El guarda del 125 cabalga

En un relato anterior les conté lo que me había sucedido con Ramonciño la primera vez que fui a su casa, hoy les quiero relatar lo que sucedió la segunda vez que lo visité. Después de esa visita una noche me cabalgó dentro del ñmnibus en el cual trabajaba y....

EL GUARDA DEL 125 CABALGA

En un relato anterior les conté lo que me había sucedido con Ramonciño la primera vez que fui a su casa, hoy les quiero relatar lo que sucedió la segunda vez que lo visité.

El jueves le dije que no porque yo salía tarde del liceo y al otro día tenía que ir nuevamente a otros liceos.

Quedamos en que el sábado sería el próximo encuentro porque su mujer llegaría el domingo a la noche y se le terminaba la semana de libertad.

Ramón tenía que arreglar con algun compañero de trabajo porque él siempre dejaba de trabajar a la medianoche, pero iba a hablar con el compañero que tenía el turno posterior al de él a ver si el sábado podía entrar a cobrar los boletos aunque fuese un par de horas antes.

Si su compañero aceptaba, él llegaría a su casa alrededor de las diez de la noche y a esa hora me esperaría en su casa.

A la hora indicada y gracias a su compañero de tabajo que lo sustituyó Ramón me estaba esperando en la misma esquina de la primera vez.

Fuímos a su casa donde me sirvió el acostumbrado anís y antes de proponerme algo se tomó tres o cuatro de ellos para darse valor o como excusa por lo que pensaba hacer.

Una vez terminadas las libaciones se levntó, me hizo una seña para que lo siguiese y nos encaminamos a su dormitorio.

Empezó a desvestirse y mientras lo hacía me dijo:

-Mira, Omar el otro día me dejaste muy cachondo con eso de la "cabalgata" cosa que no pudimos terminar porque no estoy acostumbrado y me dolía mucho por lo incómodo que era pero hoy quiero probarlo, aunque tenga que aguantar el dolor para lograrlo.

Así boca abajo como a él le gustaba se la metí encontrándome con ese orto que unos días antes me habia dado tanto placer.

Mi verga iba y venía recorriendo todo su recto disfrutando del interior de Ramón y por qué no gozando con las exclamaciones de placer que profería el "condenado" acompañadas pos súplicas de que se la metiese más y más rápido, que la dejase un rato, me iba indicando como quería la cogida o follada como le llamaba él para disfrutarla más.

Me di cuenta que Ramón estaba listo para aprender a cabalgar sobre mi verga cuando gimió tanto por el placer que estaba recibiendo que casi acabó entre sus manos de tan apretada que estaba su pija contra el colchón.

Se la saqué y antes de metérsela nuevamente me tiré a su lado y le dije:

-Ya tenés el culo lo suficientmente abierto como para que no te duela al cabalgar, date vuelta y sentate sobre mi verga.

Ramón se dio vuelta, muy tímidamente en cuclillas se puso arriba de mi estómago, mirándome la verga que largabaa innumerables hilos de líquido preseminal me preguntó:

-Así esta bien?

-No!! Date la vuelta, ponete mirándome a la cara.

Ramón así lo hizo, mientras mis manos trataban de separarle las nalgas lo máximo posible para abrir el agujero que pensaba visitar nuevamente para disfrutar de él, con él y porque no hacer gozar al Ramonciño.

Sostuve mi verga con una mano mientras las pesadas nalgas del guarda del 125 muy lentamente se iban acercando a mi pija, mientras los dedos de mi otra mano trataban de abrirle el hoyo que ya estaba totalamente saturado de saliva, por eso ésta se salía mojando todo a su alrededor.

La punta de mi glande tocó uno de los pliegues de su ano y al sentir el impacto le dije que bsjase lentamente para que mi verga muy suavemente le fuese entrando porque la otra vez había bajado tan de golpe que me había lastiamado la piel que ocultaba mi glande.

Por suerte Ramón esta vez lo hizo bien, fue bajando segun mis indicaciones, su esfínter al ir pasando los centímetros de pija ocasionalmente ponía resitencia y cuando ésta se hacía notar mucho, le daba nuevas instrucciones para que se levantase un poco para que saliesen esos centímetros que su orto rechazaba, para luego de unos segundos de espera volver a bajar hasta que su interior no opusiese resistencia para seguir clavándole toda mi verga en su recto.

Cuando pude sentir los "labios" de su ano sobre mi escroto y sus bolas apoyadas sobre mi vejiga suspiré de placer porque mi verga estaba muy cómoda en el interior de Ramonciño el cual ya estaba elastizado lo suficiente como para retenerla allí dentro sin dolores ni contracciones de rechazo.

Muy asustado me preguntó:

-Y ahora qué hago??

-Haz lo que tengas ganas de hacer, bajar, subir, balancearte, todo lo que quieras... pero sin sacarla totalmente, porque si se te sale tendremos que hacer todo de vuelta.

Muy torpemente fue levantando las nalgas, pero su rodillas seguían a los lados de mi cuerpo apoyadas sobre la cama y supongo que sus nalgas estarían pegadas a sus talones porque estos le servían de resorte con cada balanceo que daba, sus nalgas pegaban allí e inmediatamente salían disparadas hacía arriba.

Podía sentir que mi verga en su interior era agasajada con unas frotaciones deliciosas cada vez que hacía ese movimiento y cuando llegabaa al final parecía que le entraban los centímetros que no teniía porque me daba la sensación de que mi pija entraba tan profundo que me parecía que para llegar a esas profundidades se hubiese necesitado una verga como la de Jeff Stryker, pero todo eso era producto de mi imaginación impulsada por la excitación que me daban esos movimientos, porque como iba a sentir centímetros de verga que nno tenía?

Su polla permanecía tiesa sobre mi estómago porque él no le prestaba atención porque sus manos estaban ocupadas tratando de mantener el equilibrio para seguir llevando los movimientos de subir y bajar sobre mi pija los cuales lo estaban entusiasmando en demasía.

En esa posición yo podía disfrutar doblemente porque además del conocido cosquilleo que me producía en el glande la frotación de su recto en esa parte tan sensible, podía verle la verga sobre mi estómago expulsando líquido pre-seminal a la vez que se hinchaba y corcoveaba cada vez que mi verga se iba enterrando en lo más profundo de su ser.

Ramonciño gemía muchísimo cuando caía sobre mi verga tragándosela totalmente con su ano goloso y necesitado de esos tratamientos.

-AHHhhhhhhhhhhhhhhhh!! Uuuuuuyyyyyyhhhh!!!

Después de un rato así le dije que se pusiese en cuclillas porque su cuerpo estaría apoyado sobre sus pies y de esa forma tendría las nalgas libres para balancearse más cómodamente sobre mi verga.

Con el cambio de posición mi verga se le salió toda pero no hubo ningun problema en metérsela nuevamente porque su recto ya estaba lo suficientemente dilatado y estimulado como para recibirla otro buen rato.

Me excitó muchísimo ver al guarda cabalgando sobre mí, ver como mi pija desaparecía en su orto. aunque este era ocultado por su bolas que colgaban lo suficiente como para impedirme ver su entrada posterior, me regocijé viendo como se bamboleaban sus bolas con cada balanceo de subida y bajada al mismo tiempo que su verga saltaba con cada movimiento de su cuerpo, pegándole en su barriga, rebotando allí para luego bajar tratando de pegar en la mia.

Esa verga se hinchó de una forma fenomenal!! Su cabeza se puso colorada y brillante por la gran lubricación que fluía por su agujero urinario y como él no pudo soportar tanta excitación se pajeo a toda velocidad.

Me fascinó ver como su mano rolliza cubría su verga, luego sus movimientos de ir y venir con ella dentro, mojando todos sus dedos con el líquido aceitoso de su lubricante natural fue el máximo placer que pudo darme el Ramonciño en esa noche.

Mi cuerpo ya no aguantaba más, y como consecuencia del grado de excitación que tenía empecé a llenarle el recto con mi leche, podía sentir que salía en abundacia al mismo tiempo que de su verga empezó a fluir la suya él dejó de balancearse quedando clavado con mi pija en su interior.

-AAAAAAAAAaaaaaHHHHHHHHHHHHHHhhhhhhh!!

-UYyyyyyyyyyyyyhhhhhhhhhh!!!!!

Al unísono explotamos en sonidos guturales, su leche me empapó el pecho mientras la mií se escurría por sus pliegues anales para terminar cayendo sobre mis bolas.

Ramonciño quedó duro clavado en mi verga, no se animó a moverse o simplemente fue tan grande el placer que estaba recibiendo que éste le impidió moverse, decir algo o tal vez quería seguir disfrutando con cada contracción que hacía su esfínter anal cada vez que su pija se contraía expulsando semen sobre mi pecho.

Realmente fue una delicia explotar dentro suyo, pero más goce me dio poder verle la cara de satisfación cada vez que alguna parte de nuestros cuerpos se contraía expulsando líquido o sintiendo como su ano apretaba mi verga con cada contracción como indicándole que expulsase más y más semen dentro de ese huésped novato en las cabalgatas.

Una vez que la tensión se hubo disipado, nuestras vergas perdieron la dureza, la mia se salió de su interior mostrándonos un color achocolatado mezclado con los restos blanquecinos del semen que empezaba a diluirse.

Naturalmente Ramonciño se había balanceado y clavado tanto en el órgano que le estaba dando infinito placer, al mismo tiempo su intestino respondió a los estiímulos tratando de expulsar parte de su contenido sobre el pedazo de carne que separaba sus paredes.

Mientras yo me lavaba mi maltrecho pene él entró al ba¤o como un bólido, sentándose en el inodoro e inmediatamente pude oir el sonido de lo que expulsaba cuando caía sobre el agua.

Luego me sequé con una toalla que había por ahi, cuando miré a mi alrededor lo vi a él que estaba sentado en el bidet lavándose su culo al mismo tiempo que me decía:

-Que buen destapador de caños que tienes?

Sin contestarle nada, hice una mueca y simplemente me rei por su ocurrencia.

-Además de todo el placer que me diste me dejaste el culo ardiendo!!!!

Para celebrarlo me invitó con su acostumbrado licor de anís y luego de tomarnos unos tres o cuatro de ellos fuímos nuevamente a su dormitorio donde me pidió que se la metiese boca abajo porque era la única forma que hasta ese momento había conocido de penetraciones anales.

No gozamos tanto porque estábamos cansados porque por mucho rato había aguantado su pesado cuerpo sobre el mío y con su torpeza de principiante él lo había descanzado todo sobre mi haciéndome sentir en mis carnes la presión de la suya, pero yo era joven y él tendría la edad que tengo yo ahora por eso igualmente lo pudímos disfrutar.

Después de esos encuentros en su casa tuvímos alguno esporádico en algun hotel del centro de Montevideo, pero aunque él estaba adquiriendo experiencia por los pocos minutos que disponía no lográbamos la serenidad para disfrutarlo a plenitud porque él tenía horarios que cumplir en su trabajo y para volver a su casa.

La útima vez que lo vi fue una noche en en el ómnibus, estaba trabajando y como tenía pocos pasajeros me invitó a seguir hasta el Cerro o sea el destino del recorrido del ómnibus.

Caundo llegamos al destino, noté que se salían de la ruta habitual para internarse en un lugar oscuro, el chófer detuvo el ñmnibus luego salió de su asiento y nos dijo:

-Me voy a mear por allí, no aguanto más.

Todo estaba preparado porque el Ramonciño inmediatamrnte se bajó los pantalones y me dijo:

-Dale Omar, fóllame raáido antes que venga, tengo muchas ganas de sentirte dentro mi.

Así de sorpresa! Traté de protestar pero sus nalgas blancas y gorditas me invitaban a hacer nuevamente lo que en tantas oportunidades me había hecho disfrutar tanto al penetrar ese recto casi inexperto pera ansioso por tragar verga.

Como pude me desprendí el pantalón y sin mediar nuevas palabras ya tenía al Ramonciño sentado sobre mi tratando de introducirse mi verga en su ano completamente seco y sin dilatación previa.

A toda velocidad me escupí los dedos y los apliqué en su entrada trasera al mismo tiempo que mojaba mi otra mano tratando de que mi saliva llegase mi pija dura pero sin rastros de precum porqeu no me dio tiempo a excitarme ni a preparle el culo para la penetración.

Inmediatamente se sentó sobre mi verga pegasjosa por la saliva y haciendo fuerza fue abriendo el esfínter hasta que la cabeza empezó a pasar por esa estrecha entrada-salida y luego se puso a cabalgar sentado de espaldas a mi.

Ya habíamos cogido buen ritmo como dicen en España. cuando vimos que el chófer subía al ómnibus y al vernos en tan delicada y acelerada faena exclamo:

-Lo siento, si los interrumpí!!!

-No parés!! Sigue follándome que me falta poco.

Al Ramonciño no le importó nada que su compañero nos viese, siguió cabalgándome y pajeándose mientras el chófer sacaba una verga pequeña pero muy lubricada y comenzó a pajearse delante nuestro.

Los chorros del chófer fueron los primeros en aparecer mojando el piso cerca de la mitad del ómnibus, los mios por supuesto quedaron alojados dentro del recto del guarda y éste último terminó su paja mojando el piso del fondo del ómnibus alrededor de donde estábamos sentados.

El chófer después de sacudírsela y limpíarsela con un pañuelo se puso a buscar un trapo de piso para limpiar las descargas que habían caído en el piso del vehículo de transporte de pasajeros mientras Ramón y yo nos acomodábamos las ropas.

Al mismo tiempo que el chófer limpiaba nos comentó:

-Como te la tragas Ramón? Sos todo un puto!!!

-Cállate! No comentes nada, tu también te pusiste cachondo al verme clavado en la polla de mi amigo Omar.

A ti tambien te van los tiís?

-No!!!! Pero al verte así ensartado me calentaste tanto que no pude hacer otra cosa que sacar mi pija y pajearme antes de que se me fuese la calentura que me dieron al verlos asi....

Por supuesto que no comenté nada, ellos eran compañeros de trabajo se conocían bien pero yo no tenía intimidad ni amistad con el chófer aunque lo veía siempre que tomaba ese ómnibus, pero esto era demasiado como para hacer algun comentario.

Ramón había organizado la "escapada", pero al organizarla no se había imagindo que el chófer estaría presente cuando a él le estaban dando placer por el trasero.

El chófer era más joven que Ramón, pero a pesar de que lo vi en muchas otras oportunidades nunca me invitó a compartir una cama con él, ni siquiera hizo alusión al hecho que había presenciado.

A Ramón lo cambiaron para la línea del 175 y como ese recorrido estaba lejos del que yo hacía habitualmente dejé de verlo por esa causa y porque como todo muchacho joven yo estaba a la búsqueda de nuevas sensaciones y de nuevos cuerpos que me hiciesen disfrutar de los placeres de la vida y del sexo.

OMAR

Como siempre espero comentarios en: omarkiwi@yahoo.com