El guarda de seguridad (3)
Siguen las aventuras sadomasoquistas del director y el guarda de seguridad.
El guarda de seguridad - 3
Aquella misma tarde del viernes, después de que se hubieran marchado los dos chicos que me habían estada follando me dijo, "ahora quedamos los dos solos y sabrás quien manda aquí".
Me condujo hasta una bañera que había en una esquina para lavarme, abrió el agua caliente y después la templó, me lavó por todo el cuerpo, cosa que yo agradecí, pues me dejo como nuevo.
A continuación me hizo poner de rodillas y me unió los tobillos con una barra de hierro a la que también me ató las manos por en medio de las rodillas, la posición era bastante incomoda, a continuación cambió el terminal de la manguera de la ducha por una especie de dildo que me metió entero en el culo y soltó otra vez el agua, al poco tiempo tenia la barriga llena y grite:
para por favor
quien te ha dado permiso para hablar
amo para por favor tengo la barriga llena
parare cuando me de la gana y por hablar sin permiso te voy a castigar.
Y vaya si me castigó, sacó el dildo cuando le dio la gana (tenia la barriga a punto de estallar, o eso pensaba yo) pero en su lugar colocó otro que era como una especie de bola que no me la podía sacar sin ayuda.
Me dejó en esa postura y se fue a buscar una fusta:
te voy a dar 25 fustazos por cada vez que has hablado sin permiso o sea 50 y tú los contaras.
No me atreví a decir nada, ni siquiera a pedir clemencia porque pensé que si volvía ha hablar el castigo sería más largo y la barriga empezaba a dolerme, así que empecé a contar :
- uno mi amo, ...veinticinco mi amo, ...treinta y tres mi amo, ...cuarenta y cinco mi amo, ...cuarenta y nueve mi amo, ... cincuenta mi amo, gracias mi amo.
Pensé que me iba a quitar el tapón del culo y aliviarme la barriga , en vez de esto se sentó en la bañera delante mío desnudo (era la primera vez que le veía la polla) y me hizo que se la chupara, eso duró un rato y se corrió abundantemente en mi boca y después se la tuve que dejar bien limpia.
- Te has portado bien, te quito el dildo para que te alivies.
Al quitar el dildo salió un gran chorro de excrementos que quedaron depositados en el fondo de la bañera ya que había puesto el tapón para que sintiera el liquida y el olor cerca de mi nariz. Al terminar de vaciarme, otra vez tenia la manguera dentro del culo, pero esta vez no me puso tanta agua y además dejó que me vaciara enseguida, él se fue un rato y yo quede con el agua que me llegaba a la boca con lo que sólo podía respirar por la nariz, "de esta manera olerás bien tu propia mierda y si te gusta te la puedes comer otra vez".
Al cabo de un rato volvió me desató y vació la bañera, lo limpio todo y también a mi con agua fria.
Me llevó al centro de la sala que había colocado una silla con el respaldo alto y un pene negro enorme, "siéntate y clávatelo bien dentro" así lo hice y quede sentado. Primero me ató las manos al resespaldo de la silla y una correa me sujetaba bien la cabeza, después me levanto los pies y los ató a los barrotes de la silla de manera que no podía moverme ni quitarme aquel enorme pene del culo, en los pezones enganchó dos pinzas que unidas con una cadena iban a mi polla que estaba dura y bien arriba, de manera que si se me bajaba tiraran de los pezones. El culo sobresalía lo suficiente de ls silla para que los cojones colgaran a fuera, me puso otras dos pinzas y de ellas colgó unos plomos y en la boca "para que no puedas gritar" una bola atada con una correa. Encendió dos potentes focos y puso música, "para que te mantengas en vela" y él fue ha acostarse.
El sábado bien temprano volvió, habían pasado varias horas y ya tenia
el cuerpo entumecido, me desató del todo y al querer incorporarme me caí de bruces, me sacó el pene que todavía llevaba en el culo y ha continuación me metió su polla, era grande enorme y era la primera vez que la tenia en el culo, se corrió abundantemente, la sacó y se la tuve que limpiar con la lengua.
"Ahora te vistes y te vas a tu casa andando para que todos vean que eres un guarro y el lunes no veremos en el trabajo tengo grandes proyectos para ti, conmigo llegarás lejos"
Me vestí ,pero no encontré los slips con lo cual el semen que tenía en el culo se me salió y me mancho los pantalones por la parte de atrás, así ya llevaba una gran mancha delante y otra detrás. Me fui andando tal y como me lo ordenó aunque apenas podía caminar, al llegar a casa me bañé y me metí en la cama hasta el lunes. Había tragado tanto semen que no necesitaba comer nada.
El lunes y el martes vino a verme y solamente me retorcía los pezones por encima de la camisa y depués me tocaba el pene por encima del pantalón pero sin dejar que me corriera.
El miércoles fue diferente, a media mañana entro en mi despacho con una bolsa y ya en el baño me hizo desnudar de cintura para abajo y tocándome un poco la polla me la puso dura, "eres un guarro, como te gusta que te toquen, ahora te pondré estas bolas y por la tarde tendrás otra sesión de la que te gustan".
A continuación me metió una ristra de bolas chinas que no eran muy grandes, tuve que chuparle la polla sin que llegara a correrse, se marcho, me vestí y la mañana siguió normal.
A la hora de la salida fue a buscarme y me dijo que esta tarde íbamos al gimnasio de su trabajo, y así sucedió.
Llegamos a su lugar de trabajo y pasamos directamente al gimnasio que era una gran sala con aparatos y a un lado había una fila de taquillas que separaban lo que era el gimnasio propiamente dicho y las duchas. No había nadie por lo que hizo que me desnudara del todo y cogiendo un palo de estos de hacer ejercicios me ató los brazos en cruz enrollando con una cuerda los brazos al palo, ya estaba otra vez inmovilizado y después bajó una cuerda que pasaba por una polea para subir y bajar. Me dejó allí de pie, solo y con un cartel que decía "para usar" pero me puso un antifaz, " para que los veas i no te conozcan". Y se marchó y durante un par de horas no lo volví a ver.
Al cabo de un rato entro un señor de unos cuarenta años, gordito y algo fofo y que al verme pareció no extrañarse nada , se acerco me sobó un poco, se desvistió colocándose detrás me metió la polla que no era muy larga pero si gruesa, daba igual creo que cabria cualquier cosa en mi culo, se corrió y fue a ducharse , no lo volví a ver más.
No se que tiempo pasó hasta que oí unas voces, eran tres chicos jóvenes , entre veinticinco y treinta años, guapos y con el uniforme de faena, "hombre un regalo de David", dijeron al verme. Se fueron detrás de la taquillas y volvieron enseguida desnudos, bajaron la cuerda para que me pudiera inclinar y empezaron la ronda mientras que uno me follaba y a otro le chupaba la polla, el tercero me tocaba los huevos estirándolos y retorciéndolos, me hacía una paja sin dejar que me corriera o me retorcían los pezones. Una vez que todos se hubieron corrido en el ano o en la boca, me tuve que tragar todo el semen, me dejaron piernas abiertas e inclinado y ellos se fueron a duchar, pues oía de las duchas correr se vistieron y al pasar por delante de mi me dijeron "dale las gracias a David y tú estas muy bueno, a ver si lo repetimos algún dia".
Pero aquello no había terminado, no, al cabo de otro rato entraron otros dos jóvenes de unos treinta años y al verme en esta postura se acercaron me tocaron un poco el culo y al ver que salía semen, "mira otro guarro que le gusta que len por el culo", lo único que hicieron fue meterme la porra , primero una y después las dos a la vez y mientras las tenia metidas, de sacaron el cinto y empezaron a pegarme por todo, el culo, los huevos, la polla y la espalda fueron objeto de los golpes, hasta que se cansaron y sin hacer caso de mis gritos, se limitaron a buscar mis slips y me los metieron en la boca, antes de ir a ducharse se sacaron las pollas y se mearon encima de mi. Cuando se marchaban dijeron "dale recuerdos a David". Después de marcharse los últimos, al poco vino David y me dijo "estoy seguro que te ha gustado el trato que te han dado mis colegas, poco a poco te tendré preparado para cosas más grandes. Me desató y fuimos a las duchas, antes y allí mismo me metió su gran polla y antes de correrse me hizo una paja y dejó que me corriera, cosa que hice abundantemente , me beso en la boca. Salimos de su lugar de trabajo y cada uno se fue a su casa.