El hijo del zapatero (4)

Alondra tiene un gusto tremendo por las vergas, mama el garrote de Ernesto… y el de su hijo; luego es sorprendida por una verga descomunal… la que tiene el hijo de doña Ana.

EL HIJO DEL ZAPATERO

Capítulo 5

Una semana después de la amenaza que Doña Ana hace a la familia del hijo del zapatero, Alondra toma el teléfono y llama a la casa del juez de barrio para ponerse de acuerdo:

Por favor, comuníqueme con Doña Ana.

Un momentito. ¡Doña Ana! ¡Doña Ana! Le hablan por teléfono, parece que es la señora de la tienda de zapatos.

Contesta la empleada doméstica, Eugenia, una mujer venida de la huasteca potosina (Xilitla) a buscar futuro a Poza Rica; la empleada es joven, como de 17 años, bajita de estatura, morena, pechos regulares, de poca nalga, pero con unos labios sensuales, unos ojos risueños y tiene por dentro una sangre muy caliente… (Ella intervendrá cachondamente en el capítulo 5…)

¡Bueno! Dime Alondra.

No quiero dejar pasar el tiempo y que mi familia se meta en problemas, ¿Recuerdas nuestro trato Ana?

¡Claro que lo recuerdo! Ya estaba pensando en visitarte de nuevo por si se te había olvidado.

¿Entonces quieres que atienda a tu chamaco?

Si me haces favor.

Bueno… en una hora estoy en tu casa… voy a llevar a mi hijo Carlos para que me acompañe… chao

Chaoo.

Alondra va hasta la recamara de su hijo y le dice:

Corazón, tengo un compromiso pendiente… Acompáñame a la casa del juez, voy a hacerle una visita a Ana.

Sí mamá, ¿Se puede saber a qué vamos?

Tú acompáñame y no preguntes. ¡Ernesto! ¡Ernesto! (Los lectores que deseen saber quién es Ernesto pueden leer EL HIJO DEL ZAPATERO, capítulo 2)

Dígame señora.

Por favor trae la camioneta, quiero que nos lleves a la casa del juez.

En seguida.

Se montan en la camioneta, ésta arranca, Alondra está sentada en medio de los dos machos… sonríe pícaramente… un mal pensamiento se le viene a la cabeza… y no queriendo, sus manos van a dar a cada paquete

¡Oooohhhh! ¿Pero qué tenemos aquí? ¡Dos racimos de uvas!

Primero soba el bulto de su hijo, luego palpa la verga dormida de Ernesto.

¡Ohhhh! ¡Qué emoción! Dos vergas para mi solita… Se están poniendo grandes, calientes, parece que se quieren salir del pantalón… ¿Me das permiso de sacarte la verga hijo?

¡Mamá! Ya vas a empezar. Contrólate ¡Estamos en la calle! Hay mucha gente y nos pueden ver ¡Por favor!

¡Me vale madre! Nadie nos ve hijo, además la camioneta lleva vidrios ahumados… Ya, ya te la saque… ¡Mmmhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Huele a limpio! ¡Te brilla el glande!... y el tronco… ¡Ahhhhhhhhhh! Ahora sigues Ernesto… ¡Quédate quieto morenazo! Debo reconocer que tienes la verga más grande que la de mi hijo y es más difícil sacarla de su prisión. ¡Mmmmmmhhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhh!¡Lo logré! Ya tengo las dos herramientas al aire. Ahora, ¡A mamarlas! ¡Shhhooooopppp, shhhoooppppp, shhhhooooop! ¡Pura carnita hijo! ¡Qué bonito glande tienes! ¡parece un bombón! ¡Ohhhhhhhh! ¡Shhhhhooooop! ¡Shhhhoooop! Ernesto, tu negra macana brilla de gusto, ¡Shhhooooop! ¡Shhhhhoopppppp! ¡Shhhhhhoppppp! ¡Negra, gruesa, dura! ¡ssshhhoooop! ¡shhhooopppp! Nada como tragar vergotas… firmes, grandes, cabezonas, gruesas, calientes…. ¡Shhhhoooooop! ¡Shhhhhoooooop ¡Mhhhhhhhhhh!¡Ahhhhhhhhhh! ¡Qué placer!

Y ahí van los pasajeros en la camioneta: Alondra ya mama un tolete, ya mama el otro, incluso levanta su larga falda para acariciarse la panocha, al hacerlo deja ver sus limpias, blancas y torneadas piernas cubiertas por unas medias de satín que le llegan a los muslos y unas bragas de encaje de color blanco; la dama se ve hermosa al estar mamando tamaños garrotes, se pone sonrojada porque los dedos de su hijo se introducen en su rajita húmeda y caliente.

¡Ahhhhhhhhhhh! Hijito, se me hace que mejor nos devolvemos, ¡Mhhhhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhh! ¡Qué placer siento! ¡Sigue metiendo tus dedos en mi caliente concha! ¡Ahhhhhhhhhhhh! ¡Mmmhhhhh! Si lo alcanzas… tócame también mi culo… ¡Ahhhhhhhhhh!

. Aunque el lugar no es lo más cómodo, se las ingenia para mamar y mamar

Ahhhhhhhhh, qué placer, ¡Maneja con cuidado Ernesto! No quiero morir tan joven. ¡Shhhhhhoooooop, shhhhoooop, shhhooooop! ¡Qué sabrosas saben las vergas de ustedes! ¡Shhhoooop! ¡Shhhooop! Te voy a hacer un servicio especial hijito.

¿Qué vas hacer mami?

Te voy a sacar tu lechita y me la voy a tomar toda. Con mi mano, con mi lengua y con mi boca te voy a poner a mil. Pero tú no saques tu dedo de mi conchita peluda. ¿De acuerdo?

¡Sí mamá!… no cabe duda que eres una gran puta y una gran mamadora.

Alondra acelera el moviendo de sus manos, de arriba a bajo, mueve el miembro endurecido, trabaja con su boca y no deja que la verga de su hijo se le escape un segundo:

¡Mamáaaaaaa! ¡Me vengo! ¡Aghhhhhhhhhhhh1 ¡Ahí te va mi leche! ¡Tómala! ¡Aghhhhhhhhh! ¡Putaaahhhhhhhhhhh! ¡eres bien putaahhhhhhhhhhhhhhh!¡¡Qué placer! Ahhhhhhhhhhh! ¡Pinche madre!

Damela hijito, dámela toda, ¡Shhhhoppppppp! ¡Sssssshhhhoooooop! ¡Shhhoooop! Dásela a tu pinche y puta madre! ¡Ahhhhhhhhh! ¡Qué ricura!

Alondra es toda una experta, no deja que caiga ni una gota de semen ni en el pantalón, ni en el asiento de la camioneta; al contrario, chupa, succiona y traga toda la eyaculación de su hijo; limpia el glande a base de pequeñas lamidas y chupadas, líquido seminal que va saliendo, gota que se va tragando. El muchacho respira profundo, suelta su cuerpo, señal de que acaba de terminar una faena sexual. Sin embargo la otra verga, la de Ernesto está pendiente. Alondra lo sabe y se dirige al objetivo:

Mi Ernesto, ¿A poco pensabas que te iba a dejar sólo? El manjar tuyo lo dejé al último, para que mi hijo me siga excitando en mi conchita, en mi culito y venirnos tú y yo juntos. ¿Quieres mi rey?

Como usted mande señora… pero no sé si pueda conducir teniendo su boca en mi verga

Mientras, Carlos no ha dejado de meter y sacar sus dedos de la caliente y húmeda celda de su madre:

¡Aghhhhhhhhhh! ¡Cabrón! ¡Qué bien lo haces! Creo que ya superaste a tu padre. ¡Mhhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhh! Esta verga de Ernesto se hincha cada vez más en mi boca, ya no me cabe, ¡Shhhhoooppp! ¡Shhhhhooooooop! ¡Shhhhhhoooooop! ¡Genial! ¡Vente mi negrito! ¡Vente cuando tú quieras! Estoy lista para recibir tu lechita. ¡Ahhhhhhhhhhh! ¡Déjame abrir más la boca!

Pues el negrito está en un dilema, por un lado, lucha por controlar el volante y por el otro, controlar sus instintos, se retuerce, se le vuela la vista, siente que las fuerzas se le van y llega el momento dorado:

¡Mmmhhhhhhhhh! ¡Aghhhhhhhhhh! Por eso su hijo le dice puta… ¡Ahhhhhhhhhhhh! ¡Qué bien mama! ¡Mmmhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhh! Ahí va señora. ¡Ahhhhhhhhhhhhh! Mejor me orillo porque no puedo manejar así, ¡Ahhhhhhhhhhhhhh! ¡Qué bien mama tu mamá, Carlitos! ¡Aghhhhhhhhhh! ¡Es una putaaaaaaaaaaahhhhhh!

Yo también me vengo, ¡Aghhhhhhhhhhh! ¡Mhhhhhhhhhhh! Sigue hijo, métele el dedo a tu puta madre, ¡Ahhhhhhhhhh! ¡Hasta dentro! Mhhhhhhhhhhh! Siento cosquillas en mi conchita y en mi culito. ¡Ahhhhhhhhhhhhhh! Mientras deja comerme la leche del jarocho, ¡Shhhhooooop! ¡Shhhoooopppp! ¡Shhhooooop! ¡Ahhhhhhhhhhh!

Alondra repite la operación que le aplicó a su hijo: dejar bien limpia la herramienta del negrito y evita que escurra el semen, se lo traga todo, parece que ha merendado rico. Alondra guarda las vergas en su respectivo estuche y … Coincidentemente, cuando termina la faena, han llegado al domicilio de Doña Ana,. Ernesto suena el claxon para avisar que la visita está presente. Sale doña Ana a recibirlos:

¡Hola! ¿Cómo están! Pásenle… están en su casa

Alondra despide a su empleado y le dice que regrese unas tres horas después. Ernesto arranca la camioneta y se va.

Bien Ana. ¿Y tú?

Los estaba esperando con ansiedad, pensaba que no iban a venir, un poco más y te iba a llamar por teléfono.

Es que tuvimos un contratiempo por el camino, ¿Verdad, hijo?… Pero aquí estamos ya. Tal y como lo acordamos.

¿Gustan un Té?

Te lo agradeceríamos.

Y así con la formalidad y cortesía de familias mexicanas respetables, inician una breve charla, comentan cosas triviales. En la sala, Doña Ana se sienta muy provocativa enfrente de Carlos, se puede adivinar que ha preparado un plan; de repente mueve su vestido a manera de dejar ver todo: sus piernas y sus bragas; luego vuelve a cerrar las piernas; un rato después, en forma disimulada las abre más de la cuenta, enseñando unos calzones rojos. Carlos parece no darle importancia a esas provocaciones. La charla continúa hasta que….

Oye Ana, pasemos al asunto que nos ocupa. (Los lectores que deseen conocer el porqué Alondra visita a Ana pueden leer el capitulo 2 del HIJO DEL ZAPATERO) ¿Está tu hijo en este momento?

Si. Se encuentra en su recamara haciendo su tarea; él no sabe nada, así que te pido de favor, Alondra, que seas muy cuidadosa con el trato que le vayas a dar, no quiero que me lo lastimes ni física ni psicológicamente.

No te apures, déjalo de mi cuenta; sólo te pido que estés al pendiente por si se requiere tu presencia.

El hijo de Ana se llama Javier, es un joven de 15 años, delgado, alto, tez blanca, cabellera abundante, con una mirada aparentemente apacible y con muchas ganas de conocer el mundo del sexo, posee una verga de dimensiones nada comunes, en estos momentos se encuentra cursando el primer semestre de preparatoria; él tiene una hermana dos años mayor, que empieza a estudiar la carrera de psicología, el nombre de ella es Karina (en el capítulo 5 hablaremos de ella).

Alondra le pide a Ana que la encamine hacia la recamara de Javier: Ana la lleva, toca la puerta y

¿Hijito? ¡Javier! ¿Estás ahí?

Sí, mamí. Aquí estoy, dime

Es que tienes visita, es la señora Alondra que quiere platicar contigo.

¿Para qué mami?

Ella quiere ayudarte en los deberes de tu escuela.

Bueno… que pase

Alondra pasa a la recamara de Javier. Doña Ana se retira dejándolos solos:

¡Buenas tardes Javier!

¡Buenas tardes señora!

No me digas señora, con toda confianza dime Alondra.

Es que usted es mayor y no quiero faltarle al respeto.

De ninguna manera… tenme confianza… llámame Alondra… yo quiero ser tu amiga

Es que me da pena

Pues que no te de… ¿Puedo preguntarte algo?

Si… lo que guste.

¿Te gusta alguna jovencita de la escuela?

Pues sí… hay algunas muy bonitas… y muy buenas.

¿Qué sientes cuando las miras? ¿No se te para tu pitito?

¿Mande?

Si… que si no sientes que tu pajarito se alborota.

Debo confesarle que SI… me emociono mucho y no puedo evitar que se me haga un bulto en el pantalón. Me siento incómodo y me da vergüenza… yo se que muchas mujeres se me quedan viendo como animal raro

¿Pasa lo mismo cuando ves a tu madre?

No sé a que se refiere.

Sí… al ver a tu mamá, ¿No se te para tu arma?

Oiga usted se está metiendo demás..

¡Noooo! Hijo… lo que quiero es ayudarte a superar tus problemas con las mujeres… y con tu mamá

¿Usted cómo sabe que tengo problemas?

Mira, escucha… yo tengo un hijo de tu misma edad, y él me platica todas sus inquietudes, sus anhelos, sus fantasías y sus deseos… así que tú debes pasar por lo mismo… A mi hijo le doy consejos, le cumplo sus fantasías y practicamos el sexo para que aprenda… Soy amiga de tu madre… y quiero ayudarte

¿Cómo?

Pues platicando, comentando y poniendo en práctica tus fantasías sexuales… Seamos sinceros… en verdad, ¿Quieres que te ayude?

Ssssiiiii

Bueno, vamos a empezar… De todas las mujeres que conoces en el mundo… ¿A quién deseas más, sexualmente hablando?

No le quiero mentir… a mi madre.

¿Por qué?

No lo sé… sólo siento muchos deseos de verla, de tocarla y de abrazarla desnuda. He visto muchas películas pornográficas donde salen encueradas todo tipo de mujeres: morenas, rubias, aperladas, trigueñas, pelirrojas; también he visto mujeres altas, bajitas, delgadas, rellenitas, con unos senos enormes, o que casi no tienen tetas; en la escuela siempre intento verles los calzones a mis compañeras y a alguna que otra maestra que trae minifalda… Sin embargo, mi obsesión es mi madre

¿Alguna vez la has visto desnuda?

Sí, muchas veces… yo la espío cuando se va a meter o a salir del baño, cuando se cambia de ropa o cuando se dispone a dormir. Eso me excita, porque en seguida corro a mi cuarto y me masturbo, a veces no alcanzo a llegar y mancho la alfombra por el camino. También me caliento cuando ella se sube a la escalerilla y se dispone a guardar la ropa en el closet, yo rápido corro dizque a ayudarle pero la verdad es que no quiero perder detalle de sus nalgas, de sus calzones, de sus pelos que se le escapan; me emociona adivinar qué color de braga trae, me asomo por debajo de su vestido y ella me descubre y me hago el disimulado… aunque a veces pienso que ella lo sabe, se agacha demás, como para que yo me de cuenta. También, cuando llego del colegio me gusta sorprenderla con un abrazo por su espalda; mi verga, que casi siempre anda dura, se la coloco en el canal de las nalgas, ella se frunce, se agita, se voltea y me da un tierno beso en la mejilla y me rechaza suavemente.

¡Excelente! ¿Qué parte del cuerpo de tu mamá te gusta más?

Primero sus senos, luego sus nalgas y al último su panocha peluda. Yo quisiera mamarle sus tetas, así como cuando yo era un bebé; quisiera meterle mi verga entre los músculos de sus nalgas… en su culito, así como lo he visto en las películas pornográficas donde un jovencillo ensarta a su madre y desearía que mi herramienta se perdiera entre la mata de pelos y taladrarle su rajita, como si se metiera a un cuarto oscuro.

Oye, ¡Sí que tienes muchas fantasías! ¿Qué te parece si practicamos un poco de lo que me has contado?

En serio, ¿Usted me ayudaría?

¡Claro! Para eso soy amiga de tu madre. Para entrar en calor ¿Qué te parece si sellamos nuestro acuerdo con un beso de boca a boca?

¿Si usted quiere?

¡Claro! Así le daremos formalidad al asunto.

Alondra se dispone a unir sus carnosos y rojos labios en los del joven… El adolescente tiembla de emoción, cierra sus ojos, su cuerpo vibra y siente el calor del aliento que llega… Alondra percibe el nerviosismo del chamaco y lentamente arrima sus labios… primero un ligero toque, sensual, luego un abrazo para quedar completamente unidos, a Javier se le va la respiración… La mujer mete su lengua en la boca del muchacho… lo besa con pasión… lo aprieta… Acaba el momento cálido del beso… Javier esta rojo del momento que esta viviendo

¡Mira! Lo primero que haremos para cumplir en parte tus fantasías es seguir el orden de tus preferencias. Vas a empezar por tocarme, por encima de la ropa, mis senos, los palpas, los mueves suavemente, no los aprietes fuerte, utiliza tus dos manos, tócalos hasta que quieras, hasta que se te queden grabados en tu pensamiento. ¿Vale?

¡Sí! ¿Ya puedo empezar?

Arrímate muchacho, con toda confianza, son todos tuyos.

Alondra toma al chamaco por la cabeza, lo atrae hacia ella y el adolescente pone ambas manos en los senos.

Tócalos, muévelos, ¿Cómo los sientes?

¡Qué grandes los tiene señora! Los siento redonditos y firmes, pero también con cierta suavidad. ¡Ahhhhhhhhhh!

Ya te dije que no me dijeras señora… dime Alondra y tutéame… háblame como si fuera una amiga del colegio. Bueno, le tocan su turno a mis nalgas… haz lo mismo… con tus manos agárralas, apriétalas… es más, puedes darme unos golpecitos con tus palmas

¿Así? Alondra… ¿Así quieres que te las agarre y te golpee?

¡Ahhhhhhhhhhhhh! Así papasito… ¡Así! ¡Ahhhhhhhhh! Creo que vas aprendiendo rápido. Ya que tienes tus manos en mis nalgas, ahora pasa una de ellas y trata de agarrar mi conchita, sobre el vestido.

El jovenzuelo desliza su mano y se dirige al triangulito de la dama… mete su mano y palpa el tamal

¡Ahhhhhhhhhhh! ¡Cabrón! Ya me estoy calentando hijo. ¡Ahhhhhhhhhhh! Oye, ¿Qué siento aquí? No me digas que es tu pene.

¡Ssssssiiiiiii!

Pues ahora sigo yo… déjame sobarte por encima del pantalón tu garrote… ¡Mmmhhhhhh! El bulto se agranda más…. ¡Hijito! Parece que calzas grande. ¿No quieres que te la mame de una vez?

¡Sí mam………mmmm!

Tú dime mamá, yo no me voy a enojar… imagínate que tu mamá te va a chupar

el pajarito…. ¡Javier! Pero que herramienta tienes… ¡Esta es una vergota del tamaño del mundo! Yo pensaba que el garrote de Ernesto era lo más grande que existía… y no… la tuya es exagerada… ¡mira nada más! ¡Qué macanón te cargas hijo! Creo que Ana no sabe de lo que se está perdiendo… oportunidades como esta no hay siempre…¡Qué cabezota! ¡Shoooooooooop, shhhhoooppp, shoooop! ¡Cómo te brilla el glande! ¡Shhhoooop, shoooooop! ¿Sientes mi lengüita en la puntita de tu garrote?

¡Si, Alondra! Siento como si la mojaras con agüita caliente. ¡Agggghhhhhh! ¡Sigue chúpame más! ¡Mhhhhhhhhhaaaaaahhhhhh!

¡Shhhoooooooop, sssshhhhhoooooooop, shhoooooooop! Este manjar no lo voy a desperdiciar, ¡shhhhhhoooop, sssshoooppp! ¡Apenas cabe en mi boca! ¡Pero qué troncote tienes, hasta parece que tus venas se van a reventar… oye ¡Qué huevotes, parecen de toro! No cabe duda que la naturaleza fue pródiga contigo… te hizo tímido pero tienes lo que las mujeres queremos: una buena verga, dura, parada, grande, carnosa y unos huevos para mamarlos a gusto… ¡Aghhhhhhhhhh! ¡Shhhoooooop, shhhoooooop, shooooop! Y yo que pensé que iba a ser un sacrificio tratarte… ¡shhhoooooop, shhhoooppppp, shhhooooop!

¡Mamí…. Alondra! Me vengo…. Me vengo….. ¡Aggghhhhhhhhh, mmmmhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhh!

Vente hijito, ¡Ahhhhhhhhhhh! ¡Qué rico! Lechita joven y fresca, ¡Ahhhhhhhhhh! Hoy ha sido día de tomar leche, no dejaré nada… me la tomaré toda, ¡Shhhhooooopppp, shhhoooop, shhhhoooppp! ¿Te gusta Javier? ¿Te gusta que esta puta, amiga de la puta de tu mamá, te exprima tu vergota? ¡Ahhhhhhhhhhh!

¡Síiiiiiii! ¡Es lo máximo! ¡Ahhhhhhhhhh! No me importa que tú seas puta…. Que mi mamá sea puta… ¡Las adoro! ¡Ahhhhhhhhhh!

Alondra sigue mamando el tremendo garrote del adolescente, le saca todo el jugo posible y se lo pasa al estómago, lame los huevotes, regresa al tronco y deja bien limpio el chilote, sabe que el muchacho ha quedado exhausto y que requiere de unos minutos para recuperar energías:

Javier, esto todavía no acaba, aún mi rajita no ha probado tu vergota y está llorando porque la desea, porque quiere tenerla adentro, ¿Serías tan egoísta y no meterla en mi conchita?

Yo le metería todo mi garrote, pero ahorita se me ablandó y perdió tamaño.

¡No te preocupes! Esperaremos… mientras, ¿Qué te parece si me quitas el vestido?

No creo poder… nunca he desvestido a una mujer.

Pues ahora vas a aprender, bájame el cierre que tengo en la espalda.

¿Así?

Sí… así… lento… ahora… bájame el vestido hasta el suelo… hazlo despacio… y dame besitos en mis orejas, en el cuello, en mi espalda mientras lo haces… toca mis senos… ¡Ahhhhhhhhhhh! ¡Qué delicia! ¡Qué rico siento tu cuerpo juvenil!... Desabrocha mi sostén… lento… suave… aprende… para que lo hagas con mamí… con Ana… ¡Ahhhhhhhhhhh! Toca con tus manos mi cuerpo… mi espalda, mis nalgas, mis piernas… Ahora… vas a aprender a quitarme el calzón… tómalo de la cintura y deslízalo… si quieres huélelo y siente su textura sedosa y lisita, mete tus manos y trata de agarrarme mi panocha, mete un dedo en mi rajita despacio… con la otra mano trata de tocarme el culo… ¡Ahhhhhhhhhhhh! ¡Cabrón! Estoy ardiendo. ¡Ahhhhhhhhhhhhhhh! ¡Esto es maravillosos!... ¡Ohhhhhhhhh! Veo que ya tienes mis calzones en el suelo. Te los voy a regalar, son blancos y de encaje, como recuerdo de la primer mujer que te cogiste en tu vida…Ten, guárdalos… haz de cuenta que es un trofeo. Bien… Ahora voltéate para que puedas ver mis tetas… Míralas… ¿Te gustan hijito?

¡Síiii! Las tiene más grandes que mi mamá.

¿En serio? ¿Son más grandes?

Siiii…. Y más redonditas.

¿No quieres acorrucarte en ellas para que tomes lechita como si fueras un bebe recién nacido?

¡Ahhhhhhhh! Alondra, ¡Mhhhhhhhhhhh! No puedo creerlo… tú eres como un ángel caído del cielo

Se lo tienes que agradecer a tu madre.

Javier se recuesta en los senos de Alondra… Toma un pezón con la boca y lo mama, lo succiona:

No me vayas a morder corazón… bueno muérdelo pero con delicadeza… Así… ¡Ahhhhhhhhhh! Así… ¡Si que sabes mamar! ¡Qué rico se siente! ¡Ahhhhhhhhhhh! ¡Mhhhhhhhh! ¡Qué placer! ¿Te gusta mi lechita chiquito?... Aquí está la otra teta…. Tómala… Agárrala ¡Mmmmhhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Mama cabrón! ¡aghhhhhhhhhhhh! ¡Lame! ¡Hijo de la chingada! ¡Mhhhhhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Desgraciado mocoso!

Alondra, parece entrar en ese descontrol producto del cachondeo... pero luego reacciona

Discúlpame hijo… la calentura me hace hablar así

No tienes porque disculparte… me estás haciendo feliz

¿En serio papito? Bueno… lo que sigue es que conozcas el sabor de una panocha cachonda… Me voy a sentar en la orilla de tu cama y luego me acuesto alzando las piernas para que tengas a la vista toda mi conchita… te arrimas y con tu lengua primero lames el monte de Venus, que son mis pelos, y los labios mayores,,, más después trata de introducir tu lengua en mi rajita… y localiza mi clítoris es como una chichita… lo tomas con tu boca… lo chupas y lo estiras

Javier casi no escucha tantas órdenes, no puede creer que Alondra, con tres hijos, una mujer con un cuerpazo, sea capaz de tanto… pero sus ojos son testigos de que es verdad lo que está viendo… una mujer desnuda, en su cuarto y ensañándole las nalgas y un panochón todo peludo… El jovenzuelo, a final de cuentas obedece y mete su cara entre las piernas de Alondra, dirige su boca a la mata de pelos, saca su lengua y ….

¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Mi niño! ¡Qué rápido aprendes! ¡Mmmmhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Qué lengua! ¡Mmmhhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh! Lame todo, lame, déjame tu saliva… ¡Ahhhhhhhhhh!

¡Slooppp! ¡Slllooooppp! Sabe saladito… mi lengua como que se resbala entre sus carnes… ¡Qué caliente! ¡Slllooopp, slllooop! ¿Así Alondra? ¿Así quieres que te chupe?

¡Síiii! Mi niño… ¡Asi! ¡Ohhhhhhhh! ¡Aghhhhhhhh! ¡Cabrón! No me hagas esperar más y méteme tu reata… ¡Ya! ¡Por favor! ¡Métemela!

Y ¿Cómo le hago?

Agarra tu vergota… y métemela en mi rajita… ¡Yo te ayudo! Arrímate.

Javier se arrima con la estaca en la mano, Alondra la toma y la dirige a su agujero, la resbala en los labios mayores, pone sólo la puntita, el adolescente empuja

¡Agggggggghhhhhhh! ¡Está muy grande! ¡Mmmhhhhhhhhh! Siento que no me cabe…. ¡Se hizo más grande! ¡Aghhhhhhhhhh! Parece que entró la cabeza… ¡Aghhhhhhhhh! ¡Qué macana te cargas! ¡Mmmmhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Me estás partiendo! ¡No pensaba que creciera tanto! ¡Mhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhh! Tu madre no sabe el vergón que tienes ¡Ahhhhhhhhhhh1 ¡papitooooohhhhhh!

Alondra, ¿Te estoy lastimando? Si quieres mejor la saco

¡Sacas madre! ¡Ahhhhhhhhhh! ¡Ahora me aguanto! ¡Mmmmhhhhhh! ¡Métemela más! ¡Aunque duela! ¡Aghhhhhhhhhh! ¡Toda! ¡Pinche, cabrón chiludo! ¡Ahhhhhhhhhhh! ¡Qué felicidad!

¿Lo estoy haciendo bien? ¿Te gusta mami?

¡Síiiiiiiiiiiiimmmmmmmm! ¡Aghhhhhhhhhhhhhhh! ¡Me vengoooooooohhhhhhh! ¡Encájala hasta el fondo! ¡Ahhhhhhhhhhhhh! ¡Qué verga! ¡Mmmmmmmhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhh!

El orgasmo de Alondra es profundo… prolongado… y Javier continua el mete y saca de su tolete… él ve como su herramienta se pierde entre los pelos de la dama… ella se retuerce de placer… Javier la tiene agarrada de las nalgas y con las manos se ayuda para empujar más fuerte. Poco a poco, Alondra deja de jadear, respira hondo y dice:

¡Chiquito! Gracias… Voy a corresponderte

Se levanta, toma la macana del adolescente, le da dos o tres mamadas, luego se arrodilla y se apoya en el filo de la cama, voltea y dirige la mirada a su matador:

Te regalo mi culito… ¿Lo quieres mi rey?

¡Ssssssiiii!

¡Qué bien! Sólo te pido que me des unas lamidas para que lubriques mi agujerito… tu verga es muy grande y me lo puedes reventar

Lo haré como tú digas… ¡Qué hermosas nalgas tienes Alondra! Antes de lamer tu culito… quiero sentirlas en mis manos… ¡Ahhhhhhhhhh! ¡Qué lisitas! ¡Qué redondas!

Aparta mis cachetes para que aprecies mi hoyito negro, luego quiero que me lo beses… muévete… rápido… que ya quiero sentir tu palo… ¡Ohhhhhhh! ¡abre la canal de mis nalgas!

¡Alondra! ¡Qué bonito culo! ¡Aquí va mi lengua! ¡Slllooooopppp! ¡Sloooooop ¡Sloooop ¡Qué emoción!

¡Ya! No tardes… mete tu estaca… por favor… ¡Aghhhhhhhhhhhh! ¡Cabrón! ¡Tu cabeza! ¡No me cabe!... ¡El tronco! ¡Mmmmmmmmhhhhhh! ¡¡Ahhhhhhhhhhh! Es muy grande… muy dura…. ¡Ahhhhhhhhhh! Es enorme… ¡Me vas a partir en dos! ¡Animal! ¡Agggghhhhhhhhhhhh! Duele…. Pero ¡Qué rico! ¡Ahhhhhhhhhh! No pares… sigue… sigue… ¡Ahhhhhhhhhhhhh!

Alondra…. Ahhhhhhhhh… otra vez… otra vez… ¡Me vengo! ¡Ohhhhhhhhhhh! ¡Qué delicia! ¡Mmmmmhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhhhhhh! Tu agujerito me atrapa mi verga… ¡Ahhhhhhhh! ¡Ahí va mi leche! ¡Ahhhhhhhhh! ¡Eres bien puta Alondra! ¡Ahhhhhhhhhhhhhh! ¡Graciaaaaas!

Gracias a ti… hijito… nunca pensé probar, por mis tres agujeros, una verga tan grande como la tuya… te la voy a exprimir para que quede limpia… quiero entregarle buenas cuentas a tu madre

Parece que la tarea de Alondra ha concluido… una vez que ha salido de su culo… chupa la vergota de Javier, hasta dejarla brillosa y limpia… extrae la última gota de semen y se la traga… se levanta, se pone su vestido, mira tiernamente al jovenzuelo y

  • Espero que no sea la última vez… tu verga es especial… ya le diré a la puta de tu madre que no pierda más tiempo… que pruebe tu herramienta… ¡Estás aprobado! ¡Puedes cogerte a tu madre!...

Pero el encuentro entre Alondra y Javier... no ha sido el único… mientras ellos gozaban, también lo hacían el hijo del zapatero, Doña Ana y su sirvienta Eugenia; Don Alfredo y Karina… eso lo dejaremos para el capítulo 5

Continuará

victorcostill@att.net.mx