El Hombre que me gusta (4)

El beso del ‘hombre que me gusta’ ya no era el que me yo fantaseaba. Era el beso de ‘el hombre que amaba’

Antes de que empiezen a leer el relato, en esta parte hay canciones que agruegue a la historia, si ustedes quieren las buscan y asi sabran como seran las cosas entre los muchachos, mas que todo en David. si las conocen me alegra por ustedes xD si no quieren buscar, esta bien. saludo a todos los fans de este relato, les agradezco mucho.

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-dentro de poco amiga, ¡¡Diego Riascos y yo vamos a tener sexo!!

Las ganas que tenia de llorar me hacían perder la cordura. Me daban ganas de pegarle a alguien, de pegarle a la pared o aun tronco por la rabia que irradiaba, no soportaba el dolor de las últimas palabras que había dicho ella. Me daba una desesperación inmensa por irme sin saber de nadie. Y eso hice. Me levante del suelo lleno de hojas secas que se pegaban a mi pantalón, me fui lo más rápido que tuve…escuchaba a Margie decirme ‘¡David espera!’ ‘¿qué te pasa? ¿Estás bien?’ …yo solo corría, no quería saber de nadie. El hecho de que Diego vaya a estar con esa chica, me hacía sentir como me había dicho Karen y sus sabias palabras a las que no les di mucha importancia en ese entonces. ‘cuidado con los amores no correspondidos…!te quedas solo!’ no le había hecho caso a mi mejor amiga y la verdad, tenía mucha razón en sus palabras. Muchos dirán ‘paranoico, él no es nada tuyo’ otros dirán ‘se cómo te sientes’ …me hago pensamientos definitivos, por eso actuó de esa forma. Solo quería correr…un lugar donde desahuciar mis penas.

Me acerque al tronco caído de un árbol, el más grande de todos, lo reconocían fácilmente en el colegio. Me senté en él mirando el cielo, mientras que se había ido el radiante sol que hacía…me acordaba de todo. Todo lo que había pasado con Diego, desde que me saco del baño. El día que me curo mi pie, cuando jugábamos en mi PS2, la vez que jugamos el partido de fútbol con mis amigos, la carrera fallida que hicimos…esos flashbacks que en vez de llorar y sufrir de tristeza, sonreía como un idiota. Una sonrisa que no sabes que la tienes, que la estás haciendo sin darte cuenta. Me sentía como una montaña rusa, sentimientos tristes. Después me sentía feliz por lo que había pasado con el…con mi ‘amigo’.

Había buscado mi billetera...saque una foto que tenía con él. Nos la habíamos tomado el día que tuvimos ese partido de fútbol. Javi había llevado la cámara porque hace rato no habíamos tomado fotos en reunión de amigos. Así todos sudados nos la tomamos el y yo, había puesto su brazo en mi hombro mientras me revoloteaba el pelo y me daba risa tratando de mirar la cámara. La había impreso en mi computador y la tengo de buen recuerdo. Seguía viendo ese pedacito de papel fotografico… por razón natural de mis lagrimales, bote más pesares. Esta vez sentía un 50 y 50, estaba feliz pero triste al mismo tiempo, más indeciso ante lo que sentía no pude haber estado. No podía dejar de ver esa foto…sentía que alguien se me acercaba, despertándome de mi bipolar trance.

-¿estas mirando la foto?

-…si, la verdad me siento…me siento, yo…

-me puedes contar todo lo que quieras, desahógate conmigo

Trataba de montarse al tronco pero no podía. Se preocupaba porque se le viera la parte de atrás. Le di la mano para que se montara al tronco.

-¿cómo supiste que estaba aquí?

-Margie me conto que te habías ido sin razón alguna…y como este es lugar más solitario de colegio sabía que te iba a encontrar aquí…cuando te pasa eso quieres estas solo

-se ve que me conoces...como la palma de tu mano

-¿qué te paso David? ¿Paso algo con Diego?

Respire profundamente…puede que me diga que me estoy ahogando en la tormenta que estaba causando, o tal vez me aconsejaría cual sicóloga que trata de solucionar tu miserable vida por así decirlo, llena de problemas. No escogería a mi mamá, ni a mi padre. Daría miedo que en vez de un consejo, sea víctima de un rechazo. La única forma de hablar era con ella, ‘la chica cocodrilo’ la loca que me ha amado desde la primera vez que me vio…

-Karen… escuche a esa vieja, Marcela…dijo que ella y Diego…pues…van a estar juntos.

-¿estas sufriendo por eso? Oye ¡tranquilo! ¡Tal vez no sea verdad!

-no es eso…yo debí haberte escuchado antes…me enamore sin el corresponderme

Comencé a llorar, yo estoy aquí sufriendo, mientras mínimo él debe de estar con la tipa esa morreándose morbosamente.

-David, no pienses que porque el este con ella no quiera decir que estén comprometidos. ¿Porque no hablas con él? puede que sea todo un malentendido y pares de sentirte de esa forma…sabes que no me gusta verte así…desconsolado

-no creo que eso sirva…

-¿porque? ¿Peleaste con él?

-no…pero está actuando muy raro conmigo últimamente, me siento como un culo literalmente. No me presta atención, lo llame, le mande un mensaje pero no me contesta ni me responde. Sabes que pienso…que debe ser por vernos a nosotros dos hablando y cosas así

-deben ser celos. Mínimo nos vio creyendo que fuéramos algo. Tal vez se sintió solo, sintió celos por eso y la verdad me parece ridículo. Se debió haber creado una película donde nosotros dos somos novios en secreto, ¿no te parece?

-yo…voy a solucionar ese problema ahora mismo. Bajándome del tronco, determinado dispuesto a remendar este problema.

-¡no espera! ¡hazlo cuando se acaben las clases! No querrás que todos se enteren de lo sucedido ¿o sí?

Tenía razón. No podía hacerlo todo de una, tenía que hacerlo todo con la cabeza fría, hablar era mi única solución, pero sin que nadie se enterara. Mire a Karen dejando de llorar y le dije:

-gracias Karen. Puso una sonrisa gigante alegrándose de que yo hiciera un gesto de agradecimiento.

-¡! VOLVISTE!! !!Mi lindo!! Se bajó del tronco cayendo encima de mí, quedando los dos juntos en el pasto. Como en las películas, como si nos fuéramos a dar un beso asi tirados.

-esto es un poco incómodo…Karen ¿te podrías quitar?

-dame un beso

-¡no!

-ok…en que estoy pensando, tu eres gay, ¡¡pero es que eres tan lindo!!

-vos si sos tonta…mejor vámonos ya

Nos fuimos corriendo. Casi pasaba lo mismo de la clase de deportes, pero esta vez era diferente. Nos fuimos por otro lado, ella se fue con su compañera de trabajo y yo me fui donde estaba Margie. Me daba pena dejarla sola, le explique lo que paso. Que me había sentido mal, pero no le dije las obvias razones, otra vez. Volví a mentir, estaba cansado de decir mentiras a mis amigos, sobre todo a Margie. Ella no tiene la culpa de esto, pero me dolía no decirle la verdad. Ella lo acepto muy bien, creo que porque le gusto demasiado, es capaz de que yo la tire de un acantilado y aún así no cambiaría sus sentimientos hacia mí, pero me daría miedo decirle que soy gay. La verdad no quiero que ese día llegue.

El día había transcurrido normalmente, lo que más quería es se acabara el horario de estudiar, para ir con Diego y aclarar todo de una puta vez. No podía esperar más, esa agonía de no saber me estaba matando. Tal vez lo que dijo Karen era verdad, que tal vez no estaba pasando nada. A veces soy muy melodramático con mi vida, me deprimo cuando algo que amo mucho se va o se desparece. Estábamos en la última clase, miraba a Diego y lo veía como siempre es, de ese ser hermoso del que me enamore. Seguía igual, no había cambiado en nada… ¿pero qué pasaba? Eso me preguntaba ¿qué sucede? Con solo con verlo no me iba a solucionar todas mis dudas hacia él.

-12:30 PM

Sonó el timbre…guarde mis cosas rápido, me apure bastante. Cuando tenía todo guardado en mi maleta mire a mi alrededor y vi que no estaba, no me quede con las ganas y salí corriendo. ’Esto no se va a quedar así’ me decía. Fui a coger mi bicicleta y miraba que estaba saliendo del colegio con la bicicleta que me atropello. No podía creer que el este huyendo de mí, no creo que sea capaz de semejante atrocidad. Use todas mis fuerzas y me dirigí rápidamente a la ruta… era solo lo que pensaba… tengo que alcanzarlo, tengo que solucionar todo esto de una buena vez, decirle la verdad acerca de mis sentimientos…eso tal vez después. Solo quiero encontrarlo y preguntarle.

Y allí estaba, en la bifurcación de nuestros caminos, iba a voltear a seguir su dirección. Le grite con todas mis ganas.

-¡¡DIEGO!!

Volteo rápidamente, vio que me acercaba y se volteo como si se fuera a ir, pero se arrepintió y me volvió a mirar nuevamente respondiéndome secamente.

-hola David

-¿podemos hablar?

-…claro, dime

-es que…por la mañana escuche a esa chica Marcela decir… que tú y ella

-¿Qué?

-que iban a estar juntos

-…ahmm ya

-¿eso es verdad? Como habías dicho que ese tipo de chicas no te traman pues yo pensé que

-no. Es verdad… lo que dijo Marcela es de verdad

Sentí una clavada en mi corazón. Esas últimas palabras me dolieron bastante. Estaba a punto de tirarme para atrás, de coger la bicicleta y tirarla, de correr y que me atropellara un carro. Pensaba en suicidarme ahí mismo para parar de sufrir…contenía mis lágrimas…quería sacar en frente todo el dolor que tenía, no quería que me viera reaccionar de esa forma. Solo le pude responder:

-¿Por qué?

-¿porque? Eso a ti no te incumbe, son mis asuntos. Diciendo tajante su cruda respuesta

-¿cómo que son asuntos tuyos? soy tu…tu amigo, ¡solo te ayudo!

-mira…yo hago lo que se me da la gana con mi vida

-pero yo…

-Además ¿te he dicho algo de lo que tú haces con Karen? A cada rato se desaparecen los dos. ¿Crees que no me he dado cuenta David?

-Karen y yo… somos solo amigos Diego

-no me importa, ¿si tu podes tener una novia porque yo no puedo estar con Marcela?

-¡Mierda que Karen no es mi novia!, porque putas no podes entender que ella ¡no es mi novia! ¡No es mi novia!

-di lo que queras…

-…por eso, por eso es que estabas así conmigo… creías que ibas a perder un amigo por culpa de que yo haya andado con Karen… ¿tenías miedo de quedarte solo? ¿Es eso? ¿Celos? Diego ya te lo dije, Karen no es-

-¡Cállate de una puta vez! ¡No quiero que hables!

Tuve ese sentimiento de nuevo, como me grito la vez que me atropello pero esta vez era diferente. Cuando me grito no pude contener las lágrimas, estaban a punto de derramarse en mi cara. No podía creer lo que me había dicho, se me rompió mi corazón en mil pedazos. No lo soporte, tantas cosas que sentía, no se las pude mostrar. Quería decirle ‘te amo’ ‘te amo desde la primera vez que te vi’ …mínimo fue por eso que le dijo eso a la tal Marcela esa. Creía que yo estaba con Karen…no podía hablar, me sentía afectado y compungido. Sufría como si el mundo se me viniera encima, solo le podía mostrar una cara que no mostraba nada, una cara sin sentimientos. Pero lo que sentía era mil veces peor en mi interior, ocultaba mi amor hacia él y no lo podía mostrar. No podía.

-¡Vete a la mierda David! ¡A ti nadie te dice que putas haces vos con tu vida! Déjame quieto, no quiero que me volvas a hablar, ni que te metas en mi vida nunca más…

Se había ido…veía como desde lo lejos se iba, me… me había partido el corazón. Fue ahí que se me derramaron las lágrimas, cogí el manubrio de mi bicicleta saliéndome de ella, la deje cerca en un muro de ladrillos y me senté apoyando mi cabeza en él muro. Lloraba, me desgarraba por dentro…esas hirientes palabras hicieron que lo que yo sentía por el los tiro como lata vieja de refresco a la basura. Era desolador, me sentía deprimido. Era la primera vez que me partían el corazón de esa manera. Me hacía falsas esperanzas, Era tan estúpido de no ver las cosas. Golpeaba el rocoso suelo con todas mis fuerzas sin importar a lastimarme con las piedras y los vidrios rotos que había en el suelo, sentía mucho dolor. ‘Van a ser muy felices los dos juntos’ , pensaba. ‘y yo aquí, sufriendo por un amor no correspondido’ .

Deje de llorar, me levante. Llorando no lo iba a traer de vuelta, me decía a mí mismo que ya parara, que seguir luchando por él no valía la pena, eso decían mis pensamientos… pero mi corazón decía que siguiera, que luchara por él, es la persona que amas. ‘Porque no lo buscas y le dices la verdad’ pensaba. Me sentía como un muerto, de tanto dolor que tenía no escuchaba, no me importaba si la gente me miraba ver como sufría por dentro. Escuchaba a alguien gritar mi nombre. No captaba quien era, la tristeza no me dejaba pero sentía que eran varias personas…

-David ¡David! ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? Decía Javi

-David ¿qué te paso? Tienes la mano ensangrentada, ¿te caíste? agregaba Margie mirando con cuidado mi ensangrentada mano

-yo…estoy bien… ¿Qué hacen aquí?

-me preocupe por ti David… saliste rápido con cara de preocupado y quería saber a dónde habías ido. Fue que le pedí ayuda a Javier para que me dijera por donde vivías. Pero te encuentro pálido, tienes la nariz roja. Angustiada me decía Margie irradiando ternura preocupándose por alguien que la ha timado todo este tiempo.

-¿alguien te pego David?

-solo me…me caí, nada más. No me paso nada

-¿seguro?

-si muchachos…es…estoy bien

Me acompañaron hasta mi casa, les dije que yo me iba a curar mi mano llena de raspones y cortadas, que iba a estar bien. Solo les dije eso para no preocupar a nadie la verdad, solo escuchaba decir a Margie, que su fiesta iba a ser este sábado. Javi me decía que si iba ir y todo lo demás…solo les dije un ‘después hablamos muchachos, gracias’ .

Creía que todo iba a estar a mi favor, creía que iba a tener por fin un novio, mi primer novio, al que yo no cambiaría por nadie en el mundo… ¿pero que estaba pensando? todo pasó tan rápido, trataba de buscar mi rumbo de nuevo… no podía hacerlo, la verdad no podía equilibrarme.

Me cambie. Le puse una venda a mi mano, no le eche nada, ni crema ni ningun spray, solo me la puse echando sangre sin importarme. Me acosté en mi cama, quería despejar mi mente y puse la radio de mi IPod. Escuchaba la voz de la locutora de radio. Quería dejar de pensar en él, la persona que amo en todo el planeta por un solo momento. Despejarme de estos malos sentimientos,de lo que había sucedido…

-comenzamos una hora más de música, esta canción la pidió un oyente. Este hermoso tema se llama ´sigo buscando´. Vendrán más canciones dentro de unos instantes…

Escuchaba la canción, todo lo que me estaba pasando lo decía esa canción, tanto que he tratado de encontrar ese amor, ese ser que me haga despertar cada mañana lo sigo buscando, pero no lo he podido encontrar. Me preguntaba ¿Porque? Porque el destino me lo trajo a mi vida y me lo quita de esa manera. Había perdido el amigo que más amaba en este mundo, las lágrimas ya no me salían, nunca había llorado de esa manera en toda mi vida. ‘El hombre que me gusta’ había quedado en la faz de la tierra para mí. Tanto cansancio que tenía y de lo que había pasado me hicieron dormir…no quería pensar en nada ni en nadie, quería estar solo. estar en mi mundo, rebobinando todo lo que había pasado. Aun asi no me iba a rendir tan fácilmente...

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Era de noche, era el día de la fiesta de cumpleaños de Margie. Antes de lo que iba a hacer, lo que me iba a cambiar toda mi vida, miraba mi herida mano…no me había dado cuenta que era el vendaje de mi pie cuando lo tenía lastimado, pensaba que pocas horas faltaban. Me había montado al techo de mi casa, esperando a que saliera la noche. Fue ahí que escucho a mi mamá diciendo que ya había llegado, que estaba ya aquí. Bajaba por la escalera por donde había subido, y lo que vi me dejo en shock.

Mi mejor amiga estaba preciosima, llevaba un vestido magenta, que llegaba hasta sus rodillas, un peinado de rizos, tacones blancos y se había maquillado, cosa que no hace a menudo por que no lo necesita, era una fiesta elegante, pero se había venido con la artillería pesada. Estaba lista para deslumbrar a todos. Si fuera un gay afeminado hubiera gritado levantado las manos como si no la viera visto hace siglos, solo le dije:

-Wow!

-¿te gusta?

-¡estas hermosa! Preciosa

-bueno dejemos los halagos para después, tenemos que mirar otra vez lo que planeamos

-ok

Nos sentamos en las sillas que estaban en el patio, estaba preparado para lo que iba a suceder. Hace dos años, cuando Karen y yo estábamos juntos, no sabía que darle, no tenía dinero para comprarle algo… fue ahí que le cante una canción. Mi madre me había metido a clases de guitarra porque quería que yo fuera un músico, quería que yo cantara canciones con mi guitarra, fue por eso que me metió a clases. Pero solo dure 5 meses, fue poco pero me sabía todo lo que tenía que ver con el tema de los acordes. En fin, el regalo de Karen era una canción, se la cante cuando estábamos en una reunión de amigos míos y de Karen,eso fue hace tiempo. Fue la única canción que me aprendí en toda mi vida, es un clásico de los años 80, I Think i Love You de la banda The Partridge family

-¿entonces si vas a cantar?

-sí. le dije a Margie que después de que ella cantara, me iba dar chance para yo cantar en la fiesta.

-perfecto, ¿desde hace rato que no cantas cierto?

-la verdad, no me creo ser el buen cantante, pero me defiendo

-tú con esa canción me derretiste completamente, aunque no sabía que decías…pero nunca lo voy a olvidar ¡hermoso!

-tú y tus cursilerías

-¿si crees que Diego vaya al fiesta? Margie me dijo que iba a ir con la vieja esa, ¿estás seguro de lo que vas a hacer David?

-mira Karen…no quiero guardarme estos sentimientos hacia la persona que amo, que amo profundamente. Si el capta la indirecta, ya sea positiva o negativa lo voy a afrontar de cualquier manera. Quiero que sepa que yo lo quiero, pero si las cosas no se dan, espero que sigamos siendo amigos. Si me desprecia y le cuenta a todo el mundo quien soy yo en realidad, pues me vale mil y mil mierdas. No me importa si se lo cuenta a mis padres, a mis amigos, al mismísimo presidente del país no me importa, es una decisión que tome y si me vienen miles de críticas como balas de ametralladora. Los afrontare como soy yo…yo mismo.

Karen me miraba como si fuera un político defendiendo mis ideales hacia mi orientación y hacia la persona que más quiero. Tenía una mirada que decía todo, ‘ te voy a apoyar en todo lo que tu necesites, hasta que la muerte nos separe’ jejeje eso pensaba yo al mirarla. Fue ahí que hablo después de mi inesperada predicción.

-te quiero mucho David

-yo también te quiero mucho Karen

-debes de estar pasando en tu último momento donde tal vez…tu vida cambie

-que sea…lo que el destino quiera que pase

-¡te amo como si fueras mi hermanito!. Anda a cambiarte pues, si va a pasar algo que cambie tu vida, deberías vestirte para la ocasión ¿no crees?

-estas en lo cierto, mejor espérame aquí

Fui directo a mi cuarto, estaba el traje que iba a usar colgado en un perchero, un traje de color negro fino con una camisa de color azul cobalto. Tenía que apurarme para mi momento. Puede que esto sea solo cantar una canción dedicándola a la persona que amas, nada más. Para mí era como un paso para llegar a una nueva vida, mi nueva vida o estar con lo que yo más quiero. Si todo salía bien, iba a compartirlo con el amor de mi vida. Me ilusionaba nuevamente, aunque no se dieran las cosas puede que todo sea común y corriente, como lo es este presente. Es algo que quero hacer, mi determinación no iba a cambiar de ninguna manera.

Cogí mi traje y me puse primero los pantalones, la camisa fina, me puse las medias de color negro y los zapatos para la ocasión, esta vez era el tema elegante así que me puse unos zapatos sin cordones de color negro de marca Diesel que me había regalado mi padre el año pasado. Nunca los había estrenado así que eran perfectos para el momento. Me puse mi blazer, me eche un poco de perfume con olor masculino. Me miraba al espejo y me decía: ’este es tu momento… no hay marcha atrás ya’ estaba preparado para vivir mi momento. Fui a donde estaba Karen, se sorprendió tanto que hizo una pregunta que me hizo sentirme más incómodo que estar en un bus en hora de salida de trabajar.

-¿nos casamos?

-¿te drogaste? ¡Estás loca!, tu sabes que yo-

-sí, si ya se me toda la historia completita, que eres gay bla bla bla. Déjame fantasear un rato, ¡yo me imagino a Zayn un momento!

-mejor vámonos ya ¿quieres?

La agarre del brazo, seguía hablando de su enamorado, ya me tenía harto. Antes de irnos mi mamá nos tomó unas fotos, típico cuando uno se pone todo elegante, mientras que mi papá me decía que ya era todo un hombre, que se parecía a mí de joven y todo el discursito de lagrimeo y alegría que a muchos se los deben de haber dicho. En fin cogí mi guitarra, me despedí de ellos y salí con mi ‘chica cocodrilo’ a coger un taxi. Quería hacer esto, pero no quería hacerlo. Se me había venido a la mente ese complejo bipolar de nuevo. Pero fue ahí que cambie de parecer era algo trascendental que iba a suceder de alguna forma. Era ahora o nunca

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Habíamos llegado a la fiesta, con la invitación que nos dio Margie entramos.creen que esas típicas fiestas donde son en un salón lleno de luces, bombas, mesas, mucho color, típico de una quinceañera,pensaba que iba a hacer de esa forma. Salvo que yo conozco a Margie y no iba a ser lo que siempre vemos en ese tipo de fiestas.

Lo que resaltaba era el color lavanda y magenta, los favoritos de ella. No había un DJ que pusiera música. Era un mini escenario con todo. Batería, bajo, guitarra y el micrófono esencial digno de bandas novatas. Iban a haber grupos que iban a tocar, eso es mejor que poner música a todo volumen y peor, música que a uno no le gusta. Creo que va a ser una fiesta que no voy a olvidar. Obviamente por tanta gente que se avecinaba, nunca pensé que Margie fuera a tener tantos amigos.

Tratábamos de encontrarla, pero no podíamos verla por ningún lado, hasta que me taparon los ojos, olía a pura lavanda. Me voltee y vi que era Margie más tierna que nunca con su vestido de quinces, bueno de dieciséis, haciendo una excepción. Tenía el pelo con rizos, maquillaje perfecto de sus colores favoritos. Llevaba un vestido vaporoso largo de color lila con encaje, era distinta a la que yo conozco, pero se veía mil veces mejor.

-¡hola David! ¿Cómo estás?...¡¡te ves hermoso!!

-tu estas mil veces mejor que yo, estas preciosa

-gracias que lindo. Y ¿Dónde está Karen?

-¡¡¡AMIGA!!! ¡ESTAS HERMOSA! Gritaba Karen casi dejándome sordo

-Karen!!! Gracias por haber venido, tú estás hermosísima también

-¡gracias amiga! Te amo mucho. Espero que la pases bien en tu fiesta.

-gracias Karen. Mientras se dirigía a mí

-David, le dije a los músicos acerca de la canción, ellos te van a ayudar con la ambientación de lo que vas a cantar.

-¿en serio? Ósea que va a ser a lo grande. Pensé que iba a hacer un acústico

-no…yo sé cuál tema es, espero que te luzcas. Tú cantas cuando termine de cantar yo.

Estaba ansioso, miraba ese escenario y lo veía mil veces más grande de lo que es actualmente

-te agradezco mucho por haber venido

-no gracias a ti por haberme invitado y que hayas accedido a ayudarme, ve y disfruta tu fiesta

-gracias David, nos vemos ahora

Me despedí de ella, ponían música electrónica para amenizar la fiesta, mientras entraban a cantar las bandas. Karen y yo bailamos un poco, bailamos de todo. Fue ahí como en media hora fuimos y nos sentamos para descansar un poco. Me encontré a mis compinches y vi que los tres estaban vestidos como yo, pero lo que nos diferenciaba y resaltaba de los 4 es que teníamos colores diferentes de camisa. Juancar llevaba una camisa naranja, Marco llevaba una verde y Javi una roja. Juntos parecíamos la mafia en persona, o parecíamos los coristas de una banda de salsa. Estaban felices de verme, sobre todo Juancar, que estaba un poco tomado. Me abrazaba y me decía que me quería mucho, palabras de borrachos que no han de faltar en una fiesta. Habían empezado a tocar bandas que hacían covers, ya sean clásicos o la música actual del momento, había de todo pop, Rock pop, la típica banda de metal, donde se hizo un pogo,un hip-ho clásico muy bueno y la banda de rock con sonidos alternativos.

Me preguntaba dónde estaba Margie, no la había visto desde que la salude. Fue ahí que Karen me llamo diciéndome que me fuera para la parte de atrás, el mini backstage del concierto. Que me preparara que dentro de poco me tocaba a mí, me decían. Era el turno de Margie, se había cambiado de ropa radicalmente, llevaba una chaqueta de cuero con un top negro, unos leggins magenta y unas botas de color café, obvio que iba a estar con su indiferenciable peinado y sus gafas rosadas que hacían irradiar ternura a todos los aficionados. Había entrado al escenario con una guitarra negra con flores rosadas preparada para lo que se venía.

- gracias a todos por venir, de verdad les agradezco mucho, estoy feliz de verlos. Pues quería que ustedes vieran que soy…cantante y quería cantarle algunas de mis canciones favoritas, espero que les guste…

Comenzó a cantar, sonaba hermoso a decir verdad. Empezó con Off of the races de Lana del rey. La gente se emocionaba por la voz tan aguda y dulce que podía hacer en ese momento. Después siguió con Bestia de la banda Helloseahorse. Era perfecto lo que hacía, se volvía melancólica y racional con cada tema que tocaba. Después Mermaid hotel de Lana del rey y termino con Chasing Pirates de Norah Jones.

Se sentía como una famosa que había acabado de hacer su número, la alababan, le tiraban rosas por todo lo que hizo, fue impecable su presentación, no podía creer que podía poner una voz tan melodiosa en sus canciones. Fue tanta la emoción que caí en cuenta que este era el momento, el momento de salir, no había visto a Diego por ninguna parte aún así tenia determinación. Estaba listo para cantar, miraba mi mano vendada, la puedo tener enyesada y seguiría adelante. Me quite mi blazer, y me puse mi guitarra. No había vuelta atrás.

- Muchas gracias a todos, pero antes, les voy a presentar un amigo. Un amigo al que quiero mucho, quiere cantar una canción para todos ustedes. Muchos de ustedes lo conocen, quiero un aplauso para ¡¡David Mantilla!!

Era mi momento. Cada paso que daba se me aceleraba el corazón, me empezaban a sudar las manos. Puede que todo salga bien, puede que lo empeore que me equivoque, solo quería expresar lo que sentía. Iba a estar frente a todo mi salón, de personas que no conocía, miraba como mis amigos gritaban y me animaban. Solo quería cantarle esta canción a…el único que me enamoro, aun así me odie en ese momento. Estaba enfrente del micrófono, era hora.

-Hola a todos. Eh pues para los que no me conocen, yo me llamo David. le agradezco a Margie por haberme dado la oportunidad, este tema… se lo quiero dedicar a alguien especial, a una persona, que me hizo sentir amor por primera vez…aun así yo no lo mostraba, me daba miedo hacerlo. Quisiera decirle a esa persona, que…que la amo mucho, demasiado y este tema es de todo corazón, se llama I think i love you de The Partridge family.

La canción lo decía, todo. Expresaba todo lo que sentía en ese momento, era la canción perfecta para lo que se avecinaba. No me había equivocado en ninguna palabra, puede que mi buen manejo del inglés hizo que la cantara perfectamente. ‘¡Creo que te amo! ¿Qué es lo que me da tanto miedo? Me temo que no estoy seguro, quizá para el amor no hay cura’ era lo que decía la canción que cantaba con toda la pasión que estaba conteniendo. Miraba como el público hacia recocha (se emocionaban), levantaban las manos meneándolas a la izquierda y después a la derecha. Aunque la canción duraba solo casi 3 minutos, en ese poco tiempo pude sacar todo lo que tenía adentro. Solo era una canción, ni que se fuera a acabar el mundo, nadie iba a saber que me gustaba Diego, mucho menos que era gay. Quizás todo fue precipitado en mi mente. Eran solos sentimientos que querían que relucieran ante la mirada pública.

Lo que paso después de haber dicho las últimas frases de la canción, alucine completamente. El público aplaudía el show que había acabado de hacer. Silbaban, gritaban, me sentía por 5 segundos una estrella de rock, aunque la canción haya sido medio baladita. Me sentía feliz, mis amigos, mis compañeros, las personas que no conocía, me decían ‘que bonito’ ‘sigue así’ ‘fue fenomenal’ ‘cantas espectacular’ Karen me dio un beso en la mejilla mientras bajaba.

-fue hermoso David, estoy orgullosa de ti. ¿Te sientes mejor ya?

-la verdad, sí. Pero no fue para tanto…no fue tan malo como pensaba

-lo importante fue que lo hiciste

Había dejado mi guitarra mientras llevaba mi blazer en la mano. Me seguían felicitando por lo que había hecho, Margie se me había acercado dándome un abrazo intenso, pero fue muy tierno. Me había dicho que pronto íbamos a cantar en un dueto. Era algo que no iba a olvidar. Pero mi corazón no estaba feliz.

Lo que yo quería que pasara, no paso. No había visto al amor de mi vida por ninguna parte. Quizás no vino…debió haberle cumplido el favor a la chica esa, no tenía tiempo para pensar en su nombre. Quería descansar… Salí del salón por un rato mientras ponían música para seguir amenizando la fiesta. Me senté al lado de la puerta en el suelo, había cerrado mis ojos agarrándome las manos. Pensaba que nunca pensé que lo fuera a hacer. Lástima que era como el destino lo había planeado…no como yo quería. Quizás…él no era para mí, muchas cosas pueden suceder después pero lo que más anhelaba no sucedió.

Disipe mis sentimientos, me levante y pensé ‘así son las cosas. No puedo cambiarlas porque se me da la gana de hacerlo’ .

Justo antes que abrí la puerta del salón…sentía que alguien me llamaba a lo lejos. Abrí mis ojos como para ver quién era. El destino creo esto. Hizo que no quería que yo estuviera solo cuando vi que se acercaba…dependía de mi ahora.

-¡¡DAVID!!

Veía como se acercaba a mí, era diferente…era alguien más. No era la persona que había conocido antes. Tenía miedo, quería abrir esa puerta y salir de él y seguir adelante, pero otra vez gritaba mi nombre para que no me fuera, estando a pocos metros de mí.

-David, espera. No…no te vayas.

No lo miraba, solo quería abrir esa puerta.

-tú me dijiste que no querías que te hablara en toda tu vida. Pues seguiré cada palabra lo que me dijiste…

-espera

-¿qué?

-la canción…

Se me había hecho un nudo en la garganta, no podía correr lo que había dicho. Aun así no podía mirarlo.

-la canción… ¿era para mi verdad?

Había soltado la perilla de la puerta. Estaba pasando, se había dado cuenta de todo.

-la dedicatoria que hiciste…la canción, resolvieron todas mis dudas ante todo lo que yo no entendía. En tu canción…decías que…creías que me amabas, que tenías miedo de decírmelo porque pensabas que iba a decir yo...o como iba a reaccionar. ¿Que iba a suceder?…eso era lo que me preguntaba. Yo la verdad David-

Ahí fue que lo vi… Llevaba un traje de color gris con camisa blanca. Se había cortado el pelo, no lo tenía un poco largo como antes, con razón no lo podía diferenciar de todos los demás. Estaba ahí, a 3 metros de mí. Veía como sus ojos se humedecían. ¿Estaba soñando? ¿Era todo verdad? Fue ahí que me acorde del sueño…según mi sueño el…

-la verdad David es que yo…creo que también…te amo

Me puse a llorar. De verdad estaba pasando. Era lo que estaba pasando en ese momento de mi vida. Era amor lo que estábamos sintiendo en ese momento los dos. Un amor inexplicable y no lo podíamos contener.

-en… ¿¡en serio!?

-si…te amo…desde la primera vez que te vi. Mirándome con sus ojos cristalizados a punto de llorar

-yo…yo también siento lo mismo.Yo tambien...te amo

Fue ahí que me agarro de mi brazo llevándome a donde estaba el, con sus dos manos me quitaba las lágrimas de mis ojos verdes mientras yo miraba sus hermosos ojos. Nos mirábamos fijamente, tenía sus hermosas manos en mi cara, íbamos a mostrar lo que sentíamos el uno al otro. Se me fue acercando poco a poco, chocando nuestras frentes. Miraba lo que yo sentía por el por medio de mis ojos. Lentamente se fue acercando hasta llegar a mis labios, empezando a darme un beso. Un beso mágico, el mejor beso que me han dado en toda mi vida. El beso del ‘hombre que me gusta’ ya no era el que me yo fantaseaba. Era el beso de ‘el hombre que amaba’

Era el amor que hace rato estaba buscando.

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