El grupo de Victor (20: La invitación de Cako)

A partir de ahí, no me acuerdo de lo que pasó en la terraza, solo se que cuando abrí los ojos, ya no estaba allí, ... nos encontrabamos en ...

EL GRUPO DE VICTOR (20)

(LA INVITACIÓN DE CAKO)

Cuando salimos del antro, hartos de probar pollas, ya había amanecido y en mi reloj de pulsera marcaba las 9´30. Por supuesto, como podréis imaginar, me había encargado de darle mi teléfono móvil a unos cuantos tíos, entre ellos al polla grande del Cako, y apuntar yo el de ellos. Ese mismo día por la tarde, había quedado con Jaime para tomarnos unas birras y fumarnos unos petas, pero por el camino que iba lo mas seguro es que pasara del tema y me acostara a dormir, que la verdad lo necesitaba.

Llegué a mi casa, me duché, apagué el móvil y me tumbé en la cama. Después de recordar varios minutos lo sucedido en el local, de repasar cada una de las pollas que me habían gustado, los culos morbosos, los tíos tan buenos y la follada del Cako, … me quedé dormido profundamente. El cabronazo de Jaime, me despertó a eso de las 8 de la tarde, no paraba de aporrear la puerta, pegando en el timbre y llamándome a voces. Después de varios minutos llamando, consiguió que me levantara para abrirle, me había acostado solo con los calzoncillos, y no se lo que había estado soñando, pero ... tenía la bragueta chorreando y la polla tan dura que hasta me dolía por la empalmaera.

Jaime vino acompañado de Luis, los dos venían hartos de porros y con un puntillo gracioso de cerveza. No paraban de hablar y de reír por todo, cualquier tontería les hacía gracia, mi mente no reaccionaba todavía, recién levantado no soy persona, y me estaban poniendo de una mala ostia que te cagas.

– Victor:. ¡Callaros ya coño! … ¿No veis que me acabo de despertar, … joder!

– Luis:. Jajaja … venga tío, no te mosquees, no seas corta rollos, y toma ... bebete una birra, … hemos traído unas cuantas.

– Jaime:. Ya que tú no te has presentado, hemos venido nosotros a por ti, … y por cierto, ¿que estabas soñado, que estás todo palote tronco?

– Luis:. ¡Joder! … tiene que ser bueno el sueño, por que no veas como marcas paquete, … ¡mmmmm! … ¡Quien fuera calzoncillos! … jajaja.

– Victor:. Jajaja … Que cabrón eres, … la verdad es que ni me acuerdo de lo que he soñado, pero me he despertado con los slip mojados y la polla empalmada como nunca.

– Jaime:. Bueno, … cuenta tu salida con el empollón, … ¿Como fue la cosa?

– Luis:. ¿No me digas que saliste de copas con el Andrés? … jajaja … ¡No me lo puedo creer!

– Victor:. Callate bocazas, … si tu supieras, el Andresito mamón … menudo pervertido está hecho el cabronazo. El mosquita muerta, se las traga de dos en dos y se folla todo lo que tenga dos patas.

Le conté a mis colegas la salida con Andrés, desde la follada de la peluquería con su madre, hasta lo del antro de perversión donde me llevó. Luis estaba alucinando, no se podía creer que el empollón de la clase, fuera como yo le estaba diciendo, con lo tímido que parecía en clases y lo vicioso que era en realidad el mariconazo. Relaté mi experiencia con Cako, el tío del chaleco de cuero, y de como me había hecho ver las estrellas, del placer de una buena follada. De como saboreé el semen de su cipote recién ordeñado, de las medidas de su polla, del morbo que me daba el colega, y de cuanto me apetecía follar denuevo con él.

Mis dos amigos me escuchaban atentamente, mientras nos tomábamos una cerveza y nos pasábamos el petardo de boca en boca. Se habían puesto con mi relato, y con la explicación de los hechos, sin omitir ni el mas mínimo detalle, … cachondos perdidos, con las pollas bien empalmadas y muy acalorados por la calentura. Yo seguía hablando sentado en el borde de la cama, ellos me escuchaban y se miraban el uno al otro con esa cara que ponen cuando están tramando algo. Lo averigüé muy pronto, … sin apenas poder reaccionar, me bajaron los calzoncillos, se agacharon los dos en el suelo y comenzaron a mamarme la polla, aún dolorida por la noche anterior.

Me dejé llevar por el placer, quería que me quitaran la empalmaera del cipote, y que mejor que un par de buenos colegas, sabiendo trabajarse tu verga en sus bocas.

Ellos seguían con la mamada cuando sonó mi móvil, alargué la mano hasta la mesita de noche y contesté a la llamada.

(Conversación por teléfono)

– Victor:. ¿Si?

– Cako:. Hola tío, soy Cako … ¿Te pillo haciendo algo?

– Victor:. Pues la verdad es que si, … estaba dándoles algo de comer a mis colegas, … jajaja … pero tranquilo tío, que ellos ya se sirven solo, … ¿Que pasa Cako?

– Cako:. Nada colega, … estaba pensando en lo de anoche, y me preguntaba si te apetece venirte a mi casa, y tomarte una copa conmigo. Vaya, … si no tienes otros planes.

– Victor:. La verdad es que no había hecho planes para hoy, tengo aquí en mi casa a dos amigos míos que han venido a verme, … pero si a ti no te importa que vengan también, podemos quedar en tu casa en una hora.

– Cako:. Por mí ok, … ¿Oye, … como están tus colegas? … ¿Se enrollan?

– Victor:. Están buenos y potentes, … no te preocupes, te van a encantar cuando los conozcas, … dame la dirección y en una hora nos vemos.

Después de dejar aparcada la chupada, pegarme una buena ducha, vestirme adecuadamente para la visita y fumarnos un par de petardos, … nos pusimos en marcha hacía la casa de Cako.

Cuando llegamos a la dirección que me dió Cako, ya íbamos los tres listos de papeles, ciegos de porros y algo mas que había caído en el coche durante el trayecto. La casa del colega estaba a las afueras, era un chalet de dos pisos con un pequeño jardín, una terraza en la planta de arriba y bastante bonita desde fuera. Por las pintas del nota la noche anterior, la forma de ser y los sitios que frecuentaba, … no me imaginaba que el Cako, viviría en una casa como esa. Lo ubicaba en un barrio como el del Peta por ejemplo, de esos conflictivo, lleno de macarras porretas, chulitos de poca monta y presumiendo de machos. Todo el tiempo que estuvimos follando, el tío se comportaba como un chulito, de esos que tanto me gusta a mí y me dan tanto morbo. Era como un Jaime, un Peta, como el Chato hablando, su comportamiento era igual que el de Antonio, el coleguita del Peta, … y ahora el tío nos esperaba en la puerta, todo trajeado y sin nada de que ver con el Cako, que conocí la noche anterior.

Nos saludamos estrechándonos la mano, le presenté a mis dos amigos, y nos invitó a pasar dentro. Subimos al piso de arriba, hasta la terraza, allí tenía preparadas unas copas, varios porros en una pitillera abierta, un jarroncito de cristal con pastillas, y una pequeña bandeja de plata llena de farlopa. El cabrón no se privaba de nada al parecer, la visita prometía estar bien y el anfitrión estaba a la altura de las circunstancias.

Daba la impresión, que le agradaba mucho mis dos amigos, y era mutuo, por que el colega con el traje estaba tremendo de bueno. Mientras bebíamos, los tres nos lanzábamos miradas discretas de complicidad, dándonos a entender que gustosos estaríamos de follar con nuestro anfitrión.

– Victor:. No te imaginaba así vestido en la vida Cako, … ni que vivieras en una casa como esta.

– Cako:. Jajaja … ¿Y como me imaginabas, vestido de cuero todo el día?

– Victor:. Jajaja … No, hombre, … por como eres y por la edad que tienes, … pensaba que vivirías en un piso de barrio.

– Cako:. ¡Ah! … Ya, … ¿Y como soy Victor? … ¿Que años crees que tengo?

– Victor:. No te ofendas, … como anoche tu aptitud era diferente, creía que eras un macarrilla, un niñato chulito de barrio, de esos que van presumiendo de ir rompiendo culos.

– Cako:. Aún así, … te rompí el tuyo, y creo que te gustó bastante. Mira, lo que pasa es que me gusta muchísimo el sexo, me gusta probar cosas nuevas, follarme a todos los tíos posibles y disfrutar al máximo de un buen polvo, … de hecho el tuyo lo fue, y gocé mucho. Soy uno de los dueños del Factory Men´s, el sitio donde ayer estuvimos, somos cuatro socios y aunque aparente menos edad, tengo 29 tacos.

– Jaime:. Pues aparentas mucho menos, yo te hubiera echado unos 22 mas o menos.

– Luis:. De todas maneras con 22 o con 29, estás muy bueno tío, … jajaja.

– Cako:. Jajaja … eso dicen, … pero vosotros no os quedáis atrás, a Victor ya lo vi ayer y de hecho me gustó tanto que hoy lo he llamado. Creo que lo vamos a pasar muy bien todos.

Seguimos un buen rato charlando de todo un poco, de su trabajo, de nuestros estudios, de los amigos, de los tíos que nos daban morbo incluido los colegas heteros, las buenas folladas que habíamos hecho, … y mientras hablábamos no paramos de beber, fumar porros, tomar pastillas y alguna que otra cosa que aspiramos. Después de una hora y media, ya estábamos los tres ciegos, super colocados y hasta el culo de todo. Recuerdo la brisa en la terraza pegando en nuestros torsos desnudos, los músculos marcados en el pecho de Cako, a Luis sentado espatarrado sobándose el paquete, a Jaime en calzoncillos sirviendo copas, y las conversaciones fuera de contesto y sin tapujos.

– Cako:. Tu amigo Luis es un poco puta, ¿no? … le gusta provocar a los tíos y ponerlos cachondos, … pues ten cuidado colega, no vaya a ser que después no tengas aguante.

– Jaime:. ¿Este?, … jajaja … menudo chupa pollas está hecho el colega, … solo tienes que pedírselo y como una guarra se arrodillará para mamarte el cipote.

– Victor:. Jajaja … ese, y tú también cabrón, … que estás loco por comerle la verga al Cako.

– Cako:. Parece que he acertado en invitaros, … jajaja … tranquilos tíos, todo a su tiempo.

A partir de ahí, no me acuerdo de lo que pasó en la terraza, solo se que cuando abrí los ojos ya no estábamos allí, … nos encontrábamos en una habitación oscura, un tanto asquerosa y con varios tíos mas. Seguramente el muy cabrón del Cako, nos había hartado de drogas, para traernos a este lugar y hacer con nosotros lo que quisiera. Jaime y yo estábamos de rodillas en el suelo, encadenados a la pared por las manos, nos habían quitado la ropa y solo llevábamos puesto un tapa rabos. Al pobre de Luis lo tenían encadenado de manos y pies, encima de una especie de cama redonda roja, que había en el centro del cuarto. Los grilletes lo cogía de los talones, estirándole las piernas hacía arriba, dejandole el culo en pompa, bien abierto, indefenso, y a merced de sus violadores que se turnaban para follárselo. Eran cuatro tíos incluyendo al Cako, uno tras otro se echaban encima de Luis, metiéndole la polla entera en el ojete, jodiéndole y tirándoselo por el culo. La violación era bestial, mi amigo chillaba de dolor, sufriendo de impotencia al ser obligado a tragar por el trasero, la polla de cada uno de aquellos tíos. Fuera del miedo que tenía en el cuerpo, tengo que decir que los tíos estaban cachas y bastante buenos de cuerpo. Todos rondaban la edad del Cako, el que mas no pasaba de los 35 años, seguramente serían los socios del cabrón y se lo estaban pasado de vicio a costa de Luis.

– Cako:. Grita perra maricona, … que te vamos a destrozar el culo a pollazos, … ¡Mira calienta pollas! … ¡Mira que buenos cipotes! … todos para ti y tus colegas. La polla que te está follando, es la de mi socio y amigo Oscar, el rompe culos, … jajaja … pronto sabrás por que le llaman así mamona.

– Oscar:. ¡Toma puta guarra! … ¡Siiiiiiiii! … ¡Mira que bien te follo maricón! … ¡Que bueno estás chaval!

– Cako:. ¡Dale fuerte! … ¡Reviéntale ese culazo que tiene! … ¡Así! … ¡Dale fuerte!

– Luis:. ¡Aaaaa! … ¡Me duele Cabroneesssssssss! … por favor parad, os lo suplico, … ¡Aaaaa! … ¡Nooooooooo!

– Alex:. ¡Callate zorra! … ¡Niñato de mierda! … calla y chupame la polla, … y mucho cuidado con morderme, si no quieres que te parta la boca.

El tal Oscar se follaba a Luis salvajemente, mi amigo gritaba sin consuelo, lloraba de dolor a cada embestida que le daba con la polla, metiéndosela dentro del boquete por completo, con lujuria, ensañándose con el y descontrolado por el vicio. El otro tío, Alex, con la entre pierna encima de la cara de Luis, le obligaba a comerle el nabo, follándole la boca y montándose una buena envergada. Lo insultaban, le escupían por el cuerpo, le pegaban tortas en la cara, mientras lo sometían y violaban uno detrás de otro.

Uno de ellos se acercó a nosotros, se puso de pie delante de la cara de Jaime y le pegó la polla en el rostro, presionando con fuerza. Lo cogió de los pelos con las dos manos, el tío movía la pelvis sobándose la tranca por toda la cara de Jaime, masturbando, haciéndose una paja a costa de mi amigo, mojándole la boca, los labios, y ordenándole que sacara la lengua.

– Fabio:. ¡Chupa pedazo de mierda! … Dame en el capullo con la lengua, y chupame el cipote como nunca te has chupado uno. ¡Venga mamón! … ¡Traga!

– Cako:. Jajaja … menudas mamonas están hecho los tres, … los niñatos de hoy en día, sois todos iguales, … unos calienta pollas, … unos mamones, … come pollas, … y hay que darles bien por el culo Fabio.

– Fabio:. Jajaja … ya lo había pensado colega, por eso esta guarra maricona me está preparando el nabo, … para que se lo meta enterito por detrás, … ¿A que si? … ¿A que estás deseando que te folle y te encule con mi cipote?

– Alex:. ¡Que gustazo de chavales! … están buenos los cabrones, … que noche mas larga os espera maricones.

Jaime chupaba sin mas remedio, aguantaba los pollazos que le daba en la boca el cabronazo, las metidas a lo bestia, los golpes en la cara con el cipote, los escupitajos de saliva que le pasaba de su boca a la de Jaime, … y sin poder hacer nada para remediarlo. Cuando se hartó el colega de que mi amigo se la mamara, lo empujó contra el suelo y lo puso a cuatro patas. Apoyado como un perro, con el culo en pompa mirando hacía mí, la fina cuerda del tapa rabos separando los cachetes y tocando su boquete. Se la arrancó de cuajo el Fabio cabrón, de un tiró la rompió con la mano, se colocó de cara a mí, para que viera como se tiraba a mi amigo, tensó la polla hacía abajo como una flecha, flexionó las piernas y se la clavó a Jaime en el ojete de un solo golpe. El tío no era un adonis, pero tenía un morbazo que te cagas, un chulo de los que a mi me gustan, con pintas de tío macho que me ponen calentón, … y este en especial me calentaba bastante. Tenía una polla de esas grandotas, con el tronco lleno de venas, mas grueso que el capullo, y muy larga.

– Jaime:. ¡Aaaaa! … ¡Hijo de putaaaaaaaa! … ¡Paraaaaaa! … Nooooooooo … me duele.

– Fabio:. ¡Así! … ¡Chilla maricón! … ¡Mmmmm! … ¡Siiiii! … ¡Siiiii! … ¡Traga! … ¡Come! … ¡Follame la polla!

– Jaime:. Por favor te lo pido, … ¡Paraaaaa!

– Fabio:. ¿Que pare? … ¿Estás loco tío? … Con este culo tan sabroso que tienes, … ¡Cako! … ven para acá y comparte este trasero conmigo.

– Cako:. Allá voy socio, … hazme sitio en el boquete, que llega mi polla.

El mamonazo del Cako se arrodilló por detrás de Jaime, puso en posición el capullo a la entrada del ano, presionó con fuerza hacía adentro y se la metió en el culo junto con la verga del socio. Las voces de dolor salían de la boca de Jaime sin remedio, las pollas de los dos cabrones hacían estragos en el ano de mi amigo, se lo estaban follando como animales, con movimientos duros, fuertes, rápidos, sin la mas mínima delicadeza y cariño. Cako me cogió del cuello y me llevó la cara hasta su ojete. Me hundió la boca en la raja del culo, metiéndome hasta la nariz entre los cachetes, forzándome a lamerle con mi lengua, todo el boquetazo tan rico y delicioso. Yo tenía la polla, babeando de pre-cum dentro del tapa rabos, aquella escena me ponía calentón perdido, estaba al límite de la excitación, morboso, drogado, asustado, pletórico de adrenalina y fuera de mí. Estaba dispuesto hacer lo que los tíos me pidieran, lo que ellos desearan, quería placer, quería disfrutar de aquellos hombres y gozar de vicio con sus pollas.

Atrapé con mi lengua aquel culazo, chupé su agujero con desesperación, lo devoré a lametones, me lo comí entero saboreándolo y catando su gusto.

– Cako:. ¡Que gusto de lengua cabrón! … ¡Que gustazo! … ¡Sigue chupando! … ¡Devorame el culo maricón!

– Victor:. ¿Te gusta chulo de mierda? … ¡Pedazo de mamón! … ¡Que culo tienes mas bueno! … ¡Hijo de puta!

– Cako:. ¡Siiiiiii! … ¡Sigue a sí! … lametealo bien, y dame placer … ¡Jodemelo con tu lengua! … que es lo único que vas a meter en mi culo.

La habitación se llenaba de gritos, gemidos, suspiros, olor a sudor, olor a hombre. Los dos tíos que estaban con Luis, le hacían perrerías, lo habían cambiado de postura tumbándolo boca abajo, se mearon encima de el, apuntando el chorro en la cara y obligandolo a limpiarles la polla después. Alex le cogía la cabeza por los pelos, le follaba la boca a pollazos, haciendo que se la mamara entera hasta los huevos, una y otra vez se la hundía dentro, mientras el hijo puta de Oscar, le violaba el ano con una porra de policía y se la clavaba hasta el puño.

A Jaime y a mi, nos apoyaron de pie contra la pared, con las manos atadas a la espalda y las piernas bien abiertas. Yo sabía que me tocaba recibir, que comería pollas hasta que se hartara mi culo y se quedaran los cabrones satisfechos. Fabio fue el primero en follarme el boquete, aquella verga entró rompiéndome en dos el ano, abriéndose camino y destrozándome por dentro. No podía chillar, el placer era mas fuerte que el dolor, sentir su cipote en mi culo follándome, jodiéndome, taladrando como un macho, como se folla un chulo a su puta y le hace gozar.

– Fabio:. ¡Zorra! … ¡Así! … ¡Toma nabo gordo y bueno! … ¿Estás disfrutando como una perra? … ¡Pues tragatela maricona! … ¡Siiiiiii! … ¡Tragaaaaa!

– Victor:. ¡Dame mas! … ¡follame cabrón! … ¡Rompeme el culo con tu polla! … ¡Dame que te viole la polla con mi sieso!

– Cako:. Pero que puta estás hecho chaval, … ¡Mira maricona, … aprende de tu colega! … ¿Te gusta ese culo Fabio? … ¡Está tremendo el nota! … se lo voy a joder enterito, ahora mismo.

– Fabio:. Aquí lo tienes, te lo cambio por el del amigo. Abre bien ese boquete guarra que voy con mi polla.

Intercambiaron los puestos, volviendo a clavarnos el cipote en el ojete, envergándonos, agarrándose de nuestras manos a la espalda, como el que cabalga un potro al galope y pretende domarlo por cojones. Mientras nos follaban el culo, pajeaban nuestras pollas con sus manos, compitiendo entre los dos a ver quien hacía que se corriera antes, si mi colega Jaime o yo. Mi amigo ya no se quejaba por nada, no gritaba de dolor sino de gozo, le veía la cara de placer que ponía, la boca abierta y llena babosa saliva.

– Fabio:. ¡Correte de gusto! … ¡Escupe maricón por ese nabo! … ¡Dame tu leche caliente en mi mano! … ¡Así guarra! … ¡Haz que gane niñato de mierda!

– Cako:. Tienes que ganar tu, zorra mía, … mi putita, … complace a tu chulo, … a tu macho que te da por el culo, … a tu hombre, … el que sabe darte gustazo en la polla, … ¡Mira que pajote! … ¡Se te pone super duro el cipote! … ¡Así! … ¡Tomaaaaaaa!

– Victor:. ¡Siiiii! … ¡Siiiii! … ¡Ahhhhhh! … Me voy a correr, … ya … ¡Sigueeeeeeeee! … ¡Dameeeeeee! … ¡Tu pollaaaaaaa!

– Jaime:. ¡Yaaaaaaaaa! … ¡Siiiiiiiiii! … ¡Yo … tam … biennnnnn! … ¡Que tíoooooooooo!

– Cako:. Socio, … parece que las putitas se han puesto deacuerdo, … ¡Siiiii! … ¡Sigue así guarrilla viciosa! … ¡Devorame la polla con tu culo!

– Fabio:. ¡Mira colega! … jajaja … ¡Que lechada! … ¡Como se vacía los huevos el cabrón! … ¡Así putón! … suelta leche por el capullo, … siiiiiiiii.

– Cako:. Pues no te pierdas a mi nenaza, … ¡Como escupe! … ¿Te lo dije o no? … que eran unos pedazos de maricones, … viciosos de mierda.

Soltamos el esperma en las manos de nuestros violadores, derramando parte de el en el suelo, los mamones viciosos se agacharon delante de nuestros cipotes y lo limpiaron a lametazos, comiéndose con sus bocas hasta la mas diminuta gota de semen, que se hubiera quedado en nuestro capullo. Era digno de ver a los dos tíos con esos aires de machotes, esas caras de chulos, esas maneras de comportarse, de andar como los heteros, … y ahora como dos putas mamonas, arrodillados en el suelo, probando el sabor de nuestro esperma, comiéndose nuestras pollas, lamiendo nuestros huevos y reflejando en sus rostros, un perverso placer vicioso.

En una mesa larga que había al fondo, nos pusieron a los tres con medio cuerpo tumbado sobre ella, de espaldas a ellos, con las manos extendidas y encadenadas. Ninguno de los tres sabía lo que iba a pasar, lo que nos esperaba, era como un juego detrás de otro, malicioso y perverso.

Se escuchó de abrirse una puerta, y después caminar de pasos hacía nosotros. Cako se acercó delante de nuestras caras, se inclinó para hablarnos … y en voz baja, pero maliciosa, nos informó de lo que iba a suceder a continuación.

– Cako:. Bien, … ahora, no quiero que seáis egoístas, … quiero que compartáis ese culito tan delicioso que tenéis, con mis clientes, … con todos ellos, … uno detrás de otro, … hasta que se vacíen de leche sus cojones, … hasta que se llenen vuestros boquetes, y se queden satisfechos. ¿Os gusta la idea maricones? … Veréis, … lo que va a pasar es, … que os van a destrozar el culo a cipotazos, … os van a follar hasta la saciedad, … vais a tragar pollas grandes, cabezonas, monstruosas, de las que hacen mucho daño, tiesas y duras como barras de acero, … De toda clase de tíos, … altos, bajitos, maduros, jóvenes, … niñatos buenísimos y hambrientos de tirarse por el culo, a una maricona guarra como vosotros. Así que disfrutad … disfrutad.

Pasaron innumerables pollas por nuestros anos, tíos enculándonos de formas diferentes, algunos con rabia y brutalidad, otros mas tranquilos, pero al fin y al cabo eran hombres follándonos, violando nuestros culos. Después del quinto tío que me dió por detrás, ya tenía el boquete en carne viva, totalmente destrozado, desgarrado, y super abierto. No notaba las pollas, notaba las embestidas, los movimientos bruscos, las clavadas, los golpes en los cachetes, las respiración de los cabrones pagada en mi cuello, los jadeos, los gemidos, las voces de placer a costa de mi agujero profanado y follado a mas no poder.

Estuvimos horas así, no se cuantas, pero fueron bastantes y muy agotadoras. Era diferente para cada uno, … con Luis se ensañaron, y no se por que, seguramente por la pinta de niñato delicado, de buena familia, … pero lo cierto es que mientras a Jaime y a mí nos follaba un solo tío, a Luis se lo pasaban por la piedra de dos en dos, se lo tiraban a pares, metiéndole los cipotes a la fuerza hasta el estómago, y queriendo sacárselos por la boca. Con Jaime, jugaban al te doy por el culo y me corro en tu boca, hasta los tíos que me envergaban a mi, se iban a la boca de Jaime para escupir el semen, para que se lo bebiera y se lo tragara todo. Había veces que veía como dos tíos a la vez, se corrían en la boca de mi amigo y metían las pollas dentro para que las limpiara.

Conmigo era otra historia, … Cako y sus socios Alex y Oscar, se iban turnando para que les chupara la polla con mi boca, y mientras los tíos uno detrás de otro, me follaban a tope el ojete. Estos cabrones si se corrían en mi boquete, a diferencia de los que se jodían a Jaime, y los mamones viciosos con la verga dentro de mi boca, jaleaban y animaban a los tíos en cada corrida. Conté como tres lechadas de cada polla en mi garganta, entre los chorros por delante y los de por detrás, me tenían mojado y lleno por completo. Hay que decir que las embestidas que sentía en el culo, eran mas fuertes y salvajes, por que Fabio se había colocado detrás de cada colega que me follaba. y se lo tiraba al mismo tiempo, envergando su cipote en el ano del tío violador.

Me daba coraje de no tener las manos libres, de no poder tocar esos cuerpos de hombres, esos vergajos duros, esos culos prietos y sabrosos. La verdad es que estábamos disfrutando, gozábamos de placer, colocados por el ciego que llevábamos todavía encima, saciando el hambre de polla, hartándonos de hombres, y flipando al ver lo que sucedía a nuestro alrededor.

Después de pasar el último tío, y después de correrse la última polla, nos desataron, nos tiraron una toalla para limpiarnos y se fueron de la habitación dejándonos solo a los tres.

– Jaime:. Esto ha sido bestial tíos, … una salvajada.

– Victor:. ¿Pero te ha gustado?

– Jaime:. ¡Me ha encantado colega!

– Victor:. ¿Tú estás bien, Luis?

– Luis:. Si … me siento raro, … pero a la vez muy bien. Jamás pensé, que mi culo pudiera tragar pollas de esa manera tío.

– Victor:. Yo me lo he pasado genial, … pero aún así, las formas no me han gustado mucho, … si nos lo hubieran pedido, igualmente habríamos aceptado, y por eso nos vengaremos de los cuatro, … no os preocupéis amigos míos, que si ellos han disfrutado de nuestros culo, … nosotros vamos a gozar de los suyos, quieran o no.