El grupo de Victor (12: El Chato ... violación?)

Los dos negros entraron en el dormitorío y encontraron una grata sorpresa ...

EL GRUPO DE VICTOR (12)

(EL CHATO … VIOLACIÓN O GUSTAZO)

(Una hora antes de la fiesta)

En mi coche íbamos David y el Nene. Teníamos que recoger de paso al Chato, que ya me había llamado muy interesado, en no perderse la fiesta de cumpleaños de nuestro amigo. Nada mas llegar al sitio acordado para recogerlo, y cruzar la mirada con él, me dí cuenta que ya venía hasta el culo de todo, … de drogas y alcohol. David se bajó del coche y se cambió de asiento, para ir detrás con el Nene y dejar al Chato de copiloto, … mas que nada por que él sabía, que me gustaba admirar, el paquete del chaval desde el asiento del al lado.

Todo el trayecto a la casa rural, no paró de hablar y tocarse la bragueta. Nos contaba que se había encontrado con el Peta y Celia, mientras estaba esperando que lo recogiéramos.

– Chato:. Oye … ¿El Peta viene a tu fiesta, no?

– David:. Pues claro tío, … Ya quedó con nosotros esta mañana, de que iba con un colega suyo y con una piva amiga de él.

– Victor:. Seguramente iban a recoger a Antonio, el amigacho del Peta, que vive por detrás de tu bloque.

– Chato:. ¡No veas tío, como está de buena la piva que iba con el Peta! … A esa si que le echaba yo, un buen polvo colega.

– Nene:. ¡No jodas tronco! … ¿Y como es la tía?

– Chato:. ¡Tiene un culo y unas tetorras, que de gusto me corría haciéndome una paja entre sus peras! … tronco, lleva una faldita, corta, corta, que apenas le tapa el potorro y super pegada al cuerpo … ¡Uff! … no veas como me ha puesto en un momento la tía.

– Victor:. Jajaja … Ya te veo colega.

– Chato:. Jajaja … Se me nota, ¿eh? … ¡Mirame el paquete! … ¡Mira!

– Victor:. ¡Ya! … ¡Ya! … Si no he parado de mirartelo ¡coño! … jajaja.

El Chato era muy golfo, siempre sabía darme en el punto, para calentarme y ponerme cachondo. Por eso me encantaba salir de marcha con él, era como mi debilidad, hacía muchas veces lo que quería conmigo, y a mí en el fondo me gustaba.

Llevaba dos años, haciendo el servicio militar profesional, destinado en la ciudad, y así fue como lo conocí, … pero esa es otra historia.

Cuando estaba a solas conmigo, a él le encantaba, que yo me comportara como una maricona guarra y viciosa. Lo cierto es que no me costaba mucho comportarme como tal, ya que con un niñato como el Chato, … con un cuerpo buenísimo, … esa cara morbosa de guarrón, que te ponía cuando te follaba, … el pedazo de cipote tan grande que tiene, que no le cabe al niñato entre las piernas, … y sobre todo lo cachondo que me pone, cuando me habla en la cama esas cosas guarras.

(En la fiesta … dos horas después)

Cuando salí del dormitorio de David, me fijé que el Chato estaba sentado solo en un rincón, y decidí acercarme a él.

– Victor:. ¿Que te pasa Chato, que estás tan solo?

– Chato:. Pero … ¿Que es lo que te traes entre manos, con el David y el chaval de su vecino?

– Victor:. Jajaja … ¿Yo? … ¿Por que lo dices tronco?

– Chato:. Venga ya tío, … ¿A quien quieres engañar? … He visto como entrabas en la habitación detrás de ellos, te has tirado tres cuartos de hora dentro, y ahora sales todo acalorado, con una empalmaera de cojones y el paquetón super descarado marcado en el pantalón.

– Victor:. ¿Como te fijas en mi entre pierna colega? … ¿Se me nota mucho?

– Chato:. Un poco tronco, … pero no te preocupes, aquí el que mas o el que menos, tiene la tienda de campaña alzada y un calentón de cojones. Mira la tía que viene con el Peta y su colega, … Lleva toda la noche dando el espectáculo, y como siga así calentándolos, se la van ha follar ahí mismo.

– Victor:. Jajaja … Pues sí, que no para la piva de echarle mano a los paquetes.

– Chato:. ¡Espera, que todavía hay mas!, … El Luis, con las bromas, se está hartando de meterle mano en el culo y en el paquete al Jaime y a su coleguita ese, … el Champi, … creo que me ha dicho que se llamaba el nota. Que por cierto lo he visto por el cuartel, echando los papeles para lo de soldado profesional.

– Victor:. Que por cierto, … está tremendo de bueno el tío. Y tú, … (echándole mano en el paquete) … ¿Como estás colega?

– Chato:. ¡Quita maricón! … (quitándome la mano de su entre pierna) … Que el Delio y el primo, se van a coscar de todo mamón.

– Victor:. ¡Ya! … a ti lo que te gusta, es que nadie sepa que te encanta follarme el culo, y que te chupe la polla una maricona viciosa como yo.

Además, … tú sabes, que a mí me gustan las cesiones privadas.

– Victor:. ¿Te apetece una de esas cesiones ahora?

– Chato:. ¡Hombre! … Si me invitas, a nadie le amarga un dulce ¿no?

– Victor:. ¡Anda cabrón! … Ven conmigo, que te voy a enseñar unas fotos, que he hecho con mi cámara.

Dejamos los colegas a su bola, hablando y bebiendo en el salón. Nos fuimos en dirección a los dormitorios, pasando junto a la habitación, donde estaban David y el Nene. Abrí la puerta y le enseñé al Chato la escena, que tenían montada el cumpleañero y el niñato de su vecino.

Al Chato se le pusieron los ojos como platos, al ver la postura en que estaba el chaval, con el culo totalmente en pompa, tragándose un consolador inmenso y follándose el boquete, a una velocidad bestial, … mientras David lo miraba embobado.

– Chato:. ¡Joder! … lo que le cabe al niño en el culo, … mira como le mete entero el consolador, … ¡No tiene que ser guarra el niñato!

– Victor:. ¿Te gustaría tirártelo? … ¿Meterle tu polla, en ese boquete que tiene?

– Chato:. ¡Pues claro tío! … me encantaría meterle mi polla por el culo, junto con la tuya, los dos a la misma vez colega.

– Victor:. ¿Estás cambiando los coños, por los culos de maricas? … jajaja … creo que no deberías salir tanto conmigo.

– Chato:. ¡No! … Vamos a ver, … Tu sabes que a mi me gusta follarme a una tía, con un buen coño y unas peras grandes. Lo que pasa, es que yo soy muy guarro y muy vicioso, … y de vez en cuando, disfruto tirándome por el culo, algún maricón como tu … jajaja … Me da un gustazo increíble, meterte la polla a ti, … a un colega que no se le nota nada, que le van los tíos, … un coleguita tan macho como yo, y que no va de plumera por la vida.

– Victor:. ¡Mmmm! … ¡Como me estás poniendo cachondo mamón!

– Chato:. Cachondo y todo calentón estoy yo, … tira para la habitación, que te voy a decir yo a ti, quien es el maricón y quien me va ha chupar la polla.

Entramos en uno de los dormitorios, nos tendimos en la cama y comenzamos a charlar, mientras yo le metía mano en el paquete. El se dejaba hacer, como el que no quiere la cosa, haciéndose al principio el remolón y como se dice en mi tierra, … “yo me tiendo y que me lo hagan todo”. De todas maneras, él sabía seguro, que conmigo iba a disfrutar de lo lindo y por eso se dejaba, que yo le hiciera lo que a mí me apetecía en el momento.

El Chato ya estaba listo de papeles y con un subidón de cojones, hoy me había propuesto, que iba a ser yo quien me lo follaría y le haría tragar mi leche. Espatarrado encima de la cama, con el paquetón super marcado en el pantalón, tocándoselo, agarrándolo con mi mano, poniéndole la polla super dura y toda empalmada. Le bajé el vaquero por las rodillas y comencé a comerle la verga por encima de los calzoncillos. La tela estaba totalmente mojada, por el pre-cum baboso, que soltaba por el capullo. El nota, mojaba bastante por la polla, se le ponía chorreando por la excitación cuando se calentaba, y eso daba paso al vicio y al guarreo. Le pasé la lengua a todo lo largo de la polla, terminé por mojar por completo los slip con mi saliva, hasta que el cipote se le transparentaba y se le podía ver hasta la vena mas fina de su tronco. El cabrón se abría de piernas, levantando la pelvis hacía arriba, dándome sacudidas en la cara y en la boca, con su duro nabo. A bocados, y mordiscos le quité los calzoncillos, liberando la polla empalmada del chaval, acerqué mi lengua al glande y lamí como una gata en celo. Le chupé el cipote entero de arriba abajo, metiendolo hasta la garganta, tragándome hasta la mas mínima gotita de pre-cum, que salía del capullo.

La cara del Chato era de goce total, su cuerpo se retorcía de placer a cada chupazo que le daba en la polla, sus manos se aferraban fuertemente a mis pelos agarrándolos con fuerza, sin dejar que me escapara, mientras él continuaba follándome la boca con su pedazo de rabo. La mamada era bestial, me volvía loco comerle la polla, darle placer y llevarlo hasta el límite de un buen calentón. Cerraba sus muslos apresandome la cabeza con fuerza, con mi boca hundida en su entre pierna, tragando sin que pudiera escapar y obligándome a su deseo … que en ese momento era, que le comiera a fondo la polla.

Cuando percibí que se iba a correr, y que ya no podría aguantar mas, me la saqué de la boca y me senté encima de su cipote … lo metí hasta el fondo de mi culo de una sola atacada, notando el calor de su leche inundando mi ano, mientras su capullo no dejaba de escupir chorros de semen y me los hacía tragar por el boquete de mi culo.

– Chato:. ¡Que gusto maricón! … ¡Toma polvazo! … ¿Que bueno tienes el culo colega!

– Victor:. ¡Siiiii! … Dámela toda dentro de mi culo, … ¡Que bueno estás niñato de mierda y que polla tienes cabrón! … ¡Siiiii!

Terminé como siempre y como buen mamón que soy, sacándome la polla del culo y limpiándole los restos de esperma con la lengua.

El niñato se quedó fuera de juego después de correrse, mi deseo de follarle el culo era bestial y ese momento se presentaba idóneo. Lo tumbé boca abajo encima del colchón, dejando a buena vista su culo desnudo y tan morboso, pasé sus brazos por los barrotes del cabecero y se los amarré por las muñecas. Me bajé hasta abajo recorriendo su cuerpo con la lengua, desde el cuello, pasando por la espalda y llegando a la raja que separaba sus cachetes gordos y duros. Metí mi lengua en su boquete caliente, relamí con placer aquel agujero que tanto había deseado lamer, y que ahora tenía la oportunidad.

En plena faena de chupar y lamer, pegaron a la puerta de la habitación y al segundo se abrió de par en par.

– Luis:. Victor, ven un momento a fuera, que el Peta y su colega la están liando.

– Victor:. ¡Joder tío! … que inoportuno eres colega … espera que me vista.

– Luis:. ¡Que cabrón! … ¡Que culo tiene el niñato! Ya se le veía bien rico marcado en el pantalón, pero al descubierto es mucho mejor.

– Victor:. Jajaja … ya, ya, … pues mira pero no toques hasta que yo lo estrene. Venga, vamos a ver que pasa con estos.

(Mientras en la fiesta … hablan Delio y su primo)

– Delio:. Toma el porro y pasame la botella esa de licor, que nos ha dado el Victor. No veas primo, que ciego mas guapo tengo y el calentón que llevo encima, … me arde hasta la polla colega.

– Andres:. Eso digo yo primo, … no es normal el calentón que tengo. Tu dices que te arde la polla, pero a mi el cipote me va a romper los gallumbos, de la empalmaera que tengo.

– Delio:. Jajaja … que bestia eres cabrón. ¿Te has fijado en las tetorras que tiene la piva que va con el peta?... a esa si que le pedía yo, que me diera una chupada en la polla.

– Andres:. ¡Joder! Y yo. Mira el Victor, hacía ya un buen rato que no lo veía.

– Delio:. Aquí la gente aparece y desaparece cuando le da la gana. Además, ¿no te has fijado en las entradas y salidas de las habitaciones? ¿Que se traerán entre manos los mamones estos?

– Andres:. Vamos a investigar primo, y a ver que esconden los niñatos.

– Delio:. Pues vamos, … no tenemos nada mejor que hacer primo.

Mientras yo estaba ocupado con el tema del Peta y su colega, Delio y su primo Andres, entraron en el dormitorio y vieron el estado en que se encontraba el Chato, … desnudo, … con el culo en pompa, … ciego hasta la médula, … atado a al cabecero, indefenso, … y los muy hijos de puta se aprovecharon de la situación.

– Andres:. ¡Que me maten! … ¿Este no es el Chato, primo?

– Delio:. ¡Que fuerte colega! … claro que es el Chato.

– Andres:. ¿Sabes de que me estoy acordando primo? … ¿Te acuerdas del Pablito?

– Delio:. ¿El chavalito que nos tiramos por el culo, por que no tenía dinero para pagar la coca? … jajaja … si, me acuerdo primo.

– Andres:. Yo solo te digo, que tengo una calentura que no puedo con ella.

(Durante un momento se quedaron callados, mirándole el culo desprotegido del Chato)

– Delio:. Cierra la puerta con el pestillo y no hagas ruido.

– Andres:. Esto se va poniendo interesante, … ¿nos lo vamos a follar?

– Delio:. ¿Tu que crees colega? … le voy a meter la verga hasta el estómago.

Andres cerró el pestillo de la puerta, mientras Delio se desnudaba de cintura para abajo. Cogió sus bóxer negros de algodón, y se los puso de capucha al Chato en la cabeza, tapándole la cara y dejándolo sin poder ver nada.

El negrata del Delio se subió a la cama y se arrodilló entre las piernas abiertas del chaval, separó con la mano izquierda uno de los cachetes del culo y con la derecha agarrando su pollón, apuntó en el centro del boquete y se la metió entera de una sola embestida. El grito de dolor del Chato, fue ahogado por la mano de Andres que le tapaba la boca, y con la otra le apretaba la cabeza con fuerza hundiéndosela en la almohada. El cipote del negro se perdía dentro del agujero, contra mas resistencia ponía el Chato, mas salvaje y bestial era la follada. Era una violación en toda regla, el chaval forcejeaba intentando liberar sus manos atadas, retorcía su cuerpo poniendo la poca resistencia que le dejaba Delio. Contra mas se movía, mas fuerte y violento era las clavadas de polla que le daba el negro, la introducía hasta los huevos, golpeándole con ellos el final de la raja del culo y manoseándolo con sus manos los cachetes.

Cuando Delio se hartó de petarle bien el sieso, y de dejarle el agujero mas abierto que un bebedero de patos, le tocó el turno a su primo … y por lo que se le podía ver entre las piernas, estaba mas que deseoso por pillar el culo del niñato.

Con la ropa bajada hasta los muslos y la polla en la mano, se fue derecho hacía el culazo del Chato. Se colocó encima de él, clavó su cipote en el centro del agujero y a pollazos se la fue metiendo sin contemplaciones. Le cogía los glúteos con las manazas grandes, se los apretaba haciendo presión al mismo tiempo que se lo follaba, metiendo y sacando ese pedazo de cipotón, que era aún mas grande y grueso que el de Delio. El Chato solo podía someterse y recibir las embestidas brutales de los cipotones negros de los dos primos, que se iban alternando uno detrás del otro, para tirarse el culo del chaval.

(Mientras el Chato era violado por los dos negros, yo regresaba a la habitación e intentaba abrir la puerta.)

Delio abrió la puerta y me hizo entrar al dormitorio de un tirón, cerrando de un portazo y apoyándome contra la pared. Ese momento sentí una hoja afilada y brillante presionándome el cuello, el muy cabronazo me había reducido y me amenazaba con una navaja. No entendía lo que pasaba, hasta que pude ver a Andres follándose al Chato, ajeno y sin importarle lo que pasaba conmigo y su primo, sin detenerse ni un solo momento de lo que le importaba a él, … que era seguir envergando y tirarse al niñato.

– Delio:. Si gritas te pincho tronco.

– Victor:. ¿Que pasa Delio? … buen rollo tío, … ¿Que bicho te ha picado colega?

– Delio:. ¿Bicho? … ninguno, … ahora aquí mando yo, así que desnudate y echate encima de la cama. ¿Ah …? y ni se te ocurra contarle a nadie lo que vamos hacer, … por que te busco y te mato colega. Ahora haz lo que te te he dicho y prepara el culo, que te voy a meter un viaje con la polla, que te voy a poner mirando para cuenca.

Indudablemente obedecí sin rechistar, es mas … ni hacía falta que me amenazara, ya que yo estaba loco por tragarme las dos vergas negras, pero era mas excitante no decir nada y que me sometieran a sus antojos y placeres. Para ellos, como para la mayoría de nuestros colegas, todos los del grupo eramos verdaderos machos rompe coños y yo no iba a ser el que rompiera el misterio.

Me desnudé y me tendí boca abajo a esperar que el cipotón del negro petara todo mi ano, tumbado al lado del Chato con la cabeza cubierta todavía por los calzoncillos negros y apresado por las ataduras. El cuerpo de Andres brillaba por el sudor, los goterones le resbalaba por la cara abajo, terminando su recorrido salpicando la espalda del chaval. Delio ya había introducido su polla en mi boquete, me follaba brutalmente, sin resistencia ninguna por mi parte, clavándome el nabo hasta el fondo del ano, mientras me abría las piernas todo lo que podía el mamón. Yo hacía como el que se resiste, como el que no quiere que se la metan por detrás, … pero en lo mas hondo de mi placer, estaba disfrutando como un loco vicioso. Deseaba que me inundara el agujero con su leche caliente, sentirla como recorre quemándome las paredes de mi ano, llenándome el culo de esperma negrata y correrme de gusto escuchándolo gemir del gustazo que le da follar mi culo.

El Chato dejó de resistirse, probablemente ya ni le dolería cuando le metían la polla, había desistido y se resignaba a recibir por detrás lo que le metieran. A mi lo que mas me apetecía era encularmelo con mi nabo, solo esperaba mi turno y el momento apropiado para provocar la situación, si no surgía por si sola. Pero para mi gozo llegó, y de que manera mas deliciosa.

Los espasmos de Andres anunciaban que se correría en breve, sacó el muy cabrón la polla del culo del Chato y me la puso a mi en la boca. Agarró fuerte mis pelos con su mano y me obligó a tragarme el cipote de dos kilos por el hocico, como una perra caliente. Estaba pletórico, por el culo me follaba el Delio con el pedazo de cipote gordo y super duro, y por la boca me hacían de beber su semen el primito Andres que no dejaba de soltar cuajarones de leche por el capullo.

Cuando sacó la polla Delio de mi culo, me cabía el AVE en el boquete y un par de autobuses.

No había todavía terminado de limpiar con mi lengua la polla de Andres, cuando Delio ya me estaba cambiando de postura, y fue ahí cuando se me salió la vena viciosa. Me estaba colocando detrás del Chato, para que me lo follara por el culo, mis deseos se hacían realidad, y mas placentero aún, … el primo se posicionaba detrás mía y quería probar también mi rico y delicioso ano. Ya podréis adivinar, que yo estaba encantado con la decisión de los negros, y por supuesto no iba a poner ninguna resistencia.

Atravesé el boquete del chaval con mi cipote, como el cuchillo corta la mantequilla, aquel agujero estaba totalmente abierto de par en par, le habían hecho el camino a conciencia y el ano dilataba como el solo. Al tiempo que me follaba al Chato, Andres se encargó de clavarme la verga entre nalga y nalga, notaba su tronco duro presionando las paredes de mi ano, abriéndose paso mientras me desgarraba el esfinter.

Delio le había destapado la boca al Chato, y le obligaba a la fuerza meterse la polla de él para que se la mamara. Ahí si me dió un poco de lástima el chaval, movía la cabeza como podía para no tener que comerse el cipote del negro, luchaba en vano una batalla, que ya había perdido de ante mano. Pero a la vez el morbo, de ver al chulazo del niñato, que por cojones tendría que chupar aquella polla. La chupó, a la fuerza pero la chupó, la mamó, y se la tragó entera hasta la garganta. Arcadas le daba de no poder respirar bien, Delio lo obligaba agarrándolo con las manos de la cabeza y no le dejaba que sacara en ningún momento la verga de su boca.

– Andres:. ¡Que culo tienes bujarra! … no me extraña que al Peta le encante follarte el culo maricón.

– Victor:. ¿El Peta? … ¿Que te ha dicho el cabrón de mierda ese?

– Delio:. Pues que te gusta la carne y el pescado, … osea, que te pone cachondo un buen cipote como los nuestros. ¿O no te ha gustado que te parta el culo con mi polla? Ahora, lo que no sabia tronco, es que al Chato le iba el rollo, … y me has dado una alegría, que no te puedes ni imaginar.

– Victor:. ¡Coño! … como clavas la polla cabrón, … me la vas ha sacar por la boca tío. Al Chato no le van los tíos, solo me estaba aprovechando de la situación y vosotros os habéis apuntado por la cara mamones.

– Andres:. Pues si no le van las pollas, hoy lleva una buena ración y por el camino que vamos se va ha hartar a base de bien … jajaja.

El pobre niñato, tragaba el cipote del Delio a diestro y siniestro, cada vez a mas velocidad se la metía en la boca, a lo salvaje, esperando el momento en que el negro se vaciara los huevos y le llenara la garganta de esperma.

El que me había llenado bien de leche era el Andres, que se había corrido dentro de mi culo, soltándome lo que no hay escrito e inundándome de esperma todo el boquetazo. Lo sentía caliente, quemándome el ano, como una guarra viciosa me tenía el negraco de mierda, llenándome el culo de nabo gordo y delicioso. No pude aguantar mas, del calentón se me salía el esperma por el cabezón de la polla, no podía retener la eyaculación, … así que me aferré con las manos a las caderas del Chato y a pollazos en su ano me fui vaciando a gusto, escupiendo a lechazos todo el semen que guardaba en mis huevos.

Como os dije antes, el Delio se estaba reservando una buena lechada para la boquita del chaval, y viendo y escuchando los gemidos de placer de nosotros, se corrió en el boquino del Chato. Se corría al mismo tiempo que le cerraba la boca, para que no desperdiciara ni una sola gota de aquel semen y se lo tragara por cojones a la fuerza.

– Delio:. ¡Que gustazo maricona! … tragatelo todo mamón, … ¡Ahhhhh! … ¡Siiiiiii! … ¡Ufffff!

– Victor:. Que hijos de puta sois, … sois unos cabrones de mierda.

– Andres:. Callate mamón, que te ha gustado y has disfrutado como una perra.

– Delio:. Además, … lo que ha pasado aquí, se queda aquí, … por la cuenta que os trae bujarrones. Y dile al niñato que no se vaya de la lengua, o lo rajo de arriba abajo. ¿OK?

– Chato:. Tranquilo, … que no voy a decir nada, pero … arrieros somos y en el camino nos encontraremos.

– Andres:. Jajaja … lo que tu digas chaval.

– Delio:. Jajaja … ya nos veremos colegas.

Los primos se vistieron y salieron de la habitación. El Chato y yo nos quedamos tumbados en la cama sin hablar durante unos minutos, y el silencio se rompió cuando el chaval me dijo casi pegado al oído.

– Chato:. ¿Sabes que en el fondo me ha gustado, que esos dos me follen?

– Victor:. ¡Joder colega! … si prácticamente te han violado.

– Chato:. Esa parte, la del principio, no me ha gustado mucho, … pero después, entre la calentura que tenía y el vicio que me entró, no me ha importado que tu me follaras y que el Delio se corriera en mi boca.

– Victor:. ¡Coño! … ya podías haberlo dicho antes, que llevo detrás de tu culo por lo menos dos meses y unas cuantas pajas a costa tuya cabrón.

– Chato:. Jajaja … tenía que surgir el momento, y hoy a surgido mamón. Ahora que hemos compartido fluidos carnales, te contaré algunos polvos que he echado en el cuartel, y las pajas van a ser pajotes de verdad.

Continuará ...