El guardia flaite y curioso

En el verano, mirando por el grindr encontré un hetero curioso que quería ser pasivo, todo piola, hasta que me dice que está solo, pero en su pega, lo pensé un rato, y al final fui.

En el verano, mirando por el grindr encontré un hetero curioso que quería ser pasivo, todo piola, hasta que me dice que está solo, pero en su pega, lo pensé un rato, y al final fui.

Cuando llegué no veía a nadie, pero le hablé, y ahí estaba, vestido de uniforme, media como 170, moreno, con carita de flaite y bien varonil. Me habló con su voz ronquita y me invitó a pasar a la sala de descanso.

Cuando estábamos dentro, me acerqué a él, sentí su aroma, me calentó harto porque olía super rico, así que cual vampiro me lancé a comerle el cuello, además de tomarle su rico poto y pegar nuestros paquetes, ahí sentí como gemía despacito, y su pico se ponía bien duro. Así que mientras le comía el cuello, le saque la polera, y para sorpresa el washito rico hacia calistenia (según lo que me contó después), así que tenía unos pectorales bien marcados, con un tatuaje que le daba pinta de malandro. Bajé a comerle los pezones, pero caché que no le gustaba tanto, y aprovechando que había un escritorio, lo puse de guatita ahí, mientras lo punteaba  con mi pico duro en el culo, el seguía en la posición que lo dejé, con los ojos cerrados, entregado a la situación.

Así que ahí le pregunté si quería que le metiera el pico, y despacito me respondió que si, le dije que lo pidiera con ganas, así que hablo un poco más fuerte y me dijo «quiero que me lo metas», me recalento que ese machito, tan rico, estuviera entregado a mí. Mientras lo seguía punteando le baje el pantalón y el boxer, y ahí estaba el premio mayor, si su torso era una maravilla, ese culo era exquisito,  más encima el muy puto se había depilado, lo que me terminó de calentar, y sin siquiera pensarlo me lancé a comerle el hoyo, que como una flor se empezó a abrir cuando entró en contacto con mi lengua. El seguía arriba de la mesa con los ojos cerrados y la respiración agitada, sintiendo como era estimulado analmente, luego, con ayuda de un lubricante de frutilla, que de alguna manera caché que le gustaba mucho, le comencé a meter los dedos, primero uno, y después dos, ahí noté que mi amigo guardia se gastaba una buena longa, y que no solo estaba totalmente erecto, sino que también caía una gota bien viscosa desde su glande. Le pregunté nuevamente si quería que lo culiara y me dijo que si, me puse el condón, puse más lubricante, y se lo mandé a guardar lo más lento que la calentura me permitió, mientras sentía como su ano se abria alrededor de mi pene, y daba paso a sus entrañas, que estaban cautivadoramente calientes. De maldaoso, intenté metérsela hasta que choque el hueso, pero lo saqué de su trance, y con sus manos me empujó, mirándome con cara de qué le había dolido, así que abuse del lubricante de frutilla, y nuevamente clave mi ariete de carne en su ano, el que se abrió como si nada, mientras el lanzaba un pequeño quejido.  Empecé a darle despacito, subiendo la intensidad de a poco, agarrándolo de sus caderas, cuando me entró el demonio, le agarre ambos brazos y con ellos en la espada lo tuve a mi merced un buen rato.

Le pedí que gimiera, porque me calienta mucho, pero le bajó el machito y me dijo que no, de picao le empecé a dar duro, cuando en un momento gracias al lubricante y la calenturase dilató tanto que se la sacaba entera y se la metia hasta el fondo, cosa que lo hizo gemir bien rico, y aunque después me dijo que le dolió, se comenzó a pajear y en poco rato sentí como apretaba el culo y soltaba un litro de leche en el piso y el escritorio. Sentir como su hoyo me extrangulaba mi pico, y sus gemidos al acabar, fueron suficiente para alcanzar el orgasmo y acabar en el condón mientras se lo metía.

Después de acabar, nos limpiamos, y en la breve conversación me comentó que era bi, y que hacía eso sólo cuando estaba caliente. Bien caliente salió porque repetimos un par de veces. Recuerdo ese culo, y se me pone dura al toque.