El grupo de Victor (18: Andrés... el empollón)

Teníamos a la vista el examen trimestral de historía y yo sabía quien me iba a ayudar ... el empollón de Andrés.

EL GRUPO DE VICTOR (18)

(ANDRÉS, …  EL EMPOLLÓN)

Es verdad lo que se dice, cuando mejor te lo pasas, el tiempo pasa mas rápido, y así fue como se fue el fin de semana. El cumpleaños de David había dado mucho de si, nos lo habíamos pasado de miedo en la casa rural, … pero como ya he dicho, todo vuelve a la normalidad y nosotros a las clases.

Teníamos a la vista el examen trimestral de historia, yo estaba un poco cagado, por que me había dedicado a estudiar las pollas y no los libros, pero estaba maquinando en mi mente, quien me podría ayudar con la asignatura y pasarme los apuntes.

Andrés Morillo, es el clásico empollón lame culos, que te pone enfermo, el que todo lo sabe y cae bien a todos los profesores. Este es el que me iba a ayudar a sacarme una buena nota, … pero lo que el empollón escondía, no me lo podía ni imaginar.

Andrés es bastante delgado, con gafas, el pelo cortado a media melena pero muy mal, y vistiendo es para darle un “oscar” al mal gusto. La verdad es que no tenía pensamiento en follar con él, solo lo quería para que me ayudara, entre otras cosas por que sabía que era el mejor en la materia y con eso ya me bastaba. Lo mas gracioso de todo es que me iba a enseñar, pero ni se me hubiera pasado por la cabeza, como era en realidad y los gustos que tenía este chaval.

Lo abordé al final de la clase, y le pedí por favor si podríamos quedar en su casa o en la mía, para repasar conmigo la asignatura.

–                   Andrés:. Mira Victor, … hoy no puedo, pero mañana viernes si quieres, … podemos quedar en mi casa a eso de las 7´30, … ¿Te parece bien?

–                   Victor:. Joder tío, me has salvado la vida, … por mí deacuerdo.

–                   Andrés:. Pues entonces, nos vemos mañana en mí casa, … ¿Sabes donde es?

–                   Victor:. Si, no te preocupes, nos vemos mañana a las 7´30.

El empollón vivía con su madre, no muy lejos de donde yo vivo, en un piso encima de la peluquería donde ella trabajaba y de la cual era la dueña. Varias veces había ido allí con el Chato a cortarse el pelo y según por lo que me contaba éste, la madre era una pelandusca de mucho cuidado. Con lo de pelandusca me refiero, a que era una mujer muy liberal y un poco putilla según decían algunos, que se la habían pasado por la piedra, … pero como todos sabéis la gente habla mucho y les gusta darle a la lengua criticando a quien sea. Muchas veces me había comentado el Chato, que mas de uno de sus compañeros de la escuela militar, iban a la peluquería a algo mas que ha cortarse el pelo y que la madre de Andrés lavaba muy bien las cabezas, … y no solo las de arriba.

Os cuento esto, para poneros en antecedentes de lo que sucedió mas adelante, y para que comprendáis que la familia de Andrés no tiene desperdicio alguno.

Llegué a las 7´30 en punto a la peluquería, Andrés me esperaba sentado en uno de los asientos de la salita de espera, la madre estaba atareada cortándole el pelo a un tío bastante bueno, y hablando con el amigo que venía con él, me saludó con un gesto de la mano y le dijo al empollón que había dejado en la nevera refrescos y bocadillos por si queríamos picar algo. Subimos unas escaleras que unía el piso con el negocio y me condujo hasta una habitación, que estaba al final de un pasillo muy largo. El dormitorio era el de él, pero no me cuadraba mucho la decoración, con relación al aspecto de Andrés. Todas las paredes estaban llenas de posters, grupos de música de Heavy metal, de Rap metal como Incubus, The Machine, y algunos otros que ni conocía. Me quedé parado mirando a mi alrededor, la cama vestida con sabanas negras, las lamparas con pantallas rojas, un sillón junto a la cómoda granate, el armario con las puertas de espejo y el techo igual, … de espejos, pero haciendo un circulo alrededor de la lampara que colgaba.

–                   Andrés:. ¿Sorprendido, Victor?

–                   Victor:. Mas que sorprendido, … un poco confuso. Después de ver como te vistes y como te comportas en el instituto, … ¡cualquiera lo diría colega!

–                   Andrés:. Todos tenemos nuestros secretos … ¿no? … ¿O es que tú no guardas ninguno?

–                   Victor:. Alguno si que tengo, … ¡Si yo te contara!(susurrando)

Me invitó a que me sentara con un gesto de su mano, en el escritorio donde tenía el ordenador, preparó todos sus libros encima de la mesa y salió del dormitorio para traer un par de refrescos. Al minuto apareció con una bandeja con dos coca cola y dos cervezas, cogió en cada mano una lata diferente y me dió a elegir cual quería tomar. Indiscutiblemente me decidí por la birra, lo cual él hizo lo mismo, y a partir de ahí nos centramos en repasar la lección del libro.

Entre explicación y explicación que Andrés me daba de lo leído, yo lo miraba fijamente e intentaba imaginármelo vestido como un Heavy, con ropas de cuero, los pelos encrestados, bailando en su habitación con la música a toda pastilla, … y la verdad era, que cuanto mas lo pensaba, mas me iba excitando.

–                   Andrés:. ¿Te estás enterando de lo que explico? … Te has quedado con la cara embobado.

–                   Victor:. Si, … si, no te preocupes lo he entendido todo. Es que se me hace difícil imaginar, que te vaya ese rollo del Heavy, después de verte tan modosito y tan aplicado en el insti.

–                    Andrés:. Todos tenemos nuestros gustos y secretos, … ¿No, Victor?

–                   Victor:. Si, claro, … ¿Pero no se a donde quieres llegar con lo que dices?

–                   Andrés:. ¿Llegar? … A donde tu quieras. Por los compañeros corre un rumor sobre ti y tus colegas, … y no se si es cierto, pero me gustaría mucho que fuera verdad. ¿Tú te lo haces con tíos también?

–                   Victor:. Digamos, que de vez en cuando, … cuando me apetece. ¿Por?

–                   Andrés:. ¿Tú conoces a Martín pajotes?

–                   Victor:. ¿Martín? … ¿El Nene? … ¿Que vive por aquí detrás?

–                   Andrés:. Si, … Martín el vecino de tu amigo David.

–                   Victor:. Pues claro que lo conozco, y muy bien, … ¿Pero por que lo de pajotes? … jajaja … ¿Que va con segundas?

–                   Andrés:. De segundas nada, … en primera y con la mano, … jajaja … ¿No sabías que le llamaban el pajotes? … ¿Y que a casi todos en el barrio, ya nos ha cascado la polla a base de bien?

–                   Victor:. Algo he escuchado por ahí, … ¿Entonces, a ti también te ha hecho una paja en el cipote?

–                   Andrés:. Una no, … jajaja … unas cuantas.

–                   Victor:. Jajaja … ¿Y, … algo mas?

–                   Andrés:. No, … con él no, … Martín solo te pajea la polla y ya está.

–                   Victor:. Entonces, … ¿con quién has hecho algo mas? … ¿Si no te importa decírmelo?

–                   Andrés:. ¿Importarme? … no, … para nada, … ¿Pero tú estás preparado para mi rollo? … ¿O te rajarás después, cuando lo sepas?

–                   Victor:. Mira chaval, … creo que ya no hay nada que me asuste, en temas de sexo, … ¿Haber si eres tú, el que no está a mi altura colega?

–                   Andrés:. Bueno, … ya veremos. A mi me va el sexo fuerte, el rollo water de centros comerciales, los dildos que te parten el culo en dos, comerme un nabo por un agujero sin saber como es el tío, y muchas mas cosas que si quieres, irás descubriendo. ¿Dime, … te apetece ese rollo?

–                   Victor:. Es algo nuevo para mi, … pero me agrada la idea, … y te diré que nunca me lo hubiera imaginado de ti, jamás se me ha pasado por la mente colega, … Si, … me atrae la idea. ¿Tú dirás que hacemos?

–                   Andrés:. Me voy a vestir y te voy a llevar a un sitio, que creo que te va ha gustar, … pero antes quiero enseñarte algo, para ir abriendo boca y que se nos vaya calentando el cuerpo. Ven conmigo y no hagas ruido.

Salimos de la habitación y me condujo hasta la escalera, que unía la peluquería con la casa. Con un gesto de su dedo puesto en sus labios, me indicó que fuera en silencio, nos agachamos en el rellano y clavé mis ojos en la escena, que tenía montada la madre con el chaval que le había cortado el pelo, mientras su colega los miraba.

El niñato buenorro, se la estaba follando que daba gusto, se me empalmó la polla solo de verle el culo, moviéndose mientras clavaba su cipote dentro del coño de la mama de Andrés, y como su colega los miraba esperando su turno para envergar. Mi nuevo amigo me miraba la cara de asombro, sonreía con una mueca en sus labios de depravado, sin el mas mínimo pudor, por que fuera la madre la follada en ese momento, … ¿Y si me enseñaba esto sin vergüenza ninguna, que estaría dispuesto hacer? ¿Cual sería el límite de su vicio guarro?

Mostrándome aquello, me estaba dando totalmente su confianza, cualquiera no te enseña a su madre abierta de piernas, y tragándose un cipote por el mondongo. Y lo mas fuerte de todo es que Andrés, estaba tan pancho viendo el cuadro, incluso excitado por la follada, atento al amigo del niñato follador, cuando iba a embestir a la madre por el coño con su polla, y se la tiraba también. Yo estaba alucinado, caliente, morboso, con un guarreo en lo alto tremendo y con unas ganas de polla incontrolable.

–                   Andrés:. Tranquilo Victor, … me visto y nos vamos a un sitio a hincharnos de follar, … esto ha sido un aperitivo, lo otro te va a encantar.

–                   Victor:. Ok, … vamos colega, y hazme gozar como un guarro en una charca.

Fuimos denuevo a su dormitorio, Andrés empezó a desnudarse y en unos momentos se quedó en pelotas picada. Él iba a lo suyo sin prestarme mucha atención, de vez en cuando me miraba y sonreía con picardía, buscando en mi una complicidad que acababa de nacer entre los dos. Cuando estuvo desnudo pude apreciar el miembro, que le colgaba entre las piernas al empollón, … cualquiera lo diría, que el buenazo de Andrés gastaba un calibre de 22 cm de cipote, y un culito bastante apetecible.

Terminó de ponerse la ropa, mientras yo esperaba sentado en el sillón, me ojeó de arriba abajo y negó moviendo la cabeza. Se dirigió hacía el armario, removió la ropa, sacó varias prendas y tiró sobre la cama, lo que supuestamente me tenía que poner.

–                   Andrés:. A donde vamos no puedes ir así vestido, ponte lo que he sacado del armario, y encima te pones el pantalón del chándal y la sudadera.

–                   Victor:. Me lo imagino, … no es plan de ir dando la nota por la calle.

–                   Andrés:. Cuando lleguemos al sitio, nos quitamos en el guarda ropas lo que llevamos encima y lo dejamos en la taquilla, … Ahora cambiate de ropa, … y no te des prisa al vestirte, quiero recrearme viéndote desnudo igual que has hecho tu conmigo.

–                   Victor:. No hay problema, … ¿Un aperitivo antes de irnos?

–                   Andrés:. ¿Tú que crees?

El colega se había puesto unos pantalones de cuero negros, que por la parte de la entre pierna no tenía tela, dejaba al descubierto todo el paquete, los cachetes del culo y solamente los cubría unos slip de color rojo. Eran muy parecidos a los pantalones que usan los vaqueros, la misma forma pero en cuero, con unos tirantes muy finos hasta los hombros, unas botas negras de soldado y un jersey de manga corta de color oscuro. Se sentó en el mismo sillón, que yo había estado antes, con las piernas totalmente abiertas, y pronunciando deliberadamente el bulto que se le marcaba en los slip rojos.

Me puse de espaldas a él y me quité la ropa que llevaba, desnudé mi cuerpo ante sus ojos, la polla me colgaba morcillona y bastante húmeda por el calentón. Al agacharme para ponerme los slip, puse a cosa hecha mi culo ante su cara, exhibiendo mi apetitoso boquete, mostrando mis glúteos prietos, provocando un calentón en su nabo y buscando alguna reacción por su parte. Andrés no esperó mucho a mi provocación, me agarró por las caderas, acercó la raja de mi culo hasta su boca y metió por completo la lengua en mi carnoso agujero. Follaba mi ano a lenguetazos, lubricándolo con mucha saliva, hundiendo su boca en mi culo hasta perderse de vista entre mis cachetes.

–                   Andrés:. ¡Esto es un aperitivo colega! … ¡mmmmm! … ¡Que sabor mas rico!

–                   Victor:. ¡Ahhhh! … ¡Que lengua tienes mamón! … ¿Te gusta, eh?

–                   Andrés:. ¡Me encanta joder! … ¿O no ves como se me ha puesto la polla? … Mira, … Mirame el cipote empalmado.

–                   Victor:. ¡Joder que tranca! … ¡Que polla colega! … ¡mmmmm! … ¡Sigue! … Chupame el culo.

–                   Andrés:. Chupártelo no, … ¡Follártelo a tope! … Envergarte este culo que tienes y abrírtelo bien, … preparártelo, para lo que te van a meter en el boquete, … pollas tras polla, hasta que te lo partan a base de bien.

Me chupó el culo todo lo que quiso y mas, se sació a gusto comiéndome el agujero, en un insaciable y largo beso negro. La lengua rebañaba cada hueco de mis paredes anales, no dejó ni un palmo de piel que no hubiera lamido, preparando, lubricándome para recibir su duro y grandísimo cipotón.

–

Victor:. ¡Coñoooooo! … ¡Ahhhhhh! … ¡Que dolor mas rico cabrón!

–                   Andrés:. ¡Toma maricona! … Esto no es nada, para lo que te van a meter en este culo, … ¡Traga Victor! … ¡Traga! … ¡Siiiiii!

–                   Victor:. Quien me lo iba a decir, … el empollón de mierda rompiéndome el culo a mi, … ¡Joder! … ¡Que pollazos tío! … ¡Ahhhh!

–                   Andrés:. Ya tenía ganas de pillarte colega, … y tirarme este culito tan sabroso que tienes, … Hoy quiero verte como te tragas las vergas de mis amigos, … Mis colegas follándote por detrás, … ¿Quieres Victor?

–                   Victor:. ¡Siiiiiiiii! … ¡Quiero follar! … ¡Quiero pollas! … Que me follen tíos buenísimos y se corran encima de mí.

–                   Andrés:. ¡Ufff! … No quiero correrme, … Tengo que parar de joderte el culo mamón, … la noche acaba de empezar y ya verás, … te lo vas a pasar de miedo.

Paró de follarme el culo sacándome la polla en seco, me dió la vuelta hacía él y me comió la boca en un largo beso. Después de eso nos vestimos, abrió el cajón de la mesita de noche y sacó una ficha dorada con un emblema en el centro.

–                   Andrés:. Sin esto no podemos entrar, y casi se me olvida.

–                   Victor:. ¿Donde vamos? … ¿Está bien el sitio?

–                   Andrés:. Te voy a llevar al Factory Men´s, … ¿Lo conoces?

–                   Victor:. No, … no lo escuchado nunca.

–                   Andrés:. Es de sexo duro y hay de todo, … lo que no te guste no lo hagas, pero si te gusta algo, … no preguntes, solo hazlo.

–                   Victor:. ¿A que te refieres?

–                   Andrés:. Haber, … si ves una orgía y te gusta algún tío, pues te metes y follas. Si te apetece comerle el culo a alguien, o chuparle la polla a un tío, no preguntes, … hazlo. Es como una gran barra libre de sexo, y si algún colega de los que haya allí quiere follar contigo, te jodes y follas. ¿Ok?

–                   Victor:. Ok.

Aquello prometía, como después pude comprobar, era sexo puro y duro.

Entramos sin ningún problema al local, Andrés enseño la ficha por la ventanita pequeña y al momento el seguridad nos abrió la puerta. Bajamos unas escaleras hasta llegar a unas cortinas negras, las abrimos y entramos en el local mas cutre, que yo había estado en mi vida.

Una vez pasamos las cortinas, te encontrabas a mano izquierda una barra pequeña, dentro de un cuartucho sin puerta, con un tío detrás de la barra y un par de tíos sentados en los taburetes bebiéndose una copa. En medio de los dos colegas, había un chaval de no mas de 18 años, de rodillas en el suelo, con un collar de perro alrededor del cuello, desnudo, solo con un taparrabos cubriéndole la entre pierna y una fina cuerdecilla metida por la raja del culo. Los dos tíos hablaban entre si, con la cremallera del pantalón abierta y la polla fuera, mientras el chico se alternaba los nabos en su boca, haciéndoles una mamada y entreteniendo a la clientela. Cuando el niñato chupaba el cipote del tío de la derecha, el de la izquierda le daba en el culo con la puntera de la bota, todo esto sin levantarse del taburete el cabrón, presionando con fuerza con el pie y obligando al chaval, a tragarse la polla de su colega de un tirón.

–                   Andrés:. ¿Te gusta lo que ves? … ¿Te da morbo?

–                   Victor:. Si , … Me pone caliente ver al chaval como un perro, … obligado a chupar pollas por cojones.

–                   Andrés:. Ese niñato es la ostia, … después nos lo follaremos por el culo, … además, le encanta que le metan un par de pollas por el culo, … es una maricona guarra y viciosa.

–                   Victor:. Que vicio tío.

–                   Andrés:. ¿No lo ves ahí derrodillas tan bueno? … Pues el muy cabrón se apostó el sábado pasado, que se follaría por el culo y chuparía las pollas, de todos los tíos que había en el local.

–                   Victor:. ¿Y ganó?

–                   Andrés:. ¿Que si ganó? … se llevó para su casa 3.000€ de premio, después de tirarse a todos los que estábamos en el local el sábado. Hubo un momento, que tenía a dos tíos metiéndose sus pollas por el culo, a otros tres delante de su cara alternando sus nabos, chupándoles las pollas, y con las manos masturbaba las vergas de otros dos tíos. Hasta que no se corrió el último de todos, no paró el mariconazo putón, … le dicen el perro baboso, y ya te puedes figurar lo de las babas, … jajaja.

–                   Victor:. Jajaja … No le hace asco a nada el mamón.

–                   Andrés:. Ven, quiero entrar en un sitio que te va a gustar.

Me llevó por un pasillo muy largo, pintado de negro, con bombillas anaranjadas colgando del techo, lleno de cuartos sin puertas, donde se podía ver las depravaciones sexuales mas fuertes que te puedas imaginar y a tíos follando con otros, sin cortarse lo mas mínimo en ejecutar sus deseos. Entramos en un cuarto donde había un tío apoyado en una barandilla, con un pantalón de cuero corto, parecido al que llevaba Andrés, con los glúteos al aire y el paquete cubierto por un tanga negro de cuero también. Nos acercamos hacía él, sin dejar de sobarnos la bragueta con la mano, íbamos super calientes, a tiro fijo, a por su culo y buscando una buena boca para que nos mamara la polla.

Tocamos su culo hasta la saciedad, lo magreamos uno detrás del otro, metiéndole mano en la raja y pasando repaso por su abultado paquete. La verga de Andrés estaba que reventaba el tapa rabos, marcaba cada una de las venas del tronco en la fina tela, se le salía el cabezón por el elástico de arriba y ya se le escuchaba el chapoteo, que hacía el roce de su mano con el capullo mojado de pre-cum.

Obligué al tío a arrodillarse delante de mi bulto, restregándole mi entre pierna por toda su cara, me babeó toda la bragueta de saliva, y terminó sacándome la polla fuera. Se la metió en la boca, tragándosela entera hasta los huevos, chupaba de vicio el cabrón, iba pasando sus labios de mi nabo al paquete de Andrés y hasta que no liberó el cipote de mi amigo, no paró el mamonazo putón. Estuvo saltando de polla en polla un buen rato, chupándolas a fondo, poniéndonosla a tope, al límite de la excitación y sacando a flote nuestro lado oscuro, guarro, vicioso que llevamos dentro.

Había una mesa en un rincón del cuarto, Andrés cogió al tío de los brazos con fuerza y lo tumbó boca arriba encima de ella. Le abrió bien las piernas, se agachó a la altura de su ojete y le pegó una enculada con la lengua, que le sacó un par de gritos de gusto y placer. Mientras llenaba su boca con mi polla, se retorcía de gozo el cabrón, sintiendo la chupada de mi colega en su ano, mi cipote llenándole el hocico y esperando como un poseso, que le abrieran el boquete del culo a pollazos.

Primero se lo envergó mi nuevo colega, clavándole la tranca de 22 cm hasta la próstata, tirándoselo encima de la mesa como un salvaje, haciéndole daño en el ano con el cipote y escuchando al colega como chillaba de dolor. Contra mas gritaba el tío, mas fuerte se lo follaba por el culo, pasaba tres kilos del nota, el sadismo de Andrés era brutal, y lo mas Heavy estaba por llegar.

–                   Andrés:. ¡Chilla maricón! … ¡Grita fuerte, pedazo de puta guarra! … Ahora te voy a dar lo que a ti te gusta, … ¡Ahhhh! … ¡Si! … ¡Si! … ¿Sabes lo que le gusta al colega?

–                   Victor:. ¡Que boca tiene! … ¡Que gusto me da el mamón! … Dime, … ¿Que le gusta al bujarra este?

–                   Andrés:. Que le metan el puño entero por el culo, … Que lo encule con mi brazo, … ¡Toma polla cabrón! … ¡Follame el nabo con tu culo! … ¡Ahhh!

–                   Victor:. ¡No me jodas! … ¿El puño entero? … ¡Que vicio colega!

–                   Andrés:. Te dije que te iba a gustar, … Mira como le pongo el culo al mariconazo este.

En cuestión de segundos había puesto al tío, arrodillado en lo alto de la mesa, le fue introduciendo la mano poco a poco, hasta que se perdió de vista en el agujero del colega, y cuando me fui a dar cuenta, tenía metido medio brazo en el ano del vicioso. Nunca había visto nada igual, solo en algunas películas porno, pero esto era real, estaba pasando en ese momento y ante mis ojos. El tío no era nada del otro mundo, me he follado a tíos que estaban mas buenos, pero tenía su morbo y el cabrón te sabía calentar que daba gusto.

–                   Andrés:. ¿Ves como lo hago? … ¿Te has fijado bien?

–                   Victor:. Si colega, … Estoy flipando en colores.

–                   Andrés:. Pues ahora te toca a ti meter el brazo, … a los dos, … un brazo en cada culo, … ¡Venga! … ¡Vamos mamón!

Y se subió él también encima de la mesa, junto al colega, dándome su culo para que se lo destrozara, como él había hecho con el del tío. La escena rayaba la brutalidad, yo estaba super excitado, muy caliente, fuera de mi, y solo me había fumado un porro. Comencé a meter mis brazos en sus culo, escuchaba como gemían de placer, como gritaban de dolor, como se retorcían gozando, mientras me los follaba por el culo y les pegaba puñetazos con mis manos.

Era una sensación cálida, suave, tierna, como cuando amasas pan con las manos, y aunque no lo había probado nunca, me sentía bien, excitado, muy caliente y borracho de sexo. El semen me chorreaba polla abajo, me había corrido sin darme cuenta, el subidón fue tremendo y super placentero. La polla me bombeaba como una manguera escupiendo esperma, manchando a trallazos todo lo que se ponía a su paso, … las piernas de Andrés, las del tío vicioso, el borde de la mesa, el suelo, … ¡Y que gusto tío!

Cuando terminé de correrme, saqué mis brazos de sus culos y me aparté un poco a observar los boquetes super abiertos de los dos hombres. Andrés se tumbó boca arriba en la mesa, en postura del 69 pasándose por debajo, poniéndose la polla del colega a la altura de su boca, metiéndosela dentro y comenzando una riquísima mamada. Volvió a meter el puño en el boquete del tío, le chupaba la polla con la boca y se lo follaba con el puño por el culo. Hasta que le inundó de leche la boca, no paró de chupar, lamer, mamar, follar, meterle la mano, … hasta que el tío se corrió en su garganta y pudo tragarse toda la lefa.

Andrés no quiso vaciarse los cojones, quería seguir la noche follando y enseñarme mas cuartuchos como este. Se reservaba para el próximo cuarto, así que nos pusimos bien la ropa y salimos de allí dejando al colega, bien follado encima de la mesa.