El grupo de Victor (7: la noche vieja de Luis)
cada vez que cogia los habios para el porro me daba con la bragueta en la cara ... ¿sin querer? ...
EL GRUPO DE VICTOR (7)
(LA NOCHE VIEJA DE LUIS)
El día transcurrió entre monumentos, canales, góndolas y museos. Las miradas furtivas y provocadoras de Jaime hacía mi y los colegas, rozaba lo descarado. A eso de las cinco de la tarde paramos en la plaza de San Marcos para tomar algo, admirar la belleza del sitio, y que nos clavaran en el precio de la consumición.
Después de cenar en el hotel, pasamos todos a la sala de fiestas y estuvimos viendo un espectáculo de ilusionismo. A las diez y media mas o menos, ya estábamos subiendo para mi habitación los cuatro. Ya allí nos pusimos cómodos, sacamos la botella de alcohol que teníamos escondida, nos desprendimos de nuestras ropas menos los slip y le dije a Luis que contara la follada aquella que tuvo con su cuñado el Peta.
Victor:. Colega cuéntale al Jaime, lo de la follada que te pegaste con tus primos los gemelos y el Peta, en la noche vieja aquella.
Jaime:. Si tío, cuenta. Todavía no me creo que te follaras al Peta, con lo que es el cabrón.
Luis:. ¿Y que es?
Jaime:. ¡Hombre! como el siempre va chuleando de macho, pues se me hace un poco difícil, imaginármelo poniendo el culo para que lo jodan. El y yo nos hemos fumado muchos porros juntos y nunca me insinuó nada de ese tema.
David:. ¿A lo mejor tu no le gustas? jajaja.
Jaime:. Jajaja, Que cabrito eres.
Luis:. El Peta es un vicioso de mucho cuidado, y al cabrón le va todo. Te lo puedo decir por experiencia, y no solo por lo que te voy a contar, si no por que se ha tirado de novio con mi hermana cuatro años, a comido en mi casa, se ha duchado, a dormido, a ido de viaje con nosotros, era uno mas de la familia. Mas de una vez lo he pillado follándose a mi hermana en el dormitorio de ella, dejaba a propósito la puerta entre abierta y cuando yo llegaba de estar toda la noche de marcha, los veía jodiendo al pasar para mi habitación. Muchas veces, se quedaba los sábados a dormir en mi casa, mi madre le preparaba el cuarto de invitados que hay al lado del mío, por la mañana entraba en mi dormitorio en calzoncillos, a cogerme un cigarro para hacerse un porro, y no veas el paquetón que se le marcaba con la polla toda empalmada. Y el colega, se quedaba sentado en mi cama dándome conversación y liándose el petardo.
Jaime:. ¿Y tu que hacías?
Luis:. Nada escucharlo y esperar a que terminara de hacerse el porro, sin moverme, boca abajo, con el cipote tieso de verle la tienda de campaña que escondía debajo del slip. Nunca me atreví a insinuarle nada, por respeto a mi hermana y por si me partía la boca jajaja.
Jaime:. Entonces, ¿que pasó esa noche para que te atrevieras?
Luis:. Esa noche fue un cumulo de cosas
La noche empezó con el coche del peta que no arrancaba, habíamos quedado en mi casa para comer con la familia y tomarnos las uvas todos juntos. Me tocó ir a recogerlo a su casa, como mis primos Matias y Daniel, los gemelos ya habían llegado a casa, me acompañaron para ir a recogerlo y fumarse un par de porros a costa del Peta. Cuando terminamos de comernos las doce uvas, mi hermana llevaba ya una cogorza considerable. Habíamos quedado con otros amigos en una discoteca de un hotel del centro y como otros años siempre terminábamos pedo y ciegos, decidimos alquilar una habitación en el mismo hotel para dormir la mona.
Mi hermanita la lió como todos los años, a las cuatro de la mañana no se tenía en pie de la borrachera que llevaba encima, y como siempre, ya se había matado con mi cuñado. Le pedí a mi primo Matias que me ayudara, y la llevamos a una de las habitaciones que habíamos pillado. Cuando regresamos, mi primo Daniel y el Peta, estaban tirados en un sillón hablando muy acaloradamente y se podía distinguir desde lejos, la cara de mosqueo que tenía mi cuñado.
Luis:. ¿Que pasa? ¿Hay algún problema?
Daniel:. Nada primo, le estaba diciendo al Peta que no se amargue, que si eso nos subimos para la habitación y nos fumamos unos petardos y seguimos nosotros la fiesta. Seguro que nos lo pasamos mejor.
Peta:. Es que tu hermana, es muy fuerte la muy zorra. Siempre pasa lo mismo, perdona tío, pero es la verdad. Cuando está de guay es la tía mas enrollada del mundo, pero cuando se pasa con la priva, pierde los papeles.
Matias:. Pues nada, no cortéis el rollo y vayámonos a la habitación y nos hartamos de porros jajaja.
Luis:. Venga cuñado, subamos y sigamos la fiesta nosotros. Que no nos joda mi hermana la noche.
Estábamos tirados en la cama fumando unos porros, mis dos primos tirados en los pies, el Peta sentado encima de la almohada con la espalda apoyada en el cabecero y yo tendido boca arriba, con la cabeza a la altura de sus caderas. Cada vez que alargaba la mano el Peta a la mesita de noche, para coger los habíos, y liarse un petardo, me ponía toda la bragueta encima de la cara, y no lo hizo una vez, sino todas las veces que se lió un porro. Al principio no le di importancia, simplemente pensé que había sido sin darse cuenta, o el simple hecho de acercarse a coger las cosas y darme con el paquete en plan de colegueo. Pero vi que no dejaba de hacerlo, incluso una de las veces que se liaba un petardo, se le cayó una china de chocolate en el paquete y en vez de recogerla él me dijo que la pillara yo. Evidentemente ya podréis adivinar que me aproveché un poco, posando la mano y jugando con los dedos mientras cogía la piedrecilla de chocolate.
Ya a esas alturas estábamos super ciegos de priva y de porros, el Peta el que mas, y los gemelos ni te digo. Yo controlaba algo, no todo por que también andaba alegrete, pero no tanto como ellos. Los gemelos se reían de todo, cualquier cosa que decía el Peta se descojonaban, y el cabrón tenía gracia.
Se puso a contar, un polvo que echó con mi hermana en el coche, en un bosquecillo que hay subiendo para el parador, en la oscuridad de la noche y pensando que no había nadie. Cuando estaban en plena faena, mi hermana sentada encima de él en el asiento de atrás, con la polla metida follandole el coño, le pegaron en la ventanilla del coche y los alumbraban con linternas. Era la policía municipal que los había pillado infraganti, los multaron por exhibicionismo y les dijeron que no volvieran mas por allí si iban para follar.
La verdad es que el Peta lo contaba con mucha gracia,tenías que partirte de la risa al imaginarte a mi hermana con las tetas al aire y él con el nabo empalmado y fuera del pantalón. Claro que yo no me imaginaba para nada en mi hermana, lo que yo me imaginaba era a él con la polla toda dura, grande y gorda, y cuanto mas lo pensaba, mas cachondo me iba poniendo.
El fumaba sin parar, bebía de la botella de ron y nos la pasaba a nosotros, no paraba de hablar contando historietas de sus folladas, y mientras nos la contaba se arrascaba y tocaba la bragueta sin cesar. Al cabo de un rato ya estábamos sin la camisa, hacía un calor horroroso en la habitación, sobre todo por que no parábamos de beber y el humo de los porros era considerable.
Me puse a analizar la situación y las conversaciones del Peta, y llegué a la conclusión que el tío lo hacía para calentarnos y ponernos cachondo. El siempre ha sabido que a mi me gustan los tíos, mi hermana se lo había contado en confianza y la verdad es que nunca le importó, no se reía de mi, no me hacía bromas que me pudieran ofender, no me trataba distinto, al contrarío, siempre tuvo buena relación conmigo, y muchas veces me contaba sus problemas.
Pero esa noche yo percibí, que el trato que me tenía era distinto, el vocabulario cuando me hablaba, la actitud al pedirme las cosas, era como si me intimidara y estuviera provocandome. Se comportaba conmigo con mas chulería, como un colega de los suyos, diciéndome cosas al oído, dándome bromitas de mano y tirándome miraditas de complicidad.
Peta:. Oye, ¿tus primos también son bujarras? Ya sabes, si comen pollas como tu.
Luis:. Pues que yo sepa, no. pero tu sabes, hoy día el que no corre se corre jajaja.
Peta:. Jajaja cabrón así no es, el que no corre, vuela.
Luis:. Volando estoy yo ya, con el ciego que tengo. Si te digo la verdad, y no te ofendas, ya que nunca hemos hablado tu y yo de estos temas, que los gemelos tienen un culo para tirárselo de gusto.
Peta:. Sin problema cuñado, tu dime que hay confianza. ¿Y que le harías tu a los dos?
Luis:. El colocón te ha puesto viciosillo ¿eh? jajaja ¿de verdad quieres saberlo? Te tenía yo por un tío, que no le molaba mucho escuchar ese tipo de conversación.
Peta:. Jajaja puede ser el ciego que llevo. Además, ¿tu que sabes, lo que me mola, y lo que no? Yo siempre he dicho que, un ciegazo, un buen calentón que se me empalme la polla, un coñito o, un culito sabroso también, y querer disfrutar, con eso me vale.
Luis:. El culito sabroso, ¿de tía, o de tío?
Peta:. Ahora si te digo la verdad, con el tuyo o cualquiera de estos dos me vale.
Luis:. ¿Y mi hermana?
Peta:. Tu hermana es una mala puta, jajaja toda la noche detrás de ella para cepillarmela y la muy zorra se emborracha,se pelea conmigo, y encima me echa de la habitación. Pues sabes lo que te digo, ¡que le den por el culo! Bueno, ¿que? métele mano a los gemelos que están borrachos, seguro que ni se enteran con el ciego que llevan encima.
Luis:. ¿Y tu también te puedo tocar?
Peta:. Tu empieza primero con ellos que yo te vea, si se dejan y no te parten la cara, ya veremos si me uno o no.
Mis primos, los gemelos, en aquella época tenían diecisiete años, una edad un poco difícil. Eran unos buenos macarrillas, problemáticos de cojones para mis tíos y muy chulos contestando de mala forma. Conmigo siempre se han llevado genial, nunca tuve ningún problema con ellos, al contrarío, me respetaban muchísimo, y había bastante confianza entre nosotros. Mi tía Raquel me llamaba de vez en cuando para hablar con ellos, si había algún problema, y ha decir verdad siempre me hicieron caso, me respetaban.
Se parecían como dos gotas de agua, si no los conocías, te tenías que fijar bien para no equivocarte de quien era quien, pero una vez que los tratabas la personalidad de cada uno era super distinta.
Matias es el dominante y manipulador, y Daniel es de carácter fuerte y muy impulsivo. Los dos son muy guapos, ojos verdes, labios grandes, pelo moreno corto, de punta como la mayoría de los niñatos, cuerpos no muy formados en músculos, pero si proporcionados, culitos respingones con morbo y unos buenos y abultados paquetes. Tengo que decir, que estaban bien despachados en cuanto pollones, mas de una vez se las había visto en el baño mientras se duchaban, cuando pasaban el fin de semana con nosotros en la casa de la playa teníamos la suficiente confianza para entrar en el baño, estuviera quien estuviera.
Un día que entré en el cuarto de baño para afeitarme, Daniel estaba metido en la ducha, enjabonándose con la mampara abierta y hablando con el hermano. Matias totalmente desnudo y frente al espejo del lavabo, se lavaba los dientes, las vergas tanto de uno como la del otro en reposo eran prominentes, y si te hablo de los culos ya, ¡madre mía! que cachetes mas morbosos, para follártelos allí mismo.
El Peta sacó un condón de su cartera y les preguntó a los jóvenes si sabían como ponérselo, y si lo habían usado alguna vez. Evidentemente los niñatos en plan chulitos, presumían de romperlos a pares y de no haber de su talla. Mi cuñado los provocaba, hasta el punto que en un abrir y cerrar de ojos, ya se habían sacado la polla y le pedían al Peta que le pasara el preservativo para ponérselo y demostrarle que seguro lo romperían. Siempre les había visto la polla lacia, en reposo, ¡que pollones! eran preciosas las dos, idénticas de grosor, de volumen, capullos gordos y rosados, troncos marcados de venas, y sobre todo, ¡apetitosas!
Como ya habían dicho mis primos, terminaron rompiendo el condón, aquellos nabazos no cabían ni de coña en el plástico, y el Peta se descojonaba de verlos como dos gallitos presumiendo de vergas.
Mi cuñado movía la cabeza indicándome que atacara a los gemelos, y les metiera mano, mientras seguía hablando de cosas guarras y no paraban los tres de reír. Ellos estaban tumbados boca arriba, encima de la cama de dos por dos, en la parte de los pies, con los cuerpos colocados uno al contrario del otro, y las cabezas a la altura de los hombros.
Las piernas apoyadas en el suelo enmoquetado, sobresalían fuera de la cama, y no era lo único que sobresalía, las pollas empalmadas se hacían notar apuntando al techo como lanzas.
Me armé de valor y decisión, y me arrastré cama abajo en busca de lo imprevisible, o me partían la boca o se dejaban hacer. Menos mal que fue lo segundo, le comí la boca a mi primo Matias, al mismo tiempo que le tocaba con la mano el cipote. Pasé de su boca a la de Daniel besando y restregando mi lengua con las suya, de uno pasaba al otro sin dejar de tocarles las pollas, cada mano en una verga, pajeando aquellos troncos largos y gordos.
El Peta me desabrochó el botón del pantalón, y me los bajó hasta los muslos. Yo estaba de rodillas en la cama, con el culo todo en pompa y apuntando a su cara . Cuando me liberó de la ropa, la polla saltó para arriba balanceándose y salpicando gotitas de líquido preseminal que se me acumulaba en el capullo. La exclamación del Peta al ver mi nardo fue sublime, soltó por la boca un ¡coño! que sonó en toda la habitación, e hizo a mis primos girarse para mirarme la polla.
Peta:. ¡joder cabrón! y yo pensaba que la tenía grande. ¿Y como escondes todo eso en la bragueta? ¡Que nardo!
Daniel:. Hay que joderse con el primito, mira Matias, de caballo, jajaja.
Luis:. Coño, vosotros estáis hartos de vérmela.
Matias:. Pero no empalmada primo, a lo máximo morcillona, pero como ahora, nunca.
Peta:. En bañador me he dado cuenta que marca paquete.
Luis:. Mira el machito, en lo que se fija, jajaja en mi paquete.
Peta:. ¡Mamonazo! En tu bragueta no mas bien en tu culo, que lo tienes para partirtelo a pollazos con mi verga.
Luis:. ¿No me digas que te pone cachondo mi culo?.
Peta:. Ya te he dicho que tu no sabes nada de mi payaso, el que me guste follarme un buen coño, no quita que disfrute tirándome a una maricona como tu, abrirle el sieso y taparle el boquetón con mi pollón.
Daniel:. Joder Peta, pones caliente a cualquiera. Tienes que ser un guarro de mucho cuidado, se te ve que te gusta el vicio, ¿eh?
Peta:. Callate ya niñato, ¿que sabrás tu de vicio? tu y tu hermano, seguro que os matáis a pajas, menos lobos caperucita, ¿a quien vais a engañar?
Matias:. Mira cabrón, este y yo no nos asustamos por nada, y si quieres vicio, lo vas a tener.
Peta:. ¿Si? ¿de verdad nenes?
Daniel:. Lo que sea, chulo putas.
Peta:. Ok, vamos a tener vicio del bueno, pero una cosa colegas no os vayáis a rajar y echar el culo para atrás, ¿eh? hoy vamos a pasarlo bien, y mañana si te vi no me acuerdo.
Dijo eso y a partir de ese momento los sonidos que se escuchaban en la habitación, eran los gemidos y las guarradas que nos decíamos mientras follábamos.
Mi cuñado se desabrochó los pantalones y se los bajó, quedándose solamente con los calzoncillos blancos. Los tenía mojados por la parte que tapaba el capullo, se transparentaba todo por la fina tela, los huevos, el tronco duro y venoso, el cabezón hinchado, hasta el color oscuro de su polla, ¡y que polla!.
Yo seguía de rodillas en la cama sin quitar ojo al paquetón de mi cuñado, estaba alucinando con la situación, mirando al Peta mientras ponía agachados a mis primos ante mi cipote, y los obligaba a chuparme la polla. Entre los porros, la priva y el calentón, aquello se había descontrolado, si se enteran mis tíos, me matan los gemelos mamando mi polla, el Peta metiéndome mano en el ojete, yo cogiéndole el cipote por encima del calzoncillo, ¡que gusto! cuantas veces había tenido esa fantasía y me había cascado la polla imaginándomelo.
Ya no pude mas y me abalancé con mi boca encima de aquel bulto, lamí con la lengua la tela, saboreé el pollón por encima del calzoncillo hasta dejarlo totalmente mojado por mi saliva, absolvía el olor a macho que desprendía su cipote, sus huevos, su entre pierna, todo él.
Parecía que le gustaba el lameteo que me traía con mi boca en su verga, suspiraba y jadeaba cada vez con mas fuerza, los dedos me los hundía mas adentro en el culo, mientras no paraba de mover la pelvis dándome en la cara con el bultazo y sobándose la polla con mis labios. Bajé y le quité los calzoncillos, los olí profundamente aspirando el olor a sudor, a hombre, al tío que me ponía cachondo, al macho que se tiraba a mi hermana y le ponía el coño en carne viva.
Se lo pasé a los gemelos para que lo olieran, lo chuparan entero, de boca en boca nos lo pasábamos los tres, mojandolo de babas, poniéndolo chorreando de saliva viciosa,
la cosa se calentó aun mas cuando saqué un tarrito de popers, del bolsillo de mi chaqueta, se los metía uno detrás de otro a la fuerza en la nariz, para que lo olieran y les pegara un subidón. ¡Y que subidón! Los gemelos se mataban vivos por mamarme la verga, primero la boca de Matias, después la de Daniel, por el culo los dedos del Peta que los alternaba con saliva y lametones de su lengua. ¡Vicioso! mirando a ese tíazo comiéndome el culo, tumbado boca arriba en la cama, con las piernas bien abiertas regalando mi nabo a los dos fierecillas mamones de mis primos. Con cada mano atrapé una polla, la derecha para Matias y la izquierda para Daniel. Me las acercaba a la boca y mamaba por turnos, primero una, luego la otra, me las metía enteras hasta la garganta, tocando con mi nariz los cojones de los niñatos.
Daniel:. ¡Que boca primo! mira como se está tirando mi polla Peta, ¡Que gusto! ¡que mamada me está haciendo el cabrón!
Peta:. Primero te voy a petar el culo maricona, y cuando me vaya a correr te lo voy a echar en la boca para que te lo tragues. ¡Joder tío! ¡Que vicioso estoy! dame esa mierda que huela otro poco, que no veas el subidón, ... como me pone el cipote de duro.
Matias:. ¡Follatelo Peta! pegale una follada de las buenas, que detrás voy yo con mi polla.
Y me folló, y de que manera, me metió un viaje en el culo que noté el capullo en el estómago, me atraganté con la polla de mi primo en la boca, del dolor que me produjo la clavada. No podía respirar, la calentura que tenía encima me asfixiaba, Daniel me obligaba a chuparle el cipote, agarrándome la cabeza y embistiendome como un poseso con su tranca. Matias me la mamaba a mi, con el cuerpo inclinado dejando a la vista del Peta, su boquete tan apetitoso y a punto de ser violado por su mano.
El chulo se follaba mi culo, jodía el de Matias con la mano, no daba a basto el cabrón con el calentón introduciendo los dedos de dos en dos y de tres en tres. Al hijo puta de mi primo parecía que le gustaba, contra mas dedos le metía mi cuñado en el ojete, mas fuerte succionaba mi capullo con sus labios y me mordisqueaba con los dientes la carne rojiza del cabezón.
Escupía en mi cara mientras me empalaba con su verga, y la saliva que se le quedaba en los labios, se la restregaba a mi primo Matias por la raja del culo.
Peta:. Tú ¡maricona gemela! trae tu polla para acá, y pegale una jodida al culo de tu hermano, que ya está preparado para recibir una buena verga y le desvirguen este boquete.
Daniel:. ¿Que quieres que me folle a mi hermano? pero que sádico y vicioso de mierda eres.
Luis:. Follate ese culo y callate ya, chulo de mierda.
Coloqué a Matias encima de mi metiendo su polla en mi ojete, agarrando con mis manos los cachetes de su culo, separandolos y abriendo todo lo que pude el boquetón del ano. El hermano se posicionó detrás de el con la polla en la mano y apuntando al centro del agujero la clavó haciendo diana. Era super morboso ver a un hermano dándole por culo al otro, parecía que se estuviera follando a si mismo de lo que se parecían físicamente. Matias gritaba, jadeaba, respiraba agitado, besaba mi boca, lamía con la lengua mi cara entera para después volverla a restregar con la mía, se le veía el gusto que estaba sintiendo, en la expresión de su cara y en como movía su cuerpo entero cuando el Peta le decía guarradas pegado a su oreja.
Peta:. ¡Que guarrona estás hecha! ¡que culo tan morboso tienes mamona! ¡mariconazo! mmmmm ¿Has visto como me he follado el culo de tu primo? pues, no va a ser nada comparado con la follada que te voy a meter niñato.
Matias:. ¡Ahhh! ¡si! ¡que gustazo cabrón! hermanito me estás destrozando el boquete.
Luis.. y tu a mí el mio, mamonazo no veas como me la metes puto, hasta el fondo del recto, ¿Te gusta eh? ¿lo ves como se disfruta tragando por el culo?
Peta:. Gemela siéntate en mi polla, que me va a reventar de lo gorda que se me ha puesto de verte el culo que tienes, mirándote como se te abre la raja del culo cuando te follas a tu hermanito.
Daniel:. Pero tranquilito cabrón, metémela despacio, que tu verga es muy grande.
Peta:. Siéntate encima y marca tu el ritmo, pero tragatela mamón tragatela entera que no veas como me has puesto. ¡Será maricón el tío!
Mi cuñado se sentó en el borde de la cama y de un movimiento se subió a mi primo Daniel encima de él. El gemelo se separó los cachete y fue tragando poco a poco aquella polla monstruosa. Yo había colocado a Matias al lado del Peta, apoyado boca abajo, con el pecho en la cama y el culo en pompa. Veía el culo abierto de mi primo esperando de un momento a otro recibir un pollazo de mi parte, y miraba en primera plana el cipote de mi cuñado entrando en el boquete de Daniel, comiéndoselo y devorando todo ese pedazo de carne.
El Peta agarró por la cintura al gemelo que se tiraba y comenzó a moverlo hacía arriba, para abajo, una y otra vez, y cada vez mas rápido, parecía un muñeco en sus manos haciéndole lo que le daba la gana, lo envergaba hasta el fondo, hasta que la polla se perdía en aquel agujero, volviéndola a sacar segundos después húmeda, mojada, babosa de lefa que se le escapaba por el capullo, del gusto que le metía ese culo.
Peta:. ¡Joder! niñato de mierda, ¡que culo tienes cabrón! se come mi polla que da gusto
¡Cuñado! La maricona de tu primo promete como el culo del otro sea como este, los huevos se me van a quedar vacíos se leche.
Matias:. ¡Ahhhhhhhhh! ¡para! primo hijo de puta, sacame la polla del culo, ¡coñooooooo! ¡que dolor!
Luis:. ¡Traga mamón! comete toda mi polla por el culo, ¡folla! ¡follame la verga con este culito! ¡siiiiiiiii! ¡Toma primo!.
Peta:. ¡Mira mamona! mira como se está tirando mi cuñado a tu hermano por el culo, ¡como traga ese boquete del maricón! ¡me lo tengo que follar yo también!
Daniel:. ¡Joder mi culo! ¡Que pollón tienes colega!.
Yo seguía follándome el culo de mi primo Matias, clavandole todo el nardo y lo mismo que hacía el Peta con el ojete de su hermano Daniel. Cuando me cansé de abrirle el boquete a mi primo, me situé detrás del gemelo, coloqué mi cipotón en el agujero ya taladrado por la verga del peta y la introducí uniéndola a la de mi cuñado. El niñato chillaba a voces del dolor que le proporcionábamos, el Peta le pegaba tortas en la cara para que se callara, pellizcaba sus pezones con los dedos, le hacía sufrir y lo sometía a la fuerza para que siguiera follando.
Levantó del suelo al hermano y le metió la cabeza de un tirón en la entre pierna del jodido, lo puso a mamar, a chuparle la polla a su gemelo, cogiéndole fuerte de los pelos y hundiéndole la polla de Daniel en la boca de Matias:
Peta:. ¡Chupa pollas! ¿A mamar! que se corra de gusto en tu garganta, ¡Bebete la leche caliente mamona!
Luis.. Me voy a correr cabrones, ¡No puedo aguantar mas!.
Todo el semen lo largué dentro del culo de mi primo, restregando mi cipote junto con el del Peta, manchandolo de mi lefa y poniéndoselo todo mojado. Daniel se corrió en la boca de su hermano vaciando de leche sus cojones, y dando de beber a su gemelo, que tragó hasta la última gota.
El Peta se quitó de encima a Daniel y se fue disparado para su hermano. Lo tumbó boca abajo encima del colchón, separó sus piernas, escupió un buen lapo en el agujero y le metió un puntazo con la polla. De una sola clavada se lo partió en dos, como un salvaje cogiéndolo por los hombros, le daba pollazos sin parar.
Me agaché por debajo de ellos y me encalomé en la boca la polla de mi primo, mirando el cipote del Peta entrar y salir de aquel culazo, mamando con mi lengua y esperando que echara en mi boca, la leche caliente del gemelo.
Los chorros de la corrida del Peta me llegaron antes, resbalando por la rabanilla del culo de mi primo y llegando hasta mis labios, mezclándose con el semen de Matias, que se estaba vaciando de gusto, notando su culo inundado, chorreando, y caliente de la leche de mi cuñado.
Luis:.Aquella noche fue la mejor entrada del año y muchas veces cuando la recuerdo, me tengo que pajear la polla.
Jaime.. ¡Que pasada colega! ¿y como ha seguido la relación después de aquello?
Luis:. Con mis primos bien, la verdad es que solo los veo cuando nos reunimos la familia o vienen a casa, y con el Peta ya no tengo mucha relación, desde que mi hermana lo dejó . Pero, te tengo a ti que te pareces mucho a él jajaja.
Jaime:. Jajaja ... ¿Me refiero a que si hubo mas folleteo aparte de esa noche?.
Luis:. Jajaja calentorro, una hay por ahí con el Peta solo, pero esa es otra historia, ya te la contaré a ti solito.
Me levanté y llamé a David para comentarle y encargarle una cosilla, dejando a Luis que siguiera flirteando con Jaime.
Victor:. Cuando volvamos del viaje buscame al Delio y dile que quiero verlo. Pero, no comentes nada delante de estos dos ¿ok?.
David:. ¿Que quieres pillarle costo?
Victor:. Tu has lo que te he dicho, ¡ah! y mira también por donde anda el Peta, que hace tiempo que no hablo con el.
Cuando salimos del baño y volvimos con nuestros dos amigos, ya estaba Jaime espatarrado en la cama con la polla empalmada y recibiendo una mamada del cabronazo de Luis.
CONTINUARÁ