El incesto en mi vida (parte 2)
Pasaron 3 años hasta que volvió a aparecer una relación filial en mi vida, durante ese tiempo poco a poco fui desenganchándome de mi tía Ángela, tal y como dije seguíamos en contacto telefónico con llamadas muy calientes, acabo confesándome que lo que hizo conmigo fue porque en realidad habría querido que fuera con su hijo. Pero pasemos a la siguiente persona, mi prima.
Mi prima Carmen tenía entonces 18 años, yo 18, ella era rubia, pelo liso y largo, tetas de las que cubres con la mano y bien puestas y un culo redondo y muy apetecible.
Aunque contaba con 18 años yo aun seguía virgen, solamente algunos magreos con algunas compañeras de instituto y amigas. Al ser ella mayor que yo y estar a punto de entrar en la universidad mi madre me mandaba algunas tardes a estudiar a casa de mis tíos, para que ella me ayudara con los deberes o con tareas que se me atravesaban, cabe decir que ella era una chica muy lista. No dudéis tampoco que en más de una ocasión ella fue musa de mis pajas. Que llegara a pasar algo con mi prima, era casi improbable, ya que su casa siempre era un caos, eran 4 hermanos mas a parte de ella, uno más mayor de 20, Fran y todos los demás menores que ella.
Aun así yo no perdía ocasión de intentar ver sus tetas a través del cuello de la camisa, cuando se inclinaba hacia la mesa o a recoger algo de su mochila.
Pero todo cambio el día que su abuela , no la que compartíamos, se puso enferma, mis tíos se fueron a visitarla aquella tarde y nos quedemos en su casa solos mi prima, su hermano y yo.
Claro está sin estar los mayores presentes, estudiar poco, mi primo trago unas cervezas y empecemos a beber y fumar, lo que se hacía entonces cuando no había ninguna persona autoritaria delante. Ya un poco contentos, sobre todo yo que entonces la bebida con poco tenia, mi primo empezó a hablar de sexo, lo que me llamo mas la atención fue la libertad de hablar de las que se follaba o como se las follaba delante de su hermana, aquello me desconcertó un poco la verdad.
Después de un rato, me pregunto si yo ya había follado, a lo que le conteste que no, "¿y no has visto a ninguna mujer desnuda?" dijo, claramente le dije que no, ocultando, tal y como prometí, los fines de semana con nuestra tía Ángeles. Directamente me propuso que si quería ver a su hermana desnudarse, yo me quede anonadado, no sabiendo que decir ¿ y si mi respuesta era afirmativa, y era una pregunta trampa para ver lo que decía?, gracias que antes de que mi cerebro procesara tal lio, él le dijo a su hermana "Anda, haznos un striptease", a lo que ella contesto que no, que le daba vergüenza, el siguió insistiendo y fue cuando empecé a darme cuenta que no era la primera vez que le pedía tal jueguecito. Tras un rato de suplica por parte de él, ya que yo no daba crédito a lo que estaba pasando, ella accedió a desnudarse delante nuestra. Llevaba una camisa blanca y una falda azul oscuro plisada, empezó suavemente a desabrocharse los botones de la camisa, mi polla cada vez estaba más dura, incluso ya me dolía, se quito la camisa y pude ver sus tetas a través de un sujetador blanco que llevaba que era casi transparente, no llegaban a ser muy grandes, pero se le veía unas aureolas grandes, se desabrocho la falda y la dejo caer al suelo, en ese momento me di cuenta que mi primo se había sacado ya la polla y estaba menándosela, era una polla enorme, yo me sonroje ya que la mía todavía no era tan gruesa y grande como la de él y porque nunca había estado en una situación como esta. Ella seguía contoneándose, ya solo tenía el sujetador y las bragas puestas, se me quedo mirando y me pregunto que si le gustaba lo que estaba viendo, le balbucee que si, ya que mi boca estaba llena de saliva, babeando por ver el cuerpo de una diosa para mi, ella me dijo que le tenía que enseñar mi polla si quería que siguiera desnudándose, con mucha fatiga desabroche mi pantalón y me la saque, al ver mi polla ya fuera, me ordeno que empezara a meneármela, yo como si no tuviera conciencia y me hubieran hipnotizado la agarre y empecé a pajearme, ella se quito el sujetador , tal y como había podido ver transparentado por el sujetador, tenía unos pezones con unas aureolas grandes y rosadas, parecían como galletas, pero lo que más me encanto fue cuando se bajo las bragas y pude ver ese coño con un vello rubio y recortado, uffff me encanto, estuve a punto de que mi polla vomitara toda la leche que se acumulaba en mis huevos.
Ella seguía delante nuestra desnuda, se apoyo en la mesa y se abrió los labios de su coño para que pudiéramos verlo bien, cuando creía que todo se quedaría ahí, mi primo le dijo que porque no nos ayudaba a acabar, ella muy dócilmente se puso de rodillas delante y vi como de un solo empujón se tragaba la polla de él, en ese momento yo estaba congelado, no podía creerme lo que estaba viendo y menos entre dos hermanos, aunque hubiera tenido aquella aventura con mi tía, sabía que estaba mal, pero esto para mí era aun todavía peor. Mientras mi mente seguía divagando sobre el bien y el mal, el empezó a gemir más fuerte y me di cuenta que se estaba corriendo en la boca de ella, se trago toda su corrida y tras seguir unos segundos chupándosela se incorporo y sin decir nada se dirigió hacia mí, se coloco delante mía y empezó a mamármela como si no hubiera un mañana, no llegaba a la calidad de las chupadas de mi tía, pero también me gustaba, sobre todo por ser la segunda mujer que se comía mi polla y está siendo casi de mi edad, no tarde mucho en descargar toda mi leche en su boca, ella se la tragaba con ansia y no me dejo ni una gota. Tras el espectáculo se levanto se vistió y dijo que se iba a lavar los dientes, mi primo y yo nos quedamos solos, nos abrochemos el pantalón y él me dijo que si quería que siguiéramos jugando con su hermana, nunca debería decir nada, le conteste que tranquilo que sería una tumba.