El gran amor de mi vida.. 2

Continuación de mi gran aventura con Marta...

Yo me pasaba los días y las noches pensando en Marta, me encantaba ir al trabajo y encontrármela por allí, sonriendo, haciéndonos bromas.. desde ese día en su casa  no podía pensar en otra cosa que no fuera ella. Todo de Marta me gustaba. La sensación es completamente plena, porque te sientes bien con una chica que tiene tu mismo humor, que parece que te conoce y sabe lo que piensas con sólo mirarte, esa parte viril que llevaba en sus adentros la hacían parecer a veces como si fuera mi mejor amigo, y por otro lado la mejor de las amantes. Sólo los que hayan tenido una relación de amor REAL con una transexual sabe de lo que hablo, lo mejor de los dos mundos, sin los numeritos psicópatas de una mujer pero con todo el encanto de ellas, su comprensión en cada momento, su forma de tratarme…Me había enamorado perdidamente de Marta. Y Ella me correspondía de la misma manera.

Me inventé para mi novia que me habían ampliado dos horas extras cada día entresemana para poder ir a su casa al salir del trabajo o a tomar algo juntos. Éramos como novios, completamente.

El edificio donde trabajábamos de teleoperadores era de estos modernos, utilizado únicamente para oficinas y empresas, por lo que además de los 3 ascensores estaban las escaleras de emergencia del edificio pero cerradas con puertas en cada rellano, cerradas pero no bloqueadas… Durante las horas de trabajo un día se nos ocurrió escondernos durante los 20 minutos que tenemos de almuerzo, en la zona de las escaleras, donde nunca pasaba nadie y allí nos besábamos, nos magreábamos. Al poco tiempo ya teníamos como costumbre escaparnos a las escaleras en cada descanso que teníamos para disfrutar de nuestro amor, y al tercer día el vicio nos podía y nos cogíamos de las pollas pajeándonos sentados en los escalones mientras nos comíamos a besos…lo furtivo de la situación nos hacía darle un toque extra de emoción… la primera porno-aventura en esas escaleras mientras nos pajeábamos yo a ella y ella a mí, con nuestras lenguas peleando en nuestras bocas…con los pantalones medio bajados… en un momento dado mientras me presionaba suavemente los huevos con una mano y con la otra seguía pajeandome la polla se me escapó y comencé a correrme ahogando mis gemidos con su beso…Menos mal que Marta siempre se llevaba el bolso y sus pañuelitos de papel que siempre la acompañaban nos salvaban de aparecer de nuevo ante los compañeros con manchas de leche en los pantalones… cuando lograba hacer que ella se corriera si me daba tiempo bajaba mi boca a toda velocidad para poder tragar su leche y ella conmigo intentaba hacer lo mismo muchas veces. Los compañeros al principio no se daban cuenta, pero con el pasar de los días más de uno me preguntó que dónde me escondía con Marta en los descansos, siempre de forma simpática y como que toda la oficina “sabia” que entre ella y yo había algo más que compañerismo.. Un día en nuestros escarceos estando ella casi a punto de correrse y yo chupando esa polla que me enamoraba, disparó el primer disparo de leche a mi boca y oímos un ruido de una puerta. En un segundo yo estaba levantado y Marta con las bragas puestas y pantalones y entró Ramón a las escaleras: “os estaba buscando!!! Veo que estais aquí muy tranquilos con el cafetito eh?jejejeje quería deciros que mañana es mi cumpleaños y hemos quedado todos a tomar algo al salir, a ver si podéis venir!!” “Claro Ramón, allí estaremos!” le dije. “si, será divertido” decía Marta disimulando su cara de orgasmo, a lo que Ramón sonriendo salió de allí.

Yo:- “uffff por poco nos pilla…”

Marta: -“madre mía…es que nos volvemos locos amor…., además me he corrido en las bragas, aún me salía leche cuando nos estaba hablando Ramón……joder estoy toda mojada.”

Yo: - “uffff como me pones cielo, ahora mismo de pensar que llevas las bragas con esa polla apretada y llenas de leche…”

Marta: - “me voy corriendo al baño a secarme antes de que se traspase y se me note el pantalón mojado..”

Y Así hicimos, yo a mi puesto y ella a secarse las bragas en el baño. Ví que salió del baño, regresó a su ordenador y enseguida volvió al baño… que curiosidad tenía yo de lo que estuviera haciendo. Cuando ya volvió a salir de los aseos se acercó hasta mi mesa y simulando que se acercaba a mí para decirme algo, cogió mi mano y a escondidas me dio algo. Tras eso se levantó y fue ya definitivamente a su ordenador para seguir trabajando.

Como pude disimular miré que me había entregado y… eran sus bragas (¡!!) aún húmedas de su leche…se las había quitado!!! Y me las daba….que morbo todo aquello!!!. La verdad que no resistí ni 10 minutos y me fui corriendo al baño para poder verlas bien. El compañero al lado mío me miraba como pensando: ”menuda mañana de trabajo llevas majete…”. Ya en el baño encerrado me llevé esas braguitas a la cara, oler ese semen de mi amada, lamerlo…me volvía loco tener sus bragas corridas en mi cara. Toda mi vida me había encantado oler bragas de mujeres (en varios relatos lo expuse) pero estas eran las primeras de transexual que podía oler, y además mojadas de la lechita de mi Marta… las chupé como si de su polla se tratase, y pensé en cascarme una paja con ellas, pero preferí no hacerlo y esperarme a nuestra sesión de la tarde en su casa.

Ya desde mi ordenador le envié un mensaje a su móvil: “amor nunca nadie me  ha excitado tanto como tú lo haces con estas cosas…tus bragas me las quedo.”

Marta: - “te las regalo cariño, esta tarde te contaré, porque me ha tocado coger la cinta adhesiva de mi mesa para “posicionar mi cosita” que sin las bragas se me notaba el bultito….y terminaremos lo que habíamos comenzado”.

Al acabar nuestros turnos salimos juntos y decidimos ir a su casa. Allí nos hicimos dos cafés y nos metimos en su habitación ya que Janeth, su compañera scort transexual, tenía “trabajo”, siempre tenía lío por las tardes, por lo que Marta y yo nos encerrábamos en su cuarto sin molestar ni ser molestados.

Marta:- “pues esta mañana en el baño he visto que tenía las bragas tan mojadas de leche que no era capaz de secarlas ni con el secamanos de aire caliente, además no paraban de entrar compañeras y pasaba de que me vieran, por eso se me ocurrió darte una alegría y regalártelas…sabía que te iba a poner todo cerdo que te las diese sin esperarlo….jejejeje”

Yo:- “y muy cerdo que me has puesto amor…me encanta esta complicidad que tenemos los dos…”

Marta:- “sí pero al no llevar bragas se me podía notar el bultito en los pantalones, entonces he pensado y cogiendo la cinta adhesiva de mi escritorio me he vuelto  y como he podido me he situado la pollita entre las piernas sujetándolo con una especie de tanga improvisado de cinta…. Ahora me ayudas a despegarmela no??”

Yo: - “pues claro amor, a ver como ha quedado eso…”

Se bajó los pantalones y casi se me escapa una risa al ver el montaje…se había rodeado la polla con la cinta y dándole vueltas a su propia cintura y piernas se la había inmovilizado entre las piernas tal como hacía normalmente con las bragas diarias.. Qué decir sobre la situación.. en cuanto saqué toda la cinta adhesiva ya tenía su polla en mi boca y esta poniéndose dura…buffff ya estábamos en el lío. Ni acabamos los cafés. A la que me dí cuenta ya estaba ella sobre mí haciéndonos un espectacular 69 y con su dulzura dándome ese placer que sólo ella sabía hacer.. Llevábamos ya una semana de “relación de novios furtiva” pero no habíamos pasado del sexo oral, alguna vez lo comentamos pero aún no habíamos tenido tiempo de planificarlo o tener sitio libre para llevarlo a cabo. Así que de repente se levantó sobre mí, me dio un beso en la boca y me dijo: “amor lo que siento por ti es cada día mas profundo…y ahora mismo sólo quiero que me folles y sentirte dentro de mi….”

A mí sólo me salió una frase:  “Marta te quiero, quiero todo contigo…” y totalmente desnuda, se tumbó en la cama boca arriba y poniéndose un almohada bajo los riñones para levantar algo más culo, cogió un bote de lubricante (sabor fresa ponía en la etiqueta) y me lo dio para que se lo aplicara. Yo con el bote en la mano lo dejé a un lado y bajé mi cabeza entre sus piernas, y con mi lengua comencé a lamerle ese ano sonrosado que Marta tenía…Dios esta chica era perfecta en todos sus recovecos!!!... hasta me parecía que era el ano más rosita y apetecible de todos los que había visto en mi vida, incluyendo los de las mujeres con las que había estado con anterioridad. Marta era una diosa en todos los aspectos… Lamí su ano oyendo sus gemidos y respiraciones cada vez más profundas, introduje mi saliva en ese agujero maravilloso, metí un dedo y entro muy bien, ella dio un saltito, lo ensalivaba, mordía sus cachetes…me comía a mi novia enterita…. Cuando ví que ya entraban bien dos dedos y estaba todo bien ensalivado volví a coger el bote de lubricante, me lo unté bien en mi polla (aunque con todas las gotas de precum que me salen no hacía ni falta…) y apunté el inicio de mi nabo a su ano del amor….poco a poco fui presionando y entró con relativa facilidad. Ella me decía que lo hiciese despacio, que hacía un año por lo menos que nada entraba por ahí, pero ese agujerito no había perdido su memoria sexual y me abrazó la polla con todo el amor que ella podía darme. Comencé el movimiento delante y atrás con suma suavidad, tanto para que ella se adaptara a mi tamaño como para no correrme (había fantaseado con ese momento durante los últimos 8 días, me había pajeado mil veces escondido en mi casa imaginándolo… no duraría mucho si aceleraba..) Verla allí tumbada boca arriba, con sus piernas en mis manos, yo penetrándola lentamente…. Sus tetas perfectas, su carita de angel mirándome y gesticulando por el placer recibido…su polla sin ponerse erecta pero manteniendo su semirigidez… la imagen está aún a día de hoy clavada en mi memoria visual… Hicimos el amor como no lo había sentido con ninguna mujer ni nadie hasta esa fecha. Nos sentíamos plenos los dos, mi polla la invadía y volvía a salir cada vez más rápido, se oía el típico chapoteo de los embites que junto al lubricante y mi líquido seminal producían…  Marta era preciosa y ahí la tenía para mí y yo para ella. No pude aguantar mucho y me corrí mientras me agachaba para abrazarla sin sacarla de su culo. Me corrí de la manera más tierna que os podéis imaginar. Nos quedamos abrazados y cuando levanté la cabeza y la besé en los labios la miré a los ojos. Los tenía como llorosos, “te quiero, estoy super enamorada de ti…esto se nos va de las manos…” me dijo, yo volví a besarla y le dije “tranquila cielo, lo solucionaremos todo. Yo también me he enamorado de ti y ahora mismo no quiero otra cosa que no sea verte…” La situación se había vuelto muy sentimental, permanecimos abrazados durante un rato y cuando mi polla por su flacidez se salió de su ano me levanté y alcanzándole un rollo de papel higiénico que teníamos en la mesita de noche, nos limpiamos y me fui a mi casa despidiéndonos con un beso. De camino iba dándole vueltas a todo… todo esto había surgido como una aventura extra-matrimonial (aunque no estaba casado así me sentía) y de repente cada día se había convertido en mi historia de amor con Marta, mi gran historia de amor. Al principio me había excitado la idea de tener sexo con una transexual, pero ahora ya sólo veía a una mujer, era la chica a la que quería… El sexo con mi novia había ido decayendo en casa, cada vez tenía menos ganas y cuando ella me reclamaba que la follase lo hacía pero mi mente estaba con marta. Me corría sólo porque me imaginaba a Marta. Era triste, y me sentía fatal. Mi novia era una buena chica, poco cariñosa eso sí, pero así la había conocido y el año y medio que llevábamos juntos y yo viviendo en su piso de alquiler habíamos creado una monotonía y aunque la quería mi corazón era de Marta. Laura (así se llamaba mi novia) se daba cuenta de que mi actitud con ella se iba enfriando cada día. Una vez me preguntó si me pasaba algo, que ya no salíamos a cenar ni me veía enamorado ni nada, yo le quité importancia al asunto pero en el fondo de mi sabía que mi historia con Laura estaba acabada. Debí tener el valor de hablar con ella y cortar nuestra relación, pero me aterraba decirle que me había enamorado de Marta y ni mucho menos que saliese a la luz que ella era transexual… Lo dejé estar y así pasaron los días. Yo volvía a casa de Laura todas las noches pero cada vez más decaído por no estar con Marta, y Laura poco a poco se fue distanciando de mí también.

Es imposible poder contaros todos y cada uno de los momentos que vivíamos diariamente Marta y yo en el trabajo, pero recuerdo anécdotas calientes y graciosas que nos ocurrieron, por ejemplo el día que  fuimos a la máquina de café habitual a mitad mañana, siempre nos pedíamos un café con leche y nos sentábamos en un banco en la zona de descanso o nos escondíamos a hacer alguna guarrería por la oscuridad de la escalera de incendios… aquel  día pedimos nuestros cafés con leche pero sólo salío café (o la asquerosidad que sale de ahí y dice café…) pero sin leche. Por lo visto el depósito de leche se había agotado… nos miramos Marta y yo con picaresca… y antes de abrir la boca me dijo ella: “a que no te atreves???” dios mío, la complicidad que tenía con esa chica era total!!!! sin decir nada mas que “nos vemos aquí en 5 minutos ok??” le dije a lo que ella respondió “5 minutos??? Si que aguantas poco nenaza…jajajjajjajaja da igual vamos corre, y nos vemos aquí enseguida y te tomas mi “café con leche””.

Se metió cada uno en un aseo y apoyando el vasito de cartón del café en la cisterna, comencé a pajearme forzando correrme rápido y solté mi leche en el café. Ella hizo lo mismo y enseguida acudió de nuevo al banco donde estábamos anteriormente. Hicimos el intercambio de cafés y en ese momento se acercaron Miriam y Nacho, dos compañeros de trabajo que también habían parado a descansar. Y allí con una conversación los 4 totalmente ajenos a lo que ocurría, me bebía yo mi café con la leche de mi amada y ella con la mía propia. Incluso Marta en cierto momento delante de los compañeros dijo: “que dulcecito ha salido el café hoy!, esta mejor que otros días…!” mirándome y guiñándome un ojo. Amaba a esa mujer, tenía el humor y la calentura de un hombre pero dentro de una muñequita perfecta…

Esa misma tarde tomámos algo con otros tres compañeros al salir del trabajo, en nuestro mismo bar de siempre. Nos reíamos de varios relatos sobre un cliente muy extraño que había tratado Ramón, y en un momento que Marta se levantó al baño, se acercó otro de los compañeros, Luis y acercándose a mí me dijo “bueno y como va vuestro romance, ligón!!”” los demás empezaron a reírse y yo me puse algo rojo, dándome cuenta de que en la oficina todos sabían que entre Marta y yo había surgido una historia de amor. Pero nadie sospechaba la condición real de Marta, la veían como una tía buena y con la que todos se llevaban bien. Más tarde se lo comenté a Marta y le dije que a mí no me importaba, que yo la quería. Y ella me dijo: “ Si cielo, pero me preocupa que al final se filtre la información y tengas problemas en casa… ya sabes que yo te quiero pero no quiero que tu novia te haga la vida imposible..”

Yo:- “Martita mi amor, lo de mi novia no lo hemos hablado mucho, pero creo que sabes que no me queda más remedio que pensar en cómo dejarla sin hacerle excesivo daño…quiero estar contigo”

Marta:- “…de verdad??? Sería un sueño para mí, pero nunca te he dicho nada ni he querido presionarte…pero los fines de semana que no puedo verte lo paso fatal…. Y paso de agobiarte y perderte…pero si al final dejas a Laura aquí me tendrás cuando quieras..”

Yo:- “ Cariño yo también te echo de menos los sábados y domingos.. déjame unos días para que hable con mi novia e intente cortar sin demasiado daño… aunque como vivo en su piso tendré que ir buscando alquilarme algo por aquí cerca.”

Como ya era algo tarde no me daba tiempo para subir a su casa, la besé y continué hacia la mía. Al entrar no había nadie, que extraño, Laura no me había dicho nada de que iba a salir y era la hora de la cena. Como veía que no venía le escribí un mensaje y me contestó que se había ido a cenar con unas amigas, y que volvería tarde. Que cenase yo sólo en casa. Si lo hubiese sabido me habría quedado con Marta.. en fin no le dí importancia. Ya de madrugada noté como Laura se metía en la cama intentando no despertarme, pero yo haciéndome el dormido me di cuenta de todo. Olía algo a alcohol y tabaco, al parecer se había pegado la fiesta con las amigas antes de volver.

Al día siguiente Laura seguía durmiendo, entraba a trabajar más tarde que yo. Yo me levanté a desayunar, y tras mi ducha matutina me vestí para irme al trabajo pero abrí el cesto de la ropa sucia para meter una camisa del día anterior. Allí junto a ropa de dos días de ambos ví un tanga de Laura semiescondido entre la demás ropa y llamó mi atención porque sólo se lo ponía cuando ella y yo celebrábamos algo con sexo (hacía tiempo que ya no lo hacíamos claro) con mucho encaje y muy sexy. Me extrañó que se lo hubiese puesto recientemente y lo saqué del cesto. Al acercármelo vi que estaba por dentro todo manchado de flujo seco de ella, y “extrañas manchas” por el exterior de la tela… comencé a sospechar y me pareció que las manchas externas eran de semen…. Joder Laura se lo había montado con otra persona… supongo que por la noche no llegó a ver que se le habían manchado por la oscuridad, si no las habría escondido algo más… alguien se la había follado en esa fiestecita de anoche. Por una parte me dolió, pero por otra hasta me alegraba, esa iba a ser la salida de nuestra relación. Además no podía reprocharle nada, yo no le hacía caso desde que inicié mi relación con Marta y casi no la follaba… se había buscado otra polla con la que alimentarse… Al llegar al trabajo se lo conté todo a Marta y me dijo que lo sentía mucho pero que se alegraba, así  tendría que dejar mi relación para iniciar algo serio con ella. Al salir del trabajo fuimos directos a casa de Marta,  y estándo haciendo nuestro 69 de los jueves (jejejeje) le dije: “Marta, quiero que me folles tu a mí…quiero que me desvirgues (bueno me autoconvencí que como hacía tanto tiempo que me había follado una scort transexual por el culo, era como si no hubiese pasado y como era mi secreto pues nadie más lo sabía.) Marta se sentó a mi lado y me dijo : “estás seguro?? Yo haré lo que tu quieras, pero a ver si te vas a sentir extraño…” (jajajajaja extraño dice, si no sabía como pedírselo de las ganas que tenía!!!!) “Amor, házmelo con cuidado que mi puerta trasera seguro que es pequeñita… pero fóllame, ya hemos retrasado demasiado este momento…”

Nos besamos, ya estábamos desnudos así que me puso a cuatro patas, en ese momento oímos algún gemido de hombre desde la otra parte de la casa, al parecer Janeth estaba dándole buena polla por el culo a un pobre hombre que le había soltado la pasta… esos ruidos aún nos excitó más a Marta y a mí. Ella con mucha delicadeza comenzó a lamerme los huevos y siguió  hasta mi ano. Lo chupó lo lubricó, metió un dedo con lubricante de nuestro bote, mientras con la otra mano me pajeaba con mi polla colgando como si me ordeñara… me sentía en la gloria. Pero la polla de Marta aunque era del mismo tamaño que la mía (18cm) aún era demasiado grande para mi poco experimentado culo, por lo que me dijo que mejor lo dilatába con algún juguetito que tenía de su época de scort antes de penetrarme ella misma. Allí estaba yo a cuatro patas en su cama, con el culo lleno de líquidos y Marta metiéndome un dildo medianito, poco a poco. Al principio sentí dolor, pero poco a poco y con el cariño de mi chica fue transformándose en placer… cuando Marta lo vió ya más elástico, cogió su polla y me la puso en la boca, para que se la volviese a endurecer. La chupé y al poco ya la tenía totalmente dura y dispuesta. Se puso tras de mí y me dijo: “amor, ahí voy, cualquier daño o lo que sea dímelo y paro ok??” era todo un amor… “fóllame mi vida” le dije. Comenzó a meter la punta. Yo notaba la presión en mi culo, parecía que iba a entrar bien pero me dolía algo, su polla era más gruesa que el dildo que me había metido antes. Aunque se puso bastante lubricante costaba meterla, “te duele?” “no no sigue” le decía yo aguantando el dolor, que era soportable por la extrema delicadeza con la que me lo estaba haciendo. Ella aguantó dentro de mí un rato para que me adaptara a la forma de su polla una vez estuvo toda dentro, y cuando vió que mi cara se relajaba comenzó el mete-saca. Muy lento, con su boca en mi oído diciéndome que me quería, que me deseaba…. Yo suspirando sin parar. Es extraño pero con Marta haciendo guarradas siempre se me ponía dura la polla excepto cuando me la metía ella a mí en el culo, en esos momentos mi polla se quedaba siempre pequeña aunque me muriese de placer con su follada anal.. me babeaba, eso siempre, pero cuando me abría el culo la polla como que pasaba a ser personaje secundario y se relajaba. Aun así de flácida mientras Marta me follaba me gustaba que a veces me pajease a la vez, mojando su mano de mi liquido preseminal. Estuvo follándome unos 10 minutos cada vez más rápido y a mi ya nada me dolía, en cierto momento me la sacó y me indicó que me pusiese boca arriba y así hice. Con las piernas en alto sujetas por mis brazos ella me daba polla en el ano sin parar, con una cara de vicio tremenda, y a mi me maravillaba verla follarme…. Poco después por su cara vi que no iba a aguantar mucho y con la frase: “amor…me corro!!!” la ví dar unos espasmos mientras sentía toda su leche en mi interior…buffff me caliento de sólo recordarlo…me la clavó hasta los huevos y me llenó de su semen con varios embites más, mientras reducía la fuerza de estos…cayó rendida encima de mí aún con la polla dentro. La besé, la abracé… ella se levantó y sacó su miembro de dentro mío, y como mi agujero se había quedado ensanchado comenzó a caer su leche que salía poco a poco. Yo mantenía las piernas abiertas y ella con su mano en mi culo recogió la leche que iba saliendo, y cuando tuvo una pequeña cantidad llevó su mano a mi polla y embadurnándome con esa deseada leche me la mojó toda y comenzó a pajearme. Yo al ver como me masturbaba con su propia leche como lubricante manual no tardé en ponerme duro y tras lo vivido en ese momento enseguida me corrí mezclando mi semen con el suyo, cayendo chorros por nuestros cuerpos… Vivímos así mil situaciones a lo largo del tiempo, cada vez era mejor el sexo y la complicidad que teníamos.

Tras vestirnos y hasta ducharme en su casa (tenía leche seca por todo el cuerpo) nos besamos y me despedí para ir a la mía. Al llegar a mi casa estaba Laura viendo la tv como siempre a esas horas. Cenamos algo y me dijo que iba a ducharse. Estando yo en el salón de repente noté como vibraba su móvil encima de la mesa, y ella seguía en el baño. La curiosidad me pudo y me acerqué a ver qué había recibido, estaba bloqueado pero yo desde el principio de nuestra relación sabía su contraseña porque nunva había habido motivos para desconfiar (en mi móvil cambiaba yo la contraseña cada semana, claro…) y el mensaje que le había llegado era de un tal “Juan trabajo” que le decía que mañana pasaría sobre las 10 y un emoticono de un corazón….. ahí estaba el que se la estaba ventilando… en fin no podía enfadarme porque yo hacía lo mismo con mi Marta, y además la amaba, así que se me ocurrió mi plan. No dije nada y más tarde nos fuimos a dormir. Al día siguiente yo me levantaba pronto porque entraba a trabajar todos los días a las 9, y fingí ante Laura que me iba como todos los días, pero me escondí en la terraza del edificio y me senté a esperar. Desde allí mismo llamé a mi supervisor diciéndole que me encontraba mal y que esa mañana me ausentaría del trabajo, a lo que simplemente me respondió que me acordase de llevar el justificante médico cuando pudiese volver. Por supuesto escribí un mensaje a Marta y le expliqué la situación y mi plan para que no se preocupase. Ella lo entendió y me contestó un “te quiero y ve con cuidado”.

La terraza me daba una completa ventaja táctica, por un lado podía ver la entrada a mi edificio desde arriba sin ser visto, y por otra nadie me molestaría al esperar hasta las 10 que llegase el Juan este que se iba a follar a mi novia. En esa hora que estuve sólo me reafirmé de que ya no sentía enamoramiento por Laura, Marta había nublado todo mi corazón ya que no sentía despecho, ni siquiera odio al ver que me estaban engañando con otro… simplemente veía alivio de que iba a poder cortar la relación con Laura con la excusa del engaño… A las 10 en punto aparcó un coche blanco en la calle y de él salió un hombre de mi edad más o menos pero más alto que yo. Lo vi que se acercaba a mi portal y tras llamar al telefonillo entró. Otra parte buena de esa terraza era que también daba visibilidad al deslunado de la finca, y justamente podía ver desde arriba la ventana de nuestra cocina y una más pequeña a nuestro baño. Claramente la del baño estaba con cristal de ese translúcido que no deja ver nada concreto pero se adivina la silueta si hay alguien detrás. Desde hacía 20 minutos había estado Laura duchándose por lo poco que se podía ver, se estaba preparando para su amante… Tras la entrada del hombre quise esperarme como 30 minutos pero no pude resistirme, admito que en ese momento me entraron los nervios de lo que iba a ocurrir a continuación… y al pasar como unos 20 minutos y con las llaves de la casa en la mano me volví a meter en las escaleras para bajar y comenzar la pillada del año a mi aún novia Laura. Bajé por las escaleras con cuidado de no hacer ruido, y llegué frente a la puerta de la casa. Oía hasta mis propios latidos, es increíble lo mal que se pasa en esta clase de momentos incluso sabiendo que la que va a estar en un lío va a ser otra persona y no yo…. Los nervios me estaban matando, y a punto de meter con sumo cuidado las llaves en la cerradura me pareció oír un gemido muy ténue del interior… no metí las llaves y puse la oreja con cuidado en la puerta. Efectivamente ya habían empezado la follada, oía de lejos los gemiditos de Laura, muy conocidos por mi. Casi estaba temblando, y abrí la puerta sin hacer el mínimo ruido. Avancé por el pasillo y claramente los sonidos venían de nuestro dormitorio… me acerqué poco a poco y vi que ni siquiera habían cerrado la puerta de la habitación, asomé la cabeza y allí estaban totalmente en pelotas, Laura tumbada boca arriba con las piernas en alto (como yo el día anterior con Marta…) y el hombre follándola a lo misionero de cara a ella. No podían verme con esa posición. Él le metía la polla fuertemente, y ella gemía y le pedía más… cierta sensación de excitación me entró pero podía el sentimiento de tristeza por ver que me estaban engañando. En fin el plan era ese, pillarlos in fraganti para tener la excusa de cortar con Laura, y allí estaba yo, de pie en la puerta y ellos sin parar de follar sin percatarse de que allí estaba yo… Es curioso la de veces que he visto una escena parecida en películas pero cuando te pasa en la realidad casi ni sabes como reaccionar… era como si fuese a molestarles!!!! Total, tenía que hacer el papel de novio engañado y dolido y con algo de drama salir de allí. Y así hice, dí una patada en la puerta para que me oyeran y como si fuesen dos gatos saltaron tapándose con las sábanas y se quedaron mudos al verme… Yo diciéndole a Laura que no me creía que me estaba haciendo esto salí de allí muy enfadado y cerré la puerta de mi casa de un portazo y me fui a un bar cercano a hacer tiempo. Laura estuvo llamándome todo el día al móvil pero no le cogí el teléfono en ningún momento, me metí en el papel de cornudo y al final del día le dije que por la noche iría a recoger mis cosas de su casa para irme a otro sitio. La verdad que como había pasado todo tan rápido no me había dado tiempo a buscar otro apartamento pero mi Martita (que vino al bar donde yo estaba cuando acabó de trabajar) me dijo que me iba a su piso con ella hasta que encontrase algo o nos iríamos los dos juntos, que ya se vería. Claro está que antes de ir a la reunión con Laura en mi piso nos fuimos al de Marta y terminamos follándo celebrando mi reciente ruptura y nuestra nueva vida juntos, Me folló, la follé, nos chupamos las pollas….era la chica más increíble que había conocido y desde ese momento ya podíamos estar juntos sin escondernos. Esa noche fui a casa de Laura, ella estaba con los ojos llorosos y me pedía perdón sin parar, yo me hacía el indignado mientras recogía mi ropa y la metía en maletas, como no podía llevarme todas mis cosas en ese momento le dije que más adelante volvería para acabar de recoger y lo único que le pregunté fue: “por lo menos lo que tienes con ese chico será algo serio no???, espero que te haga más feliz que yo…” Ella me respondió que sin querer había estado sintiendo cosas por ese Juan y que como yo no le hacía caso al final había caído en sus brazos… pobrecita, la verdad es que tenía toda la razón, y a cualquiera le hubiese pasado algo así. Yo la tenía totalmente desatendida. No quise hacer más leña del árbol caído y al final le dí un beso en la frente y le dije que me iba, que habíamos terminado y que si le importaba ese chico que lo intentase, que lo mismo su felicidad estaba con él. Ella se quedó algo impresionada por lo que acababa de hacer y se quedó en el sofá abrazando un cojín viendo como yo salía de su casa. Directamente me fui a casa de Marta, allí estaba ella esperándome, y tras cenar algo con ella y con su compañera Janeth nos fuimos a dormir no sin antes volvernos a sacar la leche mutuamente…

Los días siguientes se nos veía en la cara que no descansábamos bien ninguno de los dos. Cuando no estábamos en el trabajo estábamos encerrados en su habitación follándo o viendo alguna película en su portátil. Lo mejor es que durante nuestra jornada laboral seguíamos haciendo como al principio, nos escondíamos en las escaleras del edificio o en una sala de trastos de limpieza que descubrimos y nos dábamos el lote allí mismo cada vez que podíamos… menudos dos calientes nos habíamos juntado. La amaba y ella a mí.

Como vivir con Janeth no siempre era fácil, dado que cada dos por tres venía un cliente a verla y teníamos que escondernos, decidimos buscar un apartamento para alquilar e irnos los dos a vivir juntos.  Unos días después encontramos uno que a Marta le encantó y allí que nos fuimos. Janeth nos dijo que le daba mucha pena porque nos había tomado mucho cariño, pero que vendría a vernos siempre que pudiese.

Ya cuando vivíamos juntos en el nuevo piso, inauguramos cada habitación con nuestra leche, éramos un par de viciosos de manual. Unas veces me pajeaba ella en la cocina, o yo le follaba el culo en el recibidor… estábamos siempre dándole y ordeñándonos las pollas, nos queríamos mucho y ni siquiera recuerdo ninguna situación de discutir entre nosotros, nos llevábamos super bien. Cierta temporada le dio a Marta por ponerme sus tangas y como yo veía que le ponía cachonda hasta llegué a ir al trabajo con uno puesto todo el día. En uno de los descansos nos escabullimos a los aseos del trabajo y metiéndose ella en el de hombres me apartó el tanga a un lado y me folló el culo allí mismo… muchos momentos calientes vivimos los dos pero eso lo dejaré para el siguiente relato…