El incesto en mi vida (parte 4)
Después de lo pasado anteriormente, volvimos a la rutina diaria, ya que no se dio la oportunidad de volver a quedarnos solos. Pero fue solo un paréntesis por que al final si pudimos volver a hacer travesuras.
Pasaron un par de meses desde que mi prima Carmen me desvirgo, mientras su hermano nos miraba y luego terminaba el trabajo que por mi rapidez yo no pude acabar. Era la comunión de uno de mis primos, hermano de ella. Para celebrarlo mi tío había vaciado la nave donde guardaba la maquinaria, habían montado mesas alargadas y alquilado sillas para la celebración, en aquellos entonces las comuniones se solían hacer en los patios, naves o cualquier sitio amplio, pero siempre que se podía en sitios familiares. Tal y como dije era un pueblo pequeño, no había restaurantes, solamente bares pequeños donde solían ir los hombres para ver el futbol o hablar de política. También se solía invitar a todo el pueblo y en aquellos días las comuniones se convertían en un peregrinar de celebración en celebración para poder quedar bien con todos los vecinos.
Al ser de un primo la comunión todos los tíos se dedicaban aquella tarde-noche a hacer de camareros y cocineros para poder atender a la avalancha de vecinos que siempre solía haber. En cambio los mas jóvenes solo teníamos que disfrutar de la música y bebernos alguna cerveza o fumarnos algún cigarrillo a escondidas.
Aquel día Carmen estaba estupenda, llevaba un vestido negro de seda cruzado sin mangas, cuyo cierre era un lazo ancho anudado a la cintura, lo que hacía que según sus movimientos y si uno estaba pendiente podía ver un poco de sus turgentes senos, que se adivinaban tras el vestido sin sujetador.
En un despiste de mis tíos pude coger una caja de cigarrillos de una bolsa donde se encontraban varios cartones, para repartirlos entre los invitados. Salí de la nave para ir hasta la esquina de la calle y fumarme uno tranquilamente sin ser observado. Mi prima se percato y salió detrás de mí, me acompaño al llegar nos encendimos un cigarro para cada uno, entre caladas me confesó que tenía ganas de estar otra vez a solas conmigo. Mi polla se endureció con solo pensarlo, le dije, intentando no parecer muy patético por querer follar por segunda vez, que si quería ir a mi casa que estaba vacía por estar mis padres en la comunión y yo tenía las llaves, una sonrisa se dibujo en su cara y me contesto con un simple "vale", a lo que añadió que cruzáramos por la nave, para salir por su casa, ya que recortaríamos el trayecto hacia mi casa, porque los tacones que llevaba le hacían daño en los pies.
Atravesemos la nave y nos dirigimos hacia su casa, aquello era un hervidero de gente entrando y saliendo llevando comida y bebida hacia la nave, cuál fue mi sorpresa que al pasar al lado de su hermano no le dijo nada, mi alegría fue inmensa ya que la tendría para mi solo. Antes de salir me dijo que me esperara, entro en su habitación, pero fue un rato muy corto y nos dirigimos hacia mi casa.
Al llegar le pregunte que si quería ir al dormitorio, ella me contesto que prefería ir al salón entramos y empecemos a besarnos, ella me iba quitando la ropa mientras que yo solamente la acariciaba a través de aquel vestido tan suave, una vez yo desnudo me sentó en un sillón, ella se quedo de pie delante de mí con mucha suavidad se desanudo el vestido y al abrirse pude contemplar su cuerpo totalmente desnuda, por eso había entrado en su habitación, para quitarse las bragas. Sin preliminares ningunos ella se subió encima de mi polla, que ya estaba durísima y empezó a cabalgarme, no sé porque pero estaba bastante húmeda, tal vez fuera por el simple pensamiento de que iba a follar.
Gracias a que me había hecho una paja por la tarde mientras me duchaba, pude aguantar esta vez mas, después de un rato ella encima de mí, me dijo que cambiáramos, nos levantamos, ella se quito totalmente el vestido y se inclino hacia el sillón apoyando sus brazos sobre él, yo detrás de ella guie mi polla hasta la entrada de su coño y de un empujón la ensarte hasta los huevos, empecé a darle embestidas mientras ella me gritaba cada vez que más fuerte, estaba a punto de reventar, cuando al fin empezó a contraer su vagina, sentí como se corría, tuve el tiempo gusto para sacarla y ver como mi polla escupía la leche sobre su culo y su espalda. Se incorporo y volvimos a besarnos con pasión. Nos fuimos al cuarto baño, ambos todavía desnudos y la ayude a limpiarse la espalda, nos vestimos y nos fuimos de nuevo a la comunión.
Lleguemos cuando la fiesta aun transcurría por la mitad, disimuladamente cogimos unas cervezas y nos volvimos a salir hacia fuera para que no nos vieran los adultos, estaba vez no estábamos solos ya que nos acompañaban varios amigos de nuestra edad aparte de mi primo. Paso cerca de una hora cuando nuestros amigos se fueron acompañando a sus padres hacia otras celebraciones y nos quedemos solos nuevamente mi prima, su hermano y yo. Nos pregunto que donde habíamos estado ya que se dio cuenta que no estuvimos en casi una hora, yo miraba al suelo sin saber que contestar, pero mi prima si le dijo que habíamos estado en mi casa porque no había nadie, nos recrimino el no haberle dicho nada, a lo que mi prima le respondió que si quería podíamos ir otra vez, el acepto y rápidamente volvimos a dirigirnos a mi casa.
Una vez allí mi primo dijo de ir al dormitorio, nos desnudemos todos y mi prima se tumbo en la cama, su hermano me dijo que esperara que yo la había follado antes y el llevaba sin follarla bastante tiempo. Allí me quede desnudo viendo como mi primo follaba a su hermana, primero el encima de ella, para luego darle la vuelta y follarla a cuatro patas, ella tuvo un orgasmo y el se corrió donde un par de horas antes yo lo había hecho, en su espalda.
Mi polla palpitaba en todo su esplendor, mientras veía aquella escena sin poder ni siquiera pestañear, la verdad es que lo estaba flipando, no sabía si eso era normal y pasaba en todos lados pero era algo que no llegaba a razonar. Tras acabar de follar a su hermana mi primo me dijo " venga ya puedes tu", no perdí ni un segundo, antes de que ella se pudiera ni mover ya le había ensartado mi polla en su coño, siguiendo ella a cuatro patas, empecé a darle bien duro, después de un rato machacándola a pollazos, mi primo me dijo que dejara que ella me cabalgara. Me tumbe y ella se volvió a subir a mi polla pero esta vez inclinada sobre mí, sintiendo sus pezones duros en mi pecho, de repente se paro y sentí moverse el colchón era su hermano colocándose detrás de ella, en ese momento no sabía cómo reaccionar, vi como él le lamia el culo, aun no sabía que quería hacerle, después de unos segundos sentí que intentaba penetrarla por el ano, ella empezó a gritar y a decirle que le dolía mucho, como respuesta el le grito "cállate, puta no querías polla pues te vas a enterar", aquello me estaba excitando muchísimo, podía sentir a través del coño de ella, la polla de su hermano entrando por su culo, ella lloraba y el empezó a entrar y salir, al poco rato su mezcla era de sollozos y gemidos. Dos hombres penetrando a la misma mujer, joder era un trió y en mi tercer polvo de mi vida, se estaban cumpliendo las historias que veía en la revistas porno, pero más morboso todavía. Aunque parecía lo contrario aquello en vez de adelantarme el orgasmo lo retraso, por lo que pude disfrutar de aquel momento, pude sentir cuando mi primo empezó a correrse dentro de ella, pero hay llego un pequeño problema ya que al estar aprisionada mi polla por la de él, no pude aguantar y llegue a correrme dentro de ella también. Terminemos y me dio un poco de lastima mi prima ya que se estaba vistiendo entre lagrimas, le dije que me preocupaba lo de correrme de entro de ella, a lo que me contesto que no tenia porque, ya que había tenido el periodo un par de días antes y era muy difícil quedarse embarazada. Aun así me daba palo verla llorando después de que su hermano prácticamente la forzara por detrás, pero también se me paso cuando antes de salir, me cogió y volvió a besarme, nuestras lenguas se juntaron en un beso muy tierno que hoy en día aun sigo recordando.