El hipnotizador gay (2)

Para la gente que no vive en méxico necesitan saber ciertas palabras para que entiendan algunas frases: a los heterosexuales les decimos bugas. a eyacular le decimos venirnos, cuando digo, me vine es como decir me corrí.

EL HIPNOTIZADOR GAY (2)

Placeres y caprichos

Cómo si fuera un gato que acaba de comerse al canario, así me relamía después de coger a Alejandro, mi vecino. Su rostro era más bien tosco… moreno y con un corte de pelo algo pasado de moda. Pero que rico cuerpo tenía, no era demasiado marcado pero sí con mucho volumen en nalgas, pectorales y bíceps, además de estar delgado

Disfruté cuando lo cogí hipnotizado…. Fue extremadamente fácil después de los consejos del misterioso asesor en línea de aquella madrugada cachonda. Había tratado de encontrarlo de nuevo en el Chat pero jamás volvió, al menos con ese nick.

-Oh, Alex, que tierno te veías dominado por mi, un buga cómo tú, un heterosexual siendo sometido al placer sodomita… siendo cogido por detrás, y que deliciosas entrañas tienes, con un culito totalmente virgen de macho mexicano. Ahora entiendo porqué fue tan fácil contigo… venías del gimnasio, cansado y relajado de todos tus músculos, tu mente imprevista de lo que yo iba hacerte no tuvo oportunidad… caíste redondito, y yo dejé contenerme por fin de un simple saludo para que no te dieras cuenta de cuanto me exitas.

Pasaron varios días y a Alex regresó de ver a sus papas en Puebla. Me lo volví a encontrar cuando el inocente iba a comprar leche y pan -esa entupida de tu novia que poco consentido te tiene, si yo fuera ella te estaría preparando tu cena favorita todos los días, aunque quizás si ella hacía eso, le perderías el chiste y la engañarías enseguida- Al verlo usando esos jeans azules y sabiendo que era jueves tenía que aprovechar el fin de semana para cogerlo más veces. Así que le hice conversación y justo cuando en la calle no había nadie cerca le dije….

Hipnosis –Al momento quedo petrificado con la mirada perdida y sus brazos sueltos a los lados.

Pon atención esclavo, cuando diga ahora, tendrás unas ganas incontrolables de venir conmigo a mi casa a cenar ¡Ahora!

Conversamos de cosas tontas hasta llegar a mi casa, cenamos, lo dejé reportarse con su novia a quien iría a ver al día siguiente para cenar y seguramente hacerle el amor. - Pero antes que tú te la cojas lo te cogeré- pensé. Una vez que colgó pronuncié mi palabra favorita

Hipnosis – Entró en trancé, le ordene seguirme a mi recamara – escúchame con atención esclavo, tu trance se hará más y más profundo, para ti es algo agradable, deseas olvidar quien eres, y sólo debes recordar que estás aquí para obedecerme en todos mis caprichos. No existes más que para complacerme. Soy tu amo

Eres mi amo

Quítate la ropa, quédate en calzoncillos y mientras lo haces me contarás con detalle sobre cuando perdiste la virginidad.

El juego morboso se me hacía cada vez más placentero, me excitaba saber esas intimidades de mi vecino. Ya no sería sólo uno de tantos bugas que me atraían, sin poder saber nada se su vida. Ahora yo sabría todos sus secretos, desde la manera en que iban al baño hasta sus estados financieros. No tendrían ningún secreto para mi, serían un libro abierto, así que no sólo los desnudaba físicamente, también mental y emocionalmente, así poseía un control absoluto sobre mis machos- mascotas.

Supe entonces que aunque una tenía pinta de madrearse a todo el que se le topara en frente, en realidad era un hombre bastante tímido, se había tenido que pelear varias veces en la escuela desde la primaria hasta la universidad, pero no era un busca pleitos. No terminó su carrera en LAE puesto que su padre lo metió a trabar a la empresa familiar… su primera vez había sido con una prostituta de Tlalpan, y le había costado mucho que se le parará por el pánico escénico que sentía en ese instante. Su novia no lo apuraba y eso influyó para que ahora ella lo tuviera controlado… claro antes de que yo llegara a su vida. Al preguntarle de sus acercamientos al placer gay, me contó algo quizás nunca lo haría ni a su mayor confidente, que se había alejado de uno de sus amigos del gimnasio una vez que este empezó a quererlo emborrachar para después intentar hacer "cosas extrañas" Su amigo nunca llegó a nada, sólo a agarrarle la entrepierna, acto seguido Alejandro lo había golpeado y se cambió de gimnasio. Era un buga heterosexual sin remedio.

Esclavo bájate los calzones (Un bóxer ajustado de color gris) y ponte como perro, levanta las nalgas y ofréceme culo.

Su naturaleza heterosexual ofreció resistencia pero lo obligué a profundizar más su hipnosis hasta que como un robot hacía lo que le ordenaba. Comencé a lamer su culo sin parar, el hacerlo hablar de su vida intima me había excitado enormemente, era una especie de violación psicológica antes de la física. Una vez que su cola de macho estuvo perfectamente lubricada, me dispuse a empezar a penetrarlo… mi verga mide 19cm y es cut , mi glande estaba sumamente sensible hacía ese culo que sólo había sido cogido 1 vez en toda una vida… ahora sería la segunda.

Le ordené mover el rabo de manera que mi liquido seminal lo mojara con varias gotas… y comencé a embestirlo… mi bombeo se hizo cada vez más rápido dentro de su lampiño trasero… lo cogí con una fuerza impresionante, lo obligué a resistir el dolor… nunca le di una indicación para que él sintiera placer, quería disfrutarlo yo y nada más yo, él era un sirviente complaciendo a su señor… la clave para que obedeciera era no dejarlo tener ningún pensamiento individual.

Duré mucho tiempo y cuando me vine noté que él ya se había venido por la acción de mi fricción sobre su próstata.

Lo acosté en mi cama, nos envolví con una manta y le ordené dormir un sueño natural indefinidamente, abrasé su cuerpo desnudo toda la noche. Cuando yo em desperté a la mañana siguiente le ordené vestirse

Cuando salgas de la casa esclavo, despertarás de tu trance y no recordarás nada de lo aquí ocurrido… para tu mente, regresas de comprar el periódico matutino, sólo que has olvidado el dinero. Una vez en tu casa te ducharás y seguirás con tus actividades normales del sábado.

Acto seguido mi esclavo cumplió al pie de la letra sus comandos post-hipnóticos… lo había disfrutado, pero ahora era tiempo de seguir reclutando esclavos sexuales hipnotizados de las filas de los hombres bugas… de ahora en adelante cumpliría mis más descabelladas fantasías… con albañiles, policías, militares… ¿Tal ves clérigos? No habría límites a los futuros días. De cualquier manera Alex había sido mi primer conscripto.

Sin embargo estuve a punto de no violarlo… cuando lo obligué a decirme todo acerca de su vida… le había preguntado que opinión tenía de mí… a lo que contestó:

  • Es mi vecino… parece un buen chavo, algo reservado… me cae bien, lo estimo.