El hermano de mi abuelo 2
Os sigo contando como me convertí en la putita del abuelo Arturo. Esa mañana oí como se excusaba con la señora y como subió con ímpetu a mi habitación, la encontró vacía y se fue a la suya, tampoco estaba ahí y empezó a buscarme por la casa.
Os sigo contando como me convertí en la putita del abuelo Arturo. Esa mañana oí como se excusaba con la señora y como subió con ímpetu a mi habitación, la encontró vacía y se fue a la suya, tampoco estaba ahí y empezó a buscarme por la casa.
Cuando me encontró en la cocina desayunando junto a la señora de la limpieza me miro y torció la boca en una trémula sonrisa, me levante y le lleve una taza para que se echara café, enseguida note sus ojos en mi culito. La mujer salió mientras yo me acercaba a ponerle la leche.
-quieres leche abuelito?
-preferiría darte mi lechita yo a ti
Los dos reímos y le eche leche, me senté delante de él, y ambos nos mirábamos, midiendo nuestros deseos.
-me dijiste que tenías veinte años verdad?
-sí y tu sesentaicinco
-no me lo recuerdes, me siento una momia a tu lado
-abue no pasa nada, a mí me da morbo, nunca había estado con nadie así.
-tengo curiosidad Luna, tienes novio?
-si
-follas con otros?
-contigo
-eso me consta, me refería a si eras infiel
-con este aun no, pero si lo he sido, me encanta el morbo y el sexo a partes iguales.
-si las chicas de mis tiempos hubieran sido así… que gozada. Ahora que no puedo responder como quisiera se me presenta una ocasión de oro.
-abue hay muchas maneras de complacernos y tener paciencia, supongo que tu respuesta no será tan rápida como la mía.
La mujer nos interrumpe y él se va a su despacho, diciéndome al pasar por mi lado, cuando se vaya ven a mi despacho
Me moría de ganas de que se fuera y poder ir a ver que me ofrecía mi viejito preferido. En cuanto se fue, toque la puerta y me dijo que pasase.
-he estado pensando en todo esto y quiero saber hasta dónde quieres llegar
-hasta el final
-vas a ser mi putita y harás todo lo que te pida? Siempre he tenido el sueño de tener a una mujer que me diera todo lo que pidiera.
-sí, quiero ser tu putita, hare todo lo que me mandes, seré una buena chica
-entonces empieza por bajar la cabeza cuando te hable, no me mires y quítate las bragas, quiero que lleves siempre ese coñito rasurado y al aire.
Rápidamente se metió en su papel, se levantó del sillón y se acerca a mí, se quedó de pie ante mí y me levanto la cara, yo baje los ojos como me había pedido y el lamio mis labios.
-vas a ser una buena putita lo sé, vas a complacerme bien. Si te portas bien te daré cada día la ración de polla que buscas aunque este viejo y tenga que tomar viagra, te voy a follar continuamente.
Me moje al instante, sus palabras soeces me excitaban, nunca imagine pasar por esto cuando decidí ir al campo con los abuelos. El metió su mano entre mis piernas y froto mi rajita hasta ponerme a punto, cuando empecé a jadear, saco su mano, azoto con ella mi culo y me dijo:
-sal de aquí, ya te llamare cuando me apetezca follarte
Salí de allí humillada y más cachonda de lo que recordaba haber estado nunca, mi rajita escurría flujos y me fui a preparar la comida, una hora después apareció en la cocina y no me gire, espere a que él se acercara y por detrás metió bajo mi camiseta sus manos y pellizco mis tetitas, hasta que me hizo gritar del dolor, su mano volvió a mi raja y se acercó a mi oído.
-aun estas cachonda, te encanta que este viejo te trate mal, te da morbo verdad putita?
-sí, mucho
-abre bien las piernas, dame ese coñito
Hundió su lengua en mi rajita, y la pasaba de arriba abajo mientras con tres dedos hurgaba en mi vagina, cuando de nuevo estuve a punto, paro y salió de la cocina dejándome frustrada, me eche a llorar de frustración, necesitaba correrme.
Al ratito tocaron a la puerta, eran dos amigos del abue, los hice pasar al salón y lo llame.
Menos mal que mi camiseta era larga y no se veía mi rajita sin bragas.
-nena podrían comer con nosotros?
-si abue voy a añadir un poco.
Desaparecí en la cocina y los deje en el despacho del abue, había pasado más de media hora y yo estaba planteándome subir a masturbarme, total ahora mi abuelo estaba entretenido con los amigotes. Pero el abue me llamo, toque a la puerta y entre
-hola Luna, ya te he presentado a Mario y a Jesús, les he contado que no llevas braguitas y no se lo creen. Levántate la camiseta y enséñales la rajita
Yo lo hice empecé a subirme la camiseta y apareció mi rajita depilada
-que rica no tiene pelitos –dijo Mario-
-es cierto, nunca había visto una rajita sin pelillos –contesto Jesús-
Mi abue se acercó a mí y me dijo
-ven conmigo –retiro todo lo del escritorio- súbete a la mesa y enséñales la rajita tan rica que tiene mi nietecita.
Me siento, me abro y el abue separa los labios de mi sexo, mostrando mi vulvita rosa a sus amigos que ya estaban babeando.
-mirar que rosa y mirad como se moja cuando paso los dedos
El abuelo empezó a pasarlos por mi rajita y yo me mojaba por momentos, le miraba y el me miraba con deseo, sus ojos estaban más oscuros y su mano diabólica me llevaba a la locura, metía sus dedos dentro, primero uno, luego dos y entraba y salía abriéndome bien, hasta que me corrí, al tranquilizarme vi a los amigos que se habían sacado las pollas y ambos se masturbaban.
-queréis comprobarlo
Los dos se levantaron como con un resorte y se acercaron a mí, enseguida note sus manos en mi conchita, eran rudas, magreaban mi coñito casi lastimándolo, con una mano cada uno, la que le quedaba libre.
El abuelo se puso detrás de mí y cogiéndome por los hombros me tumbo en la mesa, se sacó la polla y la llevo a mis labios.
-chúpamela como ayer, no imagináis que bien la mama mi nieta
Eso volvió a excitarme, lamí su capullo y me la metí en la boca, el entraba y salía como si se follara mi boca, ellos no dejaban de sobarme, el coñito y ahora también las tetas.
-probar ese coñito, esta de vicio
Mi abuelo dominaba toda la situación nadie hacia nada que él no pidiera, ellos sabían que solo podían hacerme lo que él les permitiera. Ellos no la tenían tan gorda como el abuelo, pero ese viejitos estaban bien armados.
-Mario quieres probar su lengua?
El otro no contesto se colocó al otro lado del abuelo y me la metió en la boca, yo chupaba de la suya a la del abuelo sin parar, mientras tras un gesto de mi abuelo, note una polla empujar en mi vagina, que se la trago por completo.
-que estrecha es Arturo, tu nieta es una gozada.
Me agarro de las caderas y se hundía sin parar en mi coñito, entraba y salía, entraba y salía mientras dos pollas se peleaban por mi lengua, que lamia sin demora aquellas barras de carne.
-no voy a poder resistir este coñito, ya no recordaba lo que es esto nena, a mi mujer hay que metérsela con vaselina, pero tu estas chorreando. –Me decía Jesús entre jadeos-
-no pares Jesús, haz que me corra en tu polla
Y Jesús obedeció, me la metió tan adentro mientras chillaba su orgasmo que me fui con él, me retorcía como una posesa con esa polla, sin dejarme relajarme del todo al momento note otra polla pugnando por entrar, mire y vi a Mario entre mis piernas, empujándome su trozo de carne dentro, también bombeo en mi vagina mil veces.
-que gusto Arturo da follarse a tu nieta, esta además de mojada de sus jugos con la leche de este, es un verdadero placer. Que rica esta.
Jadeaba como un cerdito mientras le decía a Jesús que no le extrañaba tanto semen, el tampoco recordaba lo que era follarse a una hembra que lo deseara tanto, me dieron pena lo insatisfechos que sus mujeres los tenían. Movía mis caderas al mismo ritmo que él y mire al abuelo, su polla estaba enorme, se apoyaba en la pared y se masturbaba despacito mirándome, viendo como sus amigos me follaban.
Jesús se masturbaba ahora a mi lado y se la agarre y sustituí su mano por la mía y mi boca lamio esa polla que aun no había probado mientras Mario se corría en mi vagina escocida, notaba sus chorros dentro y de nuevo jadee y gemí, me corrí mientras Jesús por segunda vez se corría esta vez sobre mis tetas y sobre mi estómago. Le limpie la polla con mi boca a los dos sin dejar de mirar al abuelo, su polla seguía enorme, ahora no se tocaba. Sus amigos se fueron después de despedirse y yo no me moví de la mesa. Cuando salieron los dos, él se acercó a mí.
-Estas llena de semen puta, te ha gustado que te follaran mis amigos?
-si
-he notado como te corrías varias veces
Me hablaba mientras se acercaba, me abría las piernas y sin apenas tocarme se hundió dentro de mí. Estaba sudando mientras se movía lentamente, sé que notaba el semen dentro de mí y sé también que eso le excitaba más.
-estas llena de semen por todo, eres una zorra lo sabias?
-si
-nunca imagine tener una nieta tan golfa
Dicho esto la saco de mi vagina, me subió las piernas, pego mis rodillas a mi pecho y con un dedo empapado con los jugas de mi vagina empezó a empujar en mi culito, lo metió sin piedad y yo calle mi dolor, solo deje que lo viera en mi cara, con el segundo dedo paso lo mismos y cuando apoyo la cabeza de su polla y empujo las lágrimas escaparon de mis ojos y nuevamente vio el dolor, su polla palpito y se metió la mitad, seguí llorando sin hacer ruido alguno, sin dejar de mirarle y de nuevo vio el dolor, se hundió mas y más hasta que me llenó por completo, note abrirse mi carne y se quedó quieto, mis ojos lo miraban con más lágrimas y su polla palpitaba con cada una de ellas.
-luna nunca había sentido esto, podría correrme solo con mirarte llorar, quería castigarte por puta y me devuelves el castigo dándome un placer inimaginable, tu culo es espectacular
Dicho esto empezó a moverse y el dolor aflojaba, tornándose en un placer distinto, abrasador, mi cuerpo ardía, se tensaba y el poseía con destreza y lentitud mi rincón prohibido, cada empujón nos acercaba al cielo, nunca había sentido nada tan profundo.
-Luna voy a correrme, mírame quiero ver tus ojos
Yo empecé primero, un devastador orgasmo me partía en dos, gritaba poseída mientras él me llenaba de caliente semen, gritando mi nombre se derramaba en mi interior dolorido. Espero a que su sexo menguara para salir sin hacerme más daño.
Se sentó en el sillón y me arrastro sobre sus piernas, acaricio mis mejillas con ternura mientras su polla colgaba flácida entre sus piernas.
-Luna, Luna, preciosa nieta que placer me regalas. Creí que iba a correrme solo viendo cómo te follaban esos dos, deje de tocarme y aun así pensé no poder pararlo. Te ha gustado?
-mucho, sobre todo el final
-Luna tus ojos, tus lágrimas y la sensación placentera de abrir tu lindo culito lo rememorare hasta el último instante de vida.
Me duche, estaba pegajosa, esa noche dormimos abrazados, en su cama. Al día siguiente llamo su mujer y dijo que se quedaba más tiempo, los dos nos alegramos. No queríamos pensar más allá de esos días regalados donde compartimos sexo en cada rincón y a cada momento, cuando él no podía se limitaba a jugar conmigo o me cedía a sus dos amigos que volvieron varias veces aunque de uno en uno. Al final de esos encuentros y solo en esos momentos el abuelo me follaba el culito como la primera vez hasta que ambos terminábamos juntos. Mi culito era su sueño, su máximo placer.