El hombre perfecto (1)
Qué tiene de malo la envidia y el coraje, Nunca se han preguntado por qué a las malas personas siempre les va bien?
Cap.1
LA ENVIDIA
Hola a todos, mi nombre es Nereida, yo quiero contarles sobre mi primera vez, realmente es complicado, porque parece una historia algo intensa, la verdad… no sé por qué lo hice, tampoco sé por qué no me arrepiento.
Comenzaré explicándoles que mi familia es un poco rara, tengo una hermana mayor llamada Yuridia, y un hermano mayor que nosotras dos, llamado Joel, él se hizo amigo de uno de los personajes más importantes de la ciudad. Mi hermano desde pequeño jugaba con Gabriel, uno de los nietos del dueño de aquella enorme imprenta.
Está por demás decir que siendo yo la menor siempre estaba apartada de los juegos de niños grandes; Aunque Gabriel siempre fue bueno conmigo, me ayudaba con las cosas pesadas, y me construía casitas con ramas, se podría decir que entre él y Joel eran mis hermanos mayores; Solo que, Yuridia no era precisamente amable conmigo, por alguna razón cada gesto amable que tenía Gabriel conmigo ella lo destrozaba. La relación con mi hermana siempre fue complicada gracias a Gabriel, Guando ella cumplió 19 años se le confesó, en ese entonces Gabriel tenía 25 años, y yo 18, en ese entonces, pedí desesperadamente que me inscribieran en un internado para señoritas, Supongo que de la conmoción me hizo pedirlo con tanto drama, pero, en ese entonces no lo sabía muy bien, Gabriel fue mi primer amor, y al mismo tiempo mi primera desilusión amorosa.
Las cosas en el internado transcurrían casi sin pensar en Gabriel y Yuridia, casi no quería salir de ese lugar en mis días feriados, refería quedarme junto con las chicas que estaban viviendo allí, además no quería ir para ver cómo Gabriel se integraba cada vez más a la familia. Las vacaciones de verano e invierno siempre eran un martirio, sin duda ya después de alguno que otro amor de verano con algún chico de mi edad, aprendí a identificar mis verdaderos sentimientos, pero, eso no cambiaba para nada el hecho de que Gabriel estaba completamente enamorado de mi hermana y no de mí.
Terminando la Preparatoria, pensé en seguida entrar a alguna universidad en alguna otra ciudad, pero mis padre insistieron en que presentara examen también en la universidad local, por lo que, las vacaciones de ese verano, me tuve que enterar que mi hermana y Gabriel se habían comprometido, y yo… yo me tuve que conformar con ver a mi hermana presumir su anillo y la ventajosa alianza que era casarse con alguien de la familia más rica de la ciudad.
Mi historia se comenzó a distorsionar una tarde en que me quedé leyendo en la terraza en el que yo siempre consideré el sitio más apartado de nuestra vieja casa, bastante grande, teníamos tres terrazas, un enorme patio y varios cuartos que no se usaban, uno de ellos era el de la tercera terraza, el cual se usaba como desván y yo de vez en cuando lo usaba para alejarme de la gente, era el lugar perfecto para que nadie te encuentre si lo que quieres es estar a solas, y en la casa de una familia de 5 integrantes es difícil tener privacidad, así que ese era mi lugar preferido, si pensarlo como siempre me senté debajo de unas tablas ya dispuestas como para hacer sombra en una esquina de la terraza con mi cobija, y mi libro favorito, de esas tardes de verano que te dan sueño, sí, me quedé dormida, no sé bien qué fue lo que me despertó, creo que fueron los gritos de los amigos de mi hermana que estaban en el patio, supongo que estaban haciendo un convivio y empezó a llover, y las chicas gritaban y se divertían con la lluvia, también resulté mojada, aunque los trapos que puse y las tablas me protegieron un poco, las goteras me despertaron, supongo que no pensé mucho de hecho lo más lógico era entrar al cuarto, me dirigía hacia adentro cuando detrás de algunos muebles viejos escuché respiraciones extrañas, reconocía la voz, definitivamente, Yuridia y su voz chillona, pero era diferente esta vez, ella estaba gimiendo…
_ Así… que rico… dame verga….
Mis oídos casi se caen, hay quienes dicen que las cosas pasan por algo, supongo que el destino o quien fuese dios, quería que me despertara la lluvia, que el ruido del aguacero protegiera mis pasos hasta la puerta que estaba abierta, y también quería que mi posición fuera tan ventajosa, como para verlo todo sin que ellos se dieran cuenta, estaban de espaldas, mirando hacia la puerta que daba al pasillo, supongo para ver claramente si alguien entraba por allí, yo sabía que ese que estaba desnudo allí con mi hermana no era Gabriel, porque él tenía un enorme lunar en el brazo, además este tipo era moreno, y un poco más fornido que Gabriel… A pesar de que me temblaban las manos, no sé si de coraje o de susto, yo pude silenciar mi celular y grabarlo todo, y cuando digo todo, me refiero a todo.
Cuando yo llegué la acción apenas había empezado, él estaba lamiendo sus pechos con voracidad, de vez en cuando se notaba su erección por encima del bóxer y ella masajeaba ese bulto, sin muchos protocolos ella muy puta se volteó dándole las nalgas a ese tipo, y el solo recorrió a un lado las bragas de mi hermana para bajarse el bóxer y penetrarla… Mejor dicho, embestirla repetidas veces…
_ ¿Te gusta?
_ ¡sí!... dame más…
Mi hermana parecía como poseída por ese extraño, ¿por qué los estaba grabando?... no tenía la respuesta en ese momento, tal vez por morbo, o tal vez por coraje, si, quizá por envidia también… tal vez desde el inicio mi intención era que Gabriel viera a su prometida así, siendo cogida como una puta a escondidas por otro hombre, y más aún que la viera con esa cara de placer salivando, babeando gritando “Dame más”.
El tipo comenzó a moverse más y más duro contra mi hermana, de pronto casi encorvado encima de ella, soltó un gemido cari, gruñido junto con una embestida feroz, a ella le vino un orgasmo también y se empujaba contra el con placer, el hombre sacó su enorme verga y mi hermana se quedó allí recargada sobre el mueble moviéndose como una lombriz, mientras le palpitaba el chocho, una leche blanca y espesa le salía de allí, y el con vulgaridad le dijo…
_ Bien que te gusta duro – decía mientras metía sus dedos en el chocho de mi hermana – aprietas duro hasta que no me sacas todo, jejeeee…. Eres bien guarra….
Ella seguía moviendo sus nalgas disfrutando cómo la tocaba ese pervertido, se pavoneaba con placer sobre su mano mojada.
_ Si no fuera por todo ese dinero de por medio, definitivamente preferiría un hombre como tú, que me hiciera gritar de placer como tú lo haces…
_ No te preocupes, mientras me dejes cogerte rico puedes casarte con quien quieras reinita…
Qué puto asco, pensaba… Definitivamente yo estaba enterada de que mi hermana no era la mejor de las mujeres, pero jamás me imaginé que fuera así de perniciosa y desagradable su forma de actuar. No sabía todo lo que había pasado durante el tiempo que me fui al internado pero esto, esto superaba mis peores conclusiones… me sentí entre asqueada y aturdida, con la vagina húmeda por aquel espectáculo porno en vivo, y todavía conmocionada por mi atrevimiento de grabar, me fui con mi celular de regreso donde estaban esos trapos, supongo que mi hermana siguió pendejeando a Gabriel mientras se vestía, para regresar con sus amigos, el tipo todavía se paró en la ventana abierta a fumar un cigarro para darle espacio de tiempo a que mi hermana saliera, podía ver el humo salir mientras yo me refugiaba entre los trapos tratando de no moverme para que no me vera, estuve cerca de una hora mojándome, fue humillante aparte de que me dio un fuerte resfriado que no pude levantarme tres días de la cama, pero gracias a eso tuve la oportunidad de pensar mejor las cosas, debía mostrarle el video a Gabriel.
Bien.
Espeero este primer capítulo les haya gustado, reconozco que como aficionada me falta mucho por aprender pero ojalá les guste, sigan esperando semana con semana estas intrigantes historias y recuerden, siempre sigan explorandose... ha sido un placer.