El grupo de Victor (4: fin de semana en la cabaña)

Fue tanta la insistencia y repetida la invitación, que no pudimos rechazarla, ... menos mal que no lo hicimos ...

EL GRUPO DE VICTOR (4)

( FIN DE SEMANA EN LA CABAÑA, I)

Lo que te voy a contar es muy fuerte, pero es verdad. Todo el mundo tiene un lado oscuro, y me refiero a esa parte de nosotros que fantasea con los placeres, y disfruta imaginando situaciones cuando estamos calientes. Nos cascamos la polla, pensando en el tío que nos gusta, y las escenas las creamos nosotros a nuestro antojo. Ay quien le pone cachondo una orgía, … follar con negros, … hacer un trío con una tía, … y es ahí donde entra esa parte mas perversa de cada uno. Imagino que tu tendrás las tuyas, como yo tengo las miás, pero … las de Miguel, son super fuertes.

– ¿A que Miguel te refieres?

– A Miguel Velasco,

– ¡Coño! … no me jodas, … ¿el profesor que sustituyó a la señorita Sonia?.

– El mismo, colega.

Miguel había venido al instituto para una sustitución, la profesora de gramática, la señorita Sonia estaba embarazada del sexto mes, y ya no podía seguir dando clases. Miguel era un tío de 34 años, bastante amable y simpático, se hacía querer y respetar por los alumnos. La dinámica que llevaba en sus clases, era muy buena, y cercana a los estudiantes, como de colega a colega, nada de llamarnos de usted y eso es lo que hacía que fuera un profe guay. El tío se cuidaba bien, los pelos siempre engominados y de punta, un olor a perfume que te daba la sensación de hombre limpio, su ropa super moderna, de marca y a la última. De cara no era guapo pero si muy atractivo, morboso … sobre todo cuando me explicaba algo y acercaba su cara a la mía, notando su olor, el aliento de su boca, y verle mover esos labios carnosos, mientras te hablaba. El cuerpo lo tenía proporcionado a su estatura, 1´75 mas o menos, brazos fuertes, manos grandes, pecho marcado, … con un culo tremendo de bueno que te ponía cachondo, solo mirarle como la tela del pantalón le separaba los cachetes bien marcados. A mi me gustaba y a mis colegas también, y todos los días el tema de conversación era el profe y como nos calentaba el paquete.

Habíamos cogido mucha amistad con Miguel, me refiero a David, Luis y yo. Era muy amable con nosotros, siempre estaba para ayudarnos en alguna cuestión, nunca, un no, para nada, y siempre simpático y de broma con todos.

En una de las muchas conversaciones que teníamos entre clase y clase, Miguel nos había comentado que tenía una cabaña junto al lago Enol, en plena naturaleza, y que si nos apetecía a los tres podíamos pasar un fin de semana, con el, su novia y unos amigos. Fue tanta la insistencia y repetitiva la invitación, que programamos el último fin de semana de ese mes. Toda esa insistencia tenía un por que, y pronto íbamos a descubrir, lo que realmente escondía nuestro amigo el profesor.

El viernes llegamos a la cabaña sobre las 12 del mediodía, Miguel nos recibió muy amablemente y nos invitó a pasar dentro. La cabaña era bastante grande, de dos pisos al estilo rústico tanto por fuera, como por dentro. Un salón muy amplio que terminaba en esquina con una gran chimenea de piedra, cinco dormitorios, tres cuartos de baño … uno abajo y dos en la parte de arriba donde estaban las habitaciones. Una amplia terraza con las vistas mas hermosas, que yo había visto en mi vida. En pocas palabras y no aburriros con detalles, … una señora cabaña.

Nos presentó a su novia Lidia, una pedazo de tía brasileña super guapa y muy simpática. También había invitado a unos colegas suyo, que amablemente fue presentando uno a uno. Ramón un tío moreno de 27 años, bueno como el solo, y no solo el, … los cuatro amigos estaban de vértigo. Jacob de 29 años, rubio y guapísimo, Karim era medio árabe por parte de madre, 25 años y un morbo que te cagas. Y wachy, que era el hermano de lidia, un yogurín de 21 añitos recién cumplidos, mulato, con un paquete y un culo que en sacaba el vicio a pasear.

Después de entablar conversación y de ser bastante amables con ellos, nuestro anfitrión nos acompaño a nuestros cuartos y nos asignó las habitaciones. David y luis dormirían juntos en una, y me extrañó un poco el que me diera una solo para mi. Cuando dejé mis cosas en la habitación, bajé al salón con todos y me serví un refresco. Estuve hablando un rato con Lidia, preguntando cosas de su ciudad, mirando, … mas que hablar … al hermano, y al poco se acercó Miguel.

– Miguel:. ¿Te apetece dar un paseo conmigo, y te explico como he programado el finde?

– Victor:. Claro profe, … vamos.

Salimos de la casa y comenzamos a andar hacía los arboles del bosque. Mientras caminábamos empezó a comentarme las supuestas actividades, y programación que había preparado, … que si una comida en pleno bosque respirando naturaleza, … una noche de karaoke, … una fiesta de pijamas, … bla .. bla .. bla ..

De repente se calló, miró durante un momento hacía el lago y se sentó en un banco de piedra. Segundos después alzó su mano y me invitó hacer lo mismo. Me acoplé en el banco junto a él, y seguimos hablando.

– Miguel:. ¿Sabes? … durante todo este tiempo me he fijado mucho en ti. Te he estado observando cuidadosamente, y he llegado a la conclusión, … que eres un hijo de puta de mucho cuidado.

– Victor:. ¿Como?

– Miguel:. No … no te ofendas, pero es la verdad, … eres un líder nato, manipulas a esos dos como te da la gana, y lo mas fuerte es que te adoran. Te seguirían a donde fueras, … harían lo que tu le pidieras sin dudarlo ni un segundo, … y de eso te aprovechas, te hace fuerte y seguro, … te da poder, … eres el jefe. Y esto lo se por que yo soy como tu, … un gran líder, y espero que estos tres días lo puedas comprobar.

– Victor:. ¿Que pretendes decirme, Miguel? … ve al grano.

– Miguel:. Te propongo un juego.

– Victor:. ¿Un juego? … ¿que juego?.

– Miguel:. Tranquilo, … todo a su tiempo, despacio, verás que es mas divertido. Quiero que aprendas y disfrutes, por que … placer es lo que buscas, pero no cualquier placer, … te conozco … eres igual que yo. No buscamos solo echar un polvo, … otra noche, … otro tío,... buscamos la adrenalina, lo prohibido, lo misterioso, … el vicio mas oscuro y escondido del ser humano, ya sea hombre o mujer, da igual, … pero lo necesitamos para ser nosotros mismos. Sin eso que te he dicho, no somos nadie.

– Victor:. Parece que me has estudiado bastante, y te doy un aprobado. Pero, … todavía no se a donde quieres ir a parar.

– Miguel:. Bien, … dos reglas. La primera … todo lo que suceda estos tres días en la cabaña, se queda en la cabaña. Segunda y principal … yo soy el jefe y el que manda, y es indiscutible.

– Victor:. Ok ... Explicame.

– Miguel:. Esta noche cuando todos se hayan retirado y estén en sus habitaciones, tu entrarás en la mía sin hacer ruido y allí te encontrarás a mi novia follando conmigo. Sin que ella se entere me follarás y te la tirarás a ella. Las demás pistas del juego, las descubrirás esta noche.

– Victor:. Mmmmm … creo que me va ha gustar el juego. ¿Y a los chicos que les digo de todo esto?

– Miguel:. Cuéntales que se lo van a pasar muy bien, dile a los dos lo del juego pero, no lo de esta noche en mi habitación. Eso es solo entre nosotros.

– Victor:. ¿Y los demás tíos?. Los amigos tuyos que has invitado, ¿lo saben?.

– Miguel:. Jajaja … no te preocupes por mis colegas, ellos están hartos de jugar conmigo, … tu tienes tu grupo y yo el mio.

Volvimos a la casa y ya estaba preparada la comida en la mesa. Lidia había preparado unas pizzas en el horno para todos y muy amablemente llamaba a todo el mundo para que se sentara a comer. David y Luis habían hecho buenas migas con los colegas de Miguel, y parecía que se lo estaban pasando bien con los nuevos conocidos. durante el tiempo que duró nuestra conversación, ellos estuvieron hablando de diversas cosas.

Esa noche, después de una cena muy amena y de charlar un buen rato con todos junto a la chimenea, decidimos cada uno retirarnos a nuestro cuarto. Me despedí de mis dos amigos y les dije que estaba muy cansado de todo el día, y que mañana hablaríamos mas tranquilos. Esperé una media hora en la habitación y salí muy despacio y en silencio.

Abrí la puerta del dormitorio y entré sin hacer ruido. La escena que vi era realmente morbosa, … la novia de Miguel estaba de rodillas a cuatro patas encima de la cama, con las muñecas esposadas a cada lado del cabecero, llevaba un pañuelo que le cubría los ojos, una mordaza de cuero negro tapando su boca, y unos auriculares en los oídos con música hause a toda pastilla. Tenía el culo en pompa, el boquete del ano era devorado por la lengua de Miguel, mientras sus dedos jugueteaban con la raja de su coño. Se quitó la otra mano del paquete, la cual tenía ocupada magreándose y me hizo una señal para que me acercara. Caminé hasta el y me arrodillé delante de su polla, que suplicaba debajo de aquellas bragas de mujer, que la chupara sin piedad.

– Miguel:. Mira lo que le gusta a la puta, que la amarre y la someta. Disfruta mucho la guarra cuando me la tiro por el coño, mientras le meto un consolador por el culo.

– Victor:. Pero, … ¿no se dará cuenta?

– Miguel:. Tu por eso no te preocupes, … se ha tomado un éxtasis, y está como una perra caliente. Ni se dará cuenta, que cipote se está tragando, … y hablando de tragar, … arrancame a bocados las bragas de esta puta, y hazme una mamada en la polla.

Obedecí sin rechistar, deseaba desde hacía mucho comerme esa polla. Ahora la tenía delante de mi, chorreando de líquido baboso que mojaba las braguitas, con la tela transparente pegada y mancando considerablemente el volumen de la tranca que gastaba el profe. Atrapé la tela con los dientes, como un animal mordí hasta que destrocé la seda y pude liberar mi trofeo. Engullí todo lo que pude hasta el fondo de la garganta, era tremenda la estaca del cabrón, me faltaron como cinco centímetros, que no pude meterme en la boca y por intentarlo no quedó. Miguel seguía lamiendole el culo a su piva, mientras me apretaba la cabeza contra su nabo, … movía la pelvis hacía arriba, embistiendome, cabalgándome la boca como caballo desbocado, y totalmente salvaje. El sabor de su polla me sabía a gloria, un manjar delicioso, paladear con mi lengua su capullo mientras resumía gotas de semen por el agujero. Estaba super cachondo el tío, y eso se le notaba por que no paraba de chorrearle el cabezón, me estaba lubricando toda la boca, y no podía parar de tragarme su líquido preseminal. Me cogió de los pelos y tirando de ellos, liberó su polla de mis labios, acercó mi cara al trasero de su novia y me la estampó en la raja del culo mojado de la saliva de su lengua.

– Miguel:. Ahora quiero que se lo comas bien comido, … quiero ver como la haces gozar. Me calienta que ella crea, que es mi lengua la que sigue lamiendo su ojete, … llenando de saliva desde el ano hasta el coño, … preparando el camino para tirárnosla, … follarle el mondongo peludo que tiene, que se traga las pollas de dos en dos la cabrona, … ya verás como se retuerce la puta cuando me la estoy follando.

El hablaba pegado a mi oído, susurrándome y echándome su aliento. Cada vez me ponía mas cachondo, y mas caliente por momentos. Su mano había empezado a explorar mi ano, iba metiendo dedos tras dedos … primero dos de golpe … luego tres … después los cuatro … y al final terminé con la mano dentro del culo, entrando y saliendo a su antojo. Era un dolor que jamás antes había experimentado, creía que me iba a cagar de la sensación, jamás, … nunca nadie me habían violado de aquella manera el culo. El tío sabía lo que hacía, era un vicioso, poco a poco hizo desaparecer el dolor para pasar a darme mucho placer, … ¡y que placer! … ¿si esto era el principio, como sería lo demás?.

Cuando se cansó de destrozarme el culo, fue a la mesita de noche y sacó dos consoladores del cajón. Uno era bastante largo con dos capullos por punta, y el otro era tremendo de grande, bestial, gordo, con unas dimensiones, como de una botella de dos litros de coca-cola.

Se colocó detrás de su novia y le encalamó la polla dentro del coño. Comenzó a follársela, mientras le introducía el super consolador en el boquete del culo. Lo metía entero, hasta el fondo del ano, sin importarle el sufrimiento de su novia que le ofrecía aquel boquete sin rechistar, … y no solo el boquete del culo, por que la raja del coño tragaba sin parar el cipotón de Miguel.

– Miguel:. Ven aquí, y ponte detrás mía, … colocame tu polla en el ojete y jodeme como nunca lo hayas hecho. Quiero sentir tu cipote dentro de mi, … que me taladres el boquetón hasta que me lo dejes bien abierto.

Así lo hice, me agarré de su cintura y le metí la polla de un solo golpe. Quería venganza por lo que me había hecho en el ano, … quería verle sufrir de dolor, … que le doliera como a mi, … castigarle igual que había hecho conmigo, y escuchar sus gritos para poder taparle la boca a la fuerza.

– Victor:. Toma … ¡mariconazo! Siéntelo mientras te parto el culazo que tienes, … ¡cabrón vicioso! … esto es lo que te da gusto y te hace revolcarte de placer. ¿No querías mi polla? … pues aquí la tienes.

– Miguel:. ¡Si! … ¡Que gustazo! … jodiendo el coñito de mi puta, y follándote el cipote … niñato de mierda, … mmmmm … sigue, … así, sigue clavando.

Estuve follándomelo un buen rato, hasta que el volvió a cambiar de postura. Cogió el consolador alargado y me puso de nalgas frente a las de su hembra. De rodillas los dos, culo frente a culo, y a pocos centímetros de separación. Agarró con las manos el cipotón de plástico, cada capullo a las puertas de nuestros boquetes, y fue presionando, metiendolo poco a poco hasta que la separación entre los dos se hizo casi nula. A penas sobraron dos centímetros entre el ano de Lidia y el mio, lo que le cupió su mano que no paraba de moverlo de un lado al otro. La novia no paraba el movimiento, chocaba sus cachetes mulatos contra los míos, se nos pegaba la piel mezclando nuestro sudor y mas de una vez con el balanceo mis huevos tocaron los labios de su coño. Miguel se trabajaba al mismo tiempo, una buena mamada que le proporcionaba mi menda con la boca. Yo estaba que me salía de mi, no me podía ni tocar el nabo, de lo caliente que estaba y por temor de correrme, … y todavía no quería vaciar mis cojones.

Se veía que Lidia estaba super ciega, sin saber ni donde estaba, la tía era una maquina follando y se intuía que no era la primera vez, que mi profe había hecho esto con ella. A saber las pedazos de pollas que se había tragado la puta, los tíos que se la habrían follado … y ella sin saberlo.

Desposó de la cama a la novia, … la tumbó boca arriba … le quitó la mordaza de la boca y metió su rabazo dentro hasta el fondo. Encima de la cama en cuclillas, de espaldas a donde yo estaba, lo miraba presionando con la mano el tronco de su polla, tensándolo hacía abajo, dando de comer aquella fiera, quitando el hambre de la perra calentona que tenía por boca una piraña.

– Miguel:. Follatela por el coño, … tirate a esta zorra y encalomale tu cipotón en toda la pipa del coño. Quiero verte como te la follas, … como la revientas por ahí abajo, … ábrele bien la concha con tu rabo, … folla, … follatela maricón.

Nunca me había follado un coño, por que jamás me han gustado las tías, pero en esta ocasión estaba a mil por hora y vicioso perdido. Miguel sabía como calentarme y sacar lo peor de mi, … y eso me aterraba. Me la follé a conciencia, metía mi polla enterita, hasta tocar sus nalgas con mis cojones. Mientras me la estaba tirando, mi boca saboreaba el boquetón del novio, que me lo regalaba bien abierto por sus manos. ¡Que culazo del maricón! Una delicia para mi paladar, me faltaba lengua para darle placer, … todo en mi quería darle gusto, que disfrutara conmigo, … y que jamás se olvidara de aquel polvo.

– Miguel:. Me corroooooo … ¡gustazo! … seguid mamando, … ¡siiiii! Tragatela pedazo de putón, … bebe mi leche caliente, …. Ahhhh, … Ahhhh … .

– Victor:. Yo me voy también de varilla,

– Miguel:. Espera cabrón, … correte en mi boca, que quiero tragarme tu semen.

Vino hacia mi y metió su boca entre mis piernas. Chupó y me mamó la polla como nadie, tragando y bebiéndose la corrida que yo escupía por el cabezón. Cuando hube vaciado todo el semen de mis huevos, su lengua terminó de lavármela y dajarla bien limpia.

Cuando terminó me llevó al el baño de la habitación.

– Miguel:. Espero que te haya gustado.

– Victor:. ¿Gustado? … ¡Me ha encantado!

– Miguel:. Bien … mañana te contaré el segundo juego. Ahora vete y descansa, y sobre todo no hagas ruido, ni cuentes nada a tus colegas.

Continuará