El incesto en mi vida (parte 9)

Un mes después de lo sucedido con mi prima lejana Angy, llegaron las fiestas del pueblo, todos los jóvenes esperábamos que nuestros deseos sexuales se cumplieran con amigas, un poco desinhibidas a causa del alcohol.

En la farmacia de un pueblo cercano compremos varias cajas de condones, ya que si alguien nos veía comprarlos en la farmacia de nuestro pueblo, en pocas horas lo sabría hasta el cura. Durante aquellos días de fiesta, al fin pude follar con una chica con la que no tuviera parentesco ninguna, era de mi misma edad, 18 años, se llamaba Mercedes, rubia con pelo ondulado, delgada, tetas pequeñas y un coño rubito pero que debido a que le gustaba el folleteo, lo tenía bastante ancho ya. En un polideportivo cercano al ferial, donde todo el mundo iba a lo mismo, me la folle, no me desagrado, pero no llego a ser tan morboso como con mis primas, ya que fue llegar ella se levanto la falda se bajo las bragas, se inclino hacia adelante y solo espero a que se la metiera, me la folle, nos corrimos y fuera. Así lo repetimos todas las noches mientras duraba la feria.

Pasados algunos días después, todo volvió a la rutina, quedaban pocos días para volver a los estudios, aquel iba a ser mi último año de instituto y luego tendría que realizar el servicio militar, antes de buscar trabajo. Debido a que Mercedes me sacio todas las noches de feria, mi apetito sexual se había calmado un poco. Gracias a ella, el cacao familiar de mi cabeza se fue disipando.

Todo cambio cuando una mediodía mientras comíamos en casa, mi madre me dijo que esa mañana se había encontrado con Solé y su hija Angy, que estuvieron hablando y la pequeña le pregunto si podía venir a casa a bañarse en la piscina, mi madre la había invitado aquella misma tarde. Me pregunto si podía echarle un ojo, ya que ella tenía que ir, junto con mi padre a llevar a mi abuela a la capital a una cita que tenia con un fisioterapeuta. Automáticamente mi mente empezó a calcular, esa visita a la capital les llevaría un mínimo de 3 horas, por lo cual tendría bastante tiempo para poder hacer lo que quisiera con Angy. Refunfuñando y quejándome, todo falso claro está, le dije que había hecho planes y que no me apetecía quedarme al cuidado de una niña de 18 años, ella insistió y al final disimule que me había convencido.

Poco antes de que mis padres salieran, Angy llego y mi madre la acompaño hasta la piscina. Yo estaba durmiendo una siesta en mi cuarto, mi madre me llamo y salí a la piscina a verla. Me vine abajo al ver que había venido acompañada por una amiga suya, se llamaba Lucia, morena de pelo corto, un poco mas gordita que Angy, que era muy delgada, buen culo y unas tetas ya formaditas, llevaba un bikini negro que le sentaba de fabula. Me preguntaron si quería meterme en la piscina con ellas, conteste que no, que prefería tomar un rato el sol. El acoplamiento de su amiga no entraba en mis planes, por lo cual me había venido abajo y ahora si era verdad que no me apetecía para nada quedarme cuidando a esas niñatas de 18 años.

Mis padres se fueron poco tiempo después, ellas seguían jugando en  la piscina y yo tostándome al sol. Más tarde decidí darme un baño ya que el sol me tenía ardiendo, me metí en la piscina, nade un poco por ella pero sin llegar a jugar con las niñas. Angy se acerco a mí y me abrazo, yo me hice el sorprendido, ya que intentaba disimular que no había nada entre ella y yo delante de Lucia. Empezó a tocarme y su mano cogió mi polla, me dijo que si esa tarde no tenía pensado jugar con ella, me quede sorprendido ya que vi que Lucia se reía al escuchar esa pregunta, mi prima se dio cuenta que no dejaba de mirar a su amiga, a lo  que me respondió que estuviera tranquilo ya que ella se lo había contado a su amiga. Aquello me enfado muchísimo y empecé a recriminarle que era un secreto y que nunca tenía que habérselo contado a nadie. Lucia se incorporo a la discusión diciendo "no te preocupes, yo también lo hago con mi hermano", mi cabeza empezó a dar vueltas y casi me mareo al escuchar, aquello. Qué coño pasaba en mi pueblo con las familias, ¿sería normal lo que a mí me había pasado hasta entonces o es que todo el mundo estaba enfermo?.  Mientras seguía dando vueltas a estas preguntas, que hoy en día todavía  no he encontrado las respuestas, Lucia se acerco hacia nosotros y le pidió permiso a Angy para tocar mi polla, aquello me estaba desconcertando bastante ya que me sentía como el juguete de aquellas niñas. Lucia metió su mano por dentro de mi bañador y se encontró con mi polla que ya estaba en su máximo esplendor, “es más grande que la de Carlos”, dijo dirigiéndose a mi prima, Carlos era su hermano y aquello me hizo sentir más macho, ya que conocía a su hermano y que yo la tuviera, según ella, mas grande que uno de 20 años, me gustaba. Angy me pregunto si podíamos irnos a mi dormitorio, acepte rápidamente, salimos de la piscina, en esta ocasión si nos entretuvimos en secarnos, nos fuimos a la habitación mientras ellas no paraban de soltar risitas, seguramente más por lo  nerviosas que se encontraban que a otra cosa.

Al entrar rápidamente me quite el bañador, ellas podían contemplarme ya desnudo mientras terminaban de quitarse sus bikinis, me encanto ver el cuerpo de Lucia, sus tetas eran grandecitas para una niña de 18 años, al contrario que Angy que todavía contaba con unos pezones  grandes sobresaliendo, los pezones de ella eran pequeñitos, me recordaban a unos limones, su coño tenía un vello oscuro aunque todavía clareaba. Les invite a que se tumbaran y ambas me obedecieron,  miento si dijo que no estuve a punto de correrme con tan solo poder ver aquellas dos maravillas tumbadas, solo para mí y mi polla, ambas deseando que yo les hiciera sentir placer, me acomode entre ambas y metí mis manos entre sus coños, empecé a pajearlas a la vez, no tarde mucho en sentir sus coños mojados y a escuchar sus gemidos. Al encontrarme de rodillas entre ellas, Angy cogió mi polla y torpemente empezó a meneármela, subi el ritmo de mis manos, ellas comenzaron a gemir más rápido, debido a la paja que mi prima me estaba haciendo no pude mas aguantar mi corrida, la leche salió disparada hacia ella, cayéndole en su cara y su pecho, ellas no habían llegado aún al orgasmo, por lo cual pare, me acomode entre las piernas de Lucia y empecé a comer su coño, mientras seguía pajeando a Angy, apenas unos minutos después Lucia comenzó a retorcerse y pude sentir su orgasmo en mi boca, Angy me dijo que ella también quería por lo que empecé a lamer también su rajita, ella tardo poco tiempo en correrse. Era un autentico espectáculo poder ver a esas dos niñas desnudas, tumbadas en mi cama, con sus respiraciones agitadas después de haber tenido sendos orgasmos. Mire la hora y pude comprobar que apenas había pasado hora y media desde que mis padres habían salido, por lo cual me quedaba aun la mitad del tiempo. Mi polla aun no se encontraba lista para un segundo asalto, me tumbe entre las dos y comencé a acariciarlas y a besarlas, Lucia comenzó a bajar a mi polla, empezó a hacerme una mamada, su hermano la había enseñado bien. Intentaba metérsela en la boca pero debido a su inexperiencia, me hacia un poco de daño con los dientes, aun así mi polla no tardo en estar lista para volver a la acción. Le pedí a Lucia que se tumbara, abrí sus piernas y me tumbe sobre ella, ayude con mi mano a guiar mi polla hasta la entrada de su coño y una vez allí comencé a meterla suavemente, sin apenas resistencia mi polla entro hasta el fondo mientras ella ya comenzaba a gemir casi gritando. Imagine que su hermano se la había follado  bastantes veces. No sé si fue por que antes se había corrido, pero apenas tardo unos minutos en volver a tener otro orgasmo, tras correrse saque mi polla y me tumbe encima de Angy, que hasta el momento solamente había estado observándonos, aunque no había dejado de tocarse el coño tímidamente. Penetre ese coño que notaba mucho más estrecho que el de Lucia y así estuve un buen rato. La abrace y muy despacio, intentado que no se me saliera la polla nos dimos la vuelta en la cama, conseguí ponerla encima mía, ella se incorporo y empezó a cabalgarme muy despacio, su amiga no paraba de mirarnos y aquello hacia que me excitara aun mas, mi prima empezó a gemir más rápido, yo no pude aguantar más y me corrí dentro de su coño, ella al sentir mi leche dio un grito de placer y pude sentir como se empezó a correr. Hecho su cabeza hacia mí y estuvo unos minutos con su cabeza apoyada en mi pecho. No fiándome mucho, por si mis padres volvía, les dije de ponernos de nuevo los bañadores y bajar a la piscina.

Así lo hicimos, mis padres llegaron apenas media hora más tarde, nosotros seguíamos bañando en la piscina. Ya era un poco tarde, aunque aun no anochecía, cuando mi madre salió y nos dijo que Carlos el hermano de Lucia, había venido a recogerla, Lucia le pregunto a mi prima si quería irse con ellos, yo le propuse que si se quería quedar un poco mas y luego yo la acercaba a su casa, Angy respondió que sí. Lucia se despidió de nosotros, se vistió y se fue con su hermano. No sé porque pero algo me hacía sentir que Lucia tal vez fuera penetrada antes de llegar a su casa.

Yo me quede con  mi prima y seguimos jugando en el agua, durante esos juegos ella seguía sin disimular apenas nada, tocando mi polla, después de un buen rato con toqueteos mutuos, yo estaba otra vez muy cachondo, pero el estar ya mis padres en la casa, no sabía qué hacer. De pronto se me ocurrió algo atrevido que tal vez funcionara y pudiera saciar mi polla sin que mis padres nos pillaran. Situé a Angy de pie contra un lateral de la piscina, quedando ella mirando hacia la entrada al patio desde la vivienda, yo me coloque detrás de ella, saque mi polla por encima del bañador y corrí hacia un lado la parte de debajo de su bikini, allí poco a poco la penetre bajo el agua, muy despacio para que si alguien salía no notara nada y nos diera tiempo a disimular, comencé a follarmela, tarde unos pocos minutos en volver a correrme dentro de ella, no sé si le gusto o no, ya que no pude escuchar sus gemidos, tal vez con el miedo a pillarnos no hubiera disfrutado, pero en aquel momento aquello no me importo, ya que ella había sido la que me había puesto cachondo y aquello me encego en descargar mi polla por tercera vez aquella tarde.

Terminemos de bañarnos y pasada una hora más o menos nos vestimos. La acompañe a casa, por el camino ella dejo caer que ojala no estuviera su madre en casa, aunque había tenido una tarde sexo como calmar mi sed durante días, aquella insinuación hizo que mi libido subiera de nuevo. Pero no pude ser ya que cuando encaremos su calle, pudimos ver a su madre tendiendo ropa en el pequeño balcón que tenía el piso. Al llegar a la puerta nos despedimos con unos inocentes besos en la mejilla y me volví hacia mi casa, pensando en que hubiera llegado a pasar si Solé no hubiera estado.