El hijo de mis vecinos
Mi vecinito necesita clases particulares de matemáticas y sexo.
Para pagarme los estudios universitarios estuve dando clases particulares a alumnos de BUP y COU (lo que viene siendo segundo ciclo de ESO y Bachillerato). Al estudiar ingeniería, se me daban bastante bien las clases de matemáticas y física.
Mis vecinos del primero tienen dos hijos, aunque nunca he hablado mucho con ellos. Sé que son adolescentes, pero no tengo ni idea de las edades, aunque uno es algo más mayor que el otro.
El caso es que un día coincidí con mi vecina en la farmacia: me preguntó si seguía trabajando, lo mal que estaba la vida y que su hijo estaba preparándose para la prueba de acceso a la universidad, pero que durante todo el año había ido muy flojo en matemáticas. La vi tan preocupada, que me ofrecí a ayudar a su hijo. Ella me lo agradeció y me dijo que aunque no podía pagarme mucho, se ofrecía a hacerme las tareas del hogar durante un mes (cosa que me venía genial).
Esa misma tarde el chaval subió para enseñarme la materia que teníamos que repasar. Se me había olvidado que iba a subir y yo llevaba puesto unos gayumbos antiguos que utilizaba como pantalones y una camiseta sin mangas. Cuando le abrí, pude ver que el chaval ponía una expresión de fastidio que cambió a sorpresa al verme así vestido.
Invité a Toni (que así se llamaba) a pasar al comedor mientras iba a cambiarme y ponerme algo más… decente. Él me comentó que no me preocupara, que estaba en mi casa y que debía estar cómodo. Toni es pelirrojo, algo más bajo que yo (aproximadamente 1,77), un poco de sobrepeso, aunque no demasiado, unos ojos verdes intensos y llevaba una barba de 3 días que le favorecía mucho. Aunque al principio parecía fastidiado, el caso es que dos horas después cuando finalizamos de ver uno de los temas que más se le atragantaba parecía encantado.
- Joder Víctor, que caña… he entendido por primera vez las posiciones relativas de las rectas y de los planos. Y en solo dos horas.
- Jejeje, hombre, no tienen mucho misterio… ¿no atendías mucho en clase?
- Sí, pero el profesor es bastante malo… no sabe explicar, sólo sabe poner ejercicios y corregirlos. Decía que no le daba tiempo a acabar el temario si se ponía a resolver dudas.
- Ya veo… Bueno, haz una cosa. Esta noche ponte a hacer los ejercicios de clase y los que veas que no te salen, me los preguntas mañana, ¿vale?
- Gracias Víctor. Eres de puta madre.
- Jajajaja. Y tú eres un alumno estupendo.
En ese momento vi que su mirada se posaba fugazmente en mi entrepierna.
- Tio, se te sale un huevo
- Jajajaja, perdona. Me vienen algo grandes. Por eso los uso para estar por casa.
- Tranquilo, no son los primeros huevos que veo. Venga, hasta mañana.
Esa última frase me dejó perplejo. ¿Qué querría decirme con eso? ¿Que le iban los tíos? Toni no me había atraído hasta el momento, pero después de esa frase, empecé a fantasear como sería tirarme a ese niñato. Tenía buenos labios, y seguro que un buen culo.
Al día siguiente Toni subió a la misma hora. Yo llevaba esta vez unos rockys que realzaban mi culo y dejaban poco a la imaginación con respecto a mi paquete. Él asimismo subió con un bañador tipo bermuda y una camiseta ancha. Me comentó que había estado estudiando toda la noche, y que se había atascado en las integrales. Estuvimos haciendo unas cuantas, cuando me pidió permiso para ir al baño. Un momento después me llamó:
- Víctor, ¿puedes venir un momento?
- ¿Qué pasa Toni?
- Es que… no hay papel
- ¡Coño! Espera un momento, se me olvidó comprarlo ayer. Te llevo unas servilletas, espera.
Ya le valía al chaval, me iba a dejar el wc aromatizado… podía haber bajado un momento a su casa.
Cuando entré al baño, me vi a Toni completamente en bolas y empalmado, se estaba pajeando.
- Joder, pensé que no venías.
- ¿Qué haces tío?
- Me pones cachondo, y como no sabía como entrarte, he pensado que así era una buena manera. Además, a ti te van los tíos, ¿no? Y los pantalones que te has puesto hoy eran para ponerme cachondo…
- Toni, creo que te equivocas…
- Y una mierda, el otro día escuché como follabais mogollón de tíos aquí, y luego los vi bajar. Vente y cómeme la polla un rato.
Lo de aquel chaval no era una polla… era un verdadero pollón. Mucho más grande que la mía y gorda, aunque su capullo era extrañamente pequeño, en comparación con el mío, que es gordo y da mucho placer.
Me acerqué hasta donde estaba él, empecé a lamerle las tetazas que tenía y sus rosados pezones, y a tocar sus peludas pelotas.
- Venga tío, que no tenemos todo el día, quiero seguir estudiando
¿Aquel niñato me estaba ordenando? Sí… y me ponía cachondo. Me arrodillé y empecé a meterme aquel pollón en la boca. Me di cuenta que su vello púbico era anaranjado, como su pelo. Nunca antes me había comido una polla pelirroja, ni había follado a un tío “Ginger”. Llegué hasta aproximadamente la mitad del rabo. Entonces Toni me cogió de la cabeza e intentó meter el resto de una vez. Me entraron arcadas y saqué la polla de la boca.
- Mira tio, si quieres te la como, pero a mi ritmo, ¿ok?
- Ok, es que estoy cachondo… y quiero follarte ese culito. Esos pantalones te hacen un culazo que estoy lubricando solo de pensar en metértela.
Ufff, ¿aquel chaval me iba a follar? Era el mundo al revés… Seguí chupando su rabo hasta que se cansó y me dijo
- Ale puta, date la vuelta, vamos a ver si te cabe en ese coñete.
- Mira tio, no sé qué es lo que crees que me va, pero esto desde luego no.
- ¿Qué no te mola putita?
- Ok, chaval. Ya está bien, vístete y lárgate a tu casa.
- De eso nada… yo tengo que follarte.
- No Toni, mira, así no me van las cosas.
- ¿Ah si? ¿Y cómo te van?
- Bueno, sí me van, pero soy yo el que lleva el control de la situación.
- Ajá… ¿y no te mola que un niñito como yo te diga lo que tienes que hacer? – y en ese momento puso voz sensual y tímida.
- Me mola más hacer yo cosas a los niñitos como tú. Por cierto, ¿qué edad tienes?
- 17, voy a hacer 18 en agosto.
- Ufff, no sé si arriesgarme a follar contigo tío.
- ¿por qué? Ya puedes hacerlo sin que sea delito… a partir de los 16 ya puedo follar con adultos. Bueno, ¿te quitas los pantalones o qué?
El caso es que aquella charla me había hecho olvidar el mal rollo y decidí dar placer a mi alumno. Me bajé los rockys y me puse en pompa.
- Joder tío, que culazo… ufff, que rico.
- ¿Te mola?
- Mucho… ¿tienes lubricante y condones?
- Sí claro.
Abrí un cajón del mueble del baño y le pasé el lubricante, mientras rebuscaba para encontrar los condones. En eso que noté sus dedos lubricandome el ojete.
- Uffff, tio, se te abre fácil el culo, a mi me cuesta más.
- Bueno, es que hay que estar muy excitado y encontrar un tío que te ponga mucho.
- No aguanto más.
Y me la clavó mientras buscaba su condón. Ufff, menudo pollote se calzaba Toni. Fino al principio, pero de tronco gordo y muy duro. Solté un gemido-grito.
- ¿Te mola mi rabo, eh puta?
- Mira tio, que no me hables así.
- Ah si, perdona… te mola entonces o no.
- Sí nene, mucho, pero empieza a follarme.
Empezó un fuerte mete y saca ¡Bendita juventud!. Mientras me tocaba la espalda, me cogía de la cintura y decía guarradas.
- Joder que culo, tío, tienes mejor culo que mis colegas. Ufff, que gusto me estás dando.
- Menudo pollón te calzas cabrón. ¿Te has follado a muchos tíos?
- ¿Tú que crees? ¿Qué soy como tú? Solo me he follado a 3 tios, y dos de ellos son mis colegas. Tu eres mi primer maduro.
- Uffff, pues lo haces muy bien. Y maduro tu padre, chaval.
- Bueno, tampoco se llevará muchos años contigo, joderrrrrr, si es que noto tu culo bien en mi rabo. Ufffff.
- Tu padre es un viejo en comparación conmigo, y sigue follandome, no pares.
- Mi padre tiene 43. ¿Y tu? Ten rabo, cabrón.
- Ah, pues parece más mayor… sí que soy maduro para ti entonces, jajaja. Dime, y a ti te han follado.
- Pues claro, ¿que vas a querer meterme tu rabazo?
- Sí chaval, ahí va.
En ese momento me separé de él, cogí el lubricante y me embadurné la polla y su culo. Toni tenía un culo gordo, con buenas nalgas, sin apenas vello. Le metí el rabo a saco, y su culo no puso apenas oposición.
- Joder chaval. Sí que lo tienes abierto.
- Es que he follado hace un rato.
- ¿Qué? ¿Y el estudio?
- Bueno, ha sido mi colega, hemos quedado y no he podido resistirme.
- ¿Y tienes todavía ganas?
- Tío, tengo 17 años… tengo ganas a todas horas.
- Ufff, que culazo tio… y está humedecido.
- ¿Te mola? Te estás lubricando con la leche de mi amigo.
- Qué cerdo tio… uffff, que buen culo tienes tio.
- ¿Quieres llenarme tu?
- No, prefiero que me llenes tú a mi.
- Ok, pero aún tardaré, así que dame fuerte tío.
Empecé a bombear. Mientras le sobaba sus tetazas. No estaba gordo, pero tenía unos buenos pechos blanditos. Me molaba aquel chaval.
- Cada vez que quieras follarme, llamame y subiré. Me molas tío.
- Y tu a mi.
- Joder, que capullo, lo noto bien como entra.
- Y yo todo tu culazo cabrón. ¿Vamos a la cama?
- Vale
Nos fuimos hacia mi habitación, y antes de entrar, me dio un morreo. Nos empezamos a tocar mientras nos besábamos. Mi espalda, su culo, mi rabo, sus huevos, mi polla, sus tetas. Abrió la boca y me escupió.
- ¿Y esto te mola?
- Sí tio… eso y más cosas
- ¿Más cosas?
- Jejeje, tranquilo, ya las veremos poco a poco. Ahora vuelve a follarme y préñame chaval.
- Eso está hecho.
Me acosté y puse mis piernas para arriba, enseñando mi ojete. Toni se puso arriba y empezó a meterme la polla mientras bajaba su cabeza y seguíamos besándonos. Notaba cómo entraba y salía. Empecé a pellizcarle un pezón. Soltó un gemido largo en mi boca, se separó y me dijo…
- Ten tio mi leche, es toda para ti.
Y noté como se corría dentro de mi. Muchos trallazos de leche caliente mientras él gemía y yo me pajeaba. Vi su cara de placer y en ese momento empecé a correrme. Toni vio mi corrida, puso su mano en mi polla y se la pringó completamente. Entonces me la puso en la boca, y lamí mi propia leche. Entonces se volcó hacia mi y empezamos a morrearnos. Compartimos mi lefa mientras aún sentía los últimos palpitos de su rabo en mi culo.
Cuando me sacó la polla, se me escapó un pedo (de meter y sacarla, me habría entrado aire) y expulsé un poco de su leche. El muy cabrón, la recogió con sus dedos, y me la volvió a meter.
- Eso para que te acuerdes de mi.
- Chaval, ya me acuerdo de ti, jejeje. Y ahora… ¿vamos a por las integrales? No quiero que suspendas.
- Vale, pero si apruebo, como premio, tendremos que hacer algo especial.
- ¿Cómo qué?
- Jeje, dejémoslo en sorpresa, ¿vale?
- Hecho.
Nos fuimos desnudos a estudiar. Toni vino cada tarde a casa, follábamos y después seguíamos estudiando. Aprobó la PAU, y en matemáticas sacó un 8,85. Sus padres estaban encantados conmigo, y su madre me dijo que vendría 2 meses a limpiarme el piso. De vez en cuando me invitan a cenar, o me suben algún plato que han preparado pensando en mi. Me lo trae Toni, claro, y como recompensa le hago una mamada o se bebe él mi lefa.
Respecto a lo del premio especial, dice que está acabando de cuadrarlo. En cuanto sepa lo que es, os lo contaré.