El hipnotizador gay (5: venganza… ¡venganza!)

Quinto capítulo, continuo con mi venganza al que me pegaba y se burlaba de mí en la escuela primaria. (Para que le entiendan bien, deben leer los anteriores)

El hipnotizador Gay (5)

Venganza… Venganza… ¡Venganza!

La orgía obligatoria con los que se burlaban de mí en la escuela, así como con mis compañeritos que me gustaban, había sido todo un éxito. Ver a todos esos hombres con novias, o casados con hijos; en una orgía de placer y sexo incontenibles era delicioso, los disfruté como nunca, ver sus diferentes tipos de calzones y cuerpos, y todos a mi servicio, como esclavos sexuales, y el toque maestro fue el video grabar a Julián, el mayor fanfarrón, macho y abusador de la secundaria, y que irónicamente ahora vivía en La Condesa junto con su pareja gay.

Pero tu vida perfecta iba dar un vuelco Julián

Después que lo videograbé como la peor de la putas, siendo cogido masivamente, les di a mis esclavos unas horas para que durmieran y descansaran en las diferentes camas de mi mansión en las Lomas. Me dormí con ellos también, todos acurrucados entre las sabanas.

Después les ordené que se ducharan y vistieran, para luego borrarles todo recuerdo de lo que hubiera pasado. Sólo recodarían haberse ido a tomar unas copas con sus excompañeros de escuela. Sin embargo a Julián le di instrucciones de que recordara el incidente como parte de sus propios deseos, de manera que se sintiera muy culpable.

Edité el video de tal manera que se viera Julián puteando a todo pulmón, y lo envié por mensajería al trabajo de su pareja, Raúl, quien era abogado en un distinguido buffet en Polanco.

Evidentemente quedó estupefacto. Al enfrentar a Julián con el video él no supo que decir.

no sé que me hizo hacerlo, ni siquiera recuerdo cuando compré la tanga, sólo sé que sentí un deseo increíble de coger como una puta

¿Qué clase de explicación me estás dando? Eso no sirve de nada Julián ¿Qué yo no te satisfago? ¿No te gusta mi pene? ¿O qué? Lo que más me duele es que hayas querido que te grabaran como a Michelle Vieth, no sé en que demonios estabas pensando. Si hubieras querido una orgía me lo hubieras comentado y quizás hubiéramos hecho alguna clase de acuerdo, pero que lo hicieras a escondidas, eso no te lo perdonaré nunca.

Por favor Raúl, no digas eso, yo te amo, eres muy importante para mí y siempre he disfrutado como hacemos el amor.

Olvídalo, ya saqué mis cosas me voy a casa de un amigo, y por favor empieza a hacer lo necesario para la venta de este departamento que compramos entre los dos.

Tiempo después Raúl consiguió rentar otro departamento en Polanco cerca de su trabajo, Julián intentaba reconciliarse con él pero sin éxito.

Una tarde Raúl daba una vuelta por el parque y se sentó un momento, mientras miraba a las parejas dándose caricias, y añorando aquellos días felices.

-¿Ya viste como se refleja en la fuente?

Raúl volteo un poco extrañado y confundido hacia el hombre que se había sentado junto a él, que no era otro sino yo, pero movido quizás por su letargo natural producto de su depresión comenzó a mirar los reflejos del agua.

-sí son muy hermosos

-siempre dan cierta tranquilidad ¿No? Cierta paz, obsérvalos ¿No te hacen sentir más relajado?

-sí

-siente como te van llevado Raúl, siente como te pierdes en esos reflejos maravillosos y descansa todo pensamiento negativo, descansa de cualquier pensamiento que tenga tu mente.

Finalmente cayó bajo mi poder y me lo llevé a mi mansión (producto de un amable regalo de ciertos empresarios hipnotizados) y todo el trayecto profundicé su estado hipnótico, más y más… como se encontraba deprimido sus barreras mentales.

Una vez en casa, le ordene desnudarse totalmente, su cuerpo blanco lleno de pequeños vellos castaños como los del maíz era todo un agasajo, su figura esbelta, su cara de niño "bien", pero sobre todo la manera en que sobresalían sus glúteos perfectamente redondos, con vello sutil, como dos duraznos en un delgado cuerpo. Me lo llevé a la sala y ahí le ordene desvestirme poco a poco, le dije – disfrutarás de este sexo, como hace tiempo que no lo has hecho, te sentirás liberado de todo lo que te acongoja…. Ahora bésame esclavo- y nos dimos un beso apasionado y efervescente que hizo que nuestras vergas se pararan al uníoslo. Yo acariciaba su trasero hermoso mientras le besaba y le mordía sus labios hasta sangrar.

Lo incliné de espalda y le ordene empinar el culo, comencé a acariciar sus nalgas poco a poco, tan ricas y redondas que contrastaban con sus piernas delgadas y su cuerpo esbelto. Luego le di varias nalgadas obligándolo a decirme gracias por cada una. Luego introduje mi lengua dentro de su esfínter anal y comencé con movimientos circulares y luego de martillo hasta que casi me como todo su culo.

Después lo llevo a la alcoba, ahí sigo con mi festín, ahora que está más dilatado, lo comienzo a penetrar, como Raúl casi siempre era el activo con Julián, es malévolamente placentero verlo entregarse tan fervoroso a mis embates –eso es precioso, empínate, mueve este traserito así, bien cachondo-

Es increíble como la hipnosis lo convirtió de 100% activo a 100% pasivo.

Pasaron los meses y empezamos a salir juntos (por sugestión hipnótica mía, claro está) poco a poco comencé a malear más su mente. Salíamos juntos al cine, al teatro, a comer, a todos lados, (por supuesto la primer orden hipnótica para salir juntos fue que el me invitara todo) él me acompañaba a mis actividades y yo, a algunas suyas. Cada fin de la velada juntos, lo dormía y le daba sugestiones como: Vas a pensar en mí toda la semana que sigue, me extrañas porque ya te acostumbraste a mí. Te hago falta, tu vida no es completa sin mí.

Así pasó más el tiempo, a veces cojiamos de manera "natural" después de que él me invitará a un buen restaurante, puesto que ya tenía la orden de que toda su energía sexual, todo lo que le excitara de alguien que le gustara lo sentiría por mí, que yo fuera su único objeto de deseo sexual.

Eso lo hacía un semental delicioso, pero cuando yo lo quería como pasivo, (que era muy frecuente ya que él era uno de esos activos con súper nalgas) lo hipnotizaba y lo dormía y o hacía mi esclavo sexual. A veces todavía estando en trance, lo hacía llevarme a alguna disco gay de moda para que nos vieran y a él dándome toda su atención sin ver a nadie del antro, por más buenos que estuvieran.

Bailabamos sensualmente y lo hacía que nos fajáramos delante de todos en el antro. Eso hizo que varios pusieran su atención en mí, diciendo "Algo debe de tener para estar con alguien tan guapo".

Al poco tiempo después ya vivíamos juntos como pareja, cuando Raúl regresaba de trabajar, yo ya estaba en la casa y si venía muy cansado, lo dormía al instante y lo violaba o lo hacía servirme como esclavo. A veces lo ponía en trance y lo dejaba cojerme, un activo hipnotizado coje como un verdadero espartano.

Como yo no quería que se debilitara, lo hacía comer bien, y empezó a aumentar de peso, eso me encantaba a mí, era como esos hombres casados muy guapos y con una pequeña muy leve, pancita que los hace ver tan varoniles.

A veces, los domingos, lo tenía como mi esclavo haciendo labores domesticas, completamente en trance y vistiendo la ropa interior más sexy o sus propios calzones varoniles.

Incluso llegábamos a salir de vacaciones, y en la playa, con su traje de baño tipo bikini, todos los hombres se le quedaban viendo, pero él sólo tenía ojos para mí. Las sesiones de hipnosis eran regulares, para ir incrementando en Raúl, su sumisión completa a mi voluntad, y su cariño y porque no decirlo, su amor de esclavo hacía mí.

Pasó más tiempo, y me encontré a Julián sirviéndome como mesero en un restaurante de la colina Condesa.

-Hola

-Hola Julián, no sabía que trabajabas aquí

  • sí (no me lo quiso decir, pero supe que se había deprimido mucho y a raíz de eso fue decayendo en su productividad hasta que perdió su anterior trabajo)

-supe (Me dijo) que ya eres pareja de Raúl

  • sí llevamos ya 6 meses viviendo juntos

  • me dicen que los ven muy contentos, sinceramente me alegro por ti, y claro, por él, yo lo quiero mucho, él me ayudó a aceptarme como gay, de hecho yo creía que era hetero, hasta que lo conocí y él me propuso ser su pareja.

Yo pensaba a mis adentros, que vueltas da la vida ¿no Julián? Ahora yo tengo a tu noviecito como mi amante, pareja, y esclavo, yo que sufrí tus burlas en la primaria, yo que nunca tuve un "Raúl" ni un apareja para darme cariño, y amor de hombre. Ahora tu hombre es mío.

Sin embargo cuando él me dijo:

cuídalo, mientras él este feliz, yo lo estaré, ¿sabes? Todo este tiempo estuve pensando mucho y.. aunque al principio te detestaba, ahora comprendo que tienes muchas razones para odiarme, fui muy cruel cuando éramos niños y creo que mis golpizas y burlas hacia ti, eran porque yo mismo no quería aceptar que tenía estás tendencias. TE PIDO PERDON POR TODO LO QUE TE HICE.

Algo se removió muy dentro de mí… y fue entonces cuando decidí….

CONTINUARA…..