un grupo de amigos.

Cuando llegue a la mesa me di cuenta de que en esos cuarenta minutos (más o menos) mi pareja se encontraba totalmente ebrio, en un estado en el cual nunca antes se había encontrado, nunca supe cuanto había bebido. Entonces, por un momento no sabía que hacer, porque no podíamos llegar a si a su casa (los dos vivimos en su casa con su mama) y exponer a que su mama lo viera en ese estado (mi pareja es muy reservado y un poco chapado a la antigüa). Así que por un momento pensé en irnos a un hotel, pero un amigo mío llamado Antonio, muy amablemente me ofreció su departamento, así que partimos en su coche: Antonio (mi amigo), Alan (el chico con el que fui infiel y que resulto ser primo de Antonio), Erick (mi pareja) y yo (Julio). No viene al caso contarles todo lo que paso durante el camino del antro al departamento de Antonio, porque se imaginaran como es el ambiente entre varios muchachos ebrios y además gays.

Llegamos a su departamento y acomodamos a mi pareja en una de las recamaras, mientras mi amigo Antonio me ayuda a quitarle la ropa, me hacía comentarios de lo bien que estaba Erick, que lo ponía caliente y que le encantaban sus pompas, mismas que comenzó a acariciar, y a mi la verdad me saco de onda porque nunca antes habíamos tenido este tipo de convivencia y no sabía que le pasaba, pero supuse que eran los efectos de la bebida. Después de terminar de ponerlo cómodo para dejarlo descansar, salimos de la recamara y cerramos la puerta y al llegar a la sala, nos encontramos con Alan dormido boca arriba, en uno de los sillones totalmente desnudo y con una tremenda erección (a pesar de que no tenia ni una hora de que habíamos cogido como locos en el antro), yo me quede totalmente anonadado presenciando esa fabulosa verga, que una hora antes había disfrutado plenamente, Antonio al verme la cara así me dice:

  • Oye, despierta, que? Te gusto su verga? – dijo Antonio mirándome a los ojos. Me quede sin habla por su insinuación, ya que se supone que el no estaba enterado de mi infidelidad con su primo Alan.

  • Mas bien tu pregunta se refiere a que si me gusto verla no? –le conteste haciéndome el tonto ante su insinuación.

  • No lo trates de ocultar, ya lo se todo, Alan me lo contó –dijo Antonio, que al ver mi cara de preocupación y de miedo continuo diciéndome- pero no te preocupes que yo no le diré nada a Erick pero con una condición.

  • Que condición? –Le conteste con una interrogante en mi cara.

  • Alan me contó que le mamastes la verga muy rico y quiero que mames la mía ahora, que dices?

  • Como crees? –le conteste yo en medio de una confusión y también un poco de excitación de ver la verga de Alan en total erección y de la propuesta de Antonio.

  • Entonces si no aceptas, tendré que contarle todo a Erick –al terminar su frase, se dirigió a darme un beso en la boca y lo acepte.

Antes de continuar con el relato, déjenme hablarles de Antonio: es un chico de 1.70, delgado, el tipo chico que siempre lo veras delgado, su piel es blanca, cabello ni largo ni corto, su cuerpo es fuerte y tiene un poco marcados los músculos y por último lo que más me ponía de él eran sus manos, me encanta ver como se le marcan las venas sobre las manos y los brazos, que como son delgados si se le notan muchísimo, que a diferencia de las manos de Alan, no eran grandes. A mi en lo personal desde que lo conocí me gusto, pero la verdad nunca había tenido la intención de provocar algo con el, sobretodo porque el es un gran amigo de mi pareja.

Continuando con el relato, el beso de Antonio me tomo por sorpresa, pero tampoco hice nada para evitarlo, así que me entregue a ese beso, mientras que Antonio no dejaba de acariciarme mis pompas y yo me dedique a acariciarle la espalda que tantas veces me había imaginado tocar y a pasar mis manos por todo cuerpo fuerte y delgado. Poco a poco nos fuimos quitando la ropa hasta quedar solo en ropa interior, ahí en medio de la sala de su departamento y mientras nos besábamos poco a poco nos íbamos dirigiendo hacia el baño y sin decirnos nada, nos metimos a la regadera. Al llegar, Antonio abrió la llave del agua caliente y mientras el agua caía sobre nuestros cuerpos, nuestras manos no dejaban de acariciarse. No hubo necesidad de decir nada, solo contaban nuestras caricias y los besos que nos dábamos, era como si siempre hubiéramos estado esperando este momento, ya que existía una comunicación tan plena entre nuestros cuerpos. Nos sentamos bajo la regadera, yo me puse de espaldas y él comenzó a enjuagarme la espalda de una manera tan rica que hacia que mi cuerpo se relajara totalmente y después de un rato yo realice la misma operación con el, continuamente pasaba mis manos sobre su verga que aun mantenía bajo su bóxer negro, que lo hacía lucir realmente muy sexy. Después de estar un rato sentados y dándonos masajes, nos pusimos de pie y nos quitamos totalmente el jabón de nuestros cuerpos y procedimos a secarnos mutuamente, realmente era como si ya lleváramos mucho tiempo juntos, porque nos comunicábamos sin decirnos nada, solo las caricias hablan.

Salimos del baño tomados de la mano sin dejar de mirarnos a los ojos, éramos como dos enamorados: así lo sentí y así me entregue a disfrutar, ese no era momento para pensar que si lo que estaba viviendo estaba bien o mal.

Como decía, salimos tomados de la mano y llegamos a la cama y yo solo opte por recargar mi cabeza sobre sus hombros y Antonio solo me abrazo y después de unos segundos, me susurró al oído:

  • He estado esperando mucho tiempo este momento –me dijo Antonio, mientras me tomaba con sus manos mi cabeza y la dirigía hacia la suya –deseo hacer el amor contigo, te amo y te necesito!!!!.

Cuando menciono esta última frase me estremecí por completo y a la vez no sabía que decirle, ya que esto era totalmente nuevo para mi, así que solo opte por decirle:

  • Soy todo tuyo –le dije y nos comenzamos a besar intensamente mientras nuestras manos se perdían en nuestros cuerpos. Realmente era un momento mágico y único y tan único que no recuerdo que con mi pareja Erick en los últimos meses haya vivido un momento igual.

Comenzó a deslizar sus labios hacia mi cuello, me llenaba de besos y solo emitía breves gemidos del gran placer que estaba sintiendo, poco a poco llego a uno de mi pezones y comenzó a pasarle la lengua alrededor, lo besaba y después lo comenzó a chupar, como si quisiera obtener algo de el, dejaba de sentir su lengua solo cuando se pasaba al otro pezón, me estaba volviendo loco con sus caricias. Antonio me tomo y me llevo a la cama para acostarme y así quedar totalmente a su disposición. Fue entonces cuando pude apreciar totalmente su cuerpo, el de pie y yo acostado frente a él, se veía totalmente sensual, su cuerpo delgado y bien formado, sin llegar a ser musculoso, pero bien duro, su espalda ancha, su cintura pequeña, su vientre plano lleno de vellos y sus dos piernas largas pero delgadas, era realmente guapo y sobre todo tenia esa mirada en sus ojos llenos de una sexualidad que nunca antes había visto en alguien más, en pocas palabras era realmente un hombre que sabía lo que tenía y sobre todo como usarlo y lo estaba haciendo al tenerme ahí a sus pies. Pero realmente lo que mas me llamo la atención fue el centro de su cuerpo: su verga, que a pesar de no tener el tamaño de la verga de su primo Alan (24 cm.), tenía un tamaño de 20 cm., pero eso si era mas gruesa y lo que me llamo más la atención es que era totalmente recta y eso efecto era demasiado excitante para mi, también estaba llena de venas y era realmente una hermosura de verga (como las que salen en las películas de Bel Ami) y sus huevos parecían llenos de leche, que yo estaba dispuesto a beber, realmente rea una verga hermosa, perfecta y muy brillante; pero como no existe un ser perfecto en le mundo, Antonio tenia un pequeño defecto: no tenía buenas nalgas.

Continuando con el relato, Antonio se acostó sobre mi y al sentir su piel caliente sobre la mía poco falto para correrme, era como si nuestros cuerpos se estuvieran fundiendo por el calor de nuestras pieles, comenzó a moverse sobre mí, mientras nuestras labios se tocaban y nuestras lenguas de cruzan entre sí, mis manos se apoderaron de su espalda, subiendo y bajando sobre ella hasta alcanzar sus pompas suaves y lampiñas. Era muy rico sentir su verga sobre la mía, las dos luchando en medio de nuestros vientres. Poco a poco me fui abriendo de piernas hasta que estas quedaron totalmente sobre sus espaldas y al fin pude sentir su verga rozando la entra de mi culo, que en esos momentos esta caliente y deseoso de sentir su verga, pero sin decirnos nada aun no era el momento para hacerlo, queríamos disfrutarlo mucho mas tiempo, queríamos conocernos más y fundirnos hasta hacernos una sola entidad. Durantes todos estos minutos, que para mí parecían horas, nuestras bocas solo emitían gemidos de placer y para las personas que han llegado a estos limites del más puro y sensual placer, de mis ojos salían unas pequeñas lagrimas de gozo. Nos dimos la vuelta de tal modo que yo quede arriba de el:

  • Ahora, mámame la verga, quiero sentir tu rica boca sobre mi verga, anda mi amor, pruébala es toda tuya –dijo Antonio al tiempo que tomaba mi cabeza entre sus manos y me daba un beso de la boca. Mi lengua fue bajando por su cuello hasta que me detuve en un pezón, al cual mordí muy lentamente, ante los gemidos de Antonio. Así fui bajando por su torso con la punta de mi lengua, hasta alcanzar su entrepierna, así estuve recorriendo con la punta de mi lengua cada rincón de esa área, me gusto mucho oler su vello púbico, limpio y abundante, después tome la verga con una de mis manos y con mi lengua seguí recorriendo ahora sus huevos, sin tocar su verga aun, los chupaba, me los metía en la boca mientras que Antonio solo se limitaba a emitir gemidos y con sus manos presionando mi cabeza sobre su vientre.

  • Ya chúpame la verga, ya no aguanto más, cómetela, ahhhhhh –dijo Antonio, ante mi tardanza ya que a su verga no le daba ninguna caricia oral.

Al sentir todo el placer de su cuerpo, comencé a recorrer toda la verga con la punta de mi lengua, mientras que mis manos recorrían cada uno de los huevos, después me metía cada uno de los huevos a la boca y les daba unas pequeñas mordidas, volví a ese pedazo de carne para comerme solo la cabeza babeante, a mi me gusta chupar la cabeza como si fuera una mamila y acariciar con una mano el resto de carne, así estuve chupando unos minutos (como recordaran en la primera parte de este relato, este es el mismo procedimiento que yo sigo cuando mamo una verga) y Antonio solo gemía de placer.

  • Ahhhhhh, esto es maravilloso, pero ya cómetela, por Dios que ya no aguanto!!!!! –dijo Antonio, mientras que todo su cuerpo se convulsionaba de tanto placer alcanzado.

Comencé a meterme la verga a mi boca y casi logre tragármela toda, hasta que sentí sus vellos sobre mi nariz haciéndome una ricas cosquillas y si logré meterla toda, la tenía toda dentro de mi:

  • Ahhhhhh, eso es cómetela, es toda tuya, no dejes un pe...dazo de verga fuera!!!

Al principio fue un mete y cada muy despacito, al meterla a mi boca la apretaba con los labios y lo mismo le hacia en la cabeza de su verga cuando estaba a punto de salir, poco a poco fui incrementando la velocidad y era yo quien controlaba la cogida que me estaba dando por la boca, mientras esto sucedía mis manos acariciaban su torso y metía uno de mis dedos a su boca y que Antonio chupaba como biberón en medio de los gemidos que emitía.

  • Ahhhhhh Era verdad –decía Antonio en medio de gemido- lo que dijo mi primo, mamas la verga de una manera tan rica que te vas a convertir en mi pareja sexual a escondidas de Erick.

A diferencia de la experiencia sexual que había tenido a penas hace como dos horas, donde había sido un poco salvaje, Antonio era todo lo contrario era muy cariñoso conmigo.

Con sus mano sobre mi cabeza, Antonio la levanto para darme un beso en la boca y nos pusimos en la posición 69, yo quede arriba y continué mamado la verga de Antonio, chupando ese rico sabor salado que de su verga salía, mordiéndola, disfrutándola y comiéndomela toda completa. Al mismo tiempo que, por primera vez Antonio tocaba mi verga (como recordaran mi verga mide 18 cm. y es delgada) y se la comenzó a chupar, alo cual yo correspondía chupándole mas la suya, era maravilloso el placer que me proporcionaba su verga y la mamada que me estaba dando. Después de unos minutos, le pido que se detenga, porque en esos momentos sentía que me venía y aun no lo quería hacer, entonces dirigió su lengua hacia mi culo rasurado, con sus manos abría más mis nalgas y yo procedí abrir un poco más mis piernas, Antonio me ataco con su lengua, sus dientes y sus labios. Besaba, chupaba y mordía mi culo como si estuviera comiendo su fruta favorita (esto era algo que siempre había deseado sentir, ya que mi pareja nunca le ha gustado la idea de mamarme el culo, aunque yo si se lo he hecho, era lo máximo, el placer solo se compara con una verga dentro), probando el delicioso sabor de mi culo abierto, tan abierto que podía meter su lengua adentro del esfínter irritado por la anterior cogida que me había dado su primo Alan, causándome gemidos cada vez más intenso de placer que por un momento olvide de mamar su verga.

Tuvimos que parar para evitar venirnos, nos pusimos de pie y nos dimos un beso en la boca.

  • Ahora quiero sentir esto –le dije yo mientras tomaba con una mano su brillante y vibrante verga- dentro de mí, dámela hasta que reviente.

  • ¡Cómo me calientas, puto! –dijo Antonio totalmente excitado-. Te voy a coger el culo como yo se que te gusta. ¡Prepárate! Desde la primera vez que te vi he deseado cogerte, puto, y ahora te voy a romper el culo con mi verga, aunque antes ya te lo haya roto el puto de mi primo. Te voy a coger como no te han follado en la vida.

Al escuchar esa palabras por un momento sentí algo de miedo, ya que hasta ese momentos se había comportado conmigo de la manera más cariñosa y ahora le estaba dando otro giro a la situación, pero no me importo, yo lo que quería era ser cogido por su verga, que no dejaba de sobar.

  • Ahora ponte a cuatro patas –dijo Antonio, cambiando totalmente su tono de voz, de cariñoso a un tanto brusco- que ya se que es tu posición favorita, me lo dijo tu pareja y hace un rato mi primo, anda puto que te voy a clavar mi verga.

Realmente su repentino tono de voz me comenzó a preocupar, pero era tanta la excitación que sentía que prefería dejarme llevar por la calentura que sentía en ese momento, así que me puse a cuatro patas al borde la cama. Cuando me tuvo a su disposición, me paso su verga por todo mi culo rasurado y caliente y me la dejo ir hasta el fondo de mi culo.

  • Ahhhhhh, esperate que me duele, ahhhhhh, - lance un grito de dolor al tiempo que me estremecía todo mi cuerpo, mientras aumentaba la velocidad y la violencia del mete y saca de Antonio.

Antonio me sujetaba de la cintura con una mano y con la otra me soltó un violento manotazo sobre una de mis nalgas, mientras que yo solo me limitaba a gemir. Ese fue el detonante para que yo comenzara a disfrutar de las embestidas que esta siendo sujeto, porque el placer que sentía incrementaba con el mete y saca que me tenía como coloquialmente se dice "me tenia babeando" y comencé a mover disfrutar moviendo mi cadera y apretando mi culo.

  • Muévete más –dijo Antonio-. Así, así... muévete como una puta. Así, aprieta el culo fuerte maldita puta, para que notes mejor como te lo destroza mi polla. Cómetela por el culo, muévete, Ahhhhhh, así .... sigue.... muy pronto vas a conseguir que me corra. Así te la metió mi primo Alan? No creo verdad?. Dime que conmigo lo disfrutas mas, anda dímelo, dime que yo tengo la mejor verga y que te gusta mas la mía, anda puta, dímelo, ahhhhhh como te mueves, así.... –mientras continuaba dándome de nalgadas, y yo estaba totalmente excitado.

  • Ahhhhhh, si, si papacito, tu la mueves más rico que Alan, ahhhhhh, dame más verga –dije sin importarme el tono de voz ni las palabras que decía, al contrario eran palabras que me prendía mucho más.

Mientras Antonio y yo nos encontrábamos en ese mete y saca riquísimo, no percibí en ningún momento que Alan se encontraba parado en la puerta de la recamara con una de sus manos subiendo y bajando de su enorme verga.

  • Que espectáculo más caliente, primito –dijo Alan, mientras caminaba hacia la cama- que diría tu pareja si viera lo puta que eres? –lo dijo mientras se ponía enfrente de mí.

  • Tenias razón, primo, esta puta si que sabe mamar la verga y mover el culo –dijo Antonio, mientras no dejaba de moverse dentro de mi culo- y yo que me enamore de ti, para ver sabido lo puta que eras, desde hace mucho tiempo ya te hubieras convertido en mi puta favorita.

La verdad yo no le preste mucha atención a todas estas palabras, que no dejaban de incrementar mi placer, solo me limitaba a disfrutar, sin importar la humillación a la que estaba siendo objeto.

  • Ya te habías tardo primito, ya estoy a punto de venir, quieres continuar cogiéndote este rico culo caliente? –dijo Antonio, mientras que Alan ponía a la altura de mi boca esa verga de 25 cm. que ya había probado hace como horas.

Así que saque mi lengua y comencé a recorrer con mi lengua esa rica y enorme verga, yo iba a comenzar a realizar mi tan acostumbrada forma de mamar una verga, pero Alan tenía otros planes, tomo mi cabeza con sus dos manos y comenzó a cogerme por mi boca, tomando el mismo ritmo que llevaba Antonio en mi culo y de pronto me encontré dentro de lo que hasta ese momento había sido mi mayor fantasía sexual reprimida: un trío y que yo me encontrara en medio de los dos, como ahora lo estaba haciendo, dije reprimido, porque nunca mi pareja hubiera aceptado hacer uno, y ahora me encontraba con su mejor amigo y con el primo de este, una verga en el culo y otra en la boca. Era como estar en un sueño.

  • Ahhhhhh, ahhhhhh ya no aguanto voy a terminar dentro de este culo, aprieta más tu culo. . . así ... ahhhhhh te voy a llenar el culo con mi lechita, ahhhhhh eres maravilloso, te quiero, siempre te he querido – dijo Antonio, ahora con el mismo tono de voz que me había enloquecido al principio.

  • Si, échamelos, quiero sentirte hasta dentro de mí, dámelos –dije yo sacándome la verga que tenía en la boca.

  • No te la saques, sigue chapándola – dijo Alan, bajando la velocidad de su mete y saca de mi boca.- No Antonio no se los eches en el culo los dos vamos a bañarlo con nuestra leche.

En ese momento Antonio saco su verga de mi culo dejándome una gran vacío en mi ya adolorido culo y puso también su verga a la altura de mi boca, entonces ahí estaban esos dos sementales sobándose la verga mutuamente en mi cara mientras que yo le pasaba la lengua a cada verga, hasta que la primera en venirse fue Antonio y los primeros cayeron en mi lengua y el resto fue cayendo en mi cara y a los pocos minutos Alan también se corrió en mi cara, llenándome la cara de esa rica leche caliente que ustedes ya han probado. Yo solo me limite a limpiarles la verga a cada uno de ellos y exprimiéndoles las últimas gotas. Que sensación tan rica sentir como una verga va regresando a su tamaño normal dentro de la boca (era la verga de Antonio), de la habitación solo se escuchaban gemidos y mientras los primos se besaban, yo me levante y me uní a ellos y terminaron de limpiarme mi cara con sus lenguas, eso realmente termino por excitarme más de lo que ya estaba, yo aun no me había venido y me estaba masturbando.

Pero Alan aun tenía planes conmigo, ya que a pesar de haberse venido hace unos minutos, su verga aun mantenía aun su erección (como recordaran, paso lo mismo en la primera parte de mi relato) y se acostó en la cama boca arriba sujetándose la verga por la base con las dos manos para no perder su erección.

  • Aun no terminamos contigo, puta –dijo Antonio- Voy a seguir reventando tu culo caliente, porque se que tu eres una golosa que no tiene para cuando llenarse de verga. Voy hacerte llorar de dolor, así que no te quedes ahí parada y vente a montar a este semental. Esas palabras agresivas me ponían a mil.

  • Anda mi amor –dijo Antonio, susurrando a en mi oído y empujándome hacia donde se encontraba Alan acostado, y con el tono de voz mas cariñoso que nunca- Siéntate en esa rica verga y húndela en tu culo hasta que sientas cosquillas en tus huevos con esa mata abundante de vellos que tiene.

  • Anda, puta que te voy a partir el culo en dos, que de por si ya lo has de tener bien abierto por las dos cogidas que ya llevas esta noche verdad? –dijo Alan, moviendo sus manos de arriba abajo sobre su verga.

Puse una pierna a cada lado de su cuerpo y ayudado por Antonio me fui poniendo en cuclillas, hasta que me deje caer lentamente y mi culo entro en contacto con la verga de Alan, que era dirigida ahora con la mano de Antonio y me fui metiendo con cuidado la enorme cabeza de la verga de Alan, (la verga de Alan era mas larga en cambio la de Antonio era mas corto pero mucho mas gorda) así que por le grosor no tuve problemas al momento de empezar a meterme el cuerpo de la verga, pero el largo era demasiado para mí, hasta que entro en su totalidad todos esos 25 cm. de vergota. Empecé a moverme primero en círculos con mi cadera sin sacar ni un centímetro de esa rica verga, hasta que me acostumbre a su tamaño

  • Así, así –gemía Alan-. Comienza a cabalgar, puta, anda brinca sobre mi verga, muévete- dijo Alan.

Así que comencé a subir y bajar sobre ese pedazo de carne palpitante. Al mismo tiempo Antonio comenzó a chuparme la verga y fue algo que no se puede describir la sensación de tener una verga en tu culo rompiéndolo y una boca en tu verga, quien lo ha sentido sabe a lo que me refiero, te pierdes del mundo, no sabes nada, no piensas en nada, solo quieres seguir gozando y apretando tu culo.

  • Cabalga más de prisa, puta. Aprieta duro el culo. Ahhhhhh!!!! Que rico culo como lo aprietas así, que bien lo mueves. A partir de ahora no vas a querer mas verga que la mía y la de Antonio, serás nuestra puta, muévete como puta, así.

  • Sigue, papacito, sigue! –exclamé -. Que rico, que rico, dame toda tu lechecita dentro de mí. Ábreme el culo, pómpemelo, párteme en dos mi culo y tu dejes de chuparme la verga, ahhhhhh, que me vengo, me vengo, ahhhhhh, en ese momento Antonio saco de su boca mi verga y me vine sobre el pecho de Alan, era delicioso venirme mientras que mi culo apretaba aun más su verga, hasta lo huevos me dolieron cuando me vine.

  • Ahí te van puta, ahí estame leche, ahhhhhh –dijo Alan, poco después de mi venida, sentía como su leche salía de mi culo y escurría sobre su vientre.

Me deje caer exhausto sobre su cuerpo, quien totalmente extenuado y cubierto de mi leche, me recibió con un abrazo. Los dos quedamos así durante unos momentos, abrazados, llenos de leche y muertos por el cansancio y la violencia de la cogida que me habían dado los dos primos, también Antonio se unió al abrazo y nos quedamos los tres totalmente abrazados hasta que me acorde que mi pareja esta durmiendo en la otra habitación.

Escríbanme si les gusto: jjra2304@hotmail.com, este es un relato de la vida real a partir de estos dos días mi vida cambio totalmente, aun sigo con mi pareja, pero como disfruto de esos momentos de infidelidad. Después voy a continuar relatando otros hechos que me han sucedido, porque ahora aprendí a disfrutar de mi sexualidad.

Mi nombre es Julio y tengo 24 años, actualmente tengo una relación de aproximadamente 8 años con mi pareja de nombre Erick, quien tiene la misma edad que yo. El sábado pasado salimos a un antro con un grupo de amigos, ahí es donde comienza este relato.

En la mesa donde nos encontrábamos todos, llego un tipo de nombre Alan, el cual cumplía con todos los requisitos que me gustan de un hombre: delgado, mide 1.74, su cuerpo fornido y espaldas anchas, las manos grandes y con la venas muy notorias (eso es algo que me gusta mucho ver en las manos de los hombres), llevaba un pantalón entallado del cual sobresalía un gran bulto, de la cara no era muy guapo, pero en general para mi era muy atractivo.

Durante el tiempo que estuvo en la mesa yo notaba que el me miraba con insistencia, pero en ese momento no le preste mucha atención a eso, fue hasta que una vez en la pista, cuando yo bailaba con un amigo (a mi pareja no le gusta bailar y el disfruta mas estando en la mesa sentado platicando con los amigos y a mi en lo personal me fascina bailar) a nuestro lado llego Alan con otro tipo bailando y ahí fue donde ya comenzó el coqueteo conmigo. En una de esas canciones muy bailables me toma de la mano y se acerca mas para bailar pegado a mi, yo lo tome como relajo, ya que ese tipo de juegos los hago con mis amigos. El chiste es que varias veces intento bailar conmigo a si pegadito y queriendo abrazarme, nada mas que el muchacho con el que Alan bailaba, le decía que se estuviera quieto, que yo tenía pareja. Después de bailar un buen rato, me fui a sentar con mi pareja y llego también Alan a sentarse a mi lado. Comenzó a hacerme la platica, preguntadome lo clásico: a que te dedicas? que te gusta hacer?, etc., estuvimos platicando un buen rato. Entre la platica yo notaba que Alan intentaba acariciarme la pierna o las manos, pero yo temiendo que mi pareja lo notará, me hacia el loco. Ya a estas alturas de la platica cada vez mas me iba interesando mas el. En eso comienza una canción que me gusta mucho y yo bailaba ahí sentado y Alan noto mi entusiasmo por bailar, así me invita y yo le pregunte a mi pareja si no había problema de que fuera a bailar con Alan, ya que era la primera vez que lo conocíamos y contesto que no, entonces me fui a bailar con el.

Llegamos a la pista y comenzamos a bailar, varias veces intento acercarse para poder bailar pegado a mí, pero yo se lo impedía, por temor a que mi pareja se diera cuenta, después de un rato se acerca a mi oído para decirme algo y fue cuando se me lanzo.

  • Oye, Julio, me encantas, desde que llegue y te mire, lo único que quiero es besarte, lastima que vengas acompañado– dijo Alan. Yo solo comencé a reírme de nervios y también porque me daba cuenta de que me gustaba mucho.

  • Tu también me gustas mucho, pero hay que ser discretos, si mi pareja se entera me voy a meter en un problema.

Bailando nos fuimos hacia el lado opuesto de la pista para estar los suficientemente lejos de la mesa en donde estaba mi pareja, de repente me toma con sus dos manos la cara y se dirige hacía a mí con la intención de darme un beso y yo con miedo, pero también con deseo, comenzamos a besarnos y ese beso se me hizo eterno, fue un beso mágico, caliente y lleno de pasión, realmente aun puedo sentirlo, no supe cuanto tiempo duro. El beso estuvo lleno de caricias, yo tuve la oportunidad de sentir su piel caliente al acariciar toda su espalda y yo no supe como, pero ya tenia una mano acariciando mis nalgas intentando llegar a mi culo, pude sentir toda su erección sobre mi vientre. En eso estábamos cuando escuchamos una voz que dice:

  • Pensé que yo era la mas puta de este antro, pero ya me di cuenta de no – esto lo dijo un amigo de la mesa, al escuchar esta frase inmediatamente nos separamos y yo tuve que arreglarme la camisa y el pantalón, con muchos nervios – cuidado Julio que tal que si hubiera sido Erick quien te hubiera sorprendido.

  • Por favor, no.. no le comentes nada – dije yo lleno de miedo y nervios, pero aun con la excitación de la sensación vivida.

  • No te preocupes por mí Julio, pero ten mas cuidado, ¿por qué no se van a terminar lo que empezaron al rincón de allá? – dijo señalando un pequeño cuartito solo y oscuro del antro – mientras yo cuido que Erick no te descubra

  • Vamos Alan –dije yo lleno de excitación y tomándolo de la mano lo lleve a ese lugar sin importarme nada ni nadie, mas que satisfacer mi deseo sexual.

Así llegamos a ese pequeño cuartito lleno de envases de refrescos y bebidas alcohólicas, con tan solo una silla y sin luz, nada mas la que entraba de afuera. Entramos y comenzamos a besarnos intensamente mientras el metía sus manos a mi pantalón para tocarme las nalgas, yo intentaba desabrocharle el cinturón y bajarle el pantalón, nuestras lenguas se enredaban y nuestras manos intentaban calmar esa pasión que brotaba de la piel, nuestras bocas solo se separaron para poder quitarnos la playeras que llevábamos. Comencé a besarlo por el cuello y le di un pequeño mordisquito, al cual respondió con una exclamación de gozo, que me estremeció aun mas que lo que ya me encontraba. Recorrí todo su pecho con la punta de mi lengua, poniendo mas atención en sus pezones, continué bajando hasta llegar al vientre para encontrarme con una grande y hermosa verga rosada llena de liquido preseminal. Déjenme hacer un paréntesis, como ya había mencionado tengo 8 años con mi pareja y nunca antes había gozado con otra persona que no fuera él, ya había visto todo tipo de vergas solo en revistas, fotos o videos, pero nunca antes había acariciado otra que no fuera la de mi pareja.

Continuando con el relato, al ver su gran verga me quede pasmado por unos segundos sin hacer otra cosa que no fuera la de observar ese gran trozo de carne palpitando, babeando y dispuesta a dar batalla. Era una verga como de 24 cm. de largo y un poco gruesa, llena de venas por todos lados (así como sus manos), cabezona y con una larga punta; le colgaban dos huevos de tamaño normal, pero velludos; su olor era indescriptible, a hombre deseoso y ardiente; la mata de vellos me pareció hermosa, al reaccionar lo primero que hice fue acariciar todo el vientre lleno de vellos, los que se encuentran por los huevos, por el inicio de las piernas, en fin toda sus partes velludas.

  • Te gusta la verga verdad? – me dijo mientras que la tomaba con una de sus manos y se la frotaba, yo ahí hincado, sin camisa, lo veía como se acariciaba la verga.

  • Esta hermosa, puedo? – le dije mientras abría mi boca para poder mamarla.

  • Es toda tuya, mi amor, pero antes déjame ver y acariciar la tuya – me tomo de lo hombros para levantarme y nos dimos otro gran beso lleno de calor, mientras que mis manos intentaban abarcar todo el tamaño de su verga. Lo que mas me excitaba de Alan era la forma en que me trataba y las cosas que decía. Entonces el se agacho y me desabrocho el pantalón.

-Oye, tu si que vienes preparado –dijo Alan, porque yo no uso ropa interior – mira que bonita vergita tienes, déjame saludarla como se debe – mi verga mide 18 cm. y es no es muy gruesa y entonces comienza a darle pequeños besitos en la puntita, mientras que sus manos recorrían mis nalgas y poco a poco sus dedos iban acariciando la entrada de mi culo, hasta que con un solo dedo comenzó a masajear la entrada de mi culo, que ya para esos momentos se encontraba ardiendo y deseando una verga.

  • Haber date una vueltecita, mi reina, déjame ver que tienes aquí atrás – dijo Alan, mientras que me guiaba para quedar a espaldas de el – mira que par de nalgas tan ricas tienes, desde que te vi bailar dije que ese par de nalgas serian para mi.

  • Son todas tuyas papacito, has con ellas lo que quieras – le respondí.

  • Ya veras que así será, las voy a usar como nunca antes lo han hecho – me contesto, mientras que pasaba su lengua por la entrada de mi culo y lo único que hice fue lanzar un gemido de gozo – pero si que estas ardiendo, tu culito esta bien caliente, desde cuando no te dan de comer? – continuo diciendo, mientras que yo no daba crédito a todo el placer que estaba recibiendo y que para ser honestos, un placer que mi pareja no me proporcionaba desde hace como un mes que no habíamos tenido ningún contacto sexual.

  • Mmm, ahh, - era lo único que podía decir. – méteme la verga, ya la quiero sentir –decía en medio de quejidos y suspiros.

  • Con calma, mi reina, es toda tuya – contesto mientras continuaba metiendo su lengua en mi culo ardiendo – ya veras que vas a tener toda la verga dentro de ti, pero antes no te gustaría darle unos besitos? – se pone de pie y me voltea y coloca sus manos sobre mis hombros y me presiona para hincarme.

Mi cara quedo a la altura de su enorme verga y la toma con una mano y con la otra me toma de los cabellos y me obliga a metérmela a mi boca, esa agresividad hacia que me excitara mas; entonces saque la lengua y comencé a recorrer la cabeza de la verga, pero Alan me obligo a meterme la mayor parte de su verga y empezó un mete y saca en mi boca y cuando logre safarme de la fuerza que mantenía sobre mi cabeza, le dije:

  • Oye papacito, tómalo con calma, a mi me encanta mamar la verga, pero me gusta hacerlo a mi modo, aunque así como íbamos también me gusta – mientras que con mis manos subían y bajaban por aquel pedazo de carne que me tenía extasiado.

  • Y como la mamas tu?, inténtalo y si no me gusta regresamos a mi manera – contesto

  • Ahora veras que te va a encantar – conteste lleno de deseo por mamar la verga babeante que tenia ante mis ojos.

Entonces con una mano tome la verga desde la base y abrí mi boca para comenzar uno de los juegos que mas me encantan. Comencé a recorrer toda la verga con la punta de mi lengua, mientras que mis manos recorrían cada uno de los huevos, después me metía cada uno de los huevos a la boca y les daba unas pequeñas mordidas, volví a ese pedazo de carne para comerme solo la cabeza babeante, a mi me gusta chupar la cabeza como si fuera una mamila y acariciar con una mano el resto de carne, así estuve chupando unos minutos y Alan lo único que hacia era lanzar gemidos de gozo por el placer que yo le estaba proporcionado:

  • Así, putita que rico, mmm, así, ahh, de verdad ... ahh que tu boca es una experta, ahh nunca antes había gozado tanta una mamada – decía en medio de gemido y sus manos solo acariciaban el cabello de mi cabeza.

  • Mas rico sabe esta verga, ahh – le dije yo.

Después de unos minutos de chupar solo su cabezota babeante, intente meterme el resto de su verga, pero solo pude meterme una tercera parte de su tamaño y al principio fue un mete y cada muy despacito, al meterla a mi boca la apretaba con los labios y lo mismo le hacia en la cabeza de su verga cuando estaba a punto de salir, poco a poco fui incrementando la velocidad y era yo quien controlaba la cogida que me estaba dando por la boca, mientras esto sucedía mis manos acariciaban sus huevos y sus nalgas, intente abrirme camino hacia su culo, pero el varia veces me lo impidió, así que nada mas me enfoque a mamar esa verga que me estaba proporcionando un placer que solo me había imaginado hasta entonces, después de un rato de estar dirigiendo la mamada, que me toma de la cara para inmovilizarme y fue el quien ahora tomo el mando y comenzó a penetrarme por la boca de una manera salvaje, pero que no dejaba de ser excitante (de esa manera nunca antes lo había hecho con mi pareja, ya que el suele ser mas tierno conmigo en todo momento), después de un rato de estar sintiendo esa sensación de ahogo por todo lo que me estaba intentando devorar:

  • Mmm, ahh, ya siento que me vengo – dijo en medio de quejidos y suspiros.

  • Si, échamelos en la cara, quiero comerme toda tu rica leche – le dije, entonces el suspendió la mamada y se sentó en una silla que estaba cerca de unos envases de refresco.

  • No, aun no muñeca, me falta probar es par de nalgas – contesto Alan, mientras que ahí sentado se acariciaba su verga y tocaba unos de sus pechos. Entonces me levante y me acerque hacia para darle un beso, durante el tiempo que duro, Alan metió un dedo a mi culo, que se encontraba mas que lubricado por el calor y el deseo que desprendía de todo mi ser – Haber dime chiquita, ¿cuál es tu posición favorita para coger? – me dijo lleno de lujuria, sus palabras hacían que me excitara aun más

  • Me gusta mucho de perrito, sentado sobre la verga, con los pies sobre los hombros, son las que mas practico y a ti?– le conteste mientras me hincaba para volver a mamarle la verga.

  • Pero si eres bien golosa verdad? – me contesto cuando vio quería seguir mamándole la verga – yo disfruto todas por igual, así que voltéate e inclínate.

Entonces me levante y me incline lleno de deseo y también con un poco de temor al tamaño de su verga, sentía que me iba a lastimar mucho. Alan se levanto y puso un poco de saliva en su verga y también con su mano toco la entrada de mi culo, a lo que este respondió inmediatamente con una contracción que Alan sintió en su mano.

  • Mira como esta tu culo de dilatado, estas hirviendo, ahorita lo voy llenar de placer – dijo Alan. Fue cuando sentía la punta de su verga sobre mi culo intentando entrar.

  • Me puedes hacer un favor? – le dije.

  • Otro? Ya te estoy haciendo uno no? – contesto y soltó una pequeña risa.

  • Es que antes de que me la metas, quiero que me hagas dos cosas con tu verga, me gusta que me desde de palazos con la verga y que me la talles como si fuera un desodorante en la entrada de mi culo.

  • No cabe duda de que eres una golosa y de que te encanta la verga verdad? – contesto Alan y en ese momento me dio una fuerte nalgada con su mano, haciéndome arrancar un quejido mas de placer que de dolor.

Entonces tomo su verga y me da unos golpes con ella, de mi boca solo salían quejidos de placer y antes de comenzar a cogerme, me talla la verga alrededor de mi culo, haciéndome estallar de placer.

  • Ya metemela toda, por favor, la quiero toda dentro de mi, no dejes nada afuera, también méteme los huevos, ahh ... ya no aguanto mas dámela toda – dije en medio de suspiros y de placer.

  • Ahí te va, es toda tuya, gózala, apriétala – diciendo esto y me la deja ir toda de un solo golpe haciéndome lanzar un fuerte grito que al principio fue de dolor, pero que se convirtió en un quejido de placer – mmm, que apretadito tienes el culo, tal parece que no le has dado uso últimamente, ahh... mmm gózala, es toda tuya.

  • Así dámela, la quiero sentir toda, ahh, que rica esta, ahh ... ya tenia mucho tiempo que no gozaba, ahh. mmm – estaba sintiendo una mezcla de placer y de dolor, porque como ya había mencionado antes, mi pareja me tenía un poco abandonado en este sentido.

Alan me tomaba de las caderas para sujetarme mientras estaba en el mete y saca, para que la verga no se saliera de mi culo totalmente relajado debido a las embestidas que me estaban llenado de placer, varias veces con una de sus manos tomaba mi verga y la masturbaba y esto provocaba en mi un placer que es muy difícil explica con palabras, lo único que recuerdo es que sentía que me encontraba en el cielo, sentía que en cualquier momento me iba a venir.

  • Ahh, que rico culo tienes mi reina, apriétala así de rico – decía mientras que me daba una nalgada, que provoco en mi un placer y un gozo nunca antes sentido, además de un fuerte gemido.

-Mmm, Ahh así dámela toda, dame otra nalgada que siento que me vengo sin haberme tocado – decía entre gemidos y mi cabeza se llenaba de adrenalina, extasiada de tanto placer recibido de un pedazo de carne que me llenaba en todos los sentidos.

Cuando me encontraba a punto de venir, Alan se detuvo y se fue a sentar en una pequeña silla que estaba hasta el rincón de ese pequeño cuarto.

  • Acércate cariño, mira lo que tengo aun para ti – dijo Alan mientras se acariciaba su verga – es que aun no quiero venirme, quiero seguir gozando de tu rico culito – ya cerca de el, acariciaba con la otra mano mis nalgas calientes.

  • Estoy gozando como nunca antes lo había hecho – me acerque a dale un beso en la boca y después pase mi lengua por toda su verga y por cada uno de sus huevos, sin importarme que estuviera un poco sucia por haber estado dentro mí.

  • Ahora ven, siéntate aquí – dijo Alan apuntando a su verga y acomodándose sobre la silla – quiero ver que tan bueno eres montando a caballo.

Entonces coloque mis piernas afuera de las de Alan y me acomodé para empezar a sentarme de frente a él, mientras que Alan tomaba su verga, que ya rozaba con mis nalgas.

  • Ábrete las nalgas chiquita que aquí hay algo que quiero que sigas probando – con las dos manos me abrí las nalgas, mientras me inclinaba para que la verga ya estuviera en la entrada de mi culo lubricado por la cogida que ya me había dado.

Coloco la verga en la entra de mi culo y poco a poco me fui sentado sobre ella y ahora ya no sentía nada de dolor, solo sentía placer hasta que mi culo se lleno de ese pedazo de carne, al cual apretaba para gozo de Alan, quien no dejaba de vibrar y de gemir de placer.

  • Ahh, tu culo me esta dando mas de lo que me hubiera imaginado, eres un puto de primera, ahh ... como la aprietas – decía Alan mientras me tomaba con sus manos las nalgas para abrirlas más – ahh .. ahora muévete sabroso, quiero que cabalgues este caballo.

  • Lo que tu quieras, papito, ahora soy todo tuyo – le conteste.

Comencé a subir y a bajar sobre ese pedazo de carne que me estaba matando de placer (aun ahora a casi 8 días de ese encuentro, puedo sentir como su verga atravesaba mi culo), primero lo hice despacito, disfrutando de cada centímetro y haciéndolo lo mas placentero posible; poco a poco fui incrementado de la velocidad, lo que mas disfrutaba era subir hasta casi sacarla, dejando solo su cabeza dentro de mi, y dejarme caer sobre la verga, hasta sentir sobre mis nalgas el golpe de sus huevos y en verga el contacto de su vello abundante; a cada subida y bajada además del gozo de mi culo, también mi verga gozaba al pasar por su estomago y bajar hasta su vientre. Así estuve subiendo y bajando, gozando, apretando y mordiendo de vez en cuando sus pezones, cuando yo estaba completamente ensartado en su verga, me gustaba que Alan mamaba mis pezones y de vez en cuando me soltaba unas nalgadas, provocándome mas placer.

  • Ahh, mmm, que rico estoy sintiendo, ahh, dámela toda, más, ahh, estoy a punto de venirme – estaba a punto de correrme sin haberme tocado

  • Yo también, estoy a punto, ahh, mmm - exclamo Alan – donde quieres que te los eche.

  • Ahí, dentro de mí, échamelos mi amor – le conteste mientras le apretaba aun más su verga con mi culo, haciendo un esfuerzo por complacer a ese hombre que me estaba matando de placer

Entonces note que Alan comenzó a acelerar sus embestidas y lanzaba palabras y gemidos entrecortados, indicándome que estaba a punto de venirse

  • Ahí te van, son todos tuyos, gózalos – Alan sin poder contener ya su venida – ahh, aprieta mas tu culo, ahh.

Entonces saque por completo su verga e inmediatamente me puse de rodillas y con mi boca pesque algunos chorros de semen caliente que estaban brotando como manantial de su verga, mi lengua seguía recogiendo su leche caliente que aun salía; cuando termino de eyacular, mi lengua limpio su verga recorriendo su vientre y sus huevos, realmente el sabor era único, era muy dulce; aun después de eyacular su verga seguía manteniendo su dureza.

  • Ahh, así límpiala bien. Ahora déjame a mi probar tu leche. Me levante y mi verga quedo a la altura de su cara, lo que hizo a continuación fue la culminación de todo el placer que había estado sintiendo.

Alan tomo mi verga con una mano y la llevo a su boca, no tardo ni dos minutos mamándola cuando tuve una venida explosiva, en medio de gemidos, se trago cada una de los chorros de semen que lance sobre su cara y boca, también tuvo la delicadeza de dejarme la verga limpia de semen, recorriendo mi vientre y mis huevos. Debo mencionar que tuve una corrida abundante, creo que desde la primera vez que tuve relaciones con mi pareja, nunca antes me había venido de tal forma.

Después de mamarme la verga, se levanto y aun con mi leche en mi boca, nos dimos un beso compartiendo mi liquido.

Comenzamos a vestirnos inmediatamente y fue hasta entonces cuando reaccione y me di cuenta de que ya había pasado cerca de cuarenta minutos desde que me levante a bailar con este chico. Nos despedimos no sin antes intercambiar nuestros números telefónicos y decirnos lo mucho que lo habíamos gozado. Ahora después de ocho días no se si hice mal, tal vez tengo algunos remordimientos, pero también pienso en todo el placer que sentí y en cuando me doy cuenta de que tan solo gocé y eso no es malo. Ustedes júzguenme.