El Grafico III

Siento tardar tanto! este capitulo esta muy corto pero dice algunas cosas que os gustará sabes, os pido disculpas de nuevo por tarda tanto. Diganme que os parece la historia y si quereis podeis dar ideas y lo que querais. Muchas gracias por leer.

El Grafico

Capitulo III

Pamela llego junto con su novia a la cabaña cerca de la playa a las ocho treinta de la noche de ese mismo día. Sonrió cautivada cuando vio que el lugar era precioso, entusiasmada beso a Al en la boca y se fue corriendo hasta la entrada del lugar para admirar mejor la vista.

El lugar estaba tranquilo, e iluminado por un único poste de luz a unos tres metros de la casa de un solo piso, más a lo lejos podía verse un camino enmarcado por hileras de grandes y hermosos árboles, y más allá, casi apenas perceptible el sonido del mar chocar en las rocas.

  • ¿Te gusta el lugar, Pam? – Pregunto Alicia una vez estuvo a su lado, la chica no le respondió sino que se lanzó a sus brazos y la beso con euforia y pasión.

Aquella acción termino con una Pamela contra la puerta de entrada, y una Alice aprisionando su cuerpo mientras los besos iban aumentando su intensidad.

  • Aquí….no – Alcanzo a decir con dificultad la castaña. Se separó de una agitada Pamela y saco las llaves de la casa de su bolso. Ambas entraron en silencio, y dejaron sus cosas en la sala de estar. La casa era acogedora de una manera muy elegante y sobria. No había exceso de adornos, un par de cuadro en las paredes, una cocina americana, una mesa con cuatro sillas, tres sillones burdeos en el recibidor, y a lo lejos las puertas de lo que sería sin duda el baño y las habitaciones.

  • Al, tu casa es preciosa – Comento maravillada la chica, ya cada vez más segura que Frankie solo había sido un error, cuando con Alicia podía tener amor, y muchas cosas hermosas.

  • Me alegra que te haya gustado, amor – dijo feliz al ver lo encantada que estaba su novia con el lugar – Podemos ir a dejar las cosas al cuarto, y comer algo – Propuso a la vez que tomaba su bolso y el de la chica para caminar hacia el fondo del pasillo.

Pamela la siguió en silencio, desde fuera la casa parecía mucho más pequeña, pero al ir adentrándose por el pasillo noto que era mucho más amplia. Llegaron al fondo del lugar y Al abrió una puerta y encendió las luces.

Ante ella se podía ver una amplia habitación con ventanales que daban vista a los árboles y más allá el mar de un azul oscuro, era noche no había luna, pero Pamela estaba segura de que de haberla habido la vista habría sido más maravillosa. En el centro de la habitación habita una gran cama con doseles y mesitas de noche a cada lado de está. Al fondo izquierdo un armario antiguo, y a su lado un tocador con un gran espejo.

Al camino hacia el armario y lo abrió para dejar sus bolsos con la idea de ordenar la ropa al día siguiente. Se dio vuelta para salir con la chica hacia la cocina, pero noto que Pamela le miraba de una forma distinta, a ella y a la gran cama que había unos pasos más allá.

La morena se acercó decidida hasta su novia y tomo su mano para guiarla hacia la cama. Al se dejó guiar sin protesta alguna mientras en su mente muchas cosas pasaban. Ella y Pam llevaban algunos meses juntas, y ese momento seria especial para ambas, sería su primera vez, la primera vez de ambas pensó causando un retorcijón de nervios en su estómago, y un calorcito en el corazón.

Una vez ambas en la cama, los besos fueron lentos, un poco inseguros por parte de Al que se sentía aún un tanto nerviosa, mientras que Pamela estaba decidida a llevar las riendas del asunto, porque aunque nadie le creyera esa sería su primeva vez, la primera vez que ella se follaba a una chica solo porque Frankie no dejaba que la tocase. Volvió a ignorar a Frankie, y se centró en su novia, en su novia virgen, pensó con deleite.

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  • Yo creo que no volverá con los tragos que le pedimos – Comento socarronamente una de las amigas de Frankie mirando hacia la barra.

Valentina  apretó los dientes  y desvió la mirada de la barra del pub. Frankie estaba tonteando con la chica que atendía, y no había vuelto a sentarse con ellas desde entonces. A las demás no les extraño, y hasta comenzaron a hacer apuestas para ver cuánto tardaba Frankie en follarsela.

Valentina fingía lo mejor que podía ser partícipe de las bromas y la conversación, pero realmente lo único que quería en esos momentos era irse a casa, acostarse en su cama, y llorar como una  tonta hasta cansarse, por una Frankie que flirteaba con todas las chicas que veía por ahí, y nunca se daba cuenta de que le amaba. A veces esa era la desventaja de ser la mejor amiga de quien querías como algo más.

Frankie la veía como una amiga, ¡hasta como una hermana pequeña! ¿Por qué? Respetaba su amistad demasiado como para verla de otra forma, y a veces se encontraba pensando en que a Frankie debería importarle muy poco si eran amigas y arriesgarse a tener algo, aunque fuese solo por una noche…solo tener algo de ella…pero luego se sentía como una estúpida por querer mendigar algo que Frankie no le daría porque la consideraba mucho más que eso, lástima que solo fuese por la amistad…

Tomo su vaso con cerveza y termino de bebérselo de un solo tirón. Se puso de pie, miro nuevamente a Frankie y como la otra tipa le hacía ojitos, y se despidió de sus amigas. Camino directo hacia la salida con paso decidido pero algo lento, secretamente esperando que su amiga se diera cuenta de que se estaba marchando y la detuviera… ¿era mucho pedir?

Sonrió amargamente sabiendo que era una idea absurda y camino en silencio hacia la parada del autobús.

Mientras esperaba la llegara del bus recordó la primera vez que vio a Frankie. Once años atrás…una niña de cabello largo rubio, con unos hermosos ojos gris azul y andar inseguro había llegado a su colegio.

¿Quién diría que esa misma niña que al principio era tímida e introvertida terminaría como una chica promiscua e inconsecuente?

Ciertamente ella conocía las cosas que habían pasado y pasaban en la vida de su amiga, las sabía, las entendía, les dolían, pero de todas formas no justificaba su actuar, no del todo por lo menos. Frankie tenía una manera bastante retorcida de dejar el pasado atrás y olvidarse de sus fantasmas. Era de esas personas que guardan todo dentro de sí y se ahogan en toda su mierda sin dejar a los demás si quiera intentar hacer algo, ¡era desesperante! Pero de ser de otra manera no sería Frankie, y no la amaría.

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Los besos entre ella y Pamela estaban comenzando a subir en cuanto a intensidad. Sentía todo su cuerpo afiebrado, pero necesitaba más. Las manos de su novia estaban por todo su cuerpo y no podía distinguir de dónde venían las sensaciones placenteras. Estaban en todos lados. Se sentía tan torpe intentando causar también sensaciones agradables, no era lo mismo pensar en hacer las cosas que hacerlas realmente. Había visto series con sexo lésbico, leído historia, imaginado situaciones, pero no era lo mismo aprender viendo que ¡haciéndolo uno mismo! Titubeaba un poco antes de sacar alguna prenda de Pamela o tocar alguna parte, preguntándose si lo estaba haciendo bien, en cambio su novia parecía más segura. Sabía que estaba actuando como una tonta, sería la primera vez de ambas, no tenía por qué preocuparse tanto. Era normal estar nerviosa.

Alicia sacudió su cabeza mentalmente tratando de dejar atrás sus miedos e inseguridades y opto por dejarse llegar por el instinto.