El huérfano que no lo era I

Mi padre me hizo creer que era huérfano desde los tres años, a su muerte descubro que me ha mentido y me voy a Los Angeles a buscar a mi madre. Antes de dar con ella conozco a mi tía que es una diosa del porno

El huérfano que no lo era

La repentina muerte de mi padre me descubrió que durante casi veinte años me habían tenido engañado. Yo siempre había creído que mi madre había fallecido cuando yo tenía apenas tres años , cosa que resulto ser absolutamente falsa.

Tuvo que morir mi padre para que yo tuviera conocimiento de todo el  entramado de mentiras urdido por él , gracias a que mi tío Venancio el albacea testamentario, además de leerme las últimas voluntades de mi padre, me contó la verdad de mi vida.

Para entender lo sucedido he de remontarme en el tiempo a los años de plomo de este país , cuando mandaba un general y las mujeres ni podían tener una cuenta corriente ni viajar al extranjero sin el permiso del marido.

Mi padre , un señorito andaluz juerguista y mujeriego se casó con una señorita americana nacida en España. Cómo es posible esto , muy sencillo mi madre nació en al base de Rota , a todos los efectos territorio americano.

Con el tiempo nací yo , mi madre tenía 24 años y tuvo el capricho de llamarme Robert como su padre. No había yo cumplido los tres años cuando mi madre descubrió que mi padre, siguiendo las costumbres de la época y sobre todo de la zona, tenía otra casa , otra señora y hasta otro hijo, en este caso una niña.

Mi madre hizo todo lo posible por, al separarse de mi padre , llevarme con ella, pero al ser yo español sus esfuerzos fueron baldíos. Franco ante los americanos se bajaba los pantalones pero en asunto de niños era de lo más patriótico.

Mi madre desesperada decidió irse a vivir a Los Ángeles en donde tenía familia. La versión paterna , años más tarde, fue que mi madre había fallecido.

Y ahí me tienen a mi , 23 años , con algún dinero y mucha confusión en mi cabeza pensando qué hacer con mi vida. Decidí ir a Estados Unidos a conocer a mi madre sin tener ni la más remota idea de cómo dar con ella. Mi único dato , su nombre: Georgia Cohen.

Como no soy detective y pensando que la tarea iba a ser para largo y también para evitar problemas de visado me matriculé en la Universidad de UCLA y empecé mis pesquisas.

Para quien no lo sepa diré que L.A. es la ciudad más extensa del mundo , más que el D.F. en México , el doble que Nueva York y que en ella viven más de 20 millones de personas. En el listín telefónico 11 páginas completas con el apellido Cohen.

Viviendo en una residencia de estudiantes gasté todo mi tiempo libre en intentar localizar a mi madre y como mi dinero era limitado me puse a trabajar en esos trabajos que solo dan a quien no tiene papeles. El mío: repartidor de pizzas a domicilio.

Y pasaron tres meses de absoluto fracaso.

Un buena mañana fui a visitar a otra familia Cohen de mi inmensa lista. En este caso una mansión inmensa en Beverly Hills .

A la entrada de la casa un cartel: Se necesita ayuda. Buscaban una persona quien sabe para que tareas.

Atravesé el jardín y llamé a la puerta. Me abrió una sirvienta que parecía sacada del Playboy, rubia , alta , guapa , uniforme negro con minifalda y con un cuerpazo de infarto. Para completar la visión tacones de aguja , medias negras , y un delantal minúsculo con puntillas blancas. No se porque le dije que venía por el cartel.

Me hizo pasar a un salón y me pidió que esperara a la señora. Me encontré en un salón inmenso , recargado de muebles , una decoración que parecía sacada de Sunset Boulevard.

Cuando apareció la señora casi me caigo muerto. No es normal , ni siquiera en L.A., que una mujer te reciba con una bata transparente que cubría un picardías a juego. En los pasos que dio desde la puerta hasta donde yo estaba pude ver con toda claridad su cuerpo al completo, las tetas, el vientre plano y para mi sorpresa, en contra de la moda, un amplio mechón de pelo rubio en su pubis. Las caderas potentes , anchas , carnosas y los muslos rotundos.

Me quedé sin habla mientras calculaba que andaría entre los cuarenta y muchos y los cincuenta y pocos y que había gastado una fortuna en cirugías.

Ante aquella mujer me sentí como el pobre ratoncillo que meten en el terrario de la pitón para que desayune. Ella sabía que iba medio desnuda, que yo tenía la mirada fija en sus tetas y que aunque tratara de ocultarlo una tremenda erección me delataba.

Coqueteó conmigo todo lo que quiso y me hizo una propuesta absurda , media jornada cuidando el jardín con un salario generosísimo y completamente ilegal. Acepté al instante.

Cuando me despedía me dijo: en esta casa solo contratamos gente guapa. Me vino a la cabeza la doncella que me había recibido.

A la mañana siguiente mientras hacía mi trabajo pude averiguar que en la casa además de la señora que había conocido vivían sus dos hermanas y que ambas estaban fuera por motivo de trabajo. No volverían hasta tres semanas después.

Un par de días después estaba yo jardineando  cuando la dueña de la casa me pidió que la trajera una limonada.

Se la llevé y cuando me iba a retirar sonó su teléfono y ella me hizo un gesto para que me quedara a su lado, pensé que me iba a encargar otra cosa.

Contestó y para mi sorpresa lo hizo en perfecto español . Yo no había tenido que dar ningún detalle sobre mi vida , lo único , que estaba en la Universidad. Gracias a mis estudios en el Colegio Americano de Marbella mi acento era casi perfecto y nada hacía sospechar mi origen español.

La conversación me dejó claro mi futuro, me iba a follar a mi jefa o para ser más exacto ella me iba a follar a mi.

Si , si , ya tenemos jardinero , te va a encantar , un muchacho muy guapo, no te figuras como me mira, si, seguro , no van a pasar un par de días sin que le meta en mi cama, no , no voy a esperar a que volváis , me lo follo antes , seguro, ¿lo estáis pasando bien?.

El resto de la conversación fue intrascendente.

Cuando acabó la conversación cambió de idioma y me dijo: sube a mi habitación y ponme el baño , quiero el agua bien caliente.

En esa tarea andaba yo cuando llegó a la habitación , probó la temperatura del agua metiendo un codo y sin mediar palabra se quitó el vestido que la cubría y se metió en el agua mientras me decía:

Te puedes ir , si te necesito te haré llamar . Ah se me olvidaba no quiero que me llames señora , llámame Serena. Soy Serena Bush

El instante que medió desde que se quedó desnuda hasta que se sumergió en el agua fue para mi eterno , me dio tiempo a ver sus nalgas con todo detalle , sus caderas , los potentes muslos, un cuerpo desde mi punto de vista perfecto. No era el cuerpo de una veinteañera machacada en un gimnasio , era el cuerpo de una mujer madura, en sazón, las nalgas con diminutas señales de celulitis , los muslos algo más gruesos de lo que dirían los perfeccionistas, la cintura estrecha pero las caderas anchas, y las tetas que pude ver de refilón no miraban al techo sino que en su parte baja presentaban un ligero pliegue que a  mi particularmente me pareció perfecto, las tetas se deben apoyar en su parte inferior y nada hay mejor sensación que meter la mano por debajo y sostenerlas cosa que es imposible hacer con las tetas artificiales.

Salí del dormitorio con un calentón brutal y me dirigí al jardín. En ello estaba cuando la doncella me dijo:

Te llama la señora.

Subí a la habitación y en el baño , boca arriba , sin espuma en el agua pude verla con todo detalle y descaradamente me quedé mirando el espectáculo que me ofrecía. Ella fue totalmente consciente del repaso que le estaba dando.

Robert , he intentado quitar el agua de la bañera pero el mando que abre el tapón no funciona ¿ podrías arreglarlo?

Metí el brazo en el agua para intentar sacar el tapón y en ese mismo momento , conmigo arrodillado junto a la bañera Serena se puso en pie, sabía perfectamente lo que hacía, su sexo quedó a menos de una cuarta de mi cara. No fue un movimiento apresurado , se levantó, giró sus caderas hacia mi y ahí hizo una pausa antes de salir de la bañera.

Sabiendo el juego en el que estaba hice como que me esforzaba en abrir el sistema y me declaré incapaz. A mi espalda , en la habitación Serena, desnuda y de espaldas a mi se estaba dando cremas por el cuerpo.

Sentí que aquellas dos rotundas nalgas me atraían y decidí pasar a la acción, me acerqué sigiloso por la moqueta y desde detrás de ella le cogí las tetas mientras le decía:

No soporto más.

Su contestación fue inclinarse ligeramente para apoyar su culo en mi mientras me decía:

Mucho has aguantado, nunca un joven se me ha resistido tanto.

Me desnude tan rápido como pude y empecé a comérmela viva. Sin ser un experto en la materia si sabía que follarte a una mujer tan pronto ella te lo permite es conducta de albañil, que son preciosos los momentos previos y que lo que más le gusta a las mujeres es que empieces por comerla el coño. Ni besos ni caricias, la lengua directa al clítoris.

Antes ya había visto que Serena tenía un matojo rubio de tamaño considerable pero para mi sorpresa la pelambrera empezaba justo encima del chocho, su vulva y sus labios estaban perfectamente depilados lo que hizo más fácil mi trabajo.

Me tomé el trabajo sin prisas con la idea de que antes de cualquier otra cosa tenía que hacer que Serena se corriera y vaya si se corrió.  Primero empezó por dar pequeños gemidos para de ahí pasar a gritos que acababan en un gruñido largo.

Me anunció que se iba a correr , que siguiera que se iba a correr , yo obedecí sus deseos y se corrió : me estoy corriendo , me corro, rematando con un gruñido largo después del cual se desmadejó.

Iba yo a trepar por su cuerpo para penetrarla cuando me dijo:

Un momento, antes tengo que saber que es lo que me quieres meter.

Dicen que la polla media española mide entre 16 y 17 centímetros,no es mi caso, la mía está por debajo de la media, no llega a 15, pero lo que no tengo de largo lo tengo de ancho, a mi como a Nacho Vidal no me cabe en un vaso de tubo, es más yo he visto a Nacho Vidal y puedo asegurar que el la tiene más larga pero yo la tengo más gruesa y rematada por un cabezón que parece una manzana.

Serena me devolvió mi interés por el sexo oral, cogió mi polla con la mano y me dijo antes de metérsela en la boca:

Que pedazo de polla, que gorda, no se si me va a caber en la boca.

Estaba sin ninguna duda en manos de una experta , chupó , lamió absorbió , mordió, mientras me acariciaba los huevos. Sentí que se iba la vida y todos mis planes se derrumbaron todo lo que quería en ese momento era correrme en su boca. Echado yo boca arriba mi pareja maniobró con habilidad para ponerse encima de mi y ofrecerme de nuevo su coño. Empecé de nuevo a chupar aunque mi cerebro estaba exactamente en la cabeza de mi polla.

Serena paró un instante para decirme : me vas a hacer correrme otra vez y yo cuando me corro , me corro.

Me vine en su boca y ella me pidió que siguiera y al poco tiempo me anunció que se corría de nuevo.

Te voy a dar mi leche , bébetela , te la voy a dar.

Y efectivamente cuando se corrió exhalando el gruñido que yo ya conocía sentí en mi boca un fluido viscoso y salado , me separé un poco y pude ver como del coño de Serena brotaba un liquido muy parecido al semen pero más denso y más blanco. No exagero si digo que su corrida fue casi como la de un hombre y de un sabor que a mi me pareció delicioso. Fue para mi experiencia nueva, todos hemos oído hablar de mujeres que cuando se corren eyaculan pero yo no lo había experimentado nunca y Serena se corría como una perra.

Tendidos los dos boca arriba fue ella la primera en hablar:

Me encanta tu polla , las he tenido más largas pero no recuerdo ninguna tan gorda, he pensado que me ahogabas.

Para no ser yo menos le dije:

Es la primera vez que veo a una mujer eyacular y me ha vuelto loco probar tu leche.

¿Tu sabes quien te ha comido la polla?

Tu. Serena Bush.

Ya, pero no sabes quien soy.

No

Soy la reina del porno en la ciudad del porno. Soy la diosa de sexo desde hace casi treinta años y ahora tengo más trabajo que nunca. Tengo mas de 1.000 películas en las que sale con todo detalle mi eyaculación y una página con casi cinco millones de seguidores en todo el mundo.

Me quedé atónito , eso explicaba las habilidades de mi contrincante en la cama.

Hay algo que no entiendo, yo vine a esta casa pensando que aquí vivía una familia llamada Cohen y veo que te llamas Bush.

Bush es mi nombre artístico , por eso nunca me depilaré ( Bush en ingles significa matojo y es como normalmente se llama al pelo del coño) , mi apellido es Cohen que como sabes es judío.

Tus hermanas también se dedican al porno.

Si , las dos son actrices pero mi hermana Georgia además es directora y de mucho éxito.

Fue oír el nombre Georgia y una especie de trance me invadió, sin mediar palabra la monté y casi con violencia acuchille su coño con mi daga, casi con toda seguridad me estaba follando a mi tía.

Serena aceptó mi ímpetu sin inmutarse y follamos como dos enfermos, como si el mundo se fuera acabar.

Ella tardó menos y nada en tener su primer orgasmo , luego vino otro y otro y otro. Yo con mi cabeza en lo que acababa de saber bombee hasta desfallecer y acabé por correrme.

Tuve entonces la tentación de preguntarle en español pero me contuve y le pregunté en su lengua:

Como me has dicho que se llama tu hermana

Georgia, Georgia Cohen. Está rodando pero en tres semanas estará de vuelta. Si te  gusta , que estoy seguro que te va a gustar te la follas, nosotras lo compartimos todo.

Me parece obvio decir que continuará , esto no ha hecho más que empezar. Espero comentarios , valoraciones y sugerencias