El hotel de los juegos 1

Esto es un relato ficticio pero muy bueno.

No aparecen menores de edad.

El hotel de los juegos 1

Aitor y Moree pasaron salieron de un pueblo cercano a Madrid, entonces se metieron dentro de un bosque y tras muchísimo tiempo de travesía, se encontraron con una fachada que ponía HOTEL DE LOS JUEGOS. Ellos al no saber que tal hotel existía, decidieron entrar. En la entrada había una recepcionista vestida con una ropa fetish muy provocativa, fue entonces cuando a ellos les extraño ese ambiente.

-Perdonen, querrían pedir una habitación? –Dijo la recepcionista al matrimonio.

Ellos con se miraron y los dos a la vez afirmaron con la cabeza. La señora miro las habitaciones disponibles hasta encontrar una.

-Sera la habitación 58. -dijo la recepcionista

Al momento salió una chica negra desnuda y totalmente calva.

-Esta perra es vuestro sirviente, como podréis observar esta desnuda y en la frente lleva el número 58 tatuado en rojo. Por favor síganla hacia la carroza y recuerden que la llave de la  habitación la tiene metida en su vagina que la podrá extraer con la cuerdecita que le cuelga.

Ellos junto con la 58 se dirigieron hacia otra puerta grande, al salir estaba una carroza con dos hombres negros desnudos uno al lado del otro. Al subir la 58 se coloco en el suelo de la carroza haciendo de reposa pies para la pareja.

-Habitación 58. –grito Moree

La carroza hecho en marcha. Al llegar frente la puerta de la habitación, esperaba un hombre negro también desnudo. La carroza se detuvo para que pudieran bajar.

-Ahora yo os explicare todas las cosas con claridad. –dijo el negro que esperaba en la puerta

Se acercaron a él con mucha curiosidad.

-Muy bien, pueden sacar la llave de la habitación por favor? –dijo el negro.

Así lo hizo Aitor, tirando de la cuerdecita salió la llave que por los jugos vaginales estaba mojada. Entonces se la entrego al negro y abrió la puerta. Al entrar les enseño la casa.

-Mirar, en este hotel podréis hacer lo que os plazca con todo el personal que vaya desnudo, besarlo, tocarlo, pegarlo, hasta meterlo en esta habitación y torturarle a vuestro gusto. –dijo el negro

Al acabar de hablar bajaron los 4 a la sala de tortura, allí había todo tipo de artilugios sexuales para usarlos con los esclavos.

Moree cogió al negro y lo ato con las manos a una mesa vertical, lo mismo hizo con los tobillos dejándolo en una posición de cruz. Entonces ella se desnudo y se acerco al pene del negro. Que ya se empezaba a parar, le dio una lamida con su lengua y se puso totalmente erecto, entonces ella se separo de él y fue a buscar una fusta. Al volver empezó a azotar en los guevos al negro. Mientras Aitor cogió a 58 y la puso boca arriba en una mesa normal. La ato en forma de cruz y con una fusta también empezó a pegarle a los pezones suavemente. Bajo con la fusta a su coño y pego muy fuerte en los labios vaginales, la chica grito de dolor y el de castigo le dio más fuerte y ella volvió  gritar. El enfadado fue a buscar un látigo corto con el cual empezó a azotar fuertemente sin ningún tipo de rencor ni descanso.

Mientras tanto Moree le azotaba los guevos débilmente cuando decidió bajar a su pene de unos 22 cm y empezarlo a lamer. De fondo se oían gritos muy fuertes de 58. Entonces Aitor ceso de pegarla porque había descubierto un aparato en el cual le metía dos consoladores en el culo y coño de la muchacha. El la desato y la puso en una posición muy incómoda. De cuatro patas pero el cuello atado a la camilla y las manos juntas con un palo atados para que no las pudiese doblar. El culo en pompa atada por todos los lados. Aitor puso en marcha la máquina mientras le metía los consoladores muy bruscamente y la chica gritaba y lloraba, el se pajeaba mirando ese espectáculo.

Mientras  Moree lamia y metía la polla del negro en su boca iba preguntando cosas hasta que la pregunta fue que si era virgen de culo, el con toda la sinceridad le respondió que si que era virgen. Allí paro la mamada cuando desato al negro y lo puso en la mesa anterior en la que 58 había estado. El estaba a cuatro patas y con el culo en pompa. Fue a buscar un palo de escoba de madera y primero le acariciaba el palo su culo muy suavemente, pero de un fuerte empujon el palo entro a manos de Moree. Ya que había entrado sin lubricación alguna, el negro noto un dolor espantoso y metió un grito devastador. Fue entonces cuando ella rio y empezó a mover el palo muy rápidamente. Del culo del negro salía sangre posiblemente de haberle partido el culo.

-¿Que perrito te sientes a gusto? –pregunto Moree en plan irónico.

El no se atrevió a responder, tampoco tenía fuerzas para hablar. Dejando de un mete y saca continuo del palo, fue a buscar una maquina en la cual sobresalían 3 palos con el final de un latigo con nudos. Lo coloco sobre el cuerpo del negro y empezó a funcionar. El gritaba de dolor mientras Moree cogió otra vez el palo de escoba y lo movió con mucha energía. El pobre negro estaba sufriendo lo que nunca había sufrido.

Mientras tanto 58 lloraba de dolor por ser penetrada a una velocidad tremenda el culo y el coño.

-Cariño los dejamos con las maquinas encendidas y nos vamos a ver el museo de la tortura que antes lo he leído en un cartel al venir hacia la habitación.  –Dijo Moree

-Vale. ¿Pero el palo de escoba lo dejas metido en el culo del negro? –Pregunto Aitor

-Pues claro, quiero que sufra teniendo algo en el culo, que en el museo aprenderemos cosas mucho más crueles y se acordaran de lo que es sufrir de verdad. –Dijo Moree

Despues de la corta conversación se vistieron y salieron de la sala, al subir a la habitación, cogieron la llave de la entrada y llamaron para que les fuera a buscar una carroza. Salieron de la habitación y a los 5 minutos aparecía una ponygirl desnuda a cuatro patas llevando una pequeña carroza. Subieron.

-¡Al museo de la tortura!- grito Moree

Entonces Aitor cogió el látigo y le dio en el culo dejándole marcada su espalda.

Al llegar la carroza se paro y Aitor se acerco a la ponygirl y le metió un dedo en el coño en forma de recompensa. Entonces la ponygirl lo miro y le sonrió. La pareja siguió andando hasta llegar ha la puerta de un edificio bastante grande cuando dos negras desnudas muy jovencitas que apenas tendrían los 20 años les recibieron.

-¿Desean entrar al Museo De La Tortura? –pregunto una de ellas

-Sí. ¡Perras de mierda arrodillaos ante mí! –mando Aitor

Así lo hicieron mientras que Aitor se agacho y les cogió una teta a cada una apretándolas.

-ahora poneros juntas pero enseñándome el ano y el coño. –ordeno Aitor.

Ellas se pusieron con el culo en pompa y Aitor metió sus dedos por cada uno de los coños mientras las chicas gemían de placer. Al final, Aitor se canso y se levanto y cruzando las puertas del museo con su mujer pudieron ver los primeros artilugios de tortura……………………….

Continuara, la segunda parte será  mucho más guarra y con mas torturas.

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