El grupo de Victor (15: que gusto ... champi)

Deliberadamente le eché el contenido de mi copa, en toda la bragueta del Champi, poniéndole el pantalón mojado y chorreando de cubata.

EL GRUPO DE VICTOR (15)

(QUE GUSTO … CHAMPI)

La música en la casa estaba a toda pastilla, se escuchaba de todo, pero mas predominaba la tecno hause y alguna que otra balada lenta en inglés. La gente iba a su libre albedrío, bebían, fumaban, se colocaban con sustancias (que no os voy a decir), unos salían de las habitaciones y otros entraban en ellas como yo y el Chato. Me puse una copa y me dirigí hacía el salón, donde estaba Jaime. El colega bailaba sin parar la música hause que sonaba, con la camiseta quitada y echada en un hombro, y con todo el pecho sudando. No pude dejar de fijarme, en como el Wachy, hablaba muy pegadito al oído del Champi, sentado junto a él en el sofá y con la pierna subida en la del coleguita de Jaime.

– Victor:. ¿Que pasa tío, te diviertes?

– Jaime:. ¡De puta madre colega! … ¿Donde estabas, que hace tiempo que no te veo?

– Victor:. Por ahí, … ya sabes. Después te cuento. ¿Que le pasa al niñato con tu colega? … ¿Que va a saco con él?

– Jaime:. Que va, … yo he sido el que le ha dicho que ataque, … Tú ya sabes lo guarra que es el niñatillo y le he propuesto llevarnos al Champi, a la cama los dos.

– Victor:. ¿Y yo que, tío? … Te dije que lo invitaras, por que tenía ganas de tirármelo, y ahora, ¿me dejas fuera cabrón?

– Jaime:. No, tío … donde follan tres, follan cuatro. ¿Y como lo hacemos para llevárnoslo al dormitorio?

– Victor:. Tu dejame eso a mi, … ¿Como está de colocado el nota?

– Jaime:. ¿Él? … ¿No lo ves? … está ciego como una bellota, y caliente como los palos de un churrero. Antes de venir tú, le estaba diciendo el Wachy de cachondeo, que tenía una lengua que hacía maravillas con los cipotes, que no había un tío aquí, que no se corriera con una mamada suya. Y el cabrón va y le dice, … que él no, que todavía no se ha hecho la boca, que le saque una buena corrida del capullo, y da igual que sea tío o tía.

– Victor:. Que guarra viciosa está hecho el niñatillo éste, como le guste un tío, no pierde el tiempo … a saber lo que le estará diciendo en el oído el mamón.

Me acerqué a ellos dos, para preguntarle como lo estaban pasando, y deliberadamente le eché el contenido de mi copa, en toda la bragueta del Champi, poniéndole el pantalón mojado y chorreando de cubata.

– Champi:. ¡Coño, tío! … ¿Estás ciego? … jajaja … ¿Mira como me has puesto?

– Victor:. Lo siento Champi, ha sido sin querer, … es que llevo ya un ciego, que ni veo colega. ¿Te has mojado mucho?

– Champi:. No pasa nada Victor, … esto se seca y ya está.

– Jaime:. Que va hombre, yo tengo ahí ropa en el dormitorio, … vamos y te doy algo mío para que te cambies.

– Wachy:. Claro tío, no te vas a quedar así toda la noche. Además, así veo si es verdad los 25 Cm de polla que dices que tienes, casper, … jajaja.

– Champi:. Jajaja … que mamón, … ¿Que pasa, que no me crees chaval? … Preguntale a mi colega Jaime, … esto que tengo aquí (cogiéndose con la mano el paquete) es puro acero.

– Wachy:. Jajaja … menos lobos caperucita, … ya veremos.

– Victor:. Bueno, mientras vosotros vais con el Champi al dormitorio para que se cambie, voy al coche a coger una cosilla que tengo en la guantera, y ahora nos vemos.

– Champi:. ¿Es buena esa cosilla? … jejeje.

– Victor:. Buena no, … ¡Buenísima!

– Champi:. Pues entonces no tardes, colega, … que te esperamos.

Ellos tres se fueron hacía la habitación, mientras yo cogía del maletero, una bolsa con varias cosas, que me había dejado Miguel. Cuando llegué al dormitorio, Jaime, todavía estaba sacando algunos vaqueros del trole, para que se los probara su colega y se pusiera uno de ellos. Al echar la vista hacía abajo, vi al Champi tumbado en la moqueta del suelo, con medio cuerpo de cintura para arriba, metido debajo de la cama y desde la pelvis hacía abajo fuera de ella. Las piernas las tenía flexionada y separadas, con las rodillas para arriba y el paquetazo bastante pronunciado a plena vista. La viciosilla del Wachy estaba el muy cabrón, agachado junto al bulto del Champi, haciendo caras raras de broma, sacando la lengua simulando que lame, mientras el tío le hablaba no se que de mecánica de coches y sin ver las tonterías que el niñato le hacía.

– Victor:. ¿Que hace el nota ahí abajo?

– Jaime:. “El gilipollas” … explicándole al Wachy, como se pone debajo del coche, cuando lo arregla en el taller, … y el niñato que le busca la boca, para llevárselo a su terreno. Y él otro tonto que no se da cuenta, … que le gusta chulear por todo y de todo entiende.

– Victor:. ¿O se hace el tonto? … A mi me parece que tu colega es mas listo de lo que tu te crees, y si no, pronto lo veremos.

– Jaime:. ¿Que llevas en la bolsa?

– Victor:. Unas cosas que me dejó Miguel, y entre ellas hay varios juguetitos, que le gustan mucho al Wachy y me ha dicho que los utilice a su salud.

Saqué de la bolsa un consolador y se lo enseñé al Wachy socarronamente, vi en su cara una expresión de guarrillo, que me puso calentón perdido al recordar, la escena del niñato con el consolador metido por el culo, al mismo tiempo que el cipote del Peta, atravesando sin compasión su ajustado y tierno culo. En pocas palabras, … una follada en toda regla y una pedazo de enculada, que le dejó el culete bien escocido.

– Victor:. Bueno colegas, ya estoy aquí. ¿Todavía estás así Champi?

– Wachy:. Dejalo, … Me está explicando, lo mal mecánico de carros que esta hecho, jajaja.

– Champi:. Verás tu el niñato éste, … ¡Que le gusta al cabrón tirarme de la lengua! (dándole un empujón de broma) … No me busques, que me vas a encontrar chaval.

– Wachy:. Eso es lo que yo quisiera, … jajaja.

– Champi:. Que bujarrilla estás hecho. Bueno, … ¿Que has traído Victor? … ¡Coño! … ¿Jajaja, y eso que es tío?

– Victor:. ¿Esto? … el juguete del niño, ya verás lo bien que se lo pasa con el, lo obediente y servicial que se vuelve.

– Champi:. Jajaja … ¿Jaime, tu también lo has probado?

– Jaime:. Este cipote de goma en particular, no, … pero, como estoy a gusto y un ciego muy guapo, no me importaría hacerlo. ¿Que mas has traído Victor?

– Victor:. Una botellita de licor de mango, para echarnos unos chupitos que están buenísimos.

– Champi:. ¡Olé! … eso mola tío, … pasate uno para acá y un petardo que he puesto encima de esa silla.

Preparé del tirón dos chupitos para cada uno, encendí el porro y brindamos por el cumpleañero, bebiéndonos los dos vasitos de licor seguidos. Evidentemente la botella llevaba tres cuartas partes de afrodisíaco y varias sustancias inofensivas, que te ponían muy caliente y te quitaba la vergüenza.

Nos sentamos en un sofá grande, que había junto a la ventana, el Champi en medio, Jaime a un lado y yo en el otro, y el Wachy sentado en la moqueta a los pies del Champi. Reíamos, hablábamos, fumábamos pasándonos el tres papeles (porro grande), y la botella iba de mano en mano refrescándonos la garganta a buches. A esas alturas, ya teníamos un colocón de cojones, el corte y la vergüenza se habían ido hace rato, las bromas subían de tono y las manos de nosotros tres eran tentáculos de un pulpo.

El Champi todavía, llevaba puestos los slip mojados y apestando a alcohol, sentado en el sofá espatarrado, con todo el paquetón hinchado, y la verga super marcada en la tela. La maricona viciosa del Wachy, comenzó a lamerle la polla al colega sacándosela de los calzoncillos para fuera y tragándosela por completo en su boca mamona. Desde arriba lo miraba el nota, el macho folla culos de campamento, no rechazó la lengua del niñato en ningún momento, al contrarío, … gemía el cabrón como un loco de gusto, se retorcía de placer moviendo la pelvis hacía delante y envistiendo a cipotazos, el hocico de la perra chupona.

Jaime agarraba por la base, el tronco de la polla de su colega, poniéndola recta y apuntando directamente, en el agujero bucal del niñato guarrón. Yo me levanté y probé una de las mías, puse mi vergajo sobre los labios del Champi, la restregué varias veces llenandole de pre-cum la boca por fuera, hasta que poco a poco ayudado por mis dedos, le abrí la boca y se lo hice tragar despacito. Al principio se hizo el chulo vacilón, sacándosela fuera resistiéndose un poco, pero después mamaba de lo lindo y disfrutando como el Wachy, … O mas. Desde luego el coleguita estaba hambriento, el ciego de chupitos le había sentado de puta madre, chupaba el mamón succionando con una energía, que parecía que me iba a sacar la polla de cuajo. Y ahí solo no quedaba la cosa, por que cuando se metía mis huevos en la boca, los estiraba al máximo y tenía la sensación que se los tragaba enteros. Jaime me miraba y se reía con complicidad, se relamía los labios del morbo, al mirar a su coleguita Champi chupándome la polla, y gozando por mí, … por haber conseguido una de las dos cosas, que deseaba que me hiciera su amigo.

De la excitación tan grande, que tenía de ver al chulo putas mamándome el cipote, al niñato tragando sin parar, con la boca totalmente envergada y el Jaime provocandome con las insinuaciones de su cara, … no pude contenerme, se me salía solo el esperma de los cojones, sin poder remediarlo, y descargué una buena cantidad de lefa en el boquino del Champi. Cuando el tío la notó caliente en su boca, la escupió de un soberbio lapo, que fue a parar a la cara del Wachy, que ni corto ni perezoso, la rebañó con los dedos y se la metió en su boca. El joven se levantó, dejó el nabo del colega y se enfundó mi verga entre sus labios, dejándomela sin resto alguno de semen.

– Champi:. ¡Que asco tío! … Que sensación mas rara colega, … tal como estoy ahora de a gusto, no me importa chuparos la polla, pero que os corráis dentro no, cabrones. ¡Tú! … niñata guarra, sigue mamando, … ¡chupa pollas! … no veas como tiene la boquita el putón vicioso. (mirándome a mí a la cara)

– Victor:. ¿A mí me lo vas a decir colega? … que da gusto correrse en su boca, … ¡Menuda puta mamona, está hecho el chaval!

– Wachy:. Tranquilo pedazo de macho, que ya voy, … Te voy a dejar los huevos secos de leche cabronazo, … luego iré a por tu cipote, Jaime, para que te vacíes los cojones en mi boca, … y después os dejaré que probéis mi delicioso culo, que lleva sin comer buenas pollas varios días.

Y tal como lo dijo, lo hizo el mamonazo, se empleó a fondo con la polla del Champi, que se retorcía de placer descargando semen a borbotones en la boquita del Wachy, apretándole la cabeza entre sus pierna y procurando que se la bebiera toda. Terminó con un cipote y se envergó otro, arrodillado como una puta esclava, lamía sin parar el trancazo de su amo Jaime, que se levantaba del asiento, por la fuerza de la follada que le estaba dando en el boquino y los brutales pollazos que recibía el niñato. Tercera tragada de lefa, no dejaba escapar ni una sola gota, todas se mezclaron en su estómago, la de Jaime, la del Champi y la mía.

Acto seguido el niñato mamón, nos colocó a los tres de culo en pompa, apoyados con el pecho y los brazos en el sofá. Comenzó a masturbarse la polla a toda velocidad, mientras nos miraba la raja del ano y se acercaba a oler nuestro hedor a hombre macho. No se cuantos trallazos de leche salieron por su capullón gordo, el muy mariconazo fue corriéndose, en cada uno de nuestros boquetes del culo, y mojándolos de viscoso esperma. Notaba como me salpicaba los chorros calientes, como abría mis cachetes y hundía la lengua en el ano, limpiándome las gotas que lo manchaba. Después hizo lo mismo con los otros dos, hasta que no los dejó bien lavados, no se detuvo un instante, sobre todo con el del Champi, que lo lameteaba con mas intensidad, cada vez que éste soltaba un gemido fuerte y chillaba de placer.

– Champi:. ¡Ahhhhhh! … ¡Que pasada colega! … ¡La lengua del Mamón! … Solo te falta tener un coño, y ya serias perfecto chaval.

– Jaime:. Que coño, ni que coño colega, … Tú no has probado todavía, el culazo del niñato, … Cuando lo encules con la polla verás, que no hay punto de comparación, tronco.

Wachy se recostó en el sofá boca abajo, con la cabeza en el asiento y el culo hacía arriba. Nosotros nos pusimos por detrás del respaldo, Jaime y yo íbamos alternando nuestras lenguas chupándole el boquete del ano, mientras Champi miraba el atracón que nos dábamos, sin parar de pajearse el cipote y de meter los dedos, entre medio del agujero del Wachy y nuestras lenguas. Me subí en el sofá con los pies a cada lado del niñato, dándole mí culo ante sus ojos, coloqué mi pedazo de polla en el agujero y se la metí de una sola envergada. Follé ese ano deleitándome a gusto, reviviendo en cada pollazo el placer, que daba encular al Wachy, con aquel sieso tan rico y delicioso. Estuve un buen rato jodiéndole el ano, la sacaba entera y se la volvía a meter hasta los huevos, mientras miraba con lujuria la cara de vicioso y calentón, de nuestro colega Champi.

El tío guarro, con la boca hecha agua, no le quitaba ojo al boquetón super abierto del Wachy, cada vez que desenfundaba mi polla, se apreciaba las dimensiones que había cogido el agujero del culo, y el Champi solo deseaba meter su cipote y tirárselo él también. Tenía que complacer a ese tío que estaba buenísimo, quería verlo en acción, como se follaba al niñato putón y si era verdad, que era tan bueno envergando con el rabo.

Me bajé del sofá y cumplí el deseo del Champi pasándole el turno, mientras él se colocaba de espaldas al Wachy, le preparé el cipote con dos buenos magreos, a cargo de mi mano y se lo puse en el centro del boquete. La clavada fue demoledora, el tío estaba fuera de si, era un loco, follando sin piedad y como un energúmeno al niñatillo vicioso.

– Champi:. ¡Que bueno está este culo mamón! … Hasta que no has conseguido que te folle no has parado, puta, … ¡Joder tíos, que gustazo! … ¡Que culo!

– Jaime:. Sigue, … follatelo Champi, … dale fuerte y partele el culo a pollazos tío.

– Victor:. Mira Jaime, mirale el culazo a tu colega, … ¡Uff! … ¡Que morbo de culo tronco! … ¡Como se mueve envergando un buen ano!

– Wachy:. ¡Dame fuerte cabrón!, … ¡Follame como un pedazo de macho!, … destrozame el culo y portate como un hombre.

– Champi:. ¡Callate guarra! … como sigas hablando me voy a correr maricón, … ¡Ahhh! … ¡Que culo! … ¡Que placer chaval!

Jaime agarró uno de los consoladores, hizo hueco en el agujero del Wachy y lo metió junto con la polla del Champi. Yo me coloqué detrás de su colega, restregué varias veces mi verga por la raja del culo y me dispuse a encularlo.

– Champi:. ¡Coñooooo! … ¡Que dolor tío! … ¡Ahhhh! … ¡Que gustazooooo!

– Victor:. El gusto es mío cabronazo, … ¡Toma! … ¡Come pollas! … ¡Follatela mamón de mierda! … ¡Ahhhh! … ¡Traga!

Mientras mi amigo Jaime estaba ocupado con el dildo, su polla dura como el acero y super empalmada, quedaba a la altura de la cara del Champi, … él colega se inclinó sin que nadie le dijera nada, abrió por completo la boca y se la tragó como un animal hambriento. Chupaba, follaba, era envergado, ¿Que mas quería el cabrón?, si estaba en el paraíso del placer.

– Jaime:. ¡Mamón! … ¡Que boca! … ¡Que lengua tienes tío! … ¿Que gozada!

– Victor:. ¿A que te gusta amigo? … ¡Como traga el chupa pollas! … Ahora, el culo que tiene, está que te cagas colega.

– Champi:. Quiero follaros el culo cabrones, … Vais a enteraros del gustazo, que os va a dar mi cipote, … y mientras me los follo, quiero que os corráis de gusto.

Nos puso a los tres, como antes nos había puesto el Wachy, con el culo en pompa y arrodillados de espaldas. Fue envergando los culos, uno detrás del otro, empezando por el de Jaime que estaba a su izquierda, al cual le pegó una enculada, que lo empotró contra el respaldo del sofá y siguió dándole en el culo hasta que mi amigo, se vació los cojones de semen manchando el cojín del asiento. El del medio de los tres era yo, así que me tocó el segundo en recibir una buena ración de polla, destrozó mi culo a base de bien, me tenía ganas después de haberle roto el ano y joderlo sin piedad. El cabrón hizo que me corriera sin tan siquiera tocarme la polla, el gozo era soberbio, disfrutaba de su verga al límite mientras domaba mi boquetazo y se lo cabalgaba a su antojo. Con mi rabazo apoyado en los bajos del sofá, lo rozaba con el movimiento de su follada, pajeándomelo, frotándolo con la tela y corriéndome sin remedio. Terminó la follada múltiple, con el niñato que estaba a su derecha, el muy cabrón del Wachy, sabía como sacarle un buen polvo a un tío, le daba placer con ese culo suyo tan delicioso y traga nabos de gusto. Esperó que el Champi estuviera a punto de correrse, escuchando sus gemidos, aumentando la velocidad de los pollazos, y cuando estaba al límite, se pegó a él echándose en su cuerpo, masturbándose la polla y apretando con todas sus fuerzas el boquete del culo.

– Champi:. ¡Cabrón! … ¡Ahhhhh! … ¡Que maricona! … ¿Que gustazo guarra! … ¡Siiiiiii! … ¡Me .. co .. roooooooooo!

– Wachy:. ¡Siiiiiiiii! … ¡Siiiiiiiii! … ¡Ahhhhhh! … Dame pedazo de macho, … Toda tu leche caliente, … ¡Siiiiiii! … ¡Que placer de chulo!

La follada nos dejó rendidos, nos quedamos un buen rato sentados en el sofá y luego nos tendimos en la cama.

– Jaime:. Esto ha sido mejor que follar de acampada, … ¿Verdad Champi?

– Champi:. Ha sido de alucine colega, … y tú niñato, tienes un culo que da gusto follártelo, … pero amigo, follar de acampada es tope morboso y muy caliente.

– Victor:. Ya iremos de acampada contigo colega, y con tus amigos, … y no voy a levantar solamente la tienda de campaña … jajaja.

– Wachy:. Yo me apunto tíos, … soy un amante de la naturaleza.

– Champi:. Por supuesto chaval, … ya contaba contigo, a mis colegas les va a encantar conocerte, … y amaras algo mas que la naturaleza, jajaja.

– Victor:. Jajaja.

– Jaime:. Jajaja.

– Wachy:. Jajaja … mmmmm … El gusto va a ser mío … jajaja.