El Hechizo del Cubano

Zeus,Cubano criado en España por un hacendado empresario. Posee lo que sus amigos laman "el Hechizo" una verga tan grande como gruesa con la que realiza todo aquello que se le antoja. Un Macho que descubre dia a dia su lado más dominante gracias a sus atributos y su patrimonio.

Me llamo Zeus y no soy ningún Dios, pero mi papa creía que los nombres poderosos convierten a los hombres en lo mismo y esperaba que el mulatico que iba a nacer lo lograse.

Desde siempre tuve lo que mis amigos denominaban “el hechizo”. No nací en Cuba casi de milagro, pero soy cubano de raíces, de tez mulata y padres balseros que gracias a un cambalache lograron salir de cuba apenas un mes antes de que yo alumbrase a este mundo.

Mis padres no salieron por la ruta americana y arriesgaron las vidas por la vía mexicana, así llegaron a Quintana Roo, aunque en esa travesía solo llegase mi madre.

La vida era complicada para ella sola, emigrante y con un niño, pero la bellísima cubana, hacendosa mucama de un complejo hotelero encandilo a un español que nos llevó a la Tierra patria a vivir cuando apenas yo contaba cuatro años.

Así pues, pueden suponer de donde proviene el hechizo, y no es mi acento que aun siendo español desde tan temprana edad me esfuerzo en mantener, ni tampoco por mi buen ritmo en el baile …pronto descubrí que la mejor herencia que me dejo mi papa era la genética que me facilito ampliamente la vida siempre y desde bien joven.

Cuando apenas era un niño veía a las empleadas de la casa sorprenderse al bañarme cosa difícil pues muchas eran latinas y ya casi era una disputa entre ellas por ver quien bañaba al niño en la casa, yo por esa época en pleno desarrollo me sentía de hecho bastante cohibido por aquello que era diferente del resto de mis compañeros y que suponía una burla de ellos…ay si lo hubiesen sabido cuando se burlaban como lo iban a envidiar en el futuro jajaja

Así entre baño y baño fui asimilando la sexualidad con naturalidad, las friegas, incluso lamidas y el eyacular abundantemente me resultaban algo habitual y cada vez fui dándome cuenta de la ventaja que aquello me otorgaba… ”Zeus no le vaya a decir a su mama, yo le regalo esas chucherías”, ”este es un secreto nuestro mijo no le cuente a nadie y yo le traeré esos pasteles que le gustan”, otras veces eran cromos, peonzas, hasta que empecé a rentabilizar la situación un poco más cuando descubrí lo que “el hechizo “ podía hacer en las mujeres.

Mi primera vez fue con Yanira una de las empleadas que recientemente había contratado Don Pedro que era el esposo de mi mama y que a mí me trataba como a un hijo, aunque yo solo podía sentirle cariño ya que para mí la figura de mi padre que dio su vida era algo que siempre idolatre. Quizás las otras al llevar más años ya se conformaban solo con el toqueteo o chupada, la cuestión es que esta se atrevió a más por la calentura que la provoque.

-¡¡Pero que güevo más rico tiene muchacho!! Ni que fuera usted un hombre, por dios santo….

Eso ¿Cuánto le mide carajo? -y se fue a un costurero a agarrar una cinta amarilla que usaban en las mediciones de los arreglos de la ropa.

-18 cm y así parada, sin endurecer apenas. Esto hay que verlo en plena faena mi niño, pero no me vaya a ser lengua brava y vaya a decirle a alguien…- y sin más empezó a menearme la verga, descapullándola, mientras las venas se hinchaban, aquello se ponía duro como la roca, la cabeza coloradota y gruesa asomaba ya por encima de la piel y aparecía ante los ojos de la ardiente mucama.

  • ¿qué edad tienes Zeusito? Por dios en esta cinta hay 24cm ¡¡UHMMMMM!! A partir de ahí ella ya empezó a lamer, se sacó los pechos por encima del vestido y se pellizcaba un pezón mientras balbuceaba cosas inteligibles con mi vergon en su boca, se engullía gran parte de mi verga produciéndose arcadas mientras yo comenzaba a sustituir sus dedos en los pechos y le agarraba del cabello apretando contra mi verga. No había lengua igual a la de Yanira.

-Ay mi amor usted no me puede dejar así, ¿usted ya estuvo con alguna mujer, con alguna de sus amigas cogió?

-No Yanira, yo nunca…. Y me estremecía entre esos labios que no dejaban de chuparme la verga como jamás ninguna de las de allí hicieron.

-¡¡Que diosito me perdone, pero yo no aguanto mi niño!! Y dicho esto se subió a horcajadas encima de mí que estaba tumbado sobre la toalla en medio de ese baño frio y que ahora me parecía lo más caluroso. La sensación era extraña, me apretaba la verga enormemente y era como meterla en un hueco húmedo y caliente pero muy apretado. Con el tiempo descubrí que el hechizo que provocaba en las hembras no era tanto por la largura sino por lo gruesa que tenía la verga y que apenas podían abarcar la circunferencia de sus manos la mayoría de mujeres, ni que decir cuando son más bien menudas.

-AYYYY QUE RICO PAPI, COMO LLENAS…NUNCA ME HAN ABIERTO TANTO LA CHOCHA NENE, ME ESTAS ROMPIENDO TODA, SIENTO COMO SI SE DESGARRASE……AYYYY CABRON, QUE PINGA TE DIERON, VAS A SER EL DON JUAN DE TODAS LAS MUJERES QUE TE DE LA GANA NENE AHHHHHHHHH ME VENGO EN TU PINGA, ¿SIENTES COMO TE LA MOJO?

-SI YANIRA, QUE RICO NO DEJES DE HACERME ESTO ME ENCANTA…NO SE LO DIRE A NADIE, PERO TIENES QUE HACERMELO CUANDO TE PIDA PORQUE ME GUSTA MUCHISIIMOOO….

-AY NENE YO SERE TU PUTICA, ME LO PUEDES HACER CUANDO TU QUIERAS, ME VUELVES LOCA ……AYYYY QUE RICO COMO ME CULEAS CERDO…COMO TE APROVECHAS DE TU SIRVIENTA……AHHHH ME VENGO OTRA VEZ

Ese día descubrí que aquello de lo que me avergonzaba en la escuela, con los imbéciles de los hijos de aquellos empresarios similares a Don pedro y que siempre me vieron como el recogido, iba a serme de mucha utilidad como bien me decía mi querida Yanira.

A partir de aquel día algo cambio en mí, gané una confianza que antes no tenía, empecé a relacionarme con las chicas de las clases mayores como me dijo Yanira…” chico tu acércate a las del curso superior a las que veas más alocadas, las que traen pinta de golfillas, y que todos saben quiénes son. Una vez que te culees a una de esas no te las vas a quitar de encima a las demás, la fama corre como pólvora mijo…”

Así fue hasta los días de hoy, tanto en el instituto como después en la Universidad me granjee una fama de chulo, aprovechado y gigolo que para ser justos era totalmente cierta. Aprendí todo del sexo y también desarrolle un carácter más dominante con Yanira y después con las otras sirvientas más antiguas, además el carácter sumiso de las latinas cuando están bien servidas y quieren mantener a su macho contento para que las siga cubriendo me hizo afianzar mi lado más perverso. Por eso en mis años de estudio tuve numerosas mujeres no solo las compañeras de carrera, amigas de la noche, profesoras, mi casera, e incluso llegué a intimar con la “tercer” que Don pedro me proporcionaba para que dominase bien el inglés no solo como lengua sino en los negocios.

Así llegamos al principio de mi historia, con la carrera de Administración de Empresas finalizada y cuando apenas llevaba unos meses trabajando y aprendiendo de Don Pedro en la empresa familiar me llego el fatídico suceso 11 de julio de 1997… Don Pedro y mi mama fallecían en Cuba en un viaje que hicieron por primera vez desde su huida hacia ya 23 años.

Las noticias decían así “Cae un avión de Cubana de Aviación, El incidente ocurrió cuando un avión Antoni AN-24 que cubría la ruta entre Santiago de Cuba y la Habana cayó al mar por causas desconocidas dos minutos después de haber despegado. En la aeronave viajaban treinta y nueve personas, además de los cinco integrantes de la tripulación. Las cuarenta y cuatro personas a bordo fallecieron en la tragedia.”

Al parecer mi mama y Don Pedro habían ido al sur a visitar a una tía suya que no veía desde la huida, ella era hija única pues sus papas fallecieron durante las disputas de la época de Batista y se había criado con esta tía hasta que mi papa la hizo su mujer y se habían ido al norte de la Habana. Y así casi místico fue mi mama a fallecer en las mismas aguas donde lo hizo su gran amor.

Ahora, días después me recuerdo todavía sentado en aquel butacón de cuero en un despacho oscuro, con el olor a puro de aquel notario junto a la piltrafa del abogado y ayudante de Don Pedro, un tipo escuálido, bajito, con anteojos de montura muy fina que iban a ponerme al día de mi herencia y de mis obligaciones que pronto descubriría cuanto me iba a gustar.