El grupo de Victor (13: El colega del Peta nos...)

Todo esto pasa al mismo tiempo, que los negros violan al Chato, ... el colega del Peta nos dara una buena alegría.

EL GRUPO DE VICTOR (13)

(EL COLEGA DEL PETA NOS SORPRENDIÓ)

(Antes de la violación del Chato)

Cuando Luis me interrumpió, mientras estaba con el Chato, era porque el colega del Peta había perdido el conocimiento a causa del ciego tan grande que llevaba encima, y se había caído el nota redondo en la cocina. El tío me asustó un poco, por que al principio no reaccionaba, pero pasados unos minutos volvió en sí … eso si, con el colocón todavía encima y con ganas de seguir bebiendo el mamón. Entre el Peta y yo, nos lo llevamos a una de las habitaciones, Celia tiraba delante de nosotros sin soltar la botella con una mano y el porro con la otra. La muy zorra llevaba la minifalda subida un poco por las caderas, dejando ver disimuladamente el final de la raja del culo, con la tira del tanga metido entre los cachetes, provocando a los dos coleguitas y a mi que íbamos mirándola por detrás.

Durante el trayecto que hicimos de la cocina hasta la habitación, Antonio el colega del Peta, no paro de balbucear palabras que apenas se le entendía y la mar de cariñoso con su amigo y conmigo. Nos pegaba su cara y la boca, a la nuestra cada vez que intentaba decirnos algo, que ninguno de los dos podíamos entender.

Entramos en el dormitorio y tumbamos a Antonio encima de la cama. El colega estaba listo de papeles, la camisa abierta y el pecho sudando, con los labios llenos de saliva por la calentura que llevaba encima, la cremallera abierta de haber meado y no acordarse de abrochársela. Se le podía ver el cipote empalmado marcado en los calzoncillos, con las gotas del liquido preseminal mojando la tela, y sin parar de hablar en susurros mientras se magreaba el paquete. Celia acercó sus labios a los de Antonio y le pegó un morreo en la boca, metiendole la lengua hasta la campanilla, mientras se restregaba las tetas de silicona por el pecho del coleguita, y alargaba la mano para tocarle la polla. El clima estaba subiendo por momentos, yo estaba de espaldas al Peta pagado a su cuerpo, rozándole mi culo en el paquete, provocandole una buena erección en la polla y calentón de cojones. El Peta ya venía con la bandera alzada, de los magreos que le había dado Celia cuando estaban en el salón, pero con la visión que teníamos delante, con su colega todo caliente y el nabo tieso, los dos apuntábamos una seria calentura y un vicio que te cagas. Yo no quería irme, sin antes poder catar la verga del coleguita, sentir su miembro viril azotándome la cara, notar su calor en mi cavidad bucal y lamersela como un poseso hasta que el grosor del cipote me desgarrara el paladar.

Llamé a Celia con un toque en la espalda y le dije en el oído, que le pusiera un pañuelo en los ojos y que se los vendara por la cuenta que nos traía.

– Celia:. Mi amor, vamos a jugar a un juego muy vicioso, que te va a gustar muchísimo, … te daré mucho, mucho placer mi macho.

– Antonio:. Eso me gusta perra, … jajaja … haz conmigo lo que tu quieras guarra, … hazme gozar. (Arrastrando las palabras por el ciego)

– Celia:. Jajaja … ¿Hacer contigo lo que yo quiera? … mmmmm … no me tientes mi amor, que soy muy, pero que muy mala. Ahora te voy a tapar los ojos y tu tendrás que adivinar cual de mis boquetes te folla la polla en ese momento.

– Antonio:. Jajaja … ¡Que gusto! … ¡Si! … vamos a jugar guarra.

La travestí vendó los ojos de Antonio, con el pañuelo que llevaba al cuello, el juego para nuestro amiguito había comenzado, … ella se bajó hacía abajo lamiendo con su lengua, desde la barbilla hasta el ombligo, deteniéndose con enfasi en el agujerito, mientras me daba la señal con sus ojos, de que ya podía acercarme para degustar el rico manjar y saborear esa verga a lametazos.

Así que me acerqué con la cara a la entre pierna de Antonio y olisqueé con mi nariz, el olor a macho que desprendía aquella polla. Miré primero al tío y vi que estaba en otro mundo, que no se iba a dar cuenta de nada, solo quería darle placer a mi lengua y a mis deseos. Levanté un poco los calzoncillos por la cintura, descubriendo el capullo baboso de pre-cum, lamí suavemente el glande tragándome el liquido que soltaba y que por supuesto no iba a desperdiciar. Me vuelve loco una polla que moje mucho, es síntoma de que el tío está cachondo y muy caliente.

Comencé a introducirme todo el capullo y la totalidad de la polla dentro de mi boca, notaba como le latía el miembro por la sangre que se le agolpaba por la presión y la dureza, y como engordaba hasta el límite de querer explotar dentro de mi hocico. Estaba inclinado en un lateral de la cama, simulando que mi boca chupa pollas era la de celia, con los pantalones y los slip bajados hasta los tobillos, pajeandome suavemente la tranca con la mano y el culo abierto, en pompa, y todo magreado por los dedos del Peta.

Antonio disfrutaba de mi mamada, cerraba los puños agarrándose con las manos a la sabana que cubría la cama, sacaba la lengua llena de saliva y se la pasaba por los labios. Los movimientos de su pelvis hacía arriba follándome la boca, me ponía cada vez mas burraco y cachondo, la saliva se me salía sin control manchandole de babas los pelos del pubis. De pronto sentí una gran presión en el ano, no me costó mucho adivinar, que el Peta estaba empotrándome con su polla, metiendo pollazos de placer en mi delicioso culo, que tanto le hacía disfrutar cuando me lo follaba.

– Antonio:. Peta … colega, te escucho jadear de gusto. ¿Que estás haciendo cabrón?

– Peta:. ¡Joder colega! … me estoy tirando a esta guarra por el coño, … y ¡Que gustazo tío! … Jejeje. (se reía socarronamente por mentirle a su colega)

– Antonio:. ¡Zorra! … el boquete que me folla la polla es el de tu boca, llevo un acierto puta.

(Saqué la polla de Antonio de mi boca)

– Celia:. Si mi amor, … has acertado el primer agujero, pero todavía te quedan mas por adivinar.

(Hablando muy bajito)

– Victor:. Tengo que irme Peta, he dejado solo en el dormitorio al Chato y quiero terminar la faena que he empezado. Pasarlo bien y ten cuidado, que no se cosque tu colega de nada y echa un buen polvo a mi salud … ya me contarás.

(Todo lo que cuento ahora, pasa al mismo tiempo que la violación, que le dieron Delio y el primo al Chato, llevando repaso también mi pobre culito)

Celia ocupó mi lugar y continuó con la mamada, mientras el Peta agachado por debajo de ella, le chupaba la polla y pasaba su lengua por los huevos y la raja del culo. El colega no le bastaba con mover la pelvis, le agarraba con fuerza de los pelos, mientras como un animal empotraba cada vez con mas furia la polla dentro de la boca del travestí.

– Antonio:. ¡Pedazo de puta guarra! … comete mi verga entera, perra calienta pollas y zorron, … ¡Ufff! … ¡Como me has puesto la polla!

– Peta:. ¡Que culo tiene la guarra! … no veas colega, como tengo el vergajo.

– Antonio:. Mira tronco, … como le follo la boca con mi nabazo, … ¡Ahhh!

¿Que le estás haciendo a este putón desorejado? … ¿Eh?

– Peta:. Le estoy saboreando este culito tan rico que tiene, lamiéndolo y comiéndoselo con mi lengua.

La travestí dejó libre la verga, se la sacó de la boca y se subió hacía arriba para comerle la boca al Antonio. El Peta miraba ese miembro erecto con deseos de vicio, de metersela en la boca y pegarle un mamazo en toda regla. A esas alturas ya le daba igual ocho que ochenta, a lo que se refiere a los tíos, se había dado cuenta en lo mas profundo de su ser, que disfrutaba mas con un buen nabo y un culo de hombre, que meter la polla en un coño, … aunque no despreciaba tirarse a una piva de vez en cuando. Desde que nos pegábamos nuestras salidas furtivas, le había abierto los ojos a otro mundo de corrupción, morbo oscuro, calentura al límite, vicio desenfrenado, … y de que nada era imposible hacer con tíos, tías, travestís, … si nos lo proponíamos.

Mientras se daban el morreo con lengua incluida, el Peta colocó su polla a la altura de sus bocas, disimulando como el que la pone cerca de los labios de celia, rozando sin querer los del amigacho y de paso por si colaba, y caía una mamada a dúo. Por Antonio no era el efecto deseado, ya que retiraba la cara hacía un lado, … pero en cambio Celia la a atrapaba entre sus labios y se la chupaba la muy cerda, acercándola a cosa hecha a la boca del colega, para así rozarla como fuera con su cara.

Antonio seguía con los ojos tapados por el pañuelo, mientras celia se tragaba la polla del Peta y besaba al mismo tiempo los labios de su amigo, … el Peta se acercó al oído de ella y muy bajito le dijo unas palabras para que no se enterara Antonio.

– Peta:. Escuchame, … (susurrando)... muy pronto éste, ta va a echar mano al coño, y se a dar cuenta, que te cuelga es un nabo, … así que si se pone chulo, sígueme el rollo aunque se descontrole la situación, … sigue con el teatro, ¿ok?.

Celia asintió con la cabeza sin sacarse la verga de la boca, ella seguía a lo suyo, que era darme placer en el cipote, y a besarle los labios a ese pedazo de macho buenísimo y muy varonil. Las manos de Antonio no se estaban quietas, como un pulpo tocón no paraba de toquetear a Celia por todas partes, y como era de esperar le echó mano entre las pierna y ahí se descubrió todo el pastel, … que no era chico, por que al travelo le colgaba un vergajo de bastante consideración.

(Antonio se quitó el pañuelo de los ojos)

– Antonio:. ¡Jodeeeeeeer! … ¡Coñoooo! … esta guarra es un maricón.

– Peta:. ¿Que? … no jodas colega, … ¿No me digas que es una puta con rabo?

– Antonio:. ¿Pero no te lo estoy diciendo? ... que le he echado mano al coño, y no veas la sorpresa que guardaba el mamonazo … Espera … espera … esto es cosa tuya … ¿No mamón?

– Peta:. Bueno … como se que te gustó follarte, a la travelo esa en el polígono, donde las putas, … pues … pensé que … por que no darnos una fiestecita con esta.

– Antonio:. Jajaja … pero … ¡Que cabrón eres colega! … cada día me sorprendes mas, eres un vicioso de cojones tronco. ¿Que quieres verme como me tiro a esta guarra maricona por el culo?

– Peta:. Si, … quiero mirar como violas al travestí, … como sufre mientras le metes la polla, que lo sometas y le obligues a hacer lo que tu quieras cabronazo.

– Antonio:. ¡Ufffff! … ¡Como me pone pensarlo! … ¡Que gusto tío! … Mira como se me ha puesto el cipote con imaginarlo solamente.

– Peta:. Pues hazlo chulo putas, … demuéstrale quien manda aquí, … comportate como un verdadero macho vicioso y dale fuerte.

– Celia:. ¡Si! … dame papi … haz conmigo lo que quieras, … ¡Quiero gusto! … ¡Quiero disfrutar con vuestras pollas!

Antonio era aún mas chulo que el Peta, un tío que se le veía muy macho, por la forma de ser, las posturas, los gestos al hablar, … un tío que no se achantaba por nada, ni por nadie, un verdadero hijo de puta cuando se lo proponía y un excelente amigo y colega de sus colegas. El Peta me había hablado bastante de él, no era de mi circulo de amigos mas cercano, pero aún así el tío se comportaba y me respetaba cuando coincidíamos. Físicamente el cabrón estaba cuadrado, tenía unos bíceps y una tableta de chocolate en el abdomen, que quitaba el hipo verlo en verano con el bañador en la playa. Moreno de piel, 1´80 de estatura, con un cuerpazo buenísimo, bien formado, el culo respingón, fibroso como el de un patinador de hielo, la polla descomunal, circuncidada, gorda, grande, venosa, con un capullo granate lindo, y una cara de pícaro malo que pone cachondo a todo el que le guste un buen tío. Además el mamón no se cortaba de nada, decía las cosas claras, sin rodeo, tal como las pensaba las decía y no le importaba si te caían bien o mal.

– Antonio:. ¿Y para ti colega, que quieres? … ¿Quieres vicio a tope y del bueno?

– Peta:. Quiero de todo hermano, … Quiero placer, … Quiero disfrutar al máximo, … Quiero vicio, … vicio de verdad colega, … sin vergüenza de nada y dejarnos llevar gozando del momento.

– Antonio:. Ok, hermano, … mañana será otro día, hoy vamos a pasarlo bien. Pero, … tú lo has dicho, sin corte ninguno, … sin límites.

– Peta:. Sin límites.

– Antonio:. Vale, … ya te puedes ir poniendo las bragas de esta puta maricona, quiero verte humillado, como una perra de mierda suplicando a su amo, … a mí, … a su macho, … que te folle por el culo.

Ahí empezó la jodida desenfrenada de vicio, ahora Antonio tenía el control de todo el cotarro, mandaba y decía lo que le salía de los huevos, y los demás obedecían sin rechistar.

Se subió encima de celia que estaba tendida boca arriba en la cama, sentó su culo en lo alto de sus hombros y le pegó dos bofetadas, que le marcó los dedos en la cara. Había empezado a reaccionar el machote, salía a relucir el lado oscuro del colega, era el puto amo y a costa de lo que fuera, él iba a disfrutar. Después se levantó, la cogió por los brazos y la zarandeó. Enganchó con sus manos los pelos de Celia, la levantó de la cama, se la llevó a una esquina empotrándola contra la pared, y puso su brazo oprimiéndole el cuello en tono amenazante.

Para entonces, el Peta ya estaba arrodillado encima de la cama, de espaldas a ellos, mostrando su goloso culo en pompa, con las braguitas del travelo puestas y transparentándose las nalgas y el boquete a través del encaje.

– Antonio:. ¿Lo ves pedazo de zorra? … ¿Estás viendo como mi amigo está deseando que le meta mi polla? … ¡Pedazo de maricón! … ahora ya no eres tan macho, ¿Verdad? … ¿Lo ves putón? … ¿Lo ves?

– Celia:. Si.

– Antonio:. ¿Si, que puta?

– Celia:. Si … lo veo … Amo mío … Macho mío.

– Antonio:. Así me gusta pedazo de guarra, … y ahora obedeceme, … ve hacía mi colega el maricón y comele el culo con tu lengua. Preparale el boquete bien a fondo, … que me voy a tirar ese culo que tiene de macho.

Como una perrita, la travelo obedeció al macho de su amo, se agachó delante del trasero del Peta, y comenzó a lamerle el agujero por encima de las bragas. Llenó de saliva todo el contorno, le daba bocados con los dientes en los cachetes, los lamía, los chupaba, y mientras tanto se metía los dedos de la mano por la raja de su culo. El coleguita miraba la escena de lejos, apoyado en la pared se tocaba la polla, la cogía con la mano magreándosela compulsivamente, con la boca babeandole del calentón y el colocón que llevaba encima. Los hilillos de pre-cum que se le escapaba por el capullo, rebotaban en el suelo en forma de gotas, se escuchaba el sonido de su mano, frotando aquel vergajo todo mojado y super empalmado, con el cabezón apuntando al techo.

Antonio se acercó a los dos viciosos, se colocó a la altura del culo de su amigo, agarró cada lado de las bragas, que tapaban los cachetes del Peta y las desgarró de un solo tirón. Cogió la cabeza de Celia por los pelos y la hundió en el boquetón del ano de su coleguita. Le guiaba la boca a lo bestia, la subía, la bajaba, la hundía, la empotraba con lengua incluida, sometiéndola a la fuerza a que le follara el culo con su boca. Celia comía, lamía, chupaba el agujero sin poder respirar, mientras le cogía al Peta la polla, que le colgaba bien gorda. Se la masturbaba salvajemente presionando el tronco, estirándosela hacía abajo hasta el tope y haciéndole daño.

– Peta:. ¡Que gustazo de lengua tienes zorra! … Ahhhh … ¡Como estoy cabrón! … ¡Calentón perdido! … ¡Vicioso!

– Antonio:. Mira como estás disfrutando hermano, … y esto es el principio, … verás que bien te lo voy hacer de pasar, vas alucinar en colores, … hoy me harás lo que yo te pida, y todo lo que te mande. ¿Me has entendido puto? … ¿Me has escuchado?

– Peta:. Si, … lo que tu quieras cabrón, … Ahhhh … todo lo que mandes, yo te obedeceré.

Antonio subió a la cama tumbándose delante de la cara del Peta, se espatarró de piernas todo lo que pudo, cogió con una mano su polla gorda, dura, empalmada, y con la otra agarró de los pelos a su colega, y le obligó a mamársela. La escena era de lo mas caliente, … el tío, como un vaquero domaba a su potro, lo montaba follandole la boca, mientras elevaba las caderas con movimientos bruscos y retorciéndose de placer al ver a su amigo del alma, al colega super macho, al hombre que alardea de romper coños y de tirarse a pedazos de tías, … chupando una polla, su polla, tragando cipote como una maricona loca.

– Antonio:. ¡Eh! … travelo de mierda, … follatelo por el culo … ¡Ahhh, Que gusto de boca! … puta, métele la polla en el boquete … ¡Ufff! … ¡Mama! … Sigue marica come pollas, que seguro que no es la primera que te tragas … cerda, guarra, putón, … ¡Que placer Peta, colega!

– Celia:. Voy a meterle la polla por el ano, … ¡Mirame macho mío! … Mira como me follo por detrás a tu amigo.

– Antonio:. ¡Si! … ¡Follatelo! … Que bien me comes la verga, se nota que tenías ganas de pillarmela mamón, dime tío, … ¿A quien mas se la has chupado? … ¿Eh bujarrón? ¿A quien le has mamado la polla, que yo conozca?

– Celia:. Jajaja … ¡Que hijo de puta estás hecho!

– Antonio:. ¡Dimeeee! ¡Cabrónnnn! (Sacándole la polla de la boca y gritando mirándolo)

– Peta:. A unos cuantos, … en el parquecillo por la noche, … te sorprendería saber cuantos de tus colegas, que tanto presumen de machos y de hombría, … y lo pronto que se dan la vuelta, para que me los folle por el culo. Pero como veo que eres un sádico vicioso, y me has quitado la poca dignidad que tenía de macho, te diré para que te joda, … que el tío que me ha dado mas gusto follarle el culo, ha sido a tu hermano Ruben, que está hecho una maricona buena y lo que le gusta tragarse mi semen, mientras me corro en su boca.

Antonio se quedó mudo al oír las palabras del Peta, su hermano Ruben solo tenía 18 años, aparentaba mas edad, por que el chaval estaba todo el día en el gimnasio trabajándose el cuerpo, y se había puesto como un tren de bueno, pero no dejaba de ser un adolescente.

– Antonio:. ¿Y dime cabrón, como te lo follaste?

– Peta:. Me lo follé a él y a su amigo Koke, … tu hermano tiene una buena polla, pero el culo del amigo, es para correrse de gusto dentro. Pero, eso si quieres te lo cuento después, ahora sigamos follando nosotros y aprovechemos el ciego tan guapo que tenemos, … ¿Ok?

– Antonio:. Ok … sigamos jodiendo, … con lo que me has dicho de mi hermano y el Koke, el calentón me ha subido al tope y tengo ganas de hacerte perrerías colega.

La tensión subió al límite, el ciego de bebida, porros, drogas duras, mezclado con la adrenalina de los tres, culminó en un juego vicioso y desenfrenado. Ya había desaparecido la vergüenza, el corte, el reprimirse y se habían dejado llevar por la lujuria, por los deseos mas oscuros, haciendo de todo y con todos.

El Peta estaba recibiendo, una buena dosis de polla por el culo de parte del travelo, mientras tenía agarrado por los cachetes el culo de Antonio, que lo chupaba a lametazos metiendo y sacándole la lengua en una follada bocal. Le comía el culo como si fuera el único en el mundo, hacía tiempo que le tenía ganas, esperando el momento adecuado con un buen calentón, a que se dejara llevar y hacer lo que su coleguita quisiera.

Poco tardó Antonio en gemir, chillar, y gritar de placer, se retorcía de gusto al sentir la lengua del Peta lameteando su ano, era un gozo que no sentía desde que se lo chupó, aquel travestí putón en el polígono, cuando se la follaron el Peta, él y su amigo Javi.

– Antonio:. ¡Que gozada! … me comes el culo mejor, que la puta travestí aquella que nos tiramos en tu coche, … ¡Que mamonazo estás hecho hermano! … ¡El que llora no mama! Y tú se ve, que has llorado bastante hijo de puta.

– Peta:. Jajaja … Pero que cabrón eres, y que bueno está este culo que tienes, … Te voy a partir todo el sieso a cipotazos hermano. Y por cierto cabrón, … a la travestí nos la violamos los tres y a lo bestia salvaje, y encima no le pagamos la follada.

– Celia:. Que grandes hijos de puta sois, … y que morbo, … tres pollas jodiéndome por todos los lados.

– Antonio:. Jajaja … ni un puto duro le dimos, ahora se hartó de chupar nabos, … nos la tiramos uno detrás del otro sin tregua ninguna, ¿Y sabes travelo guarra? … hasta intentamos meterle las tres vergas a la vez por el culo.

– Peta:. Ahí, nos pasamos colega, como gritaba la travestí de dolor, … la agarrábamos para que no pudiera escapar y obligandola a follar a la fuerza. Hermano, quiero que me pidas que te la meta por el culo, … ¡Pídelo cabrón!

– Celia:. ¡Si! … pídeselo machote, … suplicale que te folle el culo mamón.

– Antonio:. ¡Follameeeeeee! … ¡Ábreme el boquete! … ¡Parteme el culo con tu polla, y envergamelo tío!

– Peta:. Tu lo has pedido colega.

Lo empotró contra la pared, separó sus piernas como si lo fuera a cachear, apoyó sus manos en los hombros y lo inclinó un poco hacía abajo. Colocó la polla en la raja del culo de Antonio, se la restregó varias veces para mojarle el ano, con las babas de pre-cum que le salían por el capullo, apuntó en el centro del boquete y se la clavó de una sola embestida. Era un animal follandole el culo, un potro desbocado, la metía como un salvaje, mientras chillaba del dolor tan grande que sentía en su ano. El Peta estaba fuera de si, sin control, daba miedo verle la cara desencajada por el placer, con el cuerpo chorreando por el sudor e intentando callarle la boca a su colega, tapandosela con la mano. Tiraba con fuerza de la cabeza hacía atrás, ejerciendo poder sobre él, al mismo tiempo que taladraba con su verga, las paredes anales de su mejor amigo y sacaba de su agujero la pedazo de polla llena de sangre. Lo había desgarrado por dentro, le estaba dando en el trasero lo que no hay escrito y muy cabrón de Antonio gozaba entre gritos, moviéndose y disfrutando de la follada del colega.

Delante del nabo de Antonio se arrodilló Celia, cogiéndolo con la mano lo pajeaba sacándole los chorros de líquido, que se le salían por el cabezón. Acercando su boca al manjar delicioso y húmedo, se la tragó de un bocado, no cabía en sus mandíbulas ese grosor, que tenía el cabronazo en la polla, contra mas la chupaba, mas pre-cum le salía por el glande del gusto, que le estaban dando la puta travestí por delante y su colega del alma por detrás. Parecía un río de liquido la verga de Antonio, hasta el punto de que el travelo tenía la cara y la boca guarreadas de babas. La visión panorámica que tenía Celia, de los dos colegas machos chingando, era de completo morbazo, … el culazo del tío chulo totalmente envergado, por el Peta su colega, su hermano, su amigo de andanzas, que le estaba petando ese agujero anal que tantas ganas tenía de encipotarlo.

– Peta:. ¡Que culazo! … ¡Que gusto hermano, chulo, cabrón! … Te tenía ganas desde hace tiempo colega.

– Antonio:. ¡Ahhhh! … ¡Como me duele maricona! … pero hoy estoy vicioso perdido, desfasado por completo, … ¡Dame fuerte Peta!

– Celia:. ¡Que polla mas rica papi! … me pone guarra, caliente, putona, … ¡Que gustazo me da, que a un tío tan bueno como tu, se le moje tanto la tranca! … ¡Mmmmm! … ¡Macho, que placer!

Pasaron varios minutos así, hasta que cambiaron la postura y cambiaron también los papeles.

Tumbado en la cama boca arriba, se puso Antonio a la espera del culito de su amigo Peta. Este no tardó demasiado en encalomarse la verga del colega dentro del boquete, sentándose y cabalgando sin parar arriba y abajo.

– Antonio:. Si tu tenías ganas de tirarte mi culo, mas tenía yo de follarme el tuyo mamón, … romperte el sieso y destrozarte el boquetón a pollazos. ¡Ufff! … amigo, que pedazo de ciego vicioso y mas bueno tengo en lo alto, … ¡Estoy de puta madre!

– Peta:. Ya te dije hace tiempo, que no me conoces bien chaval, … lo guarro, vicioso hijo de puta, que puedo llegar a ser, … ¡Dame mas fuerte mariconazo! … ¡Rompeme el culo! … ¡Ahhhh! … ¿O quieres que te cuente, como me follé a tu hermanito Ruben? … ¡Menudo chupa pollas está hecho tu hermano!

– Antonio:. ¡Toma maricona! … ¡Traga! … ¡Ahhhh! … ahora te vas a enterar pedazo de guarra come pollas. Tú, … travelo de mierda, … metele la polla a mi colega en el culo, que nos lo vamos a follar los dos. Te vas a acordar Peta, del día de hoy, … no te vas a sentar en una semana mamonazo.

La travelo obedeció la orden con gozo y alegría, metió los dedos por un lado del agujero y lo abrió hasta dar con la medida, para que cupiera su nabo. Fue introduciendo su polla muy despacio, clavandola suavemente, sin prisas ninguna, … y cuando ya la tenía dentro del todo, comenzó a joderle el culo como una fiera salvaje. Le agarraba de los pelos, acercándole la cara a la de su colega Antonio, recostada encima del cuerpo del Peta, haciendo presión sobre él y obligandolo a juntar sus bocas, las bocas de dos pedazos de hombres machos.

Antonio le escupía al Peta en los labios y este se lo devolvía con otro escupitajo, para luego pegar sus bocas y darse un bestial morreo. Las lenguas rebañaban la saliva del otro, mezcladas con la suya propia, y las introducían en sus bocas saboreando al macho, que tenían enfrente el uno del otro.

El gustazo que sentía el Peta, lo tenía sin control alguno, estaba poseído por el vicio y el placer, retorcía los pezones de su colega, hasta el punto de hacerle gritar de dolor. Le pegaba bofetadas en la cara, le escupía por todos lados, le daba golpes en el pecho y le metía tres y cuatro dedos por la boca para que se los chupara. A todo esto, no dejaban de violarle el culo sin darle cuartel al agujero, que para entonces estaba mas abierto que una plaza de toros y nunca mejor dicho, … empitonado a tope.

Cuando el peta se cansó de tragar pollas, quiso ir mas lejos con sus juegos sádicos y oscuros deseos viciosos. Llevó a los dos a un lateral de la cama, los inclinó tumbándoles el pecho en el colchón y dejando bien en pompa los culos de Celia y de su amigo. Agachó la cabeza para comerle los boquetes, uno detrás del otro, alternando los lametones, degustando los sabores de aquellos siesos y dilatándolos para su sucio deseo.

Le metió la polla primero a su colega, se meó literalmente dentro del agujero, llenandole de orina caliente toda la cavidad anal, mientras le acercaba la cara al travelo y le hacía de beber las gotas amarillas que se escapaban del culo de Antonio. Cuando terminó de mear, se limpió el cipote en el sieso de la travestí, y le pegó una follada, que la perra caliente chillaba por la brutalidad del colega. Zumbándole el trasero a Celia, se limpió a conciencia bien la polla, mientras veía a su amigo Antonio agachado en el suelo, expulsando por el culo los chorros del meado y formando un charco de liquido amarillo debajo de sus posaderas.

Los arrodilló a los dos pegados a él, agarró las cabezas por los pelos, pegó sus labios a su trancazo y los sometió a masturbarle el cipote con con sus respectivas bocas. Así tuvo a los dos, hasta que le vino el golpe de semen, hasta el momento que el sintió que la vena de su polla, se hinchaba, engordaba, le explotaba, y pronto el recorrido de la leche caliente, iba a terminar derramada en sus sucias caras y en sus guarras bocas. Ocurrió tal y como el quería, se corrió en una tremenda paja bucal, acompañado de grande gritos de placer, apretándole y presionando sus cabezas contra el tronco de su cipotón, y derramando en las bocas espesos goterones de semen caliente. Hizo que su colega Antonio abriera bien la boca para recibir la polla chorreando que le gobernaba la entre pierna, y para que la secara toda entera, obligándole y por que le salía de los huevos.

Mientras su amigo daba un perfecto limpiado, al rabo que tenía en la boca, el travestorro se agachó entre las piernas de Antonio y como una perra mamona, se empeño en sacarle la leche de los huevos a toda costa. Se la cascaba la muy zorra, al mismo ritmo que le chupaba la polla al colega del Peta, … a ese pedazo de macho que la había dado tanto placer, … a ese tío que estaba tan buenísimo, … el chulazo que la había sometido a sus caprichos y la ponía tan caliente, sacando la guarra que llevaba dentro.

La corrida no le tardó mucho en llegarle al coleguita, la boca de mamona que tenía la putona, no era para menos, años llevaba haciendo la carrera de puta para pagarse las operaciones de cambio de sexo, y experiencia no le faltaba a la zorra. Todo el esperma, que salía de verga del macho, … se lo tragaba, … se lo bebía, … lo engullía garganta abajo hasta el estómago y sin desperdiciar una sola gota. Ya podréis imaginaros la expresión en la cara de Antonio, de gozada plena, sin soltar de su boca la polla del Peta y derramándose de gusto en el hocico de la puta travestí.

Cuando Celia estaba lista para correrse también, el Peta la apoyó contra la pared sentándola en el suelo, con el trancazo apuntando al techo, y esperando haber, lo que se le había ocurrido ahora al cabronazo. Miró a su amigo con ojos lascivos y llenos de lujuria, lo cogió por los brazos y lo sentó encima del nabazo del travelo, el cual entró sin ninguna dificultad hasta los cojones.

– Celia:. ¡Que gustazo cabrón! … Me voy a correr dentro de ti, macho, … chulo de mierda, … me tienes loca de placer.

– Antonio:. ¡Hermano! … Te pone todo burraco verme, como me follan el culo mamón, … ¡Que gozada de día colega!

– Peta:. Me encanta, … disfruto verte a la altura de una mierda, … ¡Cabronazo! … Vacila ahora y chulea de romper coños, maricona.

– Celia:. ¡Me corrrooooo! … Papi … ¡Ahhhh! … ¡Toma polvo, mamón!

– Peta:. Yo … tan … bien … ¡Ahhhhhhhhh! …. En toda la cara que tienes de chulo, … ¡Siiiiiiiii!

– Antonio:. ¡Cabroneesssssssss! … ¡Que pajote! … ¡Me voy! … ¡Me corrrooooo! … ¡Ahhhhhh!

Rendidos en la cama, se encendieron un petardo y se relajaron un poco hablando.

– Antonio:. ¡Que pasada tío! … He gozado como nunca tronco, ni me imaginaba que fueras tan fuerte hermano. Mira que nos conocemos de años, pues ni por asomo podría pensar, que pasaría lo que ha pasado hoy. ¡Por que no me has contado nunca estos vicios tuyos?

– Peta:. ¿Estás loco? … ¿Sabiendo como tu eres? … Venga ya colega, cuando tu siempre estás metiéndote con los maricones y haciéndole putadas.

– Antonio:. Pues a mi hermano, si que te lo tiraste cabrón y se lo dijiste.

– Peta:. Lo de tu hermano Ruben, es diferente, … él llevaba ya tiempo detrás de mi polla, tenía ganas de chupármela y de que le diera una buena follada en el culo. Además, solo ha pasado un par de veces y por que surgió el momento. Pero te diré una cosa, … como chupa la polla el Koke, nadie tío, … pero tiene que ser obligandolo, por que cuando le entra el cague, te pega una mamada, que te tienes que correr del gusto colega.

– Celia:. Pues haber si me lo presentas papi, y organizamos una fiestecita en mi casa.

– Antonio:. Esa es una buena idea tronco, me pone cachondo pensar, en tirarme al coleguita de mi hermano y ya de paso, no me desagrada nada la idea de follarme a mi Ruben por el culo … jajaja … ¡Que hijo puta soy! … y que vicioso me estoy volviendo.

– Peta:. Jajaja … Son las junteras conmigo, … y ahora que todo da igual, te vas ha enterar de lo que es disfrutar del sexo a tope.

– Celia:. El fin de semana que viene, mi hermana esta de cursillo en Barcelona, si queréis podemos quedar y la formamos buena en mi casa.

– Antonio:. Por mí dabuten.

– Peta:. Y por mí también.

Continuará