El gran auto cafe (3)

(confesiones/control mental/fetichismo/jovencitas) ahora me tiene completamente en sus manos, es dificil que pueda separar mi pensamiento y que cada cosa que haga, cada accion, cada sentimiento, esten ligados a las cosas que me hace pasar

este relato sera breve, pero como veran, va a umentando el grado de erotismo de el y las cosas que me hacia

despues de que me dejara enojada y llorando, la vida tenia que continuar

A la mañana siguiente me arregle para ir a la escuela, pensé un momento en el día anterior, pero el llanto había calmado ya mi coraje, Salí de la casa y  no lo vi, y la verdad me dio gusto, no quería saber de él, inclusive cambie de ruta para evitar encontrarlo, mas dudo que me estuviera esperando.

Ese día en la escuela no pensé para nada en el, pero al salir, ahí estaba el, en su atuendo particular, esperándome, mis amigas ya empezaban a sospechar algo, ya era demasiado evidente, me hacían preguntas que siempre esquivaba con alguna cosa que se me ocurría, como pude me separe de ellas para evitar una situación incómoda al estar con él, pensando que mis amigas podrían decir algo incomodo.

Me dijo que me subiera, con una orden bastante indiferente, como si fuera su empleada, yo me quedaba viéndolo desde fuera con cara de molesta, después de unos segundos de silencio dijo: “solo una vez te lo voy a decir ”  yo no sé porque, pero me subí, arranco el auto y se dirigió a la vía rápida. Yo iba molesta y quería que él lo notara, esperaba un regaño, o una explicación, ya cualquier cosa de esas podía esperar, pero él no menciono nada del día anterior. Como siempre, indiferente, como si nada pasara y como si lo el suceso no hubiera sido algo importante, ahora recapacito y pienso que quizá para él no lo fue, pero para mí fue y es aun inolvidable e inigualable.

Al fin me dijo: " dame tu ropa interior" en ese momento, se apodero de mi el resentimiento y el coraje, ¿Cómo se atrevía? le dije que no, puse de pretexto que ya casi no tenia panties, ya que él se había quedado ya con varias, sin voltearme a ver, con la mirada en el camino me dijo que no discutiera, ya que cada una que me quitaba, el me daba otra. La verdad no me había puesto a pensar en eso, el tenia razón, así que obedecí, pero esta vez no me las quite con cuidado, no trate de ser sensual, simplemente y de forma rápida, metí mis manos bajo mi falda, y me las quite, creo que hasta fui algo vulgar en mis movimientos, me las saque y se las di. Me ordeno que me volviera a acomodar en la ventana, como el otro día, no lo obedecí. Pero solo basto una mirada de él para cambiar de opinión, sentí como cuando mi papa se molestaba conmigo, la sensación de temor que sentía en aquellas ocasiones cuando mi padre me regañaba, se apodero de mí, obedecí, no me sentía nada excitada gracias al coraje y el temor que acababa de sentir.

Sentí otra vez su mano pero esta vez me era indiferente, sentí el mismo ritual de la vez anterior, como subía y tocaba mis muslos y mis pompas, como seguía la curvatura de mis caderas y sentí como bajaba mi ropa interior, pensé en hacérselo mas difícil pero recordé su última mirada, así que desistí de mi idea, logro dejármelas a la mitad de mis muslos y sentí como el ritual continuaba ahora en mi vagina, varios minutos de algo que debía gustarme, pero no era así, aunque tampoco me incomodaba. Sentí como abría mis labios y al final como metía su dedo en mí, solo hice un ligero gesto de dolor y me abalancé un poco hacia afuera, pero solo fue un reflejo por el dolor, hurgaba nuevamente pero no me estaba importando.

Mi mente comenzaba a pensar mil cosas, pero ninguna relacionada con lo que estaba viviendo, pensaba en la tarea, pensaba en mis amigas, hasta en un perro que alcance a ver en una banqueta que me hizo compararme con él, ya que yo estaba como una perrita fina en la ventana, desperté de mis pensamientos cuando sentí como sacaba sus dedos, pensé que quizá notaba mi indiferencia y se había cansado, o quizá se había molestado, realmente no me importaba. No me moví esperando su orden de que volviera a mi asiento, pero en lugar de eso, sentí algo grande y frio, no frio como  para incomodar, pero no era la temperatura de su mano, sentía como mi vagina se ensanchaba, no me dolía ya que sus movimientos anteriores, aunque no me habían excitado mentalmente, si me habían humedecido, trate de voltear, la curiosidad era mucha, vio como comenzaba a girar mis caderas y mi cuello, y me grito: "ni se te ocurra" . Ese grito, unido a la incertidumbre y al placer físico y al momento y la posición en que estaba, hicieron que me excitara rápidamente, volvía a vivir.

Lo metía y sacaba despacio, al mismo tiempo que lo giraba. Era algo que jamás había sentido. Mi humedad lo ayudaba, yo estaba ya con mis ojos cerrados y gimiendo, moviendo en momentos mis caderas en ligeros círculos. De repente, estaba yo hundida en mi placer cuando para mi sorpresa, comenzó a vibrar. Cuando sentí eso, fue tan impactante e inesperado que me levante de golpe y choque en el marco de la ventana con el cuello. El me dijo: "tranquila chiquita, esto es lo que necesitas ". Era la primera vez que sentía algo así, a decir verdad, ni siquiera había visto un juguete sexual en vivo, solo en fotografías. Era una sensación sumamente extraña, como cosquillas, lo que puedo decir es que a pesar del enorme placer que estaba sintiendo, sentí ganas de ir al baño, se lo dije,

Le pedí que parara, que sentía que no podía aguantar, le suplique que dejara de hacerlo y buscara un baño. El me dijo que no me preocupara, pero ¿cómo no iba a preocuparme, si ya no podía aguantar más?

Yo trataba de aguantar, movía mis caderas, más por aguantar las ganas que por seguir el juego. Como podía, juntaba mis piernas y las apretaba fuertemente, sentía pena con excitación, aguante lo máximo posible, pero ya no pude mas, mis piernas temblaron, mis rodillas se juntaron y mi cuerpo se encogió. Entre mis convulsiones, rápidamente saco el objeto, y como si hubiera sido un tapón que obstruía la salida, un chorro de liquido salió de mi vagina, sentía alivio y placer pero vergüenza al mismo tiempo, jamás había orinado frente a alguien. Estoy segura que le moje la mano. Con los ojos cerrados y apretando los dientes, apoye mi frente en mis manos, las cuales estaban recargadas en el marco de la puerta mientras mi trasero estaba casi pegado al asiento, el cual moje y alcance a sentir también como mis medias se mojaban, jamás había experimentado antes una sensación como esa. Seguía temblando y en cada espasmo un poco de más de líquido salía de mí.

Cuando me calme, lo voltee a ver a, estaba sumamente excitado, tan excitado que no le importo su asiento mojado, a el no le importaba eso. Voltee a ver mi asiento y estaba completamente empapado, me dio asco verlo, hice un gesto de desagrado y trate

De pasarme al asiento trasero, cuando me moví, sentí la orilla de mi falda y el frente de mis calcetas mojados, al ver que me disponía a pasarme hacia atrás, me dijo con un tono imperativo: "no te vas a ir para allá, ahí te sientas", yo lo voltee a ver con cara de ¿cómo se te ocurre?, era una tontería, era asqueroso, ilógico, al ver que no obedecía y solo lo miraba, me hablo con un tono aun mas fuerte: "siéntate ahí"

Con asco, excitación, incertidumbre y emoción, me levante un poco la falda para no mojarla mas y me senté en el asiento mojado, asco asco. La humedad se adhería a mi trasero y cuando recordaba de que era esa humedad, me daba desesperación  y hacia lo posible por no moverme. Era desagradable, como si trajera un pañal mojado. Así iba, me incomodaba cada movimiento del carro que me movía de mi lugar, me apoyaba con los brazos tratando de quitar peso de mi cuerpo al asiento, era sucio, pero era también muy erótico.

Llegamos a mi casa, apago el coche, volteo hacia mí, me tomo de la cabeza con sus dos manos, me jalo hacia él, cosa que me hizo tocar el asiento húmedo con toda mi cadera izquierda y me dio un pequeño beso en la boca, esa era la primera vez que me besaba. Sentí extraño, ternura, tranquilidad, seguridad. Curiosamente, lo que no sentí ahí fue excitación.

Agache mi cabeza, sonreí para mí, me enderece, voltee a verlo con esa sonrisa en mi boca y con los ojos de ternura mientras mi mano buscaba la manija de la puerta, la abrí y salí del auto sin dejar de mirarlo, camine en reversa hasta la entrada de la casa mientras el prendía el carro, con un gesto de melancolía, busque a tientas la cerradura de la puerta, y entre a la casa mientras el arrancaba, la cerré y me quede recargada en ella, mirando perdidamente hacia arriba y recordando lo que acababa de sentir.  Subí las escaleras dirigiéndome hacia mi recamara, cada escalón que subía, sentía la orilla húmeda de mi falda tocando mis piernas. Me desvestí, y cuando me quite la falda, sentí toda la humedad recorriendo mis muslos, una sensación desagradable, fría y muy olorosa. Me retire el resto de mi ropa y me metí a bañar, pero no me sentía completa, necesitaba más, así que tuve que hacer algo, abrí la regadera, dejando que el agua casi hirviendo cayera en la tina, llenando de vapor todo el baño, regule la temperatura del agua, metí una pierna dentro de la tina y me monte en el filo de esta, mi cuerpo estaba húmedo y pegajoso por el sudor provocado por el vapor, cerré mis ojos y veía el rostro de él, podía observar mis manos apoyadas en su pecho mientras el yacía boca arriba, veía mis brazos que presionaban los costados de mis aun tiernos pechos, podía escuchar su jadeo cuando yo me movía encima de él, echaba mi cabeza hacia atrás  y nuevamente hacia adelante mientras con mis manos tocaba mis ahora duros y pequeños pezones. Mis movimientos de vaivén lograron su cometido, sentí el calor que subía desde mi pelvis por todo el torso, hasta mi cuello, la respiración se me acelero aun mas, apreté mis ojos, me mordí el labio y explote en un intenso y silencioso orgasmo.

me siento muy motivada a seguir escribiendo, el siguiente relato sera en breve, ya que no es algo que este siendo improvisado, no es una historia que vaya aumentandose despues de cada episodio

cada vez que veo comentarios nuevos, me siento viva