El hijo de mi patrona

De como sin querer terminé siendo salvajemente follada por el hijo de mi empleadora.

Soy una chica de 23 años, casada hace 6 y con un hijo. Mi situación económica no es de las mejores y ocasionalmente tengo que trabajar haciendo limpieza en casas para ganar algo de dinero y poder sacar adelante a mi hogar.

Mi marido es 7 años mayor que yo y aunque se esfuerza demasiado no tiene para darme lo suficiente ya que recién está por recibirse en la universidad; algunas veces tenemos problemas en ese sentido y terminamos discutiendo y además son muy pocas veces las que tenemos relaciones sexuales y es por esto que las discusiones son frecuentes.

Cerca de mi casa vive una señora que suele darme trabajo; ella tiene varios hijas y sólo dos hijos, uno de 10 años y otro de 33 años de nombre Alfredo; él es un tipo muy guapo, de casi 1.90m de estatura y fornido ya que es militar, además de tener la piel bronceada y ser bastante velludo. Las veces que he ido a su casa y él ha estado me había dado cuenta que me miraba con lujuria pero yo nunca le di importancia; yo mido 1.60m dicen que soy bastante bonita, además de tener los senos muy grandes ya que uso 40B de brassier y un trasero grande y paradito; mis amigas muchas veces me dicen que mi esposo es feo y no entienden como pude haberme fijado en él ya que confieso que a mi siempre me han gustado los hombres altos, fuertes y bastante velludos.

Un día la señora me contrató para hacer limpieza en la casa de una de sus hijas y acepté. Su hija dejaría la llave de su casa y yo pasaría a recogerla para ir a hacer la limpieza y me dijo que estaría sola en la casa. Fui a la hora acordada ,un domingo en la mañana, para esto había discutido con mi marido la noche anterior y andaba dolida con él.

Para hacer la limpieza fui con una pantaloneta que me da por la mitad del muslo, bien pegadita , que marca toda mi figura y un polo bien pegadito ,ya que me era más cómodo hacer la limpieza vestida así, total como iba a estar sola no había problema ya que mi marido nunca me deja salir a la calle vestida así.

Andaba limpiando las ventanas del segundo piso cuando escuché el timbre y bajé a abrir la puerta, pensé que era la señora y bajé apuradamente. Grande fue mi sorpresa al abrir la puerta ya que era Alfredo, el hijo mayor de la señora y me pidió entrar para sacar unos papeles de su hermana. Me dí cuenta que al verme ,recorrió mi cuerpo con su mirada, además que el polo que tenía puesta dejaba ver mis grandes tetas. Alfredo entró y se dirigió a la sala mientras que yo subí a seguir limpiando las ventanas del cuarto del segundo piso. En eso estaba, parada en un banquito pues las ventanas son altas ,pensando cuando de pronto sentí que unas manos grandes me agarraron de la cintura; era Alfredo que estaba sólo con ropa interior y el pecho desnudo que me agarró fuertemente sujetándome e hizo que botara el trapo con el que estaba limpiando; como yo estaba parada en el banco, mis pechos estaban a la altura de el suyo.

Yo traté de desprenderme pero él era bien fuerte, me decía que desde tiempo me deseaba e inmediatamente me subió el polo mientras me sujetaba con una mano de la espalda y al instante me subió el brassier y mis tetas quedaron a su merced, en contacto con los abundantes vellos de su enrome pecho; bajó su mano y por encima de la pantaloneta me pasó sus enormes dedos por mi conchita y yo empecé a excitarme ya que lo hacía con destreza y una corriente recorrió mi cuerpo. Se agachó un poco y me empezó a besar los pezones, los cuales se endurecieron y a devorarme las tetas mientras las apretaba con sus manos, yo ya estaba caliente y le decía que no, pero ese hombre me estaba excitando como nadie lo había hecho nunca, ni siquiera mi marido.

Luego me levantó en peso y me sentó al filo de la cama; mi cara quedó a la altura de su miembro y se bajó el calzoncillo; en ese momento un temblor recorrió mi cuerpo ya que nunca había visto un pene así, era de unos 23 cms y grueso y bastante venudo de color canela; sentí miedo pero el agarró mi cabeza y me comenzó a pasar su enorme rabo por mis labios hasta que hizo que me lo introdujera en la boca, pero entraba a las justas y me daba naúseas pero ya estaba excitada y comencé a chuparlo con ansias ; lo metía y lo sacaba de mi boca ,su cabezota estaba llena de mi saliva. Alfredo hizo que me parara y me dijo que me pusiera en posición perrito mientras me bajaba la pantaloneta y luego me sacó el calzón para cpmenzar a comerse mis conchita y mi culo con su lengua; yo gemía de placer y le pedí hacer la 69 a lo que accedió.

Mientras la mamaba su salchichón él devoraba mi conchita y me vine unas dos veces. Me decía que no grite tan fuerte pero no podía ,ese hombre me estaba haciendo sentir de verdad mujer. Luego se paró y siempre en la pose del perrito acomodó mi culo hacia su verga, yo apretaba con mis manos las sábanas, pasó supene por los labios de mi conchita y en una de esas me lo metió primero suavecito y luego con fuerza que me hizo gemir y gritar como nunca mientras arremetía hasta caso meterme todo su miembro, nunca había sentido tanto dolor y placer a la vez ya que mi marido la tiene pequeñita y delgada, Alfredo era un verdadero semental..

-Carmen, me dijo, ¿ te gusta amor?-Sí bebé, ahhhhhhhh, ahhhhhhh ,sigue amor, destrózame, ayyyyyy, auuuu, metémela, no te detengas....