El gusto por el semen 2a parte.
Ya con 19 años Pedro se descubre como un mamador nato.
De camino a casa Pedro aun seguía nervioso. No atinaba a saber que le ocurría. Llego a su bloque, un camión de mudanzas estaba aparcado en la acera. Entro al portal y se dirigió al ascensor. Allí aguardaba un operario de la mudanza. Entraron al ascensor, observó que el operario llevaba una bolsa con herramientas.
Pedro: Perdona. ¿Quién se muda?
Operario: el octavo b.
Pedro quedo boquiabierto. Se echo mano al pecho. Notaba como el corazón se le aceleraba. “ya regresó”. Pensaba.
Al siguiente día de lo ocurrido en el parque, Pedro por la mañana se despertó muy agitado. Recordaba de haberse llevado toda la noche soñando con que él le comía la polla a su vecino. Al llegar al comedor se encontró a su madre y a la esposa de Gerardo hablando. La señora le relataba a la madre que su marido partía hacia Lisboa. Lo destinaron allí desde su trabajo y que pronto ella partiría para reunirse con el cuando consiguiera alguna vivienda para vivir. Se asomo a la ventana y lo vio montarse en un taxi para marcharse de allí. Desde entonces no ha pasado ningún día que no se haya acordado de Gerardo. Mas bien de su buena tranca y de como sería poder chupar esa verga. “Dioooossss, quiero esa polla en mi boca. Quiero que me folle hasta reventarme.” Pensó de nuevo.
El timbre del ascensor le devolvió a la realidad. Ahí descubrió que el operario le estaba mirando con lujuria. Bajaba la vista y le miraba su entrepierna. ”joder estoy empalmado”. El operario se mordía el labio de abajo y le guiñaba un ojo. Pedro sacó su móvil y le pidió el número.
Pedro:- Te llamo para que guardes mi número. Cuando quieras me escribes y quedamos. Así te daré lo que tanto estas deseando ahora.
Jota:- lo que estoy deseando es tener tu polla en mi culo y me hagas gemir como a una perra. Mañana no tengo que trabajar. Te llamaré.
Al llegar al séptimo piso Pedro se fue a bajar del ascensor y Jota le agarro el paquete. Se guiñaron los ojos y sonrieron al unísono.
Al entrar en casa alzó la voz diciendo que había llegado. Le respondió su padre desde la habitación con un “puedes venir un momento por favor que me tienes que bajar algo“.
"Joder ya han discutido otra vez mis padres” Al entrar a la habitación estaba su padre desnudo con la polla tiesa y masturbándola.
Antonio: hola hijo. Uffff hoy has tardado en llegar. Cómemela hijo. Quiero follarte ese culo que tanto me disloca. Ven arrodíllate y chúpamela.
Pedro: ya has discutido otra vez con mamá no? Desde luego no tienes arreglo. Anda venga. Pero luego le pides perdón eh? Que ya sabes que no me gusta veros así.
Allí se arrodillo y agarrando el trabuco de su padre se lo llevo a la boca chupándole el capullo con glotonería. Le encanta la verga de su padre. Es larga aunque no muy gruesa. Ya sabe lo que mas placer le da y es succionar el glande con fuerza mientras le pasa la lengua por el frenillo. Eso vuelve loco a Antonio.
Antonio se folla a Pedro desde hace unos seis meses. Fue un día que su mujer se enfado por, según el, una tontería de las suyas. La cuestión era que después de llevarse una semana sin mojar porque ella tenia el periodo y ahora el enfado iba que reventaba de la calentura. Se dirigió al baño para hacerse una paja y cuando entro se encontró a pedro a cuatro patas y con cuatro dedos metidos en el culo. Jadeando a no poder mas y dándose unas metidas diabólicas. Como vio que si hijo no se percató de que lo había pillado se acercó a el poniéndose de rodillas agarrando la mano que tenia metida y diciéndole. “shuuuuuussssshhh. No pasa nada. Calma déjame que te ayude.” Le saco los cuatro dedos del ano se untó lubricante del bote que vio junto a Pedro y le metió tres dedos de los suyos. Mas largos y mas gordos que le hizo gemir como una hembra. Se los metía y sacaba despacio. Sin prisa. Pedro rotó sobre sus rodillas hasta tener el nabo de su padre a la altura de su boca. Con una mano la agarró y la dirigió hasta su garganta. Le vino una arcada pero el sabia bien que no habría problemas para que le follara la garganta. Antonio follaba con sus dedos a si hijo mientras este le chupaba la polla como nunca antes se la habían chupado.
Pedro: ¡Fóllame papá. Fóllame el culo por favor! Así como estoy, como las perras.
Antonio sacó los dedos del culo de su hijo y poniéndose detrás de el se la colocó en la entrada y poco a poco se la fue hundiendo hasta chocar sus huevos con los de Pedro que soltó un suspiro que inundó el cuarto de baño. Se la fue metiendo y sacando lentamente arrancándole gemidos de placer. Al ver que Pedro movía la cola cada vez mas rápido fue acelerando las embestidas hasta desbordar el wc de sonidos ensordecedores al chocar su pelvis con el culo del hambriento de si hijo que cada vez pedía más y más. Sería por la situación del momento pero tardó una eternidad en correrse. Cuando estuvo apunto así lo dijo y Pedro con mucha destreza se zafó del miembro de su padre y dándose la vuelta se amorro a la carne rojiza y con tres chupetones consiguió descargar dentro de su boca cinco trallazos de leche caliente que se tragó después de saborearla un buen rato.
Pues volviendo a la realidad Pedro se afana en darle una buena mamada a su progenitor. Antonio le pide su culo y el le contesta que hoy su culo lo necesita entero que había quedado con alguien. “Que putísima me has salido, ojala tu madre fuera nada mas que la mitad de caliente que tu. Pues sigue chupando hijo. Que quiero verte la boca llena de lefa.” Poco mas tarda en llenarle la boca de sebo y ver como en dos buches se traga todo su esperma.
Pedro: -Ya sabes papá, cuando llegue mamá le pides perdón y arregláis las cosas. Si mañana está contenta lo mismo me dejo que me folles, vale?
Antonio: -y puedo preñarte? Ya sabes que me encanta correrme dentro.
Pedro: -Puedes hacer conmigo lo que quieras. Pero ya sabes.
CONTINUARÁ