El infante de marina

Eran las 11 de la mañana de un día sábado cuando llegué a los baños de vapor en mi natal Tijuana.

Eran las 11 de la mañana de un día sábado cuando llegue a los baños de vapor en mi natal Tijuana, solo estaban como 3 personas y nos mirábamos de reojo unos a otros, ya me estaba aburriendo cuando entro un hombre sumamente musculoso no muy alto, con un pecho y unos abdominales espectaculares y una muy pequeña cintura y de piel muy negra. Su rostro era atractivo y al verme me mostró una blanca dentadura a través de su amplia sonrisa. Se sentó junto a mi como si me conociera y sin dejar de sonreír intento entablar una conversación, lo cual no fue muy fácil porque mi ingles no es muy fluido y no hablaba español. A pesar de eso me entere que era oficial de la naval en San Diego Ca. Hablando y riendo y con la mayor naturalidad del mundo llevo sus manos hasta mi pecho y empezó a tomar entre sus dedos mis tetillas, eso me excito pero a la vez me puso un poco nervioso porque en México las cosas en los baños pasan mas discretamente. Como pude le indique que se fuera calmado cuando entraran al vapor otras personas lo cual pareció sorprenderle un poco, como si se preguntara ¿y eso?,¿por qué?. Seguimos platicando y cada vez me gustaba mas, su actitud, su cuerpo, sus caricias, su mirada picara, en fin. Me dijo que le gustaba y que fuéramos a algún lugar, parecerá raro pero en mis 30 años nunca había entrado a un hotel de paso pero la calentura pudo mas así que acepte y quedamos de vernos afuera. Al salir todos nos miraban y mejor no quise interpretar nada y salí tan campante.

Nos fuimos caminado por la avenida Revolución y yo me sentía sumamente nervioso, no sabia como iba a llegar a un hotel y a cual, al fin en una calle lateral encontré un pequeño motel, mientras el espero afuera yo entre a la oficina y sentí mi cara enrojecer cuando el empleado me pregunto que cuantas horas iba a ocupar el cuarto. Ja,ja,ja, que momento!.

Al fin entramos a la habitación, inmediatamente me abrazo y comenzamos a acariciarnos, y besarnos, me encanto sentir su piel tan suave y sus músculos tan firmes, nos empezamos a desnudar un poco rápido para mi gusto, pero la excitación era muy fuerte. Tenia una nalgas preciosas, duras, pequeñas pero muy levantadas y unas piernas muy musculosas que no alcanzaba a abarcar con mis manos, cuando se bajo el short me quede momentáneamente sin aliento, tenia una hermosa verga, carnosa, gruesa y larga, se veía enorme bajo su pequeña cintura. No lo pensé mucho antes de atraparla con mi boca, el me decía no se que cosas en ingles, para ese momento realmente no me importaba.

Mientras le mamaba la verga, empezó a acariciarme el culo y ante cada caricia sentía como este se relajaba y al mismo tiempo un escalofrió me recorría la espalda de pensar en sentir esa enorme verga dentro de mi. De su bolsita canguro saco unos condones, me acostó boca abajo y empezó a lamerme el culo, yo estaba calientísmo de sentir como su lengua me penetraba y se movía en todas direcciones.

Llego un momento que yo solo me abría las nalgas ofreciéndole mi culo y el siguió lamiendo y lamiendo, hasta que prácticamente le rogué que me metiera aquella macana negra que tenia por verga. Se sentó sobre mis piernas y empezó a tratar de meterla, y digo tratar porque cada vez que empujaba por mas que yo quería aflojar el culo este se contraía, se sentía enorme. Así estuvimos largo rato, hasta que se recostó junto a mi y de lado me abrazo por atrás, me levanto una pierna y empezó a introducir lentamente su verga, yo pujaba y jadeaba y por momentos lo detenía, parece que mis gemidos lo excitaban mas, porque me decía cosas al oído que solo me excitaban mas.

Por fin la metió hasta los huevos, me sentía completamente abierto, y por momentos sentí mi cuerpo blandito como sin fuerzas, creo que hasta luces vi. Permaneció sin moverse unos momentos y cuando sintió que contraje el culo empezó a moverse lentamente, el dolor que sentía dio paso a una calentura deliciosa, la sensación era increíble, ahí estaba en un hotel de paso, ensartado en una enorme verga de un negro, como en una fantasía sexual. Al rato me cambio de posición y ya sus movimientos no eran lentos sino bruscos, rápidos, llego un momento que ya no sentía lo duro, sino lo tupido. Se movía y se movía, y parecía que nunca iba a terminar, mientras tanto yo me jalaba mi verga con desesperación, sus manos recorrían mi cuerpo, y no paraba de murmurarme cosas mientras seguía bombeando mi ya dilatado culo. Creo que pasaron como 30 minutos yo ya estaba cansado y supongo que el también porque estaba bañado en sudor, aunque seguía moviéndose sin detenerse ni un momento, de repente un calor intenso me recorrió el cuerpo y me vine en abundancia, creo que grite y por segundos perdí la conciencia. Aunque sentir su verga me hizo recuperarla y claro de repente empecé a sentir que su miembro ya no me cabía y ante cada embate ya sentía ardor. Pero el siguió y siguió hasta que por fin lanzando fuertes gritos se vino, con tanta energía que a pesar del condón sentí sus chorros muy dentro de mi.

Nos quedamos sin aliento y tirados en la cama, aunque siguió sin sacar su verga, no se cuando tiempo dormimos pero me despertó su verga al volverse a endurecer, Me volvió a coger esta vez mas lentamente, aunque ya no lo disfrute tanto porque sentía muy rozado el culo. Terminamos de nuevo y nos metimos a bañar antes de salir del hotel.

A cada paso que daba y por una semana mi culo me lo recordaba.

Nos volvimos a ver varias veces mas, pero esas, son otras historias.

Vsiempre@yahoo.com