El hipnotizador gay (4)
Sigo hipnotizando mataputos y de paso hago una bella reunión de excompañeros del colegio.
EL HIPNOTIZADOR GAY 4
OTRO "MATAPUTOS" CONVERTIDO EN ESCLAVO
Después del último hombre "buga" convertido en "metrera" el cual por cierto fue alucinante recuerdo su piel morena, su cuerpo delgado, correoso y de machín que madreaba putos, y como lo convertí en el mejor chacal mayate del metro.
Ahora mi siguiente victima sería mejor es-cogida. Me dediqué a buscar en anuarios, Internet y con la ayuda de ciertos burócratas del IFE previamente hipnotizados, a todos los que me molestaban diciéndome "mujercita" y "joto maricón" en la secundaría, los haría pagar por decirme algo así en tiempos dónde el sinónimo de jotear era simplemente no jugar fútbol o evitar peleas o groserías, ahora todos pagarían.
Una vez identificados en sus respectivos domicilios, hice una selección de los que no habían engordado mucho, de los que se mantenían en buen cuerpo, y junto a mis otros excompañeros y amigos de la primaria, secundaria, y prepa que sí habían sido mis amigos pero que me gustarán los fui hipnotizando uno por uno, bajo el pretexto de la invitación a un amigable reencuentro.
Dentro de las órdenes hipnóticas venía el ir poniendo excusas para sus esposas, la sorpresa más grande fue saber que Julio, el peor golpeador de la primaria, no se había casado, el machito futbolero y mata putos ahora era jeje uno de tantos gays, eso sí muy guapo, y con pareja, otro guapo como él.
Pagaras de cualquier manera- me dije a mis adentros, pero será de manera diferente al resto de los otros, y de mis amigos bugas.
Llegado el día utilicé la enorme casa que "amablemente" me había prestado mi jefe y la fiesta comenzó justo a las 6 de la tarde. Era tiempo de que llegarán y llegaron puntuales.
Una vez adentro utilicé un salón al lado del gran jardín para festejar este dulce reencuentro. Cada invitado era puesto de nuevo bajo hipnosis e estado de trance absoluto, mis ordenes eran las evidentes: eres mi esclavo, no pensaras en nada más que en hacer todo lo que te ordene, ya sea conmigo o con el resto, no existe el mundo allá afuera, sólo existe esta casa y tú vives para mi placer, esa es la razón de tu existencia, olvidarás a tu familia todo el tiempo que te encuentres en esta casa, ya sólo eres un sumiso esclavo.
Cada vez que alguien llegará y obtuviera su "tratamiento" su primera obligación era desnudarse hasta que dar en ropa interior, era agradable ver los distintos tipos de calzoncillos que usaban, Jorge que se había vuelto doctor usaba unos slips de tipo bikini muy baratos comprados en el súper, pero muy sexys, color verde militar, Joaquín que se dedicaba a ser taxista usaba unos caros Calvin Klain mientras que Rómulo y Adolfo trusas blancas clásicas, Carlos usaba calzoncillos bikini pero de color rojo y Marco, el pintor del grupo no traía. Luís usaba una marca colombiana llamada único que le acentuaba su enorme pene. El resto usaba boxers tanto pegados como sueltos, el último esclavo en llegar era Julio a quién programé para que se comprara una tanga dorada de hilo dental.
Acomodados todos yo me desnudé usando sólo una trusa azul.
-muy bien esclavos comiencen a excitarse, como a cada uno de ustedes le he inducido la orden de no tener sexo con sus esposas o novias por más de una semana sus nuevos están llenos de lechita, ahora comiencen a tener erecciones perros, se excitan de ver los cuerpos de sus compañeros, comiencen a tocarse unos con otros, sean creativos
y comiencen a tocarse suavemente, miren sus cuerpos semidesnudos y sientan la excitación más fuerte de sus vidas, van a sentirse más excitados que con cualquier mujer que han visto antes.
Era maravilloso ver como se acariciaban y excitaban unos con otros, si sus esposas supieran lo que sus mariditos hacían en este momento ¿Qué pensarían sus hijos de sus machos papis? Jeje.
Todos estaban en el mejor de los cachondeos menos Julio, a él le esperaba otra cosa, estaba sentado junto a mí en un cómodo sofá mientras yo disfrutaba el espectáculo tomando un martín preparado por otro esclavo.
Cuando me terminé el martín entre en la acción con el resto y desdije que se comenzarán a besar entre ellos en al boca, los más rico que pudieran y que al que iban a disfrutar más era besarme a mi. Todos combatían para acariciarme y besarme apasionadamente, pero los que ya lo hacían y eran apar6tados por el resto de sus compañeros esclavos, se besaban entre ellos hasta meter toda la lengua.
Una vez que eso pareciera convención de penes erectos, comencé a mamárselos, muchos estaban a punto de venirse, pero reprimí sus impulsos hasta que me apeteciera. Comencé a follar con todos mis esclavos sexuales, por fin había hecho realidad mi fantasía de coger con todos mis amigos y enemigos que me atraían desde la primaria. (Claro expetuando a los que se habían puesto feos o descuidados)
Creo follé con todos y a todos les tocó penetrarme así que hice comparación de penes y forma de llevar el mete saca, para ver cual de sus esposas o novias era la más feliz.
Cada quien tenía su estilo especial, su ritmo y fuerza característicos, y mientras todo esto ocurría Julio se encontraba sentado, con su mirada perdida en la nada.
Una vez que todos me cojierón (con su respectiva venida) disfruté un rato sintiendo la leche de todos escurriéndome en i culo abiertísimo. El último en cojerme fue Julio claro, lo probé y las palizas que me daba de niño no se comparaban a las cojidas que me daba.
Ya que eyaculó, siguió la segunda parte, tomé otro martín y les ordené chuparse mutuamente sus penes, luego que hicieran beso negro de la misma manera, parecían perros de albergue todos en cuatro patas lamiéndose el culo unos a otros, en ese momento le quité la boca a alguno justo para que me dejara ya el culo de su compañero listo para las embestidas de mi ya excitado y duro pene, todos pasaron por mi verga y me vine en la boca del que me pareció que tenía el culo más suculento.
De nueva cuenta mi último juguete sexual fue Julio, le ordene que parará el culo como la mejor putita de México que moviera su rabo y que se empinara como lo haría ante su pareja, luego le induje la idea de que era su pareja el que se lo estaba follando, -así que así le gimes a tu novio, mi pequeño -pensé mientras me venía a chorros dentro de sus entrañas- Muy bien es hora de que comience mi diversión y que tú pagues tus abusos. Una vez que les di un martíni de cortesía a todos mis nuevos esclavos, les ordené excitarse de nuevo, les dije que olvidarán la orgía forzada que habían tenido y que pensaran que no habían tenido sexo en todo un año, que no existían mujeres ni hombres en la tierra para meterle sus vergas más que Julio, les induje la idea de que les urgía meter sus vergas paradas en un agujero, pero el único aparte del mío que les excitara sería el de Julio.
-Julio escúchame le dije- eres la más putita de las putittas jotas, te encanta la verga y no puedes existir sin un pedazo de carne dentro de tus intestinos. Moverás ese rabo como la peor de las putas, porque eso eres una puta, y no podrás parar de querer una verga pasé lo que pasé, hasta que yo te lo ordené.
Una vez preparados, me dispuse a disfrutar la deliciosa cena que uno de mis amigos que traían boxers cuando llegaron y que era chef me preparó, y cubriéndome con una bata de seda, me sentí el Hugh Heffner del mundo gay.
Me senté en el sillón y les dije -comiencen a follarlo esclavos, y tú puta no te moverás de la mesita de café en la que estás en cuatro patas-
Y cené a gusto viendo el show, claro que primero encendí la cámara de video que le mandaría a la pareja de julio al día siguiente .