El incesto en mi vida (parte 11)
Como todo en la vida, las situaciones que había estado viviendo durante 5 años, se esfumaron. Por algunos años no se volvió a repetir ninguna, pero sin quererlo volvieron.
Pasaron años hasta que volví a en tener una relación con alguien de la familia.
Conocí a mi actual mujer, con 19 años, nos casamos 6 años después. Debo decir que nunca le he sido fiel, muchos o muchas pensareis que soy un cabron, pero la verdad es que yo no lo pienso así, ya que la quiero con autentica locura y en el sexo nos compaginamos muy bien. Pero sin ser lo que dijéramos un hombre guapo, ni elocuente, me han pasado cosas, buscándolas o no, que me han llevado a la cama con otras mujeres. Pero para mí eso solamente es sexo, sin amor ni nada. Pero eso en este tema no atañe, pero que más adelante contare en el sitio al que corresponde.
Volviendo a lo que estaba contando, resulta que mi mujer, a diferencia de yo que soy hijo único, es la pequeña de 5 hermanas, teniendo la mayor 2 hijas, la pequeña se llama Sandra, la conocí cuando tenía 5 añitos, era la debilidad de mi mujer, estaba siempre con nosotros, si íbamos al cine, de compras o lo que surgiera era raro que ella no viniera. Con los años prácticamente eras mas una hija nuestra que una sobrina, ella a su vez cogió una confianza enorme con nosotros. Pero con los años esa confianza se fue derivando más hacia mí que a su tía. Debo decir que nunca había mirado a Sandra como una mujer, por lo que nunca había tenido lo que podríamos decir como apetito sexual por ella. Claro está que los años pasaban y ella iba creciendo, las confidencias que tenia conmigo habían sido de que si le gustaba un chico, los novietes, etc.... Pero un día, que la recogí para llevarla a mi casa, para que nos acompañara al cine, en el camino se puso a contarme que había perdido la virginidad, aquello me impacto bastante en el momento, ya que ella tenía 18 años, pero sería por la confianza me lo detallo todo, que había sido con tal chico, que si en el sofá de su casa....
A mi mente volvió la imagen de cuando desvirge a mi prima lejana Angy, pero sería porque ahora era más mayor o por vergüenza, no podía imaginarme a Sandra follando. Ella se dio cuenta y me pregunto por qué estaba tan callado, le respondí que por nada, ella insistió y pensó que me había enfadado, le dije que no que no era por eso, que estuviera tranquila que estaba pensando en trabajo, de repente le pregunte que si se había llegado a tener un orgasmo, segundos después me arrepentí ya que para nada pensaba hacerle esa pregunta, pero fue como si mi cerebro me hubiera traicionado y alguien en mi interior si quisiera saberlo. Ella me respondió que no, que había sido todo muy rápido, que aunque no le dolio casi no le había gustado, le dije que no se preocupara que acabaría gustándole, nuevamente esas palabras habían salido de mi boca como si no hubiera sido yo.
Lleguemos a casa, recogimos a mi mujer, nos fuimos al cine y a cenar, luego la llevamos a casa y nada más, durante la noche aunque no dejaba de mirarla, ya que yo si sabía que no era niña y ahora era mujer, no me despertaba ningún interés sexual, claro está aquello me tranquilizaba. Aquella noche todo se fue torciendo ya que tuve un sueño erótico y fue con Sandra, al despertar pensé que podía haberse producido por culpa de la conversación de la noche anterior, pero no fue así a partir de aquel día siempre que veía a Sandra, por la noche volvía a soñar con ella, empecé sin darme cuenta a fijarme como iba vestida, como se iba desarrollando su cuerpo, intentaba verla los menos posible, pero siempre que había un cumpleaños, una cena, una fiesta allí estaba ella. Según pasaban los años ya si me gustaba sexualmente. Llego el día de su 18 cumpleaños y aquel fue el momento en que volvieron definitivamente las fantasías a mi cabeza después de tantos años, aquel día me dejo fascinado, llevaba un vestido ceñido gris brillante, era lo suficientemente corto para solamente tapara apenas los cachetes de su culo, me fije y era ya una mujercita en toda regla, rubia con pelo ondulado a la altura de sus hombros, no era muy alta apenas 1,60, delgada no llegaría a los 50 kilos de peso, unas tetas pequeñas aun, comparadas con las de sus amigas, que apenas se marcaban en aquel vestido, pero sobre todo sus piernas, eran firmes y bien torneadas acabando en un culo que se veía grande y redondo. Aunque yo intentaba seguir distante, ella seguía con la confianza que tenía desde que era pequeña, incluso siempre que me conectaba al Messenger, allí estaba ella, en cuanto me veía conectado empezaba a chatear conmigo, yo le seguía el juego por no quedar malamente con ella, ya que en verdad ella no tenia culpa de que yo ya me hiciera alguna paja pensando en su cuerpo, aunque siendo sinceros no ayudaba mucho cuando me solía mandar fotos para que viera lo bien que se lo pasaba en la piscina o la playa con sus amigas, aquellas fotos que para colmo las tomaban con poses bastantes provocativas hacían que me pajeara viéndolas bastantes veces.
El tiempo pasaba y aquello me lo tomaba como fantasías sexuales solamente, ya que mi lado bueno pensaba que un hombre de 30 no podía hacer nada con una chica de 18 y menos siendo familia, ya que si mi mujer se enteraba podría suponer una ruina para mí, sin apenas pensar que gracias a mi mujer la cosa se me pondría en bandeja.
Llego el verano y mis suegros alquilaron un piso en la costa por un mes, al ser mayores y al estar mi mujer también de vacaciones se fue con ellos, yo me quede por el trabajo y los fines de semana me bajaba a la costa a estar con ellos para volverme el domingo por la tarde. Un viernes de aquel mes Sandra me llamo, me pregunto si podía irse con nosotros aquel fin de semana a la playa, yo le conteste que por mí no había problema pero que llamara a su tía ya que al no ser yo el que había alquilado el piso no quería invitar a nadie sin permiso. Apenas unos minutos más tarde recibí una llamada de mi mujer, me dijo que me llevara a la sobrina conmigo, pero para que pudiera salir temprano por la mañana lo mejor que podía hacer es que ella durmiera en nuestra casa, ya que vivía en un pueblo que aunque no estaba lejos si haría que perdiera antes de nada una hora entre ir a buscarla y volver con dirección a la playa.
Miento si dijo que aquello no me excito, pero mi cordura seguía diciendo que no podía pasar nada. Al anochecer la recogí y nos fuimos directamente a mi casa, al llegar le dije que podía dormir en el dormitorio que quisiera, ya que aparte de el nuestro contamos con dos más en casa, totalmente amueblados, yo me fui a mi dormitorio y me duche en el cuarto de baño que se encuentra en el mismo, tras la ducha me puse un chándal y baje al salón para acompañarla, estaba viendo mi colección de videojuegos, ya que para mi soy bastante friki y me gustan bastante, le pregunte que si le gustaban y ella dijo que si, estuvimos jugando a uno de matar zombis como un par de horas, después pedí unas pizzas y cenemos. Despues de la cena, mientras recogía le dije que si quería podíamos tomarnos una copa mientras veíamos alguna película, ella contesto que si, a lo que añadió que si podía darse una ducha y ponerse cómoda, le dije “sabes que puedes hacer lo que quieras, esta es tu casa”, mientras ella estuvo arriba yo termine de limpiar, puse una película y prepara unos cubatas de ron. Cuando volvió mi boca casi pego en el suelo, solamente llevaba un pantaloncitos cortos de algodón, las nalgas asomaban un poquito por debajo de ellos y un sujetador de colores, solo se me ocurrió decirle “coño, si que te has puesto fresquita”, ella se rio y me dijo que es que hacía calor, la cosa es que era cierto, por lo que no le dije nada mas, pero mi cabeza ya estaba volviéndose un poco loca.
Comencemos a ver la película y beber, nos tomemos 3 cubatas cada uno, a la vez disimuladamente no dejaba de admirar ese cuerpecito que se encontraba a mi lado, debido al alcohol, a ella y que hacía calor, me encontraba ardiendo, ella se dio cuenta y me dijo que por qué no me ponía mas fresquito, acepte sin dudarlo, subí a mi dormitorio me desnude y me presente solamente con unos bóxers, al verme ella no digo nada pero si pude fijarme como había mirado el paquete que se marcaba apenas un segundo antes de volver la vista. Haciendo un esfuerzo titánico para que mi polla siguiera en estado de relax, por así decirlo, no veía el momento de que la película acabara para que nos pudiéramos ir a dormir y así pasar aquel trago. No ayudo mucho que ella acomodándose en el sofá se medio tumbara y colocara sus piernas encima de las mías, aun así yo seguía con mi intento de no empalmarme, pero todo fue en vano porque ya para colmo, en la película empezó un escena de sexo bastante explicita, mi polla subió a la velocidad de la luz, debido a todo lo que estaba pasando se puso en su máximo esplendor, no sé si es grande o no, las medidas de mi miembro son de 19 centímetros y unos 5 o 6 de grosor, las mujeres lo que más les gusta según me dicen es lo gorda. Volviendo a lo que nos atañe, yo intentaba disimular y pensar en otras cosas para que se me bajara, pero no sirvió de mucho, de repente mi sobrina soltó “joder como te has puesto con la tía de la película ¿eh?” entre risitas, me entro una risa nerviosa y le dije que eran cosas que pasaban que la actriz estaba muy buena pero que más bien había sido por la escena, “pues no veas cómo se ha puesto y eso que no te gusta la actriz”, me dijo siguiendo bromeando, “¿ves como no tenía que haberme quitado el chándal?, es una cosa normal que nos pasa a los hombres , si estuviera vestido no te hubieras dado cuenta y no te estarías riendo de mi” dije intentando sortear el bache, pero aquello se ponía intenso por momentos ya que ella me contesto “¿eso que tienes es normal? Los cogones, anda que no tiene que estar mi tía contenta”, aquello me estaba desencajando por momentos y ya no pude mas, mi lado oscuro empezó a hablar sin freno, “La verdad es que tu tía no puede tener ninguna queja, ya que siempre que follamos como mínimo 2 veces se corre”, su reacción fue acojonante ya que me dijo “normal, con el pollon que gastas”, aquello me estaba poniendo aun mas cachondo que lo que me encontraba, notaba mi polla al máximo de su dureza, pero de repente se puso muy tímida, como si ahora se avergonzara, me pregunto con una voz apenas audible “¿puedo verla?”, empecé con el juego de la decencia, que como se la iba a enseñar, que era mi sobrina, bla, bla, bla… pero la verdad es que me moría por sacarla, ella se puso roja, seguramente pensaba que se había pasado con la confianza, viendo que podía haberla cagado y que ella dejara la cosa así, acabe diciéndole que si pero que jamás podría contar nada de aquello, explicándole el lio en el que nos podíamos meter, ella accedió y me quite el bóxer.
Allí me encontraba con mi polla en su máximo esplendor, mientras mi sobrina no dejaba de mirarla, le dije que podía tocarla, tímidamente, o haciéndose la tímida, la cogió entre su mano, se sorprendió que no llegaba a rodearla del todo con ella, sus manos es que también eran pequeñas, “Dios, es gordísima” balbuceo, empezó a deslizar sus dedos por mis venas, ya que mi polla estando grande se le marcan bastante, ella insistió en que era bonita y que no había visto ninguna tan grande como esa, le pregunte que si había visto muchas, me sorprendió al decir que por los menos 10, pensé que para tener 18 años había salido bastante putita, toco mi capullo y me dijo que era la primera que veía con la punta ya fuera, le explique que era porque estaba operado de fimosis, ella se rio y me dijo que seguro que esa polla no le entraba en la boca, aquella insinuación me volvió loco, vi como ya asomaba una gota de mi liquido seminal por la punta de mi polla y sin apenas hacer nada, le dije que si quería probar que lo hiciera, ni corta ni perezosa, se inclino hacia mi polla y en vano intento metérsela dentro de su boca, me estaba haciendo bastante daño con los dientes, le pedí que lo dejara ya que era imposible que en aquel momento le cogiera, ya que hasta para mí me resultaba sorprendente el tamaño que tenía en aquel momento. Ella volvió a sentarse junto a mi lado, me pregunto que si me había hecho daño, le conteste que un poco, pero que era normal ya que ella tenía una boca también pequeña, se me ocurrió preguntarle que si había chupado todas las pollas que había visto, ella se rio y me dijo que no que solamente un par de ellas pero que si había podido hacerlo porque eran más pequeñas que las mías, recordé que yo también había tenido esa edad y que mi polla claro esta no era ni parecida a la que tenia ahora. La situación se iba calmando un poco, pero intentaba seguir con las riendas, le pregunte, como el que no quiere la cosa, si se corría muchas veces cuando follaba, le confesé que su tía llegaba a correrse varias veces porque era multiorgasmica, ella me contesto que la mayoría de las veces no llegaba a correrse, ya que los chicos con los que había estado, solamente llegaban se magreaban un poco, la metían y se corrían, por lo que ella se quedaba a cuadros casi siempre. Saque pecho y me hice el machito, le dije que era porque no sabían, porque estando con una diosa como ella, tenían que esmerarse y provocarle mucho placer. Hasta ese momento no había caído ella en que estaba pasando me pregunto que si le gustaba, a lo que dice que sí, que el hecho de que fuera sobrina mía no quitaba que fuera un pivon en toda regla, nuevamente se puso roja y dejo soltar suavemente que yo también le gustaba a ella, “¿de verdad?” le pregunte solamente, ella me contesto que si pero que no desde ahora, sino desde varios años atrás, aquello fue lo que me faltaba, me acerque suavemente hacia a ella y me la jugué, comencé a besarla y ella me respondió, estuvimos jugando con nuestras lenguas, mientras deslice mi mano por su espalda y le desabroche el sujetador, se lo quite mientras no separaba mi boca de la de ella y comencé a acariciar una teta, suavemente con la palma de mi mano, notaba como su pezón respondía a mis caricias, mi polla estaba a punto de reventar, le dije de subir a mi cama, sin decir nada nos levantemos y nos fuimos hacia allí, de pie delante de la cama, continuemos besándonos, la tumbe en la cama y una vez acomodada le quite esos pantaloncitos que llevaba, se los quite suave con mucho cariño, ya podía verla por fin en todo su esplendor, esas tetas pequeñas con unos pezones rosaditos, su coño depilado, abrí sus piernas y metí mi cabeza entre ellas, comencé a lamer aquella raja ya muy húmeda, era una delicia, me esmere en que tuviera una buena comida de coño, pensaba que si metía mi polla tal y como estaba de cachondo en aquel momento, me correría enseguida y ella pensaría que era otro mas como con los que había estado y todo lo que le había dicho era mentira. Mi lengua no paraba de lamer y jugar con ese pequeño clítoris, era maravilloso aquel coño sin pelo alguno, pasados unos minutos, ella empezó a gemir más fuerte y con un sonoro ya,ya,ya, se corrió en mi boca. Me levante y caí en la cuenta que me hacía falta un condón, empeche a buscar en la mesita de noche y no encontraba, ella me pregunto qué estaba haciendo, le contesto que buscando una goma, de repente me soltó que no hacía falta, me extrañe y quise saber el motivo, me dijo que tomaba la píldora porque tenía un desajuste hormonal y le hacía falta para llevar bien el ciclo de la regla, me interese en saber si ella lo hacía sin condón con todos los chicos, ya que había quedado claro que era bastante zorra, me dijo que siempre usaba condón, pero que si yo no encontraba no pasaba nada, no me lo pensé, me tumbe encima de ella y nuevamente volví a besarla, cuando iba a penetrarla, me pidió ponerse ella arriba, me tumbe y ella se subió encima, cogió mi polla y la acompaño hasta su coño, poco a poco la metió y pude sentir ese calor y humedad, además de su estrechez, poco a poco fue cabalgando a la vez que intentaba meterse toda mi polla dentro de su coño, de repente se paro, mi polla estaba completamente dentro de ella, podía sentir el fondo de su coño, ella empezó a gritar de placer y comenzó a correrse, al sentir las contracciones de su vagina, no pude mas y yo también me corrí llenando su coño de leche, tras deleitarnos por aquel placer, ella se inclino hacia delante y comenzó a besarme, poco a poco fue sacando mi polla de dentro de ella, como si quisiera sentirla por última vez, le pedí perdón por no haber podido durar más, ella se rio y me dijo que había sido fantástico, que nunca había tenido tanto placer, nos tumbemos abrazados y ella no tardo en dormirse.