El hotelero y el artista de cine se dan. 3

No necesitaban ir a otro lado para darse amor de hombres.

Luis, empresario hotelero, y Amadeo, artista de cine... a escondidas de todos iban por segunda vez a cenar a ese restaurant de ultra lujo y carísimo, muy selecto... donde no era fácil ser admitido, y era casi un club privado, solo pa algunos, muy de la alta.

Estaban a la mesa de su vez anterior.

Lo hacían muy lejos del hotel de Luis,  ya que en él... era peligroso... por eso del qué dirán, tanto para uno como para el otro.

Tenían que hacerlo de esta manera.

Lo hacían con gran secreto... sin que nadie los fuera a ver, y así poder hablar con confianza. Tenían cosas que decirse, de las que muchas ya se habían dicho los dos... Que les gustaban los hombres... y que todo eso de fama de ser muy buenos amantes con señoras... era totalmente falso.  Era otra, muy diferente la verdad, los hombres eran su deseo de los dos.... y deseaban tener entre ellos una buena relación sexual.

Se gustaban mucho los dos, se deseaban cantidad.

Nadie hubiera pensado eso, tan machotes que se veían los dos... y menos del artista de cine... del que sin embargo en ciertas revistas... se decian cosas... cosas que lastimaban... que  si su masculinidad era auténtica...  o nó, que si lo habían visto en algún lugar andar con hombre... con tantos fans que por todas partes tenía...

Luis miró a los ojos a Amadeo... y le soltó :

Mi amigo, mi querido amigo, sí  voy contigo a Grecia, a esa isla, a esa villa... a estar solos los dos, durante una semana, o algo más si quieres...

Ay... Luis... qué feliz me haces, al aceptar... y le plantó, muy imprudente, un beso en la boca.

Y añadío : Si la filmacióbn se retrasa por ello... pués que se vayan el productor y el director al carajo...

Así se hace, Amadeo... con huevos... con muchos huevos... esos que tengo ganas de chuparte...

Carajo... y yo a tí, dijo Luis.

Luis tu idea  de comenzar ya nuestra su relación sexual no es mala...  de una vez sentir tu cuerpo, y todo lo tuyo... Ay... esa verga... que libre,  que debes de tener.... ya la quiero...

Ay, amigo... dijo le dijo  a Amadeo... si casi ya la tienes... No sé cómo has podido hablar tanto... y a la vez no quitar la mano de mi pene... y moverla...

Carajo... no la puedo quitar de ahí...

Bajo la mesa la acción era grande.

Amadeo metía de vez en cuando su cabeza bajo la mesa... y la verdad, salía relamiéndose.

Desde el beso de Amadeo a Luis esas cosas habían ido a más cada vez...  Si la discreción no era mucha... el deseo sí era cada vez mayor...

Dijo Amadeo a Luis :

Ya viene de regreso el camarero... debe de tener una respuesta de su jefe sobre eso que le dije... de que a lo mejor... de que a lo mejor... ay,  en este lugar tan selecto es posible que... un dormitorio exista... para que dos buenos clientes pasen  un  rato... a gusto, unas horas...

Qué sí... que sí... comenzaba a decir el camarero... cuando Luis se estaba corriendo bajo la mesa, sobre la mano de Amadeo.... ay... ay... ay...

Que se los presta

Que sí lo hay... que ahí duerme él a veces.... pero que se los presta...

Y es que de lejos, para respetar su privacidad... yo los he visto... y comprendido la gran necesidad de ustedes, señores, y le expliqué al jefe...

Ahh... si parecía que iban a hacer el amor aquí en la mesa... encimados los dos... el uno sobre el otro... Ay... la de ganas que se tienen los dos...

Ay... y todo pringado... las servilletas.... el mantel... sus trajes, sus corbatas, todo pringado...

Vengan... yo los llevo...

Y yo los voy a desnudar a los dos... me llevo su ropa... y la de la mesa... a limpiar... y todo va quedar como nuevo...

Sí, la ropa interior tambien... Ah... si es la más sucia...

Miren... les abro la cama... Ya  está.

Vengan... así encueraditos... a la cama...

Ay...  qué pollotas tan buenas se les ven... húmedas, mojadas...

Y qué cuerpazos...

Machos ibérícos... lo mejor...

Ay... ay... ay...  dan ganas...

Súbanse el uno sobre el otro... o juntos... o lo que quieran...

Comiencen...

En cuanto yo vea... que le están entrando... les apago la luz...

No sé, señores... quién le va a dar a quién...

Nos vamos a dar los dos, dijo Amadeo.

Somos inter...

Qué disfruten... no les voy a traer el postre... que aunque era de chocolate... ya parecía más bien algo así como ron  o café con crema... y crema no les serví... crema no había...

Teníamos nosotros...

Y pensando estamos... que ir a esas islas.... puede no tener mucho caso... si aquí tenemos  un lugar así... y un camarero como tú, como tú.

Estoy para sevirles... si algo desean... me llaman.

Nuestro lema es.... Que queden contentos nuestros clientes... Y así... regesan

Recuerden... que estoy para servirles...