El harem de Fernando (3)

Marta se llava una sorpresa. Concemos a otro mujer que quizás entre en el harem. YO QUIERO SER FERMANDO!!!!

Fernando y Lorena se besaban, abrazados. Cuando él se salió de ella, se sintió muy mojada entre las piernas. Su coñito rezumaba una mezcla de sus jugos y el semen de su hijo.

-Me has dejado perdidita.

-¿Quieres que te limpie?

-Sí.

Lorena se pensó que se refería a usar una toalla o algo así, pero Fernando tenía otras intenciones. Empezó a besar su cuello y fue bajando lentamente, lamiendo cada centímetro de piel y haciendo estremecer a su madre. Cuando bajó del ombligo, Lorena comprendió lo que él iba a hacer...Lo deseaba tanto...pero...estaba sucia. Puso sus manos en la cabeza de Fernando y la detuvo.

-No cariño. Estoy muy sucia. Espera a que me lave.

-No estás sucia.

-Pero...

-Shhhhhh, calla

Besó su pubis. Lorena se estremeció...La iba...la iba a lamer...Cerró los ojos y esperó.

Fernando se acomodó entre las piernas de ella, abriéndolas con delicadeza. Lorena se dejó. Ante él quedó el sexo materno. Estaba empapado, mojado, brillante. Y era precioso. De abundante y negro vello. Se lo dijo.

-Mami, tienes un coñito precioso. ¿Quieres que te lo coma?

Lorena sintió su aliento. Claro que quería que se lo comiese.

-Sí...cómemelo...ummm...

Le dio un sonoro beso. Lorena se rió. El primer lengüetazo fue un latigazo de placer. Su espalda se arqueó en la cama. Los siguientes la dejaron sin aliento. Era un placer indescriptible. Sentía su lengua recorrer toda su rajita. Se metía incluso en su vagina...Y lo que más placer le daba era cuando hacía círculos alrededor de su clítoris con punta de la lengua.

-Mi vida....que cosa ...más....rica....que..placer...

-Ummmm, que rica estás..

-¿Te gusta el coño de  mami?

-Me encanta...

-Agggg y a mí que me lo comas....es...es la primera vez que me lo hacen...ummm

Fernando tenía la cara mojada. Se tragaba con placer los jugos de entraban en su boca. En su cabeza sintió las caricias de su madre, que había empezado a mover las caderas, haciendo que su coño se restregara más por su cara.

Puso la lengua ancha y la pasó una y otra vez sobre la pepitilla. La movía hacia los lados, con rápidos movimientos. También  de vez en cuando la chupaba. La atrapaba entre sus labios. Se le ocurrió algo nuevo. Sin dejar le lamerla, metió dos de sus dedos profundamente dentro de su coñito y empezó a follarlo con ellos.

-Aggggggggg Fernando...me .harás...correr otra vez...

Eso era lo que deseaba Fernando. Llenar de placer a su madre, a la que tanto quería, y a la que tanto deseaba. Allí, tumbado boca abajo entre sus piernas, comiéndola, sentía su propia polla dura, contra la cama.

Como un fuego artificial fue el orgasmo de Lorena. El placer aumentó en ella igual que el silbido del cohete. Sabía que al final del sonido venía la explosión. Y como un cohete, explotó. Se corrió en la boca de Fernando, llenándole la cara aún más de sus jugos. La lengua que no paraba de moverse prolongó el placer por muchos segundos. Cuando los fuertes espasmos cesaron, quedó relajada sobre la cama. La respiración agitada. Los ojos cerrados. En sus labios, una sonrisa.

Fernando besaba el interior de sus muslos. Se sentía muy bien. Había proporcionado a su madre un gran placer. Y eso le gustaba. Se hubiese quedado horas allí. Entre las piernas de su madre, besando sus muslos...besando su sexo...

-Casi me matas de gusto.

Subió hacia su cara y la besó con amor. Su cara olía a sexo. Su boca sabía a sexo. Lorena notó contra su muslo la dureza de su polla. Sintió deseos de devolverle el placer. De hacer aquello hasta hace poco pensaba que era de prostitutas, pero que ahora quería hacerle a su hijo. No sabía cómo, pero él le indicaría. Llevó su mano hasta la polla y la agarró.

-Ummm, la sigues teniendo muy dura.

-Es porque te deseo tanto.

-Y yo a ti. Deseo hacer algo que nunca he hecho. Nunca...ya sabes..nunca he chupado...una...polla.

-Ya somos dos. Yo tampoco! jajajaja

-jajajaja, pero mira que eres!!!

-Mami, yo también deseo que me chupes la polla.

-Espero hacerlo bien.

-Seguro que sí.

Como hiciera Fernando antes con ella, Lorena fue bajando lentamente por su cuerpo mientras con la mano acariciaba el duro mástil. Lamió sus pezones, su ombliguito, su pubis. Ante sus ojos quedó aquella maravilla que tanto placer le dio. En la postura en que estaba, Fernando sólo veía su cabeza. Quería ver su cara.

-Mami, ponte entre mis piernas, como hice yo. Quiero verte mientras lo haces.

Se acomodó bien. Fernando se puso colocó para verla con claridad. Veía su polla, y detrás, a su preciosa madre.

-¿Cómo lo hago, mi vida?

-Sólo tienes que besar, lamer, chupar....

Empezó con un beso. En la punta. Luego más, y más, a lo largo del duro tronco. Mientras bajaba, la polla acariciaba su cara. Su piel era fina y caliente. Cerró los ojos y se acarició la cara con ella. La pasó por la frente, por las mejillas, por los labios. Fernando la miraba. Era muy excitante ver a su madre pasarse su polla por su carita.

Abrió los ojos y lo miró. Le sonrió. Sacó la lengua y sin dejar de mirarlo bajó por toda la polla, lamiéndola.

-Ummmm, que rico, mami

-¿Lo hago bien?

-Muy bien....Me excitas mucho.

-Uf, y a mi hacértelo...

Cuando la lengua volvió a pasar por la punta, llegó el momento de metérsela en la boca. Primero sólo la cabecita. Le encantó lamer la suave piel del capullo. Chupó. Él gimió. Su madre tenía su polla dentro de la boca. Vio como su cabeza bajaba lentamente, haciéndolo desaparecer más y más dentro.

Sólo pudo meterse un cuarto. No podía más. No tenía experiencia. Temía tener arcadas. Su boca estaba llena. Por primera vez en su vida tenía una polla en la boca. Y era la polla de su hijo. Aquello sería de putas, pero le encantaba. Hizo succión y empezó a subir y bajar la cabeza, haciendo entrar y salir la polla. Y por como gemía Fernando, lo debería de estar haciendo bien. Fernando se apoyó en los codos. La visión de su madre chupándole le polla era lo más erótico de su corta vida sexual. Lo hacía despacito. Dejaba un rastro brillante por donde pasaba la boca. De vez en cuando se la sacaba y la lamía toda, para luego volver a metérsela en la boca.

-Ummmm mami....que bien lo haces....Usa..la..mano también.

Lorena acompañó la mamada con la mano. La cara de placer de su hijo la excitaba. Se restregó contra la cama. Estaba otra vez muy mojada. La habitación olía a sexo.

-Más...deprisa...

Lorena aumentó el ritmo de la mano y de la boca. Fernando empezó a gemir más seguido. Su orgasmo se aproximaba. Lorena lo notó. Sabía que él ese iba a correr. Que su polla le llenaría la boca de semen caliente, que ella tendría que tragar. Deseaba beberlo todo, saborearlo. Fernando sabía que su corrida estaba muy próxima, y que iba a ser muy abundante. Sabía que era la primera vez que su madre lo hacía, así que la avisó.

-Aggg...mami me voy a correr...Va a salir mucha leche..será mejor que te quites....

Pero el no deseaba que se quitara. Deseaba correrse en su boca y que ella se lo tragara todo. Lorena no se quitó. Siguió mamando.

Otro cohete fue disparado, esta vez para Fernando. El silbido fue la creciente tensión de todos los músculos de su cuerpo. La explosión fue cuando chorro tras chorro de espeso y caliente semen fueron expulsados en la boca de Lorena. Ella no esperaba tanta cantidad, y aunque empezó a tragar, parte se salió de su boca y bajó por el tronco de la polla hasta el pubis. Aquella polla seguía manando en su boca. Se llenó del extraño y salado sabor. Sintió placer. Cerró los ojos, y con el tercer buche que bajó por su garganta también se corrió, restregándose contra la cama.

La fuerza de los chorros fue disminuyendo hasta acabar. Tragó una vez más. Cuando todo el semen fue bebido, siguió con la polla en la boca. Luego la sacó y la miró. Su primera mamada había acabado. Y le había encantado hacerla. Vio el reguero de semen que se había escapado y también lo lamió y se lo bebió. Ahora lo saboreó con más calma. El sabor era raro, salado. No es que fuera algo rico, pero el saber que era el semen de su hijo la excitaba. Lo dejó limpito.

Se acostó a su lado y lo abrazó. Se besaron con ternura.

-¿Te ha gustado? ¿Lo he hecho bien?

-Ha sido maravilloso, mami....Uf....que gustito me has dado.

-A mí también me ha gustado.....mamarte la polla. Casi me ahogas con tanta leche.

Apoyó su cabeza en el pecho de Fernando mientras él acariciaba su cabello. Ella acariciaba su barriguita.

-¿Cómo supiste que te deseaba si María no te lo contó?

-Ella es un poco...digamos que gamberrilla. Me contó que lo hizo contigo el otro día

-Sí. Fue mi primera vez.

-Y que ayer la llamaste. Cuando tú ibas para su casa me llamó. Cuando llegaste no colgó el teléfono. Lo escondió para que yo los oyera. Lo oí todo.

-Vaya! Oíste como lo hacíamos?

-Sí.

-¿Y qué pensabas?

-Pensaba...que lo que le hacías a ella me lo hacías a mí. Que lo que ella te hacía yo te lo hacía a ti.

-Pues hoy se ha cumplido.

-¿No tienes que irte a clase?

-Me quiero quedar contigo.

-De eso nada. Lo primero es lo primero.

-Vaaaale!

Lo fue a despedir a la puerta. Fue una despedida de amantes, abrazados y comiéndose a besos.

Lorena estaba feliz como hacía años que no lo estaba. Se puso a hacer sus labores, hasta que al medio día sonó el timbre. Fue abrir la puerta. Era María

-Hola preciosa, ¿Cómo estás?

-Bien, pasa.

Fueron al salón. Se sentaron

-¿No está Fernando?

-No, está en la facu.

-Que pena...

-¿No pensarías follártelo aquí, no?

-Jajajaja. Pues...no me importaría.

-Eres una salida.

-Pues sí. Qué le vamos a hacer.. ¿Y tú qué? ¿Te lo has pensado?

Lorena bajó la vista y se puso ruborizó un poco.

-Uyuyuyuyiii!! Que me parece que ya te lo pensaste...y algo más.

-Me acosté con él esta mañana!

-WOW!!!! Cuenta, cuenta. Con pelos y señales.

-Ummmm, tenías razón. Es maravilloso. Jamás había sentido tanto placer.

-Pero dímelo todo. Que te hizo, que le hiciste..todo.

-Todo

-¿Todo, todo?

-Sip

-jajaja y parecías una moquita muerta. ¿Te folló?

-Ummmm sí.

María se estaba poniendo cachonda. Su coñito se estaba mojando.

-¿No te importa que me haga una pajita mientras me lo cuentas, verdad?

-Pero María!!!! Ni se te ocurra.

-¿Por qué no? Nos hicimos una el otro día por teléfono, no?

-S..sí.

-¿Pues que diferencia hay?

Llevó su mano entre sus piernas. Llevaba una falda así que tuvo fácil acceso.

-Estoy chorreando, Lorena...sigue contándome

Lorena no se lo podía creer. Su amiga de toda la vida se estaba masturbando delante de ella. Siempre había sido una lanzada..pero...

-¿Te comió el coño?

-Ummmm sí. Que placer me dio, María...Primero ..primero me folló. Y..y luego me lo comió. No le importó que estuviera..ya sabes...lleno de su leche.

-Agggg, que morbo...comerse un coñito lleno de semen. Y Fernando se corre abundantemente.

María acariciaba su clítoris. Se pasaba los dedos por la mojada rajita de su coño. Miró a Lorena. Vio que tenía los pezones duros bajo la tela de la blusa.

-Tú también estás cachonda, Lorena..

-Sí..un poco

-Tócate.

-No.

-¿Por qué?

-Me da vergüenza.

-¿Vergüenza? Nos conocemos de toda la vida. Te he visto desnuda más de una vez.

María abrió sus piernas y apartó la braga a un lado.

-Mira como tengo el coño de mojado - Le dijo abriéndolo con sus dedos.

Lorena lo miró. Sí que parecía muy mojado. Estaba depilado menos un poco en el pubis. Era bonito. ¿Bonito? ¿Bonito el sexo de otra mujer?

-¿El tuyo también está mojado?

-Ummm, sí, lo está.

-Enséñamelo.

Dudó un momento, pera la excitación pudo más que la vergüenza. Se quitó los pantalones cortos que llevaba, pero se dejó las bragas. Como hizo María, la apartó.

-Sí, también lo tienes mojado...Y vaya mata de pelo que tienes...¿Que más?

-¿Qué más que?

-Que que más pasó.

-Ah!...después de comerme el coño...se la chupé.

-Ummm, es grande su polla, verdad?

-UF!! sólo me pude meter en la boca un poco.

-Lorena...

-Ummm?

-Tócate el coño.

Se pasó los dedos por la rajita. María hizo lo mismo. Cada mujer miraba como la otra se tocaba. Gemían...de vez en cuando se miraban a los ojos.

-¿Te gustó chuparle la polla?

-Aggggg, mucho.

-¿Se la chupaste hasta que se corrió?

-Sí

-Ummm, ..¿En tu boca?

-Sí, me la llenó de su semen caliente...Casi me ahoga con tanta leche.

-Uf, si que se corre en abundancia...¿Te lo tragaste?

-Agggggg, sí, sí..me tragué toda la leche de mi hijo...Bueno, un poco se me salió de la boca, pero luego la recogí. ¿Sabes una cosa?

-Ummmm dime..

-Me corrí tragando su leche.

-Lo...re..na....

-Aggggggg qué?

-Me voy a correr...

Vio como maría cerraba los muslos, atrapando su mano en su interior. Sus ojos también se cerraron, y es su cara se reflejó el placer que sentía. Lorena se corrió cuando María aún tenía espasmos. No dejó de mirarla. Le gustó mucho ver como se corría su amiga. Después las dos se quedaron mirándose. Se sonrieron.

-Me ha gustado hacerlo mientras me mirabas.

-Y a mí, María. No sé porqué...pero...me ha gustado.

Entonces María hizo algo que sorprendió a Lorena. Se acercó a ella y la besó en los labios. Al cogerla por sorpresa se quedó quieta. María la miró a los ojos, le sonrió con ternura y la volvió a besar. Esta vez, Lorena le devolvió el beso.

De tiernos besos pasaron a besos más apasionados. Abrieron sus labios y juntaron sus lenguas.

La cabeza de Lorena daba vueltas. Se había acostado con su hijo. Había hecho con él cosas inimaginables hasta hace sólo dos días, y ahora se estaba besando con su mejor amiga. Y..le estaba gustando. Fue ella la primera en llevar sus manos a las tetas de María. Y fue ella la primera en acariciar el coñito de su amiga.

Besándose como locas, cada una acariciaba en mojado coñito de la otra. La sensación producida por unos dedos que no eran los suyos era muy placentera. Lo que ella se hacía cuando se masturbaba se lo hacía a María. Y María la tocaba a ella muy bien. Le proporcionaba un gran placer.

-¿No es la primera vez que lo haces con una mujer, verdad? - preguntó Lorena.

-Agggg..no...a ti te deseaba desde hace tiempo...pero...te veía tan seriecita..No quería que te molestaras....

-Ummmm ya ves que no me molestas...Hasta yo estoy....aggggg...sorprendida.

Lorena hizo correr a María, que se abrazó fuertemente a ella y gritó en su hombro. Sus dedos se llenaron de gran cantidad de flujos. Casi parecía un hombre eyaculando.

-Agggggggg Lorenaaaaaaaa ahhhhhhhh.

Cuando María se recuperó, se concentró en hacer correr a Lorena. No le fue difícil. En poco tiempo la tenía tensa entre sus brazos, con la respiración cortada y su coñito con espasmos de placer.

Estuvieron abrazadas unos minutos.

-María..¿En qué me estoy convirtiendo?

-En una mujer que busca el placer allí donde está. En una mujer que usa su cuerpo para obtener el placer que se merece. En una mujer viva.

Lorena la besó. Con cariño, la besó.

Antes de que llegaran los demás, María se fue a su casa. Lorena, sola en la casa, se rió. Había tenido más orgasmos en una mañana que en muchos años. Se dijo a sí misma que María tenía razón. Sin hacer daño a nadie iba a disfrutar de los placeres de la vida.

Esta vez, durante la comida estaba radiante, feliz. Echaba miraditas a Fernando. Marta lo notó.

-Vaya cambio, mami. Ayer tan callada y hoy no paras.

-Cosas de la vida, Martita

Por la tarde, María llamó por teléfono.

-Hola guapetona. ¿Está Fernando?

-Nop. Esta tarde tenía prácticas o algo así.

-Cachis la mar.

-Jajaja María...se te han chafado los planes.

-Pues sí...Oye....

-¿Sí?

-No te molestará que siga viendo a Fernando ahora que tú y él..?

-Pero mira que eres tonta! Pues claro que no.

-Uf, menos mal. No creo que hubiese encontrado a otro como él.

-Además, el ya es mayorcito como para elegir a la mujer con quien quiere estar.

-Sí, eso sí.

-Y creo que podría tenernos satisfechas a las dos, no? Y a alguna más si se tercia!

-jajajaja! Juventud, divino tesoro. Bueno, espero que mañana pueda darme un 'tiento'. Chao

-Adiós.

Por la noche, en la cama, Lorena no podía dormir. Repasaba los acontecimientos del día.

-Apaga la luz, coño!

Pero que bruto era su marido. Con gusto le habría dado un codazo en los riñones, con sarna. Pero se contuvo. No se merecía ni eso. Apagó la luz. A los cinco minutos el cabrón roncaba como una marmota.

Lorena se levantó sigilosamente y se dirigió al cuarto de Fernando. No se dio cuenta de que Marta estaba en la cocina y que la vio. Marta estaba sorprendida de que su madre anduviera por la casa a oscuras a esas horas, así que con cautela miró a donde iba.

Vio como entraba en el cuarto de Fernando y cerraba la puerta sin hacer ruido. Eso sólo podía significar una cosa. Su madre se acostaba con su hermano. Por ese estaba tan contenta, tan feliz. Tan radiante.

Marta no era una mojigata. Pero el incesto le parecía algo malo. Quería a su madre. Y a su hermanito...pero la idea que se acostaran juntos no le gustó. Estuvo a punto de entrar en la habitación y decirles de todo. Pero cambió de idea y se fue a su dormitorio.

Lorena no había ido en busca de sexo. Ya había tenido más que suficiente por ese día. Sólo quería un poco de cariño. Y Fernando se lo dio con creces. La acostó a su lado, la abrazó fuerte y la besó con ternura. Le dijo lindas palabras...A los pocos minutos, los dos dormían.

Lorena se despertó antes del amanecer y sin despertar a Fernando, se fue a su habitación. Los ronquidos seguían. Se acostó y se volvió a dormir.

Por la mañana, Marta estuvo fría durante el desayuno. Lorena lo notó.

-¿Que te pasa, cariño?

-Nada. Déjame en paz.

-Como quieras.

Se marchó sin despedirse. Lorena se quedó preocupada. ¿Que le pasaría?

Marta fue directa a casa de Sonia. Sonia era su novia, su amante. Para su familia era sólo una amiga, pero eran amantes desde hacía un par de años. Lo llevaban en secreto.

Cuando le abrió la puerta, Sonia la abrazó y la besó. Enseguida notó que algo no iba bien.

-¿Que te pasa, cariño?

-Mi madre y mi hermano se acuestan juntos

-JODER!!!!!!! Vaya con tu hermanito. Pero si cada vez que le digo algo se pone rojo como un tomate.

-Pues mira la mosquita muerta se folla a mi madre.

-Bueno, y ella a él! jajajaja

-No tiene ninguna gracia, Sonia.

-Mujer, gracia, gracia, no. Pero tampoco es una desgracia.

-¿Cómo que no? ¿Acaso los defiendes?

-No es mi problema. Ni el tuyo.

-¿Cómo que no es mi problema?

-No! ¿Acaso que nosotras nos acostemos juntas es su problema?

-No..pero...

-¿Pero qué?

-No es lo mismo. Es su madre. Es su hijo. Por el amor de dios.

-Me imagino que es consentido. Son adultos. Lo que hagan en la cama y con quien lo hagan es cosa suya.

-Es que...

-Es que nada. Parece mentira que precisamente tú, que tanto has criticado a esta sociedad que hace que tengamos que esconder nuestra relación, le pongas peros.

Marta pensó un poco. Sonia quizás tuviera razón. Su madre estaba muy feliz. Hacía mucho tiempo que lo la veía así. La relación con su padre hace tiempo que la notaba fría. Tenía derecho a buscar la felicidad. Y por que no, el placer sexual.

-Tienes razón. Soy una boba. No soy quién para juzgarlos. Gracias, mi amor.

Se abrazaron y se besaron. Se empezaron a acariciar.

-Jeje, Martita. Tu madre es una mujer con suerte. Ya sabes que tu hermano está requetebueno.

-Pero mira que eres zorrita!

-Jajajaja. ¿Crees que me lo prestaría un ratito?

Se pelearon de broma. Reían y se besaban. Sonia era bisexual. No había estado con hombres, ni con mujeres, desde que salía con Marta. Y Marta lo sabía. Más de una vez Sonia le comentó lo guapo que era su hermano. Le gustaba mucho ponerlo nervioso. Siempre le decía cosas que lo ponían rojo. A Marta le divertía como jugaba Sonia con Fernando.

Marta sí que era lesbiana. Nunca había estado con un hombre. Desde pequeñita notó que sus deseos no iban por el camino 'normal', y con Sonia había encontrado a su media naranja. La amaba con locura. Alguna que otra vez Sonia le dijo que se estaba perdiendo la mitad del sexo. Que un hombre le podía dar un gran placer, si sabía hacerlo. Ella siempre decía que no. Que con ella tenía más que suficiente.

Hicieron el amor con suavidad, con ternura. Después se quedaron abrazadas en la cama.

Marta pensaba en su madre y en su hermano. Por la noche casi los mata y ahora estaba feliz por ellos. Si se daban el amor y el placer que ella tenía con Sonia, eso era maravilloso.

Sonia pensaba en Fernando. Siempre le gustó. Y el saber que se acostaba con su madre le producía mucho morbo. Le encantaría verlo follarse a su madre. También le gustaría que le echase a ella un buen polvo. Pero lo que más la atraía era que Fernando enseñara a Marta los placeres del sexo con un hombre. Su cabecita empezó a cavilar....

CONTINUARÁ.