El hamaquero y mi novia
Mi novia Elena liga con el hamaquero argentino en Salou.
Ese verano en Salou iba a marcar el inicio de una serie de acontecimientos entre mi novia Elena y yo. Por entonces ambos teníamos 22 años. Desde que comencé a salir con ella había fantaseado con compartirla. Siempre la incitaba a ponerse ropa sugerente y nunca me había comportado de forma celosa con ella. De esta forma Elena intuía cosas aunque nunca había hablado nada claro con ella.
El primer día que fuimos a la playa cogíamos 2 hamacas. Estas hamacas estaban regentadas por un argentino con los clásicos rasgos de hamaquero, piel morena debido a las horas de sol, y fuerte por el trajín de colocar hamacas, además parecía ser poco mayor que nosotros.
Elena siempre ha hecho topless en la playa y esta vez no iba a ser menos. Desde el primer día me fije que el argentino no le quitaba ojo a Elena. Como todos los argentinos este también tenía una labia que parecía haberla aprendido en el colegio, y al poco rato se acerco a presentarse y hablar con nosotros. Se llamaba Diego, nos preguntó que de donde éramos y tras dar 2 besos a Elena y estrecharme la mano nos ofreció guardarnos 2 hamacas todos los días. De esta forma acabamos cogiendo todos los días las mismas 2 hamacas. Según pasaban los días Diego cada vez cogía más confianza con nosotros e incluso se atrevía a lanzar algún pequeño piropo a Elena delante de mía. La situación me gustaba e intentaba que fuera a más. Procuraba irme sólo al agua, o darme paseos para que Diego intentara camelarse a Elena. Al tercer día ya no paraba de hablar con ella e incluso llego a invitarla algún refresco. Yo me daba cuenta de que a mi novia Diego le había caído simpático. Por cierto era una dulzura verla jugar a las paletas y ver el contoneo de sus pechos.
Cuando llevábamos 4 días Diego nos invitó a pasarnos por una discoteca en al que él trabajaba como relaciones, que nos invitaba a una copa. Los 2 accedimos ya que no habíamos salido en toda la semana. Me encargué de comprar una botella de ron para salir bien contentos. Esa noche Elena se puso una mini vaquera con una camiseta amarilla sin sujetador, ya que sus pechos de tamaño medio se lo permitían. Entre los 2 nos bebimos la botella de ron entera antes de salir del hotel. Y pusimos marcha a la zona de bares y discotecas. Mi novia estaba especialmente cachonda, y no paraba de arrimarse a mí y besarme. En un calle medianamente tranquila empezamos a besarnos y yo a tocarla el coño, esta humildísima, lo vi claro y no me lo pensé me agaché y la quite las bragas para guardármelas en el bolsillo. Ella esbozó una sonrisa picarona pero no se opuso. Estaba realmente borracha.
Llegamos a la discoteca en la que trabajaba Diego y justo en la entrada estaba él dando descuentos de copas y eso. Nos saludó, le dijo a Elena que estaba muy guapa y nos invitó a pasar con él. Una vez dentro nos trajo una copa a cada uno y nos presentó a 3 amigos suyos argentinos que también estaba por allí. Me fije que le decían cosas a su amigo al oído, debían de decirle lo buena que estaba mi novia o algo así. Tras un rato hablando y bebiendo empecé a ausentarme con la excusa d ir al baño para ver que podía pasar. Tarde como 10 minutos en volver y en ese rato vi como Diego bailaba con Elena, la arrimaba y e incluso la tocaba el culo con disimulo, ella se dejaba hacer. Los demás argentinos también hablaban con ella y la cogían de la cintura. Cuando volví se despegaron un poco, delante de mí guardaban las distancias. Cuando ponían canciones bailables bailaba con ella pero en medio de la canción hacía como que se la ofrecía a Diego, haciendo ver que no me importaba que bailaran juntos. Cada vez estaba más suelto y se pegaban, decidí volver al baño esta vez más rato. Esta vez lo que vi iba más lejos. Diego bailaba con ella y su mano ya tocaba descaradamente el culo de Elena, pero no sólo eso, sus amigos también aprovechaban para tocarla el culo y hablar con ella muy pegados, todos estaban poniéndose las botas con ella, y a ella no la importaba. Cuando volví el otra vez parecí cortarles a todos menos a Diego, el cual seguía bailando con mi novia y aunque no la sobaba con descaro sí que seguía haciéndolo disimuladamente estando yo presente.
Al rato le dije a Elena de irnos y ella dijo que le parecía bien que estaba cansada. Pero era ese día o nunca. Le pedí a Diego que si por favor podía acompañarnos al hotel que no sabía bien por donde quedaba ( la escusa era tan mala que hacía ver lo que pretendía). El accedió sin problema y los 3 salimos a la calle. Sin embargo fue salir y Elena pareció enfriarse. Diego se acercaba y para cogerla y ella se despegaba. Me di cuenta que él solo no iba a conseguir nada y que tenía que ayudarle y al alejarnos del bullicio y estar en una calle en la que no pasaba casi nadie era el momento. Nuestro nuevo amigo iba sin camiseta ya que se la había quitado y decidí abrir tema.
Yo- Elena yo creo que voy a dejar el gim porque me gasto la pasta y no me pongo ni la mitad de fuerte que él.
Elena- Pues si la verdad es que tiene el pecho más bonito que tu.
Diego- Tócalo reina no te quedes con las ganas.
Elena no se lo pensó y empezó a apretarle los pectorales y esbozar una sonrisa dejando ver que el pecho del argentino la gustaba.
Yo- Joder el tuyo sí que está bien Elena, déjalo que lo vea Diego.
Elena- ¿tú eres tonto?
Yo- él te lo enseña, deja que le toques y tu nada, si además ya esta harto de verte.
Tras unas palabras y rogarla un par de minutos y ayudándola poco a poco finalmente se levanto la camiseta mostrando sus pechos a Diego, he de decir que no pasaba nadie por la calle en ese momento.
Estaba ya todo hecho, nada mas ocurrir esto Diego empezó a acariciarla los pechos 10 o 12 segundos y renglón seguido empezaron a besarse con muchas ganas. Él empezó a descender sus manos de los pechos de Elena hacia su culo. No tardó nada en levantarla la mini para poder apretar sus cachetes sin ningún tejido de por medio. Se percató de que no llevaba bragas pero no dijo nada por no frenar el calentón. La imagen en ese momento era espectacular, mi novia tenía la camiseta subida hasta por encima de sus pechos los cuales se estrujaban contra el cuerpo de Diego, el cual la levantaba la falda de tal manera que el culo de Elena quedaba a la vista de cualquiera que apsara; y así fue pasaron un par de chicos por el lugar y mientras andaban no paraban de contemplar la escena, aunque sin frenarse y sin decir nada. Al cabo de 2 minutos sus bocas se separaron y tras colocarse Elena la ropa de nuevo seguimos andando. Le explique al argentino que en el hotel no nos iban a dejar pasar los 3, fue una excusa pero es que llevarle a la habitación era quizás demasiado. De esta manera el nuevo amigo de mi novia propuso ir a un parque que estaba al lado el cual es tranquilo y en el cual podíamos seguir pasándonoslo bien. Durante el trayecto Diego seguía sobándole el culo a Elena por debajo de la falda, subiéndosela ligeramente y por lo que el culo de mi novia seguía a la vista de cualquiera. Se tardaban unos 8 minutos al parque andando, y durante el trayecto coincidieron varias personas por detrás nuestra que pudieron contemplarla el culo. Cuando estábamos a punto de llegar nos cruzamos con uno de los amigos del argentino que antes estaba en la discoteca, alucinaba con al situación y tras charlar un par de minutos se despidió diciéndome "menuda follada la van a meter a tu novia".
Llegamos al parque en cuestión, no era muy grande pero estaba metido entre unos bloques lo que le hacía poco frecuentado. Además estaba rodeado de muchos árboles grandes y era bastante oscuro por lo que desde los bloques no se veía nada. Nos pusimos en una mesa de madera muy estrecha, mediría medio metro de ancho nada más. Allí Elena y su nuevo Diego comenzaron a besarse de nuevo, esta vez él la subió la falda por el otro lado para empezar a meterla los dedos ligeramente por el coño. A su vez ella metía la mano por debajo de su pantalón y empezaba a masajearle la polla. Tras un par de minutos así él la sentó encima de la mesa y la comió los pechos un rato, se veía a Elena excitadísima. Después el se bajo los pantalones dejando ver un pene grande, sin ser anda exagerado pero si más grande que el mío. La remangó un poco la falda y comenzó a fallársela veloz y fuertemente desde el principio. Yo me situé detrás de ella de tal manera que ella apoyaba su espalda sobre mi pecho, y con su mano izquierda empezó a buscar mi polla, apenas la había encontrado yo ya me había corrido contemplando la escena. Diego siguió fallándosela en esa posición durante 5 o 6 minutos. Durante las embestidas él le soltó algún comentario como "te gustan las pollas argentinas eh". A los 6 minutos se separo y la dio la vuelta, poniéndola de espaldas a él. Elena apoyo las tetas en la mesa y yo que en ningún momento perdí la erección pese haberme corrido, me senté en el asiento de tal forma que mi cara quedaba a la altura de la mi novia. Diego la subió un poco la mini y empezó a fallársela en esa postura, mientras Elena y yos nos besamos, era como si hiciéramos el amor pero sin usar yo mi polla. Ella todo el rato me decía que mirase como se follaban a mi novia, como la trataban como a una guarra, y el la daba fuerte y debed en cuando la daba cachetes en el culo. Durante ese tiempo pasaron un par de chavales por el parque que tampoco se pararon a mirar demasiado, aunque si aplaudieron. A los 5 minutos Diego terminó corriéndose dentro de ella, no pasa nada porque toma la pastilla.
Tras acabar saque de mi bolsillo las bragas de Elena y se las regalé a Diego como recuerdo, además le cogimos el teléfono y quedamos en volverle a llamar. De camino al hotel el coño de Elena no paraba de gotear y sus muslo quedaron con restos de lefa del macho argentino, cuando llegamos al hotel ella se durmió en seguida por el alcohol y me quede contemplándola con el coño enrojecido con la leche de su nuevo novio.