El Hermano de tu amigo...
El silencio de la noche complice y testigo mudo de una situacion comprometedora y sumamente arriesgada...
Soy una mujer sumamente sensual, morena, alta de cabello castaño, largo y ondulado, curvas pronunciadas y siempre mis senos han sido motivo de miradas insistentes y lujuriosas.
Raúl el mejor amigo de mi esposo Alberto nos había invitado a pasar un fin de semana a una casa de campo con su familia, salimos un viernes por la tarde, junto con su hermano Carlos, los cuatro planeábamos llegar antes del anochecer. Los padres de Raúl llegarían hasta el sábado por la tarde, a nuestra llegada nos dedicamos a pasear y a conocer el lugar era una cabaña muy rustica pero tenia su encanto, las puertas y los muebles estaban todos hechos de troncos de árboles muy rudimentariamente.
Por la noche empezaron a platicar sobre los viejos tiempos y a beber sin parar y a medida que pasaba el tiempo entre copa y copa el alcohol hacia de las suyas en Alberto, Raúl pensó que lo mejor era que Alberto se fuera a dormir para bajarle la borrachera y nos acomodo en la habitación de sus padres.
Alberto estaba muy ebrio y antes de que Raúl pudiera salir de la habitación empezó a manosearme y a desvestirme sin ningún reparo, Raúl se percato y salio inmediatamente de la habitación mientras Alberto se desvestía torpemente para hacerme el amor, al salir Raúl alcance a escuchar que Carlos preguntaba ¿Qué paso? Raúl contesto: -Esta tan borracho que casi se la coge frente a mí y ambos rieron. Alberto me empezó a penetrar sin más ni mas, aún no estaba lubricada y su pene al abrirse paso dentro de mi vagina hacia que fuera doloroso, solté un ligero grito que sus amigos escucharon, pude verlos asomarse entre las grietas de la puerta rustica de la habitación, el saber que ellos escuchaban que Alberto me estaba cogiendo me calentó y comencé a gemir y hacer ruidos con la finalidad que ellos me escucharan, aunque Alberto ya se había quedado dormido yo seguí moviéndome y montándome, fingiendo que seguíamos fornicando.
A la mañana siguiente me levante me arregle, use unos jeans ajustados y una camisa vaquera a la que deliberadamente no abroche los primeros tres botones, a sabiendas que mis senos siempre atraen miradas. Empecé a hacer el desayuno, el primero en levantarse fue Carlos, bajo del tapanco y me dio los buenos días. ¿Que tal dormiste?- me pregunto Excelente, estaba tan cansada que caí rendida- conteste él solo sonrío, yo sabia perfectamente que él junto con Raúl habían espiado y por lo menos mi espalda desnuda ya la conocían. Se hizo un silencio que Raúl rompió con sus pisadas sobre el piso de madera. -¡Buenos Días! ¿Qué hay de desayunar? Machaca- respondí, Alberto entro a la cocina diciendo que le urgía una cerveza bien fría Durante el día y la tarde pase la mayor parte del tiempo pegada a Alberto pero las miradas de Raúl y Carlos siempre estaban sobre mi, cuando los padres de ambos llegaron la reunión comenzó de nuevo a tornarse en fiesta, después se nos unieron unos tíos y primos de Raúl y Carlos y de nuevo comenzaron a beber y a celebrar, ya como a las 4 de la mañana muchos de los presentes ya se habían marchado a dormir, solo quedábamos Carlos, Alberto su primo Edmundo y yo, Alberto ya muy cansado y ebrio me dijo vámonos a dormir y entonces fue cuando pregunto donde dormiremos??? En la casa solo había una habitación y una estancia amplia con chimenea Carlos contesto mis papas ocupan la habitación nosotros vamos a dormir en la estancia de arriba todos juntos para no pasar frío.
Cuando subimos ya estaban recostados en el piso los tíos, los primos y Raúl nos habían dejado un espacio cerca de la chimenea, Alberto se recostó y cuando menos me di cuenta se había quedado profundamente dormido, Edmundo subió y se recostó a un lado de Alberto y también se quedo dormido casi de inmediato, el ultimo en subir fue Carlos, y se recostó al lado mío, me susurro: Buenas noches voltee y vi su silueta acercarse a mi en la penumbra, me beso y yo conteste al beso, metió su mano bajo mi camisa y termino de desabotonarme, toco mis senos y me susurro: -todo el día quise poner mis manos sobre ellos-, yo conteste con un beso, la situación era bastante comprometedora y arriesgada, al lado de mí Alberto durmiendo y al lado de él toda su familia, eso me excitaba demasiado, su mano comenzó a bajar poco a poco hasta tocar mi entrepierna, me empezó a masajear la vagina y los senos, comenzó a pellizcar mis pezones y me tenia que tragar mis gritos de placer y dolor para no despertar a nadie, Carlos intentaba no moverse mucho ni hacer demasiado ruido, bajo su cabeza dentro de las frazadas y beso mis senos, lamia mis pezones con tal delicadeza que me hacia vibrar cada vez que pasaba su lengua sobre ellos, estaba a punto de tener un orgasmo, cuando Alberto tosió, se movió y me giro hacia el, tenia miedo que se diera cuenta que tenia los senos descubiertos, no se percato., me abrazo y siguió durmiendo, poco a poco abroche mi camisola, cuando sentí como Carlos bajo mis jeans dejando mi culo descubierto, su pene rozaba mis nalgas, mismas que yo paraba para indicarle que podía penétrame, hizo mi tanga a un lado y empezó a frotarse en mi, Alberto seguía abrazándome del cuello sin percatarse de nada, estaba tan mojada que cuando Carlos me penetro casi no sentí dolor alguno, a pesar de ser muy estrecha y de que Carlos tenia un enorme y bien dotado miembro no hubo tanto dolor, bese a Alberto y metí mi lengua en su boca, él contesto mi beso medio dormido mientras Carlos me penetraba lentamente y sin parar, Carlos puso sus dedos en mi clítoris y lentamente lo froto y sentí como se corría en mi. Cuando termino subió mis jeans y me dijo al oído ahora si estoy seguro que pasaste una buena noche