El hechizo de Cleopatra
Dicen que cleopatra tenia la capacidad de conseguir todo aquello que se proponia con sus encantos personales. Sin embargo, no era por ser Cleopatra, sino porque era una mujer.
Basada en hechos reales
Eran las nueve de la tarde aproximadamente, habia quedado con sus amigas.
No se vistió lentamente por capricho, lo hizo para cuidar hasta el mas minimo detalle. Una falda adecuada, un conjunto de ropa interior exquisito y una blusa facil de poner, y de quitar.
Sus dos amigas la esperaban en el café, donde siempre hablaban de sus reuniones 'secretas'. La habian invitado varias veces y no habia aceptado. No por nada en concreto, las escuchaba hablar de otros chicos con los que lo habia hecho, las escuchaba explicar con todo detalle como era la polla de uno, que le gustaba al otro.. Pero esta vez dijo que si por un motivo, Pablo.
Su amiga Alba salia con él. Siempre se llevaba las mejores piezas cuando salian de caza, era una zorrita sutil y la mas guapa de las tres. Pero despues de meditarlo, penso que tenia una oportunidad de hacerlo suya.
Llegaron las ultimas. Pablo ya estaba allí, le dio un beso en los labios a Alba y se sentaron alrededor de la mesa.
La noche transcurria entre risas y vino y las conversaciones poco a poco iban subiendo de tono. Ella de vez en cuando miraba a Pablo como se reia, su cabello negro, sus ojos oscuros, en un par de ocasiones incluso se cruzaron la mirada. Tambien se dedico, mientras oia parlotear a alguno, a mirar a sus rivales. Ningua podia igualar su talla 115, ni siquiera acercarse. Esa era su baza, sin duda.
La cosa se fue animando con el juego de la botella. Intencionado o no Alba la hizo girar y le apunto directamente al escote..
- Que quieres castigo o reto?- Le dijo con una sonrisa.
- Reto.- Sin dudarlo un segundo.
- Enseñanos las tetas..- dijo su amiga Alba con una sonrisa maliciosa.
Llego el momento, pensó. Se desabrocho los botones de la blusa lentamente, mostrando sus atributos detras del sosten. Todas las miradas estaban pendientes de ella. Con una mano y un gesto certero se desabrocho el cierre trasero del precioso sujetador que habia escogido para Pablo y habilmente se lo quitó.
Un silencio de asombro invadio la sala. Sus pechos desafiantes se mostraron en todo su esplendor. Al contacto con el aire sus pezones se endurecieron y su aureola grande y texturada se contrajo lo suficiente como para perfilar un contorno mas oscuro que antes se difuminaba.
Despues, el murmullo, todas las miradas estaban clavadas en sus tetas, todas, tambien la de Pablo.
Se quedo de pie,desafiante. Estaba disfrutando de la situacion. Sus tetas habian sometido a todos las personas de la sala, eran sus subditos, estaban a su merced para lo que ella dispusiera.
Alba miro furtivamente a Pablo que tenia la mirada perdida, intento llamar su atencion buscando con la mano debajo de la mesa, pero era demasiado tarde, no era a ella aquien deseaba esa noche.
Se volvio a abrochar la blusa y guardo el sosten en e bolso. Los pezones se marcaban perfectamente a traves de la tela. Algunos habian empezado a besarse, a acariciarse por encima de la ropa. Miro a Pablo y le sonrio, el le correspondió.
Ese fue el pistoletazo de salida. El tablero estaba dispuesto y las reglas eran simples, consentimiento mutuo, nadie forzaria a la otra persona y si no querian ser observados podian apartarse del grupo.
Fue a servirse un trago. No habia soltado el vaso cuando sintio las manos de alguien como se aferraban a sus tetas. Sintio un bulto entre sus nalgas y el calor que desprendia atravesando la ropa hizo que mojara sus bragas.
- No sabia que guardabas esos bellos tesoros- Era la voz de pablo susurrandole al oido.- Alba no los tiene asi de apetitosos.
Al darse la vuelta se encontro con su mirada frente a frente y lo beso. Las manos fuertes de Pablo le sobaban por encima de la blusa. Le besaba el cuello despacio y ella se sentia deseada, por fin.
La cogio de la mano y la llevo a un sofa, apartado de la mirada celosa de Alba, junto a otra pareja que estaban lamiendose literalmente el uno al otro.
Se quito completamente la blusa dejando al descubierto sus enormes tetas, para que fueran admiradas por su amante. El no tardo en abalanzarse sobre ellas, con su lengua rasposa y caliente lamio el contorno de la aureola y sus pezones, como un niño desesperado por lamer un helado. A ella se le erizaron de golpe, acariciaba su pelo negro y lo aplastaba contra su pecho para sentirlo mejor. La otra mano de pablo jugaba con el otro pecho, sopesandolo, acariciandolo, aprisionando el pezon con la yema de sus dedos.
Ella bajo despacio por el pecho de Pablo para dibujar en su mente como era el torso desnudo, por su vientre hasta que topó con el gran bulto que guardaba bajo el pantalon. Lo sobo por encima y casi podia notar como palpitaba. Habilmente le ayudo a quitarse el pantalon, mientras él no dejaba de chuparle las tetas. Liberada la polla de Pablo, la acarició. Con las manos alrededor pudo hacerse una idea de lo grande y gruesa que era, estaba caliente, venosa. Acariciaba sus huevos depilados y volvia a subir por el tallo hasta el glande, masturbandolo despacio.
Pablo se puso en pie, se dehizo de su camisa y la tumbó en el sofá.
-ahora voy a follarte las tetas- le dijo autoritariamente.
Se sento sobre el vientre de ella y coloco la base de su polla entre los pechos. Con una mano la agarro y se la metio en la boca, la lamio hasta dejarla totalmente impregnada de su saliva, haciendo que él se estremeciera.
Se la colocó entre sus tetas y apreto con las dos manos para dejarla presa.
Pablo empezo a moverse despacio. Su escote estaba tan lubricado que aquél tronco jugoso se deslizaba suavemente entre sus pechos y en cada embestisda veia asomar el glande carnoso de su tan deseada polla. Con la lengua lo lamia cada vez que asomaba entre sus pechos y el aceleraba su respiracion y sus embestidas.
-Que bien se siente asi entre tus tetas! Son inmensas- Repetia una y otra vez apretando los dientes de placer
Desde abajo lo veia disfrutar del momento. Lo habia imaginado varias veces pero ahora lo estaba viviendo.
-Voy a correrme! Toma mi leche!
De repente la espalda de él se tensó como un arco y un chorro abundante de semen salió disparado hacia su cara, su boca y quedo esparcido por todas sus tetas. Sentia como resbalaba entre ellas y el olor intenso de su corrida. Notaba que bajo sus bragas su coño ardia.
- Quiero que te untes las tetas con mi corrida!- Le dijo aun excitado
Con una mano se la llevo a la boca para succionar hasta la ultima gota de la abundante descarga, mientras la otra se untaba con el semen de pablo los pezones duros, todo el contorno de sus pechos. Lo miraba llena de morbo y deseo, con cara de perversa. Era su tan deseado premio.
Frente a ellos, dos de los chicos que habia esa noche, se masturbaban abiertamente viendo la escena. Pablo se levantó y se apartó y los dos chicos quisieron aprovechar y se acercaron para ofrecerle sus pollas erectas. Ella las rechazó, ya tenia lo que habia venido a buscar y no tenia porque darle su caramelo a nadie mas.
Cogio su ropa y se fue al baño. Se miro al espejo. Por primera vez estaba sola. Se llevo las manos a la cara respirando el olor intenso del semen de su amante. Metio la mano bajo la falda y noto su sexo, estaba chorreando.
Salio de alli acalorada y excitada todavia. Sin despedirse.
Llego a casa y se metio en su habitacion. La ropa aun olia a él, se desnudo y frente al espejo se miro. Cerro lo ojos y puso las manos entre sus piernas. Se untaba de abundante flujo el clitoris, masajeandolo suavemente. Se dejo caer en la cama boca abajo mientras sentia como Pablo la penetraba con fuerza en su imaginacion. Olia a él, a su semen y su coño estaba ardiento, sediento de sentir la polla que habia tenido minutos antes en su boca. Lo veia sudado, empujando y cómo aquel precioso glande asomaba entre sus pechos. Estalló en un espléndido orgasmo amortiguado por la almohada. Exhausta y satisfecha se quedo dormida.
Se despreto con una llamada. Era su amiga Alba.
-Como estas? Ayer te fuiste sin despedirte.
-Si, es que no estuve muy a gusto.-Mintió
-Nada solo queria saber como estabas.
-Bien Gracias- La conversación duro un instante mas de lo que hubiera deseado.
Cuando colgo el telefono vio un mensaje sin abrir.
Era él, de el dia anteior por la madrugada..
“Quiero volver a correrme en tus tetas, llamame cuando lo desees”
Una sonrisa se le dibujo en la cara.
Era suyo, y le iba a dar lo que queria, porque ella queria.